Partida Rol por web

El Regente de Jade I: El Legado de Muro de Salmuera.

Varisia: Punta Arena: Posada del Dragón Oxidado: Despacho de Ameiko.

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23/08/2017, 17:36
Sandru Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Entre la espera del venenoso picotazo o la palmada de la manaza de Kromdal, Sandru no sabía con qué quedarse de las dos dolorosas opciones. Un suspiro de alivio surgió de su interior cuando el fornido bárbaro advirtió su error sin completar la maniobra de aplastamiento.

- Tranquilo amigo Kromdal, todos estamos un poco nerviosos después de esa noche rodeados de alimañas. De todas maneras no sería mala idea echar un vistazo en nuestras ropas cuando acabemos aquí, algo podría esta escondido esperando una oportunidad, jo, jo, jo. -

El varisio vuelve a su labor de examinar la caja con ayuda de su sobrino, mientras escucha las palabras de Ameiko concediendo su permiso tácito para revelar el contenido del antiguo legajo. Parecía que la mujer tenía suficiente confianza en los presentes como para revelarlo, cosa que Sandru aprobaba. Comienza a hablar con un tono serio.

- La carta está fechada hace unos veinticinco años y creo que la escribe un antepasado de Ameiko, podría ser su abuelo, ya que por su contenido parece que va dirigido a su padre. Se menciona algo llamado "caja de custodia", que debe contener algún tipo de tesoro familiar de índole secreta. Habla sobre su localización en un lugar llamado el castillo de Muro de Salmuera. También menciona que el secreto que contiene puede poner en peligro a la familia Kaijitsu, hablando de enemigos al acecho del contenido de la caja. Haciendo hincapié en esto, ruego que esta información no salga de este despacho.

Y.... bueno, creo que esto ya está. Vamos a proceder a abrir la caja. -

Sandru saca de sus bolsillos una pequeña pero intrincada llave. Parece que sin ella sería complicado el abrir la caja, pero por suerte ésta obra en su poder.

Notas de juego

Hijo mío, mi heredero. Sabes que tengo secretos que no te he contado. Siempre fuiste un hijo perceptivo, y aunque puede que no entiendas los motivos de mi silencio, espero que comprendas que era necesario. Quiero que sepas que no estaba enfadado contigo por abrir la caja de custodia... estaba enfadado conmigo mismo por no haberte contado la verdad y haberte obligado a buscar lo que yo debí darte. Las palabras que te dije fueron dichas desde la furia hacia mí mismo, y ahora me avergüenzo de ellas. Escribo esta nota como disculpa, y para suplicarte que te cuides de esos secretos.

Los siguientes días serán los más importantes a los que me he enfrentado en muchos años. Si los enemigos de nuestra familia nos han olvidado, como espero, pronto me reuniré contigo y con tu esposa, y tu madre y yo te revelaremos la verdad. Pero si siguen buscando el contenido de la caja de custodia, me temo que no volveremos a hablar. La caja contiene el mayor tesoro de nuestra familia, así que la he devuelto al cuidado de Kortun, y permanecerá escondida en la tercera bóveda secreta bajo el castillo de Muro de Salmuera, donde rezo para que nuestros enemigos no la encuentren. No les concederé a nuestros adversarios la satisfacción de matarme personalmente; si llegamos a ese extremo, que mi muerte por mi propia mano sea mi último acto para protegerte, para que nuestros enemigos crean que nuestro linaje ha terminado.

He dado instrucciones a Tsutamu para que guarde esta carta, y que sólo te la entregue si yo no logro regresar tal y como me gustaría. Si puedo, te lo revelaré todo personalmente. Si no puedo, esta última carta de un padre a su hijo deberá bastar como disculpa en lugar de una explicación, y deberás destruir esta carta, huir hacia el sur, y jamás volver a Muro de Salmuera. Si nuestros enemigos encuentran lo que he escondido, no habrá nada aquí para ti. Si no lo encuentran, permanecerán al acecho eternamente esperando tu regreso.

Espero volver a verte pronto, hijo mío. Pero mi corazón me dice que no será así. Siento haberte fallado. Pero estoy orgulloso de ti, y sé que sobrevivirás a la vergüenza de este anciano. Eres fuerte y debes seguir siéndolo, pues si estás leyendo esto y yo no estoy, debes saber que nuestros enemigos nunca dejarán de buscarnos, y es por eso que no pude revelarte la verdad hasta estar seguro de que no hay ninguna posibilidad de que nos encuentren.

