Partida Rol por web

La sala del thing esta caldeada por una gran chimenea que llena de calor la sala y de una nieblecilla por el humo que no consigue desalojar a partes iguales. En ella están cinco hombres reunidos discutiendo sobre los problemas del poblado, cuando el destino golpea lo hace de seguido y sin piedad como lo está demostrando. Ellos que son las cabezas visibles de los 4 clanes más importantes, están dirimiendo que hacer, aunque la Volva había hablado, no todos ellos estaban seguros de que dejar la vida o muerte de su hogar a manos de una desconocida, de un Berserk conocido por su poco tacto , de un joven Scalda  impulsivo y de una primeriza Volva.

Magnus, un hombre que ha pasado los 50, que en un tiempo fue rubio y ahora tiene el pelo plateado frunce el ceño ante la idea, no le gusta y asi lo informa:- Los hombres se han marchado por orden del rey, estamos debilitados y enfermos. Deberiamos actuar con cautela y no dejarnos llevar, se lo que la visión de la Volva a dicho, pero jugarnos toda la vida del poblado a 4 personas no me parece...-

Un hombretón llamado Thorbeg  con un solo ojo pues el otro lo tiene cruzado por una cicatriz, y con un muñon en vez de pierna declama:- Uno de ellos es Bjondir Skarsgärdson, por Thor, que ese muchacho merece mi confianza por la misma sangre que corre por nuestras venas. Nadie que se atreva a enfrentarse a ellos saldra bien parado, ¡¡¡Por mi adelante!!!-

Otro más delgado, chupado como si le hubiesen sorbido la energia, que se llama Kjari y era conocido por ser un gran artesano, ahora parece un espectro de lo que fue, y tose violentamente antes de informar:- Muchos en mi familia están enfermos y nadie del resto del poblado parece afectarle, nuestra familia provee de sustento y creamos objetos que traen honor y recursos a nuestro pueblo. Si esos chicos pueden salvarnos que asi sea...-

El último un hombre guapo y bien formado llamado Vagn, que es uno de los pocos hombres que se han quedado a defender el poblado, y tambien se ha quedado como jefe de su clan, sonrie al decir: -Magnus parece que al final ha sido decidido, seguiremos la visión de la Volva y ayudaremos a esos hombres y mujeres que deberían merecer tu respecto tanto como los que más. Es hora de llamarlos, hay que informarles de lo que esta ocurriendo-

Pronto un mensajero os informa de que teneis que ir al Thing para que os informen de un asunto muy serio. Es la hora de demostrar que habeis sido tocados por los dioses y que vuestro destino brilla mas que el del resto...

Heldir estaba de rodillas frente al mar. En la playa. Una playa cubierta de nieve y con las rodillas un palmo enterradas en el blanco manto. Delante de sus rodillas, unas manchitas oscuras eran absorbidas por la nieve. Sus últimas lágrimas. Se había despedido de su madre como había podido y, aunque aún estaba llena de remordimientos, la última profecía de su madre ondeaba sobre las cabezas de todos los habitantes del pueblo y nadie podía ignorarlo.

4 personas destinadas a salvar al resto. Y ella era una de ellas. Heldir sabía que su madre escuchaba la voz de los dioses como también ella lo hacía. Sabía que estaba escrito en su destino que formara parte de aquello. Sabía que los sabios del thing pronto enviarían a alguien a comunicarle que partirían pronto.

Lo que no sabía era si sería capaz de responder a las espectativas. Pero ahora ella era la Völva, la voz de los dioses, y haría lo imposible por estar a la altura del legado de su madre.

Se secó los restos de lágrimas y volvió caminando hacia su choza. Seguramente el mensajero la iría a buscar allí.

La paciencia no era una de la larga lista de virtudes de Bjondir. Se ha pasado la mañana esperando una respuesta de los sabios, de aquella gente que debía hacer lo mejor por sus respectivos pueblos. Todo ello era importante, sí, pero para el hombre del hacha lo que importaba era cada vez más escaso. Su mente focalizada en su futuro veía en esta labor la oportunidad de darse a conocer, de reunir hombres a su alrededor, de hacer acopio de recursos... y lanzarse al mar.

