Partida Rol por web

Escucho con paciencia lo que dice el joven pelirrojo, me gustaría que soltara la información más directamente y de una forma que fuera comprensible. Al terminar de hablar este, miro hacia el anciano mago.

-¿Qué pájaro? ¿De qué hablas?- Mi intuición me dice que podría ser algún tipo de magia, algo que es totalmente desconocido para mí. Me cruzo de brazos y respiro profundamente, esperando a que revele la forma en la que contactaremos con esa extraña bruja.

Valtorn se ha quedado pensativo. Recuerda vagamente que la Bruja, en su despedida, le indicó que siguiera el sonido de sus aves para no perderse. Así que, después de todo, esa es la manera de comunicarse con ella.

—Bien, pues esperaremos a que amaine —dice—. Y en cuanto lo haga, ya sabemos qué hacer. Esperemos que no sea tarde.

Se quedó en silencio, pensando en pájaros, brujas y en Jonas. Nada podía hacer por éste último y en cuanto a lo segundo, sólo lo afrontaría tras resolver lo primero. Aguardó un momento mientras los otros debatían sobre los pájaros, pensando.

- ¿Hay algo que podamos hacer de momento...para prepararnos para el encuentro con la Bruja? ¿Qué clase de persona es?

-Solo podemos esperar. Descansemos y recuperemos energías.

No parece que el temporal vaya a amainar en las próximas horas. Así que es lo único que pueden hacer... descansar. Mantiene el fuego vivo lanzando ramitas. Al menos, ahí estarán más o menos secos y podrán prevenir los catarros.

Un nuevo día amanece y con él se pueden apreciar algunos claros en las nubes que cubren el cielo. Si llueve, será por la tarde porque por el momento parece que el tiempo va a aguantar. Aunque nunca se sabe. Parece que la hora de continuar el camino ha llegado.

Los caminos están embarrados y hay riachuelos donde antes solo había un curso seco. Al fin y al cabo, la primavera ha llegado.

Valtorn ha esperado el amanecer con aprensión, preguntándose si la lluvia les dará alguna tregua para poder hacer lo que tienen que hacer. Sonríe al comprobar que parece que así será, al menos de momento.

—Bueno, parece que escampa —dice poniéndose trabajosamente en pie—. Es un buen momento para ponernos en marcha y enviar nuestro mensaje, ¿no creéis?

El amanecer parece prometernos un día más tranquilo dentro de nuestras posibilidades, sin lluvias que nos impidan continuar, algo que puede permitirnos encontrar a esa Bruja de la que hablaba Jack. Mientras voy recogiendo de nuevo mis cosas para emprender el camino voy mirando de reojo al mago que ha sido el primero en levantarse.

-Sí, lo es.- Digo contestando al anciano. Me tomo unos segundos más para prepararme y después me cargo todas mis pertenencias a la espalda.

-¿Dónde tenemos que ir, Jack?- Pregunto volviéndome hacia él. -Te seguimos.-

Se encuentra preparándose para partir.

-Simplemente, caminemos. Cuando escuchéis el canto de un pájaro... algo que os resulta un tanto... mágico, habremos encontrado al mensajero. La Bruja controla todos los caminos. Al fin y al cabo, está atada al bosque. No puede ver ni oír más allá de su pequeña cabaña y claro.

Una vez preparado, se dispone a partir. Mira a Morrigan y sonríe.

-Ahora que te soy útil si que me aprecias, ¿eh? Como son los humanos.

Sale de la cueva.

La espera se había hecho larga y cuando su mente se había negado a descansar más, se había situado a la entrada de la cueva para otear el cielo, buscando las grietas entre las nubes de lluvia. Era curioso cómo siempre había dado por supuesto el cielo azul, pensando que siempre estaría allí. Al igual que su madre.

Al final, se había sumido en una serie de pensamientos reflexivos sobre el cambio hasta que al fin las nubes habían empezado a aclarar y sus acompañantes habían decidido emprender la marcha.