Rokuro Kaijitsu.

Día del sol, 29 de Desnio, 4683.

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23/08/2017, 18:22
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Giorgino se puso tenso con las palabras de Kromdal, su tío estaba en grave peligro y debían actuar con rapidez y decisión para salvarlo. Por fortuna el bárbaro ya se disponía a ello y el muchacho siguió atento sus movimientos y como este golpeaba un punto de la ropa de Sandru donde había una mancha, que podría parecer un bicho, pero que evidentemente no lo era. Giorgino se quedó algo confundido, después comprendió lo que había pasado y le entraron unas enormes ganas de reír que no disimuló.

-¡Jajajajajajaja! ¡Era una broma! ¿Verdad? ¡Nos has estado tomando el pelo! Pues yo casi me lo trago, mira mira, se me había erizado el pelo del brazo y todo. ¿Lo ves? ¡Menudo susto nos has dado! Jajajajaja.

Tras liberar la tensión del momento Giorgino siguió examinando la caja con su tío, observando lo que hacía y comprobando cada paso que este le indicaba.
Cuando terminaron Sandru, a petición de la Señorita Ameiko, procedió a leer la carta y como Giorgino había imaginado hablaba de un tesoro.

-¡Lo sabía! ¿Entonces esta es la caja? ¿Aquí está ese secreto tan peligroso? No se preocupe Señorita Ameiko, nosotros la protegeremos, si no le gusta lo que hay dentro lo destruimos y así nadie podrá meterse con su familia nunca más.

Giorgino se había perdido un poco con el contenido, probablemente por la manera extraña que tenían los Tien de decir las cosas, siempre tan rebuscados y poco claros.

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23/08/2017, 21:20
Vankor Dalmuvian.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Vankor sabía que no era un hombre culto, pero confiaba en su cabeza, por más que esta no estuviera excesivamente ilustrada. Por ello, cuando la carta se hizo pública, escuchó con atención, cabeceando de vez en cuando de forma asertiva, y cuando ya todo se expuso guardó silencio consciente de que a él no le correspondía hablar. Pero la intervención de Giorgino más el amago de Sandru de abrir la caja, le llevaron a intervenir. Dio unos pasos y puso una mano sobre la caja.

-Jefe Sandru, ¿es esta la caja de custodia como dice Giorgino? ¿No llegó a su destino, en ese castillo del Muro de Salmuera, sino que a causa del naufragio acabó en otro lugar? Y de ser así, ¿es inteligente abrirla si al hacerlo desatamos algo difícil de controlar y que pondrá en peligro a la señorita Kaijitsu?

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24/08/2017, 00:35
Sandru Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Sandru hace una pausa mientras los jóvenes elucubran y lanzan preguntas sobre la procedencia del cofre y que sea  aquel del que habla el antiguo legajo. Desde una posición de rodilla en tierra el varisio sonríe mientras mira alternativamente a Vankor y a su sobrino. Luego saca una vieja pipa de espuma de mar, la cual chupetea un par de veces antes de hablar.

- Bien, podría ser una posibilidad. Me alegra constatar chicos que hay algo entre vuestras orejas con lo que podéis sujetar el sombrero. Pero recordad que el escrito emplaza esa "caja de custodia" en el castillo del Muro de Salmuera. Ese lugar está a unos ochocientos kilómetros al norte de aquí. Lo conozco porque antes era parte de una larga ruta comercial y probablemente de esa dirección vinieran los barcos que naufragaron en estas costas.

Si la caja fuera la susodicha, el mensaje hubiera sido entregado a su destinatario. O eso creo yo. En todo caso apostaría mi vieja pipa a que esta caja sólo contiene los tesoros de los esqueletos, y que esa caja aún sigue allí escondida en la oscuridad... -

Sandru se lleva una mano a la perilla la cual se mesa pensativo. Luego vuelve a guardar la pipa, ya que sólo los nervios le habían hecho sacarla. Fumar ante una posible trampa no era una buena idea, así que volvió a dejar el pellizco de tabaco que había cogido inconscientemente en su bolsa.

