Partida Rol por web

Por Atena, ¡vamos a acabar churruscados como se le vaya de las manos!

- ¡Muchachos, corred! ¡Va a lanzar una bola de fuego! ¡Y tiene pinta de ser una enorme! - grito mientras echo a correr fuera de la trayectoria del hechizo, lejos de los cíclopes y arrastrando a quien pueda conmigo. 

Hasta donde yo sé, es un conjuro que afecta en área. ¡Y no quiero estar cerca!

Alexander aun no se creía que hubiera acabado con el cíclope cuando los rugidos de sus hermanos le transportaron a la realidad, que esto aun no había acabado y que necesitaría de todas su fuerza para poder escapar de allí, así que mantuvo su concentración, ahora tendría que atacar con todo el poder que había acumulado.
Pero yelena, le hizo darse cuenta de que no estaban solo y que el extraño personaje que estaba encima suya pensaba realizar un ataque desbastador contra los cíclopes el cual podría alcanzarlos a todos.
Alexander anulo todo lo que había usado hasta ahora necesitaba concentrarse a fondo para realizar el siguiente acto.

Despues de parar el golpe del ciclope moribundo mis compañeros acaban con él... ha sido un trabajo duro pero lo habíamos conseguido sin sufrir demasiadas heridas lo que era muy positivo. Iba a felicitar al "equipo" cuando oigo el ruido de más ciclopes ¿tres más? nos digeron de una sola bestia... Me voy a preparar para luchar cuando oigo a Yelena y salgo corriendo detras de ella.

Si ese chico tiene esa clase de poder por que huia del primer ciclope... me pregunto, habrá que preguntarselo despues.

El  chico  extiende  las  manos  hacia  delante  y, de  ellas, salen  disparadas  seis  pequeñas  bolas  de  fuego. 

Salen  disparadas  a toda velocidad  produciendo  un  ruido  similar al que harían  los  fuegos  artificiales. 

La  primera  esfera  de  fuego  impacta  en  el  hombro  de  uno  de  los  cíclopes  y  crea  una  explosión  de  tal  potencia  que  consigue  hacer  retroceder  al  monstruo. Una  segunda  bola  de  fuego  golpea  directamente  en  su rostro  tirándole  al  suelo. 

Los  otros  dos  cíclopes  también  reciben  el  ataque, también  dos  esferas  cada  uno, que  les  golpean  sin  piedad  con  tanta  potencia  que  les  derriban. 

Un  repugnante  olor  a  cerdo  y  pelo  quemado  invade  vuestro  olfato  mientras  los  cíclopes  empiezan  a  gritar  de  dolor  y  a  retorcerse  envueltos  en  llamas. 

-Es nuestra oportunidad!- dije gritando a mis compañeros al ver a los cíclopes caer, desenvainando comencé a correr hacía el más cercano a fin de subirme a él y clavarle la espada en el ojo como antes había querido hacer con el anterior antes de que Yelena me cegara y cayera al suelo...

Alexander procuraba mantener la calma mientras aun sostenía el escudo sobre aquellos que estaban cerca de el, no sabia si el albino iba a ser un aliado o un posible enemigo.
“si mal no recuerdo en las historia de la mitología hay brujas, no tienes porque ayudar a la gente sino interponerse en su camino”.
Alxander se concentraba en la situación pues no sabia que esperar de ahora en adelante.

Ay mi manto… ¡Vaya traspatá me he metido! Pero creo que lo hemos derrotado…

-Mientras Mïra se reincorpora sus raspones y magulladuras se van curando poco a poco, quedando solo leves marcas en su cuerpo.-

Espera, ¿Qué ocurre? Yelena parece estar muy alterada pero no consigo entenderla bien… El golpe ha sido durillo.

-¿Teletransqué?- Responde a Yelena.

¿¿¿¿Más bestias??? ¿¿¿Fuego??? ¿¿El chaval que escapaba??

-Mïra se ve bastante confundida después del golpe y dada la situación actual-

-¿Qué está ocurriendo? ¿Quién eres tú?- Grita Mïra al chaval nuevo.

EL  movimiento  de  los  cíclopes  se  van  haciendo  más  y  más  lento... 

Artemias cree que es el momento de atacar pero despues de quedar tan heridos no se si huiran o que harán yo por el momento me mantengo cerca del grupo sin decidirme a darle la espalda al chico que acaba de lanzar las bolas de fuego.

Quien demonios eres tu y si tienes esa clase de poder por que huias hace un rato... Digo girandome hacia el chico sin entender nada.

Una  vez lanzadas  las  esferas  de  fuego, el  cosmos alrededor  del  niño  empieza  a descender  hasta  que  desaparece. La  expresión  del  muchacho  cambia, de  estar  totalmente  serio  y  concentrado, pasa  a  tener  los  ojos  llenos  de  alegría  y  una  amplia  sonrisa  en  su  rostro.

- Jiji... 

Levanta  una  de  sus  manos  y  se  rasca  la cabeza. 

Ahora  que  le  veis  bien, apenas  puede  tener  14  o  15  años... 

- Bueno... Pues... - Mira  a  Opa  como  intentando  buscar  las  palabras  adecuadas... Aunque, en  un  segundo, su  semblante  se  vuelve  a  poner  serio. - Ups... 

El ver a los cíclopes en llamas hace que mejor piense en otra cosa, además Opa interroga al muchacho.

La verdad es que tiene razón, aunque a mi me importaba más cumplir la misión.

Sin embargo había algo que no cerraba...

Mientras  habláis  con  el  muchacho  y  ante  el  comentario  de  este, agudizáis  el  oído...

Relativamente  cerca, escucháis  varias  decenas  de  pasos... Pasos  grandes... Potentes... Pasos  como  los  que  podría  producir algo  muy  grande...