Partida Rol por web

Davidoff oscurece su semblante al escuchar vociferara a Rolan. Cuando este parece calmarse pasa al otro lado del mostrador para recoger el Halum.

- Tranquilo muchacho -dice con cierto miedo mientra recoge el objeto y lo vuelve a colocar en su sitio.

Kashim, que durante todo el rato había ocupado un segundo plano, manteniendo la postura de descanso militar y ojeando a su alrededor, se encontraba paseando al lado de una alta estantería llena de libros, ojeando el lomo de estos cuando Rolan gritó. La escena sacó al guerrero de su aletargado paseo y le hizo volver al presente. Miró a Rolan, el cual parecía aturdido y vió como se dirigió a Nex y salió del recinto.

kashim encarriló la salida, hizo un gesto de tranquilidad con la palma a Nex y Válgueras, una leve reverencia de cortesía al tendero y salió por la puerta.

Encontró a Rolan afuera, tomando el frío aire de la ciudad.

- Ruhani...¿Estar bien?...¿Necesitar ayuda?

Nex observa como Rolan sale de la librería y se dirige hacia fuera preocupado por su compañero, pero Kashim le hace un gesto de tranquilidad y ve cómo el Kushistaní acompaña a su amigo. Se vuelve hacia Davidoff:

- Muy bien, creo que podemos llegar a un buen trato. Tiene unas verdaderas reliquias en su tienda, sin duda. Todo dependerá del precio, pero de momento estamos interesados en lo siguiente - Nex se acerca al mostrador y empieza a separar los objetos y libros -. Los libros de "Mundus Autem Draconis" y "Circulos Daemonibus Inita" para los estudios de mi compañero Rolan y yo, el Halum, el anillo de Erebus para mi compañero Valgueras, y el tomo "Lingua Duk'Zarist, Nepranus", para mi propio entretenimiento - tras la separación, quedan de lado las pociones Livanne, el libro de poesías y el reloj astronómico -. Las pociones Livanne están a buen precio, por lo que podemos llevárnoslas también. ¿Supongo que se requiere ingerirlas para que surjan efecto, verdad? Y el reloj, parece un objeto realmente interesante, pero su precio es también muy elevado. Me encantaría inspeccionarlo, si me lo permite.

Rolan ve como se acerca Kashim, su compañía no le molesta...tan pronto ha salido de la tienda y ha tomado aire se siente mas tranquilo
Estoy bien Kashim gracias, solo necesitaba tomar un poco de aire.

Al cabo de un rato en la calle vuelve al interior de la tienda

Hola de nuevo, Davidoff, mientras pensaba en la calle he recordado que un compañero tuyo buscaba algo sobre el árbol Perennus, ¿Por qu éese árbol es tan importante? ¿O tan valioso?

- Pues no sabría decirle exactamente. Es el señor alquimista quien entiende de estas cosas. Creo que lo usa en la creación de un Éter que a su vez se usa para la realización de pociones, pero como lo digo, no es mi campo precisamente. -responde Davidoff a Rolan- Lo que si sé es que paga mil monedas de oro por un frasco de sabia. Si fueran otros me quedaría una parte, como intermediario, pero siendo ustedes aliados podría hacerles el favor de transportarlo y entregarlo sin coste ¿Acaso poseen dicho artículo? 

Pues si Davidoff justo aquí y de su mochila saca un cilíndro de bambú sellado envuelto en un trozo de manta. No debe darle la luz del sol ni mucha claridad por lo que si quieres lo vemos en la trastienda.

Davidoff sonríe con picardía- he he he... buen intento señor, buen intento, si señor. Lamentablemente la trastienda está vetada a los clientes. Si no le importa, lo inspeccionaré aquí mismo. -echa una gran manta sobre el mostrador y su cuerpo, creado una especie de tienda de campaña con su cuerpo- No cabe duda, esto es lo que busca el alquimista. Si quieren venderlo tengo el dinero preparado. O podemos esperar a decidir que quieren comprar y restarlo del cómputo final, como prefieran.

Kashim vuelve a entrar al poco de Rolan y de nuevo se dirige con aire distraido hacia una estantería repleta de libros, donde se pone a leer los lomos de los libros mientras mantiene ambas manos cruzadas en su pecho.