- El caso es que ese lugar dejó de ser una parada de caravanas, pero algo ocurrió, algo que hizo que la gente lo evitara. Sin embargo es anterior a mi tiempo como caravanero y sólo recuerdo algún retazo de historia alrededor de un fuego que viene a decir lo que ya os he comentado. También era un lugar de paso de una ruta mítica, que sólo los mayores caravaneros se han atrevido a acometer: La Senda de Aganhei. Pero esa es otra historia amigos, ahora concentrémonos en abrir esta caja.

¿Te importa Vankor? -

Una vez que el Dalmuvian retira su mano, Sandru introduce la llave en la cerradura y acciona su mecanismo haciéndolo girar y chasquear. Luego levanta la tapa del cofre, revelando los tesoros que pueda contener.

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24/08/2017, 11:06
Bevelek Dalmuvian.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

La situación le generaba tensión y emoción a partes iguales, pese a no ser muy curioso todo lo vivido y pasado para conseguir aquel cofre le había generado una sincera sensación de deseo por averiguar que era lo que habían conseguido tras su aventurilla. Se frotó las manos mientras el jefe Sandru abría el cofre y se quedó en silencio total al ver el contenido. Sus ojos se abrieron de par en par y no pudo evitar dar un único paso hacia delante para comprobar que lo que estaba viendo era cierto y que sus ojos no le engañaban.

Pero... pero, pero ¿habéis visto esa cantidad de dinero?

Bevelek intentó contar con los dedos la cantidad de monedas que había allí dentro, pero fue incapaz lo que quería decir que eran muchísimas. No pudo evitar fantasear al pensar todo lo que podría hacer él con ese dinero. Sin duda podría montar una granja o cualquier otro negocio de buen lustre y dedicarse a una tranquila y prospera vida con la que formar una familia grande y amplia de honrados varisios.

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24/08/2017, 12:48
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA. DESPACHO DE AMEIKO KAIJITSU EN EL DRAGÓN OXIDADO.

POR LA TARDE.

Giorgino estaba distraído por la conversacion y dejó de prestar atención a lo que hacía, por fortuna el cofre no tenía ningún mecanismo o trampa. Cuando se dio cuenta de su despiste hizo lo posible para al menos no ser un estorbo al trabajo de su tío que seguía hablando con Vankor sobre si aquel sería el cofre del que hablaba la carta misteriosa o no, parecía que Sandru tenía buenos motivos para creer que no era así y los argumentos convencieron al joven conductor de caravanas. Además las referencias a distintas y exóticas rutas hicieron volar la imaginación de Giorgino y que su deseo de emprender un buen viaje aflorase con intensidad.

-¡No se hable más! ¡Debemos recuperar el tesoro de la familia de la Señorita Ameiko! ¡Y debemos ir todos los que estamos aquí, como en nuestra primera aventura al pantano! Bueno, todos nosotros y Petunia, yo hablaré con ella luego, no os preocupéis que no la dejaremos atrás jajaja. Tio Sandru, tenemos que organizar una caravana, así nadie sospechará de nuestras verdaderas intenciones y los enemigos de la Señorita Ameiko ni sabrán que vamos. En cualquier caso y por si acaso... Señorita Ameiko, durante el viaje se llamará Che Li y será... ¡La esposa de mi tío Sandru! Sí, eso funcionará, es un plan perfecto. ¿Que os parece?

Solo tenían que hacer una caravana, decir que iban por la vieja ruta del Castillo del Muro de Salmuera y esconder a la Señorita Ameiko dándole una falsa identidad y una cohartada.
Todos sus planes y especulaciones quedaron en un segundo plano cuando su tío abrió finalmente el cofre y destapó su contenido, Giorgino se quedó con la boca abierta, nunca había visto tantas cosas de valor juntas.

-¡Madre mía! ¡Somos ricos! Bueno, o al menos la Señorita Ameiko lo es... Pero si ahora es la mujer de mi tío igual me toca algo ¿No tía Che Li? Ufffff -Giorgino agitaba las manos muy nervioso.- ¿Pero cuanto dinero hay aquí? Con esto ya no hace falta trabajar nunca más ¿Verdad? No sabía que su familia fuera tan rica...

Giorgino se alejó del cofre para que el resto pudiera contemplar el contenido, tan nervioso como estaba no podía estar mucho tiempo quieto en el mismo sitio, así que fue hasta el extremo más alejado de la habitación donde se encontraba Shalelu, la verborrea incontenible de Giorgino fue a romper su tranquilidad.

