Partida Rol por web

La disquisición sigue y las ascuas que hay en la pequeña chimenea caldean lo suficiente la habitación, aunque sea el alcohol lo que más caliente vuestra sangre, pero sin pasarse, pues pronto tendreis que hablar con la Volva que espera en su casa a vuestra decisión y quizás ella en su conversación con los dioses haya sacado algo más en claro.

Si quereis descubrir más del barco obviamente tendreis que ir al gran rio cercano de la aldea, por lo que sabeis llega por las noches entre nieblas, para desaparecer poco después...

Thyra observó un tanto ensimismada la botella ya casi vacía que tenía delante antes de volver a tomar la palabra.

- Dependemos un poco de lo que diga nuestra querida volva pero, si sus predicciones no nos empujan hacia un destino distinto, entonces la idea es ir hacia el río para descubrir ese barco fantasma. Hasta ahí estamos de acuerdo ¿no? Y según nos han dicho el barco sólo aparece por las noches... así que propongo que nos vayamos ya a ver a Herdis, será mejor que no perdamos más tiempo. Además... -no pudo evitar sonreír maliciosamente- ya no nos queda más bebida, ésta era mi última botella.

- ¿Y a que estamos esperando? -dando un golpetón en la mesa con la jarra- ¡La visión me calienta la sangre! ¡Hahahahah! vamos compañeros, no hagamos esperar a la niña, a ver que nos deparan los dioses. 

Audun animado por el alcohol y su sed de aventuras apuró su último trago y tomó su instrumento entre sus manos.

- Sabed, hermanos que, aunque he acompañado a muchos grupos de héroes - afirmó levantándose y apoyando su pierna derecha sobre el taburete que había usado como asiento y sentó su  cítara en el muslo - siempre he sido un compañero testigo de nobles hechos que otorguen renombre a los héroes, ahora soy partícipe en este cometido y tengo la oportunidad de forjarme un renombre, no sólo como artista sino como héroe de Midgardr.

Entonces rasgó las cuerdas y entonó una espontánea canción:

Una mañana moribunda, preludio de un pueblo que enferma
una noche sin luna, el espíritu maligno toma forma
la niebla acecha y el rumor del mal surca el agua.
¿Habrá un nuevo amanecer
para los que escudriñarán al anochecer?

Nadie sabrá nuestros nombres
pero nuestras hazañas perdurarán
no tened miedo a lo que vendrá
pues el coraje de los hombres
vencerá, con el báculo de las heridas, el mal

Aunque nuestro sustento se marchita y el mal florece,
vendrá de nuevo el alba, dónde el dolor adormece;
El Tuerto de ojo llameante nos bendecirá
y el rocío de los muertos se derramará.
¿Habrá un nuevo amanecer
para los que escudriñarán al anochecer?

Animados por la canción del Scalda y calentado el animo y vuestro cuerpo por el alcohol os dirigis sin preambulos hacía la casa de la Volva, que vive en las afueras en una pequeña casucha si cabe aún más ruinosa de la que alberga a la mercenaria, no por que no honren a su volva los del pueblo, sino por que el orgullo tanto de ella como de su madre nunca les permitio pedir ningún tipo de ayuda, siempre se han arreglado ellas solas para vivir por su propia mano.

Sola hay un guardia joven vigilando la puerta que os saluda al pasar inclinando la cabeza, es poco más que un mozalbete al que apenas le ha crecido la barba y tiene que hacer el trabajo de un hombre, así de mal estan las cosas en la aldea. Tras un pequeño camino pronto veis la casucha donde tiene su estancia Herdis. La puerta se abre y podeis ver a la pelirroja Volva saliendo para daros la bienvenida.

Escuchas como pasos se acercan hacía tu casucha, seguramente sean tus compañeros que te ha cedido el destino, pero quien sabe en estos tiempos peligrosos sino pueden ser algún maleante o algo aún peor...

Heldir abre la puerta, ansiosa por recibir algo de aire fresco. Su aspecto es enfermizo. Los mareos aún la atenazan y la sacuden y está a punto de irse de nuevo al suelo. El aire, sin embargo, le sienta bien y se siente más fortalecida. Levanta la vista, tratando de averiguar quién se dirige hacia su cabaña.