- ¿Será más rápido si vamos bosque a través? - preguntó con cierta duda.

Valtorn camina junto al grupo sin decir nada, dejando que Jack les guíe y permaneciendo atento a las ramas de los árboles y a los ruidos de la mañana. No quiere que se le escape el canto de ningún ave, pues de ello depende que puedan enviar un mensaje cuanto antes a la Bruja.

—Los caminos son siempre más seguros —dice—. Pero tal vez en nuestro caso, deberíamos sacrificar un poco de seguridad a cambio de ganar tiempo...

Me cruzo de brazos ante el comentario de Jack y lo miro frunciendo el ceño. -No he dicho que te aprecie, simplemente eres quien conoce el camino. Nada más.- Después camino tras él sin decir nada más mientras vigilo a nuestro alrededor buscando con la vista el pájaro que debemos escuchar cantar.

No creo que adentrarnos en el bosque sea peligroso y a pesar de eso, de vez en cuando dejo de mirar a la copas de los árboles para mirar hacia la espesura, se suponía que alguien quería evitar que el sello volviera a formarse y hasta el momento el único problema es que no conocíamos el camino que debíamos tomar.

-Sí, desconocemos cuanto tiempo nos queda, mejor no malgastarlo.- Digo contestando al anciano mago.

-Tan encantadora como siempre.

Niega con la cabeza antes de salir de la cueva en la que están. Aunque el camino está embarrado, al menos no llueve. Comienza a caminar siguiendo la misma dirección que llevaban antes de la lluvia.

-Venga, no tenemos todo el día. Estad atentos al canto de los pájaros. Valtorn seguramente recuerda el canto de los pájaros de la Bruja.

Miro a Jack de forma amistosa y no digo nada más, pero al seguir caminando se pueda apreciar un asomo de sonrisa en mi rostro. Y tras sus palabras agudizo el oído, tal vez no sé cual es el canto que busco, pero conozco la musicalidad de los otros y si noto alguna rareza, podría hacerlo saber a mis compañeros.

Así que continúe caminando por el bosque, sin alejarme de Vahala, recordando la promesa que le había hecho a su madre.

Con cada pisada, siento como me hundo levemente en el terreno embarrado y como mis botas arrastran parte de ese lodo. No me molesta, sé bien que la naturaleza no es amable, simplemente es justa.

Vahala, por supuesto, no estaba acostumbrada a caminar por ese tipo de superficies pues su vida se había limitado al suelo estable del palacio y al calzado cómodo de una princesa. Pero aún así andaba sin quejarse, sin remilgos, luchando por no resbalar en el fango del camino mientras examinaba con expresión seria su entorno por si acaso percibía el vuelo de un pájaro.

- Maese Valtorn, ¿qué diferencia le canto de sus pájaros del resto?

Valtorn escucha la pregunta de Vahala, y se encoge ligeramente de hombros.

—Por lo que puedo recordar, no difiere demasiado del canto de las aves normales —dice—. La Bruja me dijo simplemente que sus pájaros me guiarían en mi camino y traté de seguir sus trinos lo mejor que supe. Así fue como llegué de forma rápida hasta la ciudad. Tal vez en esta ocasión sea algo parecido...

Continúa andando con el grupo, atento a cualquier sonido que pueda orientarles.

El camino sigue. No parece que haya mucho cambio con lo que han hecho previamente. El camino continúa embarrado y la temperatura es fresca gracias a la lluvia. Y la sensación de que todo va a estallar aun se mantiene el ambiente. La única pregunta es ¿cuándo pasará?

Durante un raro no hay nada raro. Es más, ni Vahala ni Valtorn escuchan nada fuera de lo usual. El canto de los pájaros es normal, al menos, para ellos dos. En cambio, para Morrigan no es así. Primero parece que todo sea normal, pero comienza a escuchar cierto patrón. 

Parece que se escucha el trinar de un pájaro y luego otro le responde. El origen viene de la izquierda del camino, adentrándose en una zona de bosques.