-¡¿Has visto cuanto dinero?! ¿Sabías que su familia era así de rica? Teníamos que haber cogido el cofre antes...

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24/08/2017, 13:03
Kelsier Deznad.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA. DESPACHO DE AMEIKO KAIJITSU EN EL DRAGÓN OXIDADO.

POR LA TARDE.

El joven semielfo no pudo evitar abrir los ojos por la impresión que le supuso contemplar el brillo plateado y dorado que desprendía el interior del baúl, tan pronto la luz entró en él por primera vez en muchos, muchos años.

Escuchó las exclamaciones de asombro y el inicio de otras, con verdadero entusiasmo. No era para menos, muchos de los presentes podrían considerarse ya ricos, especialmente Ameiko.

La primera impresión de asombro en el muchacho pasó pronto. Si algo le maravilló fue el cúmulo de cosas valiosas y brillantes, pero si en algún momento se hizo algún tipo de ilusión de poder disponer de él, por el mero hecho de hacerlo, pronto lo deshecho. El dinero siempre venía bien, pero Kelsier, mayormente, todo lo que había deseado se lo había proporcionado la naturaleza, desde que emprendiera la senda del explorador.

Admitía que tener dinero ayudaba para mejorar su equipo y paliar algunas necesidades, pero por lo general estaba conforme con lo que disponía. Tras observar durante unos instantes la riqueza volvió a retroceder, dejando que otros hicieran planes o cábalas. Después de todo aquel tesoro no era suyo ni lo había conseguido él, aunque se alegro que los varisios y la Srta. Kaijutsu pudieran beneficiarse.

De nuevo en su rincón escuchó atentamente lo que los presentes tenían que decir. La historia que contaba Sandru, las expresiones de asombro y elucubraciones sobre lo que se podía hacer en el futuro. Las aventuras y desventuras de la alocada mente imaginativa de Giorgino. Y sus intenciones con Petunia.

Ayyy, se lamentó el medioelfo en silencio.

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24/08/2017, 21:45
Vankor Dalmuvian.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA. DESPACHO DE AMEIKO KAIJITSU EN EL DRAGÓN OXIDADO.

POR LA TARDE.

Vankor retiró la mano y dio un paso atrás, tras las palabras de Sandru. Sus mejillas habían enrojecido levemente sin que pareciera haber razón evidente para ello, aunque para Vankor sí que la había. Guardó silencio mientras su jefe de caravana abría el cofre y observó su interior cuando este se hizo evidente para todos. Frente a las exclamaciones de su hermano o de Giorgino, él guardó silencio. Tanto daba que hubiera oro y joyas que piedras. Nada de lo que allí brillaba les correspondía, pues eran de Ameiko Kaijitsu o, cuando menos, de sus antepasados y legítimamente le correspondían. Además, cualquier promesa de recompensa estaba destinada a que Sandru Vishki rehiciera su caravana y negocio. Ellos tan solo se habían apuntado para ayudar y, además en su caso, para satisfacer su sed de aventuras.

Lanzó una furtiva mirada a Giorgino ante sus expectativas para con el tesoro y una vez más pensó que de pequeño no le habían pegado lo suficiente o que quizá le habían pegado demasiado. Suspiró quedamente, negó con la cabeza mientras miraba un instante al suelo, y siguió en silencio, observando y escuchando las reacciones del resto.

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25/08/2017, 00:08
Sandru Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

El varisio introdujo las manos en los montones de oro y plata elevándolas como un cuenco mientras las abría, dejando que el tintineo de las monedas llenara la sala mientras sonreía satisfecho. Algunas joyas se demoraron en sus manos mostrándose al resto para caer finalmente sobre las monedas. Sólo un hermoso anillo de oro engastado con una gran piedra de color azul quedó en la palma del mercader. Lo cogió delicadamente con dos dedos examinándolo con detenimiento a la luz que entraba por la ventana.

- Vaya, vaya... He aquí el tesoro digno de un pequeño condado, sino de un noble acaudalado. -

Desvió su mirada a Serveris, los Dalmuvian, a Kromdal y por último a su sobrino.

- Ya os dije que este cofre no nos iba a decepcionar, jo, jo, jo. Bueno, ahora hemos de hablar con la señorita Ameiko de cómo repartir todo esto. Hay buenas cosas aquí, incluidas armas y armaduras cuyo valor pueden satisfacer una parte de este tesoro. Y eso es precisamente a lo que tienen derecho aquellos que han arriesgado la vida para conseguirlo.