Bjondir se acercaba con paso firme y descuidado hasta que se topo de frente con la muchacha. Le resultaba difícil creer que una personita tan pequeña pudiera tener tanto poder sobre sus semejantes. No obstante, los designios de los dioses eran importante y no debían ser menospreciados. Demasiado en que pensar, mejor sería beber algo.

- ¡Buenas muchacha! ¿Nos dejas entrar? ¡Aqui fuera nos pelaremos de frío!

Audun se sentía de buen humor y había estado por el camino canturreando melodías sin letra acompañadas siempre por su fiel instrumento. Sus compañeros parecían encontrarse igual de bien y parecían estar tan ansiosos como él por empezar la aventura y solucionar los crecientes problemas que debilitaban su pueblo. La casa de la Volva no era gran cosa pero esperaba al menos la misma hospitalidad que le había brindado la anterior anfitriona.

- Buenas, Volva - saluda con una reverencia exagerada - ¿Algo de beber para calentar los huesos mientras hablamos, mujer?

Con el ánimo caliente y los nervios templados Thyra, junto a sus nuevos compañeros de aventuras, se dirigieron a la casa de la volva, dese luego no me puedo quejar de dónde vivo después de ver esto, pensó un tanto extrañada de las condiciones del hogar de la joven.

Al ver la cara pálida de Herdis, que los estaba esperando, la mercenaria torció el gesto preocupada y, apartando a los dos hombres, se dirigió directa a ella.

- Hombres... tienen el tacto de un oso en día de mercado. -Refunfuñó al pasar a su lado mientras se acercaba a la volva.- Pero niña, tienes muy mala cara... ¿te encuentras bien? Si quieres volvemos en otro momento...

Heldir asió la mano de la mercenaria y se apoyó en ella para levantarse. No era el momento de parecer una niña asustada.

No, estoy bien Thyra, gracias. La visión...ha sido... muy fuerte. Pero real. Totalmente real y clara. Pasad adentro, por favor. No tengo cerveza pero puedo preparar un té que os dará fuerzas y os despejará el ánimo.

Mientras preparaba el té especial de su madre, Heldir les contó sobre su visión.

Lo más importante es que he visto que el mal que nos ataca proviene del interior de la aldea. Del mismo thing. Una gran mancha oscura irradiaba de su interior en mi visión. Creo que uno de los miembros del consejo esta colaborando en esta traicion, si no es el responsable.

Lo segundo, el barco. Definitivamente hay algo sobrenatural en él, pues he visto como se alzab de las profundidades del mar, con musgo, líquen y caracolas, pegadas a su casco por todos lados.

Lo tercero...lo tercero que vi era algo en el interior de una cueva. una especie de rugido animal salia de su interior. Un sonido que te helaba el alma. 

- Esas noticias son desconcertantes y, prefería que el enemigo fuera algo tangible que derrotar - Audun adopta una expresión grave - ¿sabéis lo que eso significa? Nuestras vidas pueden correr peligro si nos acercamos demasiado a la verdad. Nadie puede saber que has tenido una visión Herdis. Nuestra vida depende de nuestra discrección. 

El joven músico se levantó de la silla con el vaso de té que la volva le había entregado. La situación era más delicada aún, como de por sí no lo fuera. Un traidor en el clan era grave, pero si ese traidor era miembro del Thing, doble traición y doble de difícil pues requerirían pruebas reales de la existencia de una traición, era más fácil echar las culpas a la aldea vecina que a uno de los tuyos.

- Mis sospechas recaen principalmente en Thorbeg, estaba nervioso y impulsivo...- mira a Bjondir - ya sé que tú no estás de acuerdo con esta acusación al ser pariente cercano pero no olvides su acusación infundada sobre la culpabilidad de los salvajes del bosque, pero sin pruebas palpables no podemos hacer conjeturas.