Al mar del sur del que tanto había oído hablar y nunca se había atrevido a navegar. No es que sus aguas fueran más crispadas ni su fauna más peligrosa que la mares más fríos, lo que lo hacía detenerse era otra cosa. Aquello que le aprisionaba el corazón con mano de hielo, aquellos carámbanos que crecían hacia su pecho ya no podía soportarlos más. Estaba decidido a hacer algo, a honrar la memoria de su padre pero necesitaba quien lo siguiera.

Y sin duda ayudar a este pueblo jugaría en favor de su buen nombre, ahora mismo un tanto desconocido. A veces, pensaba Bjondir, era mucho más fácil juntar gente a su alrededor siendo despiadado y sanguinario. Eso no costaba nada, solo necesitaba mantener su hacha afilada y hundirla en un pecho distinto cada día. Lamentable tener principios, pensaba después para si.

Enfrascado como estaba en sus pensamientos no se ha dado ni cuenta de que ha realizado muchas más pasadas de las necesarias en la hoja de su arma, que ya de por si rara vez deja que se desafile demasiado. De un respingo, gesto absolutamente extraño en un personaje de casi tres varas de altura, se pone de pie y coloca su hacha a la espalda. Ajusta las cuerdas de sus brazaletes y botas de piel y se golpea el pecho con el puño cerrado.

- Ya va siendo hora...

La espada ya brillaba al tímido sol que asomaba entre las nubes, Thyra la miró con ojo crítico mientras decidía que ya la había engrasado lo suficiente. Debía cuidar aquella espada con esmero ya que era su bien más preciado y su modo de vida. Guardó con cuidado el arma en su vaina y metiendo sus manos entre la nieve se las limpió de la grasa que las impregnaba.

 Se recostó contra la pared de la pequeña cabaña donde le habían permitido vivir, un tanto alejada del resto de la aldea, y disfrutó de aquel cálido sol que le templaba no sólo el cuerpo sino también el ánimo mientras esperaba al mensajero que debería llevarle la decisión del consejo, fuera cual fuera.

 No pudo evitar pensar en lo extraño que resultaba que aquella gente pusiera su confianza en una forastera, pero el hecho de que casi todos los hombres hubieran partido suponía una escasez de brazos fuertes y cabezas pensantes que estuvieran dispuestos a realizar esa misión. Así que la ayuda de una mercenaria, por muy desconocida que fuera, siempre les vendría bien.

 Ah, la vida es hermosa... Sonrió para sus adentros pensando en todo lo bueno que le había ofrecido hasta el momento el destino. Era joven, fuerte y valiente, no le faltaban trabajos que llenaran su bolsa ni hombres que compartieran su cama, ¿qué más podía pedir? A parte claro está de una gran jarra de cerveza y un buen estofado rodeado de las bromas y los relatos de los buenos amigos.

 Ni siquiera se molestó en abrir los ojos al oír los pasos sobre la nieve, no eran pasos furtivos así que no debía temer nada. Sólo los abrió cuando el sonido cesó.

- Parece que ya han tomado una decisión ¿verdad?

Audun reía y bebía en la taberna junto a su primo Hjalti.

-  ¿A quien has pagado para que Hoskuld no acudiera al duelo? - rió Audun.

- Es cosa de las Nornas

La taberna de Domar hedía a sudor y a alcohol. Algunos parroquianos ocupaban las mesas de madera más alejadas del local jugando a los dados. Otros se congregaban alrededor de una mesa contigua observando con jarras en las manos como un perdedor discutía con otro por haber perdido dinero jugando a los dados; no era de extrañar que al final acabaran en pelea.  El joven artista se dirigió acompañado de Hjalti hacia un rincón alejado de las mesas de juego,  hacia un grupo de hombres libres con la finalidad de captar oyentes.

- Cantaría una epopeya pero no puedo - bromeó el joven artista riendo.

Entonces Hjalti señaló hacia la barra. Pudo ver a un individuo que desconocía hablando con Domar. Éste señalaba hacia la mesa donde se había instalado junto a su primo.

- Parece que alguien se interesa por tí, primo.

El individuo avanzó con gran decisión hacia donde se encontraba el scalda. Su sonrisa se desvaneció y adoptó una expresión grave. No estaba lo suficientemente ebrio como para no advertir que aquello era un asunto importante e ignoraba quien podía interesarse por él.

-  Debes de ser el escurridizo Audun Balderson - dijo el desconocido al llegar hasta él-  llevo horas buscándote.

- Aquí me tienes, pues.