Personalmente creo que todos los presentes aquí hemos aportado nuestro esfuerzo para llegar a donde estamos, si bien algunos se hayan quedado retrasados en la última parte de la misión. Dejadme un rato para tratar de averiguar cuál pueda ser el valor aproximado de estas joyas, si bien en último término será mejor oír la opinión de un profesional del gremio. -

Sandru recoge las joyas entre las pilas de monedas y las deposita en el escritorio de Ameiko. Luego evalúa la espada, la hermosa armadura, las pócimas y los pergaminos, que deja a un lado. Aparta a otro el anillo y la varita que son evidentemente mágicos. Parece que tasar todo el tesoro llevará un buen rato al varisio, que solicita con gestos la asistencia de su sobrino y la dama Ameiko. Saber que intenciones tiene la hermosa mujer para con el tesoro podría ser un punto de inflexión para reducir a metálico según qué partes del tesoro. Por otro lado el mercader observa de refilón la hermosa caja de madera. Dedicándole unas horas de esforzado y honrado oficio de carpintero del cual tenía algunas nociones, podría quizás dejarla presentable y devolverle su valor en ambos sentidos: El sentimental y el monetario.

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25/08/2017, 02:03
Serveris.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Lo que comunica Sandru acerca de la nota, indica que hay cosas que vinieron desde nuestras tierras ancestrales y que aún están perdidas. Al parecer, lo que se oculta son cosas importantes para la familia Kaijitsu y que pueden poner en mucho peligro a sus miembros. No sé qué clase de cosas pueden ser como para tener la importancia que comunica la nota, pero estoy seguro que el único miembro que queda de esa familia con vida es la Dama Ameiko, por lo que esa caja oculta le pertenece a ella y solo a ella.

Luego, Sandru abre el cofre de jade y dentro hay un gran tesoro, con varias monedas y objetos valiosos. Quedo sorprendido pues es algo jamás visto por mí:

 - "Nunca había visto tanto dinero junto."

Veo que hay un wakizashi también y un tipo de armadura, aunque al verla como de un tipo no tien, no me llama mucho la atención. Miro a Sandru y a la Dama Ameiko, pues ellos decidirán como se repartirá aquello y qué haremos a continuación, aunque no dudo en expresar mi opinión:

 - "Creo que debemos ir a ese castillo y encontrar la caja. La Dama Ameiko es la única heredera de aquello y le pertenece. No puede permanecer oculta y alejada de su dueña."

Aunque no sé cual es el motivo por el cual se dejó de visitar aquel lugar como parte de las rutas de caravanas, aunque me imagino que no puede ser nada bueno.

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25/08/2017, 13:06
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.


Para ser sinceros, toda la historia sobre Ameiko, los tipos estos raros con rasgos orientales que se mataban si fallaban en sus juramentos (qué gente más tonta, por cierto, el bárbaro había reflexionado y no podía dejar de pensar que era una tontería)  y las cartas y los viajes y las chorradas diversas sobre la familia le importaban al bueno de Propiedad Transitiva un ardite. O menos aún.

Pero si de verdad, de verdad, tuviéramos que ser sinceros, convendríamos en que nuestro entrañable bárbaro había logrado asentir distraído tanto a las explicaciones como a las palabras de Giorgino. Sí, le había avergonzado algo su error. Sí, le interesaba un poco saber lo que iban a hacer, y sobre todo, si iban a seguir necesitando estos peculiares varisios sus excepcionales servicios como combatiente.

Todo eso era verdad, y sin embargo...

Joder. Qué cantidad de oro- una sonrisa enorme apareció en su rostro mientras pensaba en las bebidas, las comilonas y las putas que podía agenciarse con esa cantidad de botín. Se relamió, y luego miró un momento a Sandru- ¿Cuanto más o menos las joyas jefe? ¿y qué salimos cada uno?

Oro, comida, bebida, putas y juergas. La vida podía ser maravillosa.

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26/08/2017, 02:29
Sandru Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Sandru aún estaba observando las joyas bajo la luz que había en el despacho cuando le alcanzó la pregunta de Kromdal. Lo cierto es que era una buena cantidad de oro y plata. Pero había que