-Si Thorbeg nos traiciona ¡Seré el primero en cortarle las barbas y lo que haya debajo! -Bjondir estaba confuso ¿un traidor entre ellos? como iban a lidiar con aquello...- ¡Pues vayamos a ver que nos dice! y como mienta... !Le corto a hachazos una piera! que sea mi pariente es una cosa, pero traicionar al clan... eso no tiene nombre. -trató de calmarse, sin conseguirlo- ¡Diantres! ¿Como narices vamos a desenmascarar a alguien del thing? 

Audun está en lo cierto y la discreción debe ser nuestra mejor arma. Sea quien sabe no sabe que nosotros sabemos de su existencia. Observemos como reacciona el thing ante nuestros avances y por sus reacciones puede que descubramos al traidor.

Ahora que lo pienso podriamos incluso decir que he visto en una vision que el culpable viene de algun lugar improbable y, si el traidor apoya la teoria, ya tendriamos un sospechoso, pues el resto pondran en duda mi vision.

- ¡Caramba volva! si que hiláis fino... -prefería siempre ir de cara, las artimañas no eran su fuerte, pero quedaba claro que en cosas de palacio sus artes eran bien fútiles- esta bien, estoy de acuerdo en no sacar los aceros aun... pero más os vale descubrir pronto quien es el tal traidor pues no tengo por costumbre andarme con triquiñuelas ¡Y mucho menos con vidas en juego!

Heldir asintio ante las palabras del guerrero. Iban a necesitar algo mas que palabras e inteligencia para salir bien de aquello.

De momento, sigamos con lo planeado, cojamos la barca y busquemos al barco. Tanto si lo encontramos, como si no, mentiremos sobre lo averiguado y asi tal vez el traidor se revele.

La mercenaria se había mantenido en silencio intentando evaluar las palabras de la volva. ¿Un traidor en el thing? Aquello aunque no era algo extraño sí era preocupante. Sin saber en quién podían confiar sus acciones estarían más limitadas.

- No me parece buena idea engañar al thing con que has tenido una visión, me parece arriesgado porque quizás apoyen tu teoría más consejeros aparte del traidor. Al fin y al cabo no deja de ser una visión de una volva, no tendrían por qué dudar de tu palabra.

Apuró el último trago de aquel brebaje que la joven les había servido, no era lo que más le apetecía en aquellos momentos, pero reconoció que era lo más apropiado. Ahora mismo tengo que tener la mente despejada, ya habrá tiempo para una buena juerga.

- Por los dioses, esta sí que es una buena tisana. -Dijo paladeando el líquido en la boca.- Pero vayamos al tema, sí estoy de acuerdo en que lo primero que debemos hacer es investigar el barco. Quizás cuando empecemos a tirar del hilo acabemos dando con ese traidor. Eso sí... deberemos ser cautos con lo que hablemos y con quién lo hacemos, la prudencia ahora mismo es nuestra mejor arma.

- Si me permitís, estoy de acuerdo Thyra, es muy arriesgado - replica Audun - pienso que  sigamos con el plan y no nos pongamos nervioso, este no es un asunto que tengamos que derrotar con la espada - fijó su mirada en el berserker recalcando sus últimas palabras - cuando llegue el momento de la lucha no me queda ninguna duda que nuestro hermano Bjondir y nuestra mercenaria Thryra responderán como es debido. 

Apuró su vaso de té, no era como una buena cerveza pero al menos su estomágo lo aceptaba de buen grado.

- Así pues, vayamos paso a paso -  el músico se incorporó -  vayamos a investigar un poco, aunque hay que esperar la llegada de la noche para que aparezca el misterioso barco.

Bien. Al menos estamos de acuerdo en cual es el primer paso a dar.

Heldir se levantó y empezó a preparar las cosas para la excursión nocturna. De noche, en el fiordo, el frío podía matarte más rápido que cualquier Draug que pudieran encontrarse.

- De acuerdo entonces. -Thyra se levantó dispuesta a volver a su cabaña.- Iré a preparar mi bolsa y mis armas. Nos podemos reencontrar aquí mismo dentro de una hora por ejemplo, tiempo más que suficiente para coger lo que necesitemos y si alguien necesita más tiempo que lo diga. ¿Os parece bien?

Se acercó a la puerta dispuesta a salir esperando que cualquiera de ellos añadiera algo más a lo que había dicho.