- ¡Muy bien! -dice en dirección a Nex- veamos... mil doscientas cincuenta.. y doscientas cincuenta... con quinientas setenta y cinco.. y mil quinientas... y dos mil... y dos veces doscientas setenta.. me llevo dos...-va diciendo mientras con una pluma finamente tallada con un plumín de exquisita artesanía escribe todo en un papiro de pequeño tamaño- cinco mil quinientas cuarenta monedas de oro. Si a esto le restamos mil monedas de oro, si el señor -mirando a Rolan- quiere vender su sabia, serían cuatro mil quinientas cuarenta monedas de oro. Pero como son ustedes amigos de Herr Steiner y a mi me gustan los números redondos lo vamos a dejar en cuatro mil monedas de oro ¡Ni más ni menos! ¿qué les parece? Y por si fuera poco añado a la ecuación este saco de espinas ¿¡No me dirán que dela Tienda de Antigüedades de Davidoff no sale uno satisfecho!?

Acto seguido os pasa todas las cuentas escritas en un papel con una caligrafía excelente, con nombres de los artículos comprados y su precio. Nex ve que el precio del libro sobre Nepranus es de doscientas cincuenta monedas de oro.

Con la descripción de Davidoff eres capaz de identificar el objeto. Como dice Davidoff, mientras permanecía cerrado es prácticamente imposible percibir ninguna magia en el, es lo mismo, a ojos de un hechicero, que una piedra o cualquier otro objeto inanimado. Cuando se abre, sin embargo, notas el poder que el artefacto ostenta. Te recuerda a un acumulador de Zeon, pero distinto... es un objeto poderoso sin duda.

Al pasar un minuto y ver Davidoff que no recibe respuesta añade.

- Hmmmm... son ustedes clientes duros... no cabe duda !ho ho ho¡ Muy bien. Añado además la identificación del contenido de ese saquito -dice señalando el saco que lleva Varamyr colgado del cinto- gratuitamente con la transacción. ¿Qué me decís?

Rolan se acerca al mostrador y pone el bote de bambú. Si, creo que lo mejor es descontarlo directamente del precio final, Gracias por hacer de intermediario Davidoff

De paso, podrías decirme que es esto. De su toga saca una piedra cuadrada blanquecina y la pone en el mostrador, a la oscuridad de la tienda, parece que la piedra brilla muy levemente

Davidoff empieza a estar ya un poco contrariado de tanto regateo:

- Puedo inspeccionarlo sí, pero costará cien monedas de oro. En esa oferta incluyo la identificación de esa daga y ese saquito. -dice señalando a las posesiones de Varamyr- Creo que estoy siendo muy generoso mis señores, un servidor también tiene que pagarse el pan.

Varamyr había permanecido en un rincón de la tienda, alejado del trajín que ocurrían en el mostrador de Davidoff. Aún así, éste se las había ingeniado para detectar a la legua la daga y el saquito de arena, al que había hecho mención en un par de ocasiones. En vista de que los tratos estaban terminando de cerrarse, Varamyr decidió apartarse de la sombras y se acercó al mostrador: 

Saludos, Davidoff. Soy Varamyr -dijo inclinando levemente la cabeza a modo de saludo. Veo que rápidamente has reparado en estos objetos que porto (mostró la daga en la palma derecha, el saquito en la izquierda). Ahora que somos amigos... ¿Qué puedes contarnos acerca de ellos?

Los dejó en el mostrador, no sin cierto recelo, para que Davidoff pudiera examinarlos

Perfecto Davidoff, tenemos trato, dice Rolan levantando al mana para zanjar el asunto mientras hace un gesto a Kashim para que acerque el cofre.

Davidoff, contento con poder observar objetos extraños y mágicos, se pone de inmediato a la tarea.

- El saquito lo he visto desde que ha entrado señor y creo que sé de qué se trata -abre el saco con cuidado y observa su interior moviendo su monóculo con cuidado- Como pensaba, no cabe duda. Esto que tiene usted señor es algo de rareza extrema y de un valor incalculable. Lo llaman Pico de Luna. Cuando las condiciones son perfectas, y solo si son perfectas de verdad, se dice que la Luna pasa rozando los Picos del Mundo y a veces parte de su esencia impregna la nieve de los dos picos más altos: el Surt y el Steinkel. Esta sustancia, si ya de por si muy difícil de encontrar es aun más compleja de recoger. Sinceramente, desconozco cuales son los instrumentos o métodos que deben usarse, pero alguien lo supo y guardo una buena cantidad en este saco.