- Salgamos afuera, tenemos que hablar.

El mensajero ha sido claro, el thing os reclama. Pronto os encontrais ante las puertas de la gran cabaña donde se reune. Dos guardias de la misma quinta de Bjondir están a ambos lados de la puerta. Os saludan con un gesto de la cabeza , abriendoos las grandes puertas pues reconocen a tres de vosotros y saben de que Thyra tambien esta incluida para ser informada.

Al entrar en la gran sala caldeada por la chimenea del fondo podeis ver los rostros adustos de los miembros de Thing que os miran desde sus sillas ceremoniales, Thorbeg, un pariente de Bjondir os anima a entrar arengandoos:- Entrar de una vez, que esto es importante, al fin al cabo nuestro destino esta en vuestras manos- Vagn se rie y comenta:- Me parece que la intriga sobre si aceptariamos el consejo de nuestra querida Volva o no, ya ha sido revelado, pero de todas maneras entrar quizás necesiteis más información antes de salir a la aventura-

kjari el forjador,  en cuanto entrais al interior y os sentais, empieza a  informaros:- Tenemos un problema con la enfermedad de los miembros de mi clan, si seguimos así pronto los que quedamos en la aldea moriremos, pues antes de que se me lleve la enfermedad saldre afuera para pelearme con las bestias, como lo haría cualquiera de los miembros de mi clan.-

Magnus el más anciano del consejo que no os ha dejado de mirar ceñudo en todo momentoprosigue con la información:- La comida del pueblo ha sido envenanada, aunque hemos conseguido salvar suficientes viveres para parte del invierno, me temo que moririamos la mayoría de hambre sino lo solucionamos y damos con quien ha saboteado el resto de la comida, pues de poco serviría si obtenemos más para luego perderla... Si veis que cualquiera de estas tareas las veis imposible de realizar, informar al thing para que podamos tomar posibles decisiones al respecto-

Thorbeg cansado de esperar su turno grita:- ¡Por Odin! Estás hablando de 3 de los nuestros y puedo dar mis dos brazos por mi pariente Bjondir, se que solucionara los problemas con las aldeas de salvajes como si fueran hierbajos que hay que arrancar-

Finalmente termina Vagn:- Tambien esta lo del barco que aparece por el rio entre la niebla, que esta poniendo nervioso a nuestros hombres.- Dirigiendose a Herdis le informa:- Tu madre hablo de que era un mal presagio e incluso quiso investigar sobre el asunto... Pero su destino no dejar completar esa investigación.- Vagn ya hablando para todos os indica:- Vosotros habeis sido elegidos por los dioses, por lo que por mi parte no dudare de vuestras capacidades y daremos especialmente las gracias a Thyra que a pesar de no ser del clan ha aceptado, ¿Quereis más información de algún asunto en especial?-

Bjondir, tratando de tomar el liderazgo del grupo, habla el primero:

- Habláis de comida envenenada pero no me queda claro si sospecháis de una aldea vecina, y si es así, nos gustaría saber cual es. -realiza una pequeña pausa-​ Respecto al barco, difícilmente podremos realizar las dos tareas a la vez, es necesario que prioricéis.

Heldir carraspeó antes de hablar. El consejo, el thing, sus compañeros...todo en aquella situacion la intimidaba. 

-Ejem...No podemos descartar que las dos cosas no esten relacionadas. A fin de cuentas, para envenenar algo es necesario que una mano coloque el veneno.

Por otro lado, ¿Por que creeis que es la comida y no el agua lo que está envenenado? ¿Tenemos alguna prueba?

Se levantó para hablar aunque no estaba muy segura si aquello sería una buena decisión.

- Sé que sólo soy una forastera pero ya que mi destino parece ser que me ha elegido para luchar por esta aldea, quisiera dar mi opinión. -Carraspeó ligeramente para aclarar su voz.- Me parecen muy sensatas las palabras de nuestra joven volva, inexperta sí... pero parece que va por buen camino. Al igual que ella creo muy posible que el envenenamiento y el barco tengan mucho más en común de lo que pensamos.

Miró primero a la joven y después al resto.

- En cambio tengo mis dudas al pensar que pueda ser el agua el problema. ¿Cómo se abastece el clan? ¿Del río? Porque si es así no serían los únicos en estar envenenados.

Audun se limitó a observar ceñudo a sus compañeros y tomó la palabra.

- Honorables miembros del Thing, Estimados compañeros - interpretó una inclinación a modo de saludo - me siento honrado de servir a mi pueblo y ser partícipe de esta honorable misión. Espero que mi aportación a esta noble causa sea de vuestro agrado - hizo una pequeña pausa para asegurarse la atención de los presentes - en mi opinión, lo primero que deberíamos tener presente es quién o quiénes podemos considerar  nuestros rivales, es decir, quién puede salir beneficiado con este supuesto envenenamiento. No sólo digo la aldea vecina, no descartemos que podemos tener un enemigo desde el interior. Si los honorables miembros pudieran orientarnos a este respecto.

Los hombres del consejo hablan entre ellos en susurros para dejar que , Vagn responda a vuestras preguntas p:- Sacamos el agua del rio principalmente, lo tenemos lo suficientemente cerca como para no andar haciendo un pozo... De todas maneras para envenenar el agua del rio, debería ser una fuente de veneno constante y grande, porque la corriente se llevaría cualquier sustancia hacía el mar. Pruebas no tenemos, pero lo descartamos por complicado, de todas maneras si vais a ver los viveres emponzoñados se ven a la vista que están corruptos, aunque hace tan solo una semana estaban  bien-

Thorbeg comenta con desprecio al parecer de algún encuentro anterior interrumpiendo al joven que espera a que se desquite el viejo guerrero:- Son esos salvajes del bosque, siempre nos han tenido ganas al llegar a estas tierras, sino fuese porque los hombres están fuera deberiamos exterminarlos hasta que no quedara ninguno de esos malditos carroñeros.- Trás el comentario calla ante las toses de Kjari, tras un momento Vagn prosigue:- No sabemos con certeza quien puede ser nuestros adversarios, al fin al cabo el sueño de la Volva es cuanto menos confuso, pero supongo que se descubriran si actuais contra ellos.-

Herdis escuchó con la cabeza baja y cuando todo el mundo hubo acabado, volvió a hablar.

Si. Todo parece indicar que el agua no tiene nada que ver. Pareceis tener claro que los principales sospechosos son esos salvajes.

En cualquier caso, tal vez lo que deberíamos hacer es salir todos a cazar para conseguir alimentos sanos para la aldea. Mantener a la gente alimentada debería ser lo prioritario. Y, además, si lo conseguimos, podemos usarlo como cebo para capturar a quien quiera que sea el que añade el veneno. Tal vez podríamos buscar la caza cerca del territorio de los salvajes y asi, si hay suerte, podriamos acabar capturando uno.

Bjondir, sorprendido por la astucia de sus compañeros, apoya sus ideas con firmeza. No se deben desperdiciar las habilidades de cada uno, aunque no sean válidas en combate.

- A Herdis Mergdöttir no le falta razón, no obstante de la caza pueden encargarse ellos sin arriesgarse demasiado, tal vez nosotros debamos investigar el barco. Quien sabe si, como decís, tiene parte de culpa en el asunto del envenenamiento. Si solucionamos primero lo que nos acecha de cerca podemos descartar culpables y deshacernos del problema del barco, dos pájaros por el precio de uno. -Bjondir espera la respuesta de sus compañeros, a quienes, simplemente por su sagacidad, ya está cogiendo aprecio.

Sabias palabras las de Herdis - intervino Audun - también denota sabiduría las palabras del guerrero Bjondir. Pienso que primero deberíamos echar un vistazo y encontrar pistas que nos lleve a algo más sólido que simples  conjeturas y acusaciones infundadas.

- Mucho trabajo para tan pocos brazos. -Murmuró Thyra para sus adentros.- Buscar alimento, investigar el barco y el envenenamiento, enfrentarnos a los... salvajes -sonrió torcidamente al emplear esa palabra y continuó no sin cierta ironía en su voz.- Somos pocos en la aldea, a no ser que quiera avisar al rey para que mande de vuelta a los hombres, no sé cómo pretenden hacerlo todo a la vez.

Miró al consejo de uno en uno. Sabía perfectamente que podían decidir echarla de la aldea en cualquier momento, pero se sentía segura, me necesitan a mí mucho más que yo a ellos.