El Pico de Luna es enormemente preciado por los Frostkolier. Es capaz de helar sus armas al momento y causar terribles heridas a sus enemigos. Pero si me lo preguntan a mi... un forjador de runas haría mucho mejor uso de este material y podría impregnar un arma eternamente con la esencia de la Luna Helada. Aquí hay sin duda suficiente para un arma. Hablen con Vulksenn, en el barrio de la masonería. El sabrá que hacer con esto. Sus servicios no son baratos, pero podrá crear para usted un arma sin par.

Cierra el saco cuidadosamente y se pone a observar la daga.

- Una exquisita daga Daimah, la llaman La Envidia de Primavera. Se trata de una daga ritual hecha con hojas y plantas sobrenaturales, aunque es tan sólida y efectiva como si fuera de auténtico metal. Tiene poder sobre las plantas, pero su capacidad más asombrosa es la de permitir fusionarse con la madera, un método excepcionalmente efectivo de espiar sin ser visto. Para poderte fusionar con un árbol o un objeto de madera debe pronunciarse una palabra Daimah: Zu'haiz. Las plantas sienten una enorme afinidad hacia este objeto, permitirán el paso fácil por bosques y cualquier tipo de vegetación. -se ajusta el monóculo nuevamente tratando de encontrar algo que se le escapa- Se que tiene más poder... pero no soy capaz de descubrirlo. Deberá estar con usted cierto tiempo y tal vez lo descubra por su cuenta. Siento no poder ser de más ayuda.

Nex termina de inspeccionar el reloj astronómico y se dirije de nuevo a Davidoff:

- Excelente, creo que estamos cerrando un gran trato. Gracias por su cortesía y generosidad, Davidoff - Nex sonríe ojiplático y asiente lentamente -. El reloj, aunque parezca una pieza verdaderamente única y potente, no es algo que me interese personalmente, pero puede que a ti sí, Valgueras - dice girándose hacia él para dejarle el objeto -. Cuando mis compañeros hayan terminado con todo, yo estoy muy contento de irme con nuestras nuevas adquisiciones.

Kashim abandona una vez más su embobada lectura de lomos de libro para regresar a la estancia ante la señal de Rolan. El kusithaní descruza los brazos y recoge el cofre que habían traído desde la taberna y lo eleva hasta depositarlo sobre el mostrador. Tras esto hace una pequeña reverencia, da un paso atrás y se queda en un segundo plano atento al desenvolver de la escena en la tienda.

Varamyr se muestra satisfecho con la información recibida, si bien su curiosidad hacia esos objetos continúa aumentando con cada nueva pieza de información que recibe, no quiere tentar más a la suerte antes de que Davidoff le reclame una compensación por ello, pues hasta ahora se ha mostrado abierto a cooperar más por curiosidad y conocimiento personal. Tampoco parece que haya nada del interés de Varamyr en esa tienda, por lo que no pretende gastar el oro allí. 

Vaya... posee usted unos impresionantes conocimientos, en cualquier caso, Davidoff. Le agradezco mucho su ayuda, y confío en que encuentre más que satisfactorio el trato que está realizando con mis compañeros de viaje... Por mi parte, seguiré sus consejos, y le transmitiré mi agradecimiento a Herr Steiner, si volvemos a encontrarnos, por el trato aquí recibido -dice Varamyr al tiempo que inclina de nuevo la cabeza a modo de respetuosa despedida. 

Dicho lo cual, vuelve a su segundo plano a la espera de que terminen negocios para poder marchar a Vulksenn y se queda observando al recién llegado, cavilando sobre la naturaleza de esta incorporación forzada a su troupe. Desde luego parecemos una panda de artistas ambulantes, a cada cuál más... extravagante. ¿qué intenciones tendrá este tipo?¿y Steinerr?¿será un espía para Steinerr, para asegurarse de que llegamos, y a tiempo? ¿será por un interés altruista para ayudarnos en nuestra marcha hacia Terrasanta... y lo que allí nos pueda deparar? No, seguro que todo esto responde a intereses de unos y otros que desconocemos. Más bien parece que nosotros somos los peones de un juego superior que apenas alcanzamos a atisbar, deberíamos tenerlo más presente. 

Decide acercarse a Jace: 

Parece que vamos a pasar algún tiempo juntos...-y le extiende la mano y el brazo en señal de saludo cordial, mientras le sostiene la mirada-  Varamyr. (esos ojos azules... este tampoco es "normal")

(Varamyr se queda esperando con el brazo extendido)

- En esto estamos deacuerdo Nex. No creo que nos pueda servir de utilidad aun consiguiendo controlarlo. Creo que hemos conseguido bastante en esta tienda, aunque quiza - Vuleve la cabeza hacia la trastienda - vuelva algun dia.