- Como bien ha dicho antes nuestro buen amigo Bjondir tenemos que priorizar. Y considero que los que se queden en la aldea vayan aprovisionándose, será lo mejor. Mientras nosotros cuatro buscaremos el origen del envenenamiento y la aparición de ese extraño barco. Los salvajes del norte... bueno, creo que podremos esperar un poco antes de decidirnos a atacarlos así como así. Si nuestras investigaciones apuntan hacia ellos, entonces será el momento de intervenir. -Respiró por unos segundo esperando que alguien interrumpiera su intervención.- ¿Qué les parece?

Vagn escucha vuestra propuestas y aclaraciones para después informaros:- No os dejaremos solos en esto, aunque el destino asi lo quiera, tendreis nuestro apoyo en lo que requerais, pero con nuestros recursos no podra ser mucho. En cuanto a los viveres ya estamos en ello, aunque no podemos recuperar nuestras verduras, si estamos recolectando, pescando y cazando, aunque esto último con los lobos se nos esta haciendo cuesta arriba, si cazamos demasiado estas alimañas podrian cebarse en nuestros animales.-

Kjari os coge el relevo ahora que parece que las toses van a menos:- Teneis que ayudarnos a identificar el origen de la enfermedad del clan, descubrir que pasa con ese extraño barco, quien envenena nuestro viveres y ayudarnos con el tema de los salvajes. Aunque estemos enfermos mi clan luchara y ayudara en lo que pueda.-

Thorbeg expecta:- Si es por musculos y armas, aunque los que han quedado sean los viejos y los jovenzuelos pondremos nuestras vidas a vuestra disposición.-

Magnus todavia sin dar el brazo a torcer dice:- Veis que no pueden con todo, indicadles una sola tarea porque sino no podran con ello- Por la forma que lo dice y sino quereis perder el aprecio del resto del grupo tendreis que protestar contra ello.

Al ver que nadie hablaba Thyra decidió ser ella la que dijera algo, al fin y al cabo sólo estaba se podría decir... de paso, y sabiendo la necesidad que tenían de gente que realizara aquel trabajo, podía tomarse ciertas libertades.

- Puede ser que no podamos con todo a la vez, en ese caso quizás necesitaríamos alguien más que nos ayudara para repartirnos mejor la tarea. Y supongo que nuestro gran Magnus estaría encantado de acompañarnos y demostrar al resto del consejo que sin sus habilidades nosotros no somos nada. ¿Le interesa la oferta?

Al oir las palabras de la chica Audun se aclaró la garganta y intervino:

- Sin duda alguna, honorables miembros del consejo, seguro que nuestras hazañas serán dignas para dedicarles  una buena canción y estaremos a la altura de las circunstancias - fijó su mirada en Magnus y añadió: -  estoy seguro que con la compañía del honorable Magnus llevaremos a buen término nuestro cometido. 

-Ejem...no creo que sea prudente privar al consejo de un pilar tan importante como el honorable Magnus. Creo que es mejor que se quede aquí y otros puedan beneficiarse de su sabiduría.

La volva miro al Skald y añadio.

-Creo que ese campo lo tenemos cubierto. Contamos, ademas con buen hierro, como el de Bjondir y Thyra, asi que somos mas que capaces de realizar las tareas que se nos han encomendado. Algo me dice que nada ganaremos si seguimos discutiendo de asuntos pueriles. Mi consejo cono Volva es que nos pongamos en marcha y empecemos por investigar la presencia de ese extraño barco. Necesitaremos un buen navegante y un barco discreto.

Magnus mira con furia a Thyra, pero no la recrimina, quizás eso sea peor que si lo hubiese hecho, simplemente resopla y dice:- Sea así Volva, esperemos que nuestro poblado sobreviva a esta debacle, aunque tenga mis recelos sobre esto. Tendréis una barca lo suficientemente rápida y pequeña para explorar el río y uno de los de mi clan os llevara, para que no receléis de mis deseos de terminar con todo esto-

Thorbeg sonrie y proclama:- Otra cosa puede ser, pero tu amor por nuestro pueblo no lo duda nadie pues has estado desde su comienzó, que se vayan ya los elegidos por el destino, que la chachara no les ayudara más que a meterles demasiadas cosas en la cabeza donde deberían tener un buen casco- Poco después se despiden el resto de los miembros del thing con sus buenos deseos para vuestra gesta. 

Cuando salis al sol no podeis más que cubriros los ojos para protegeros de su brillo. Ahora las decisiones son vuestras, pues el destino de este pueblo os compete a vuestras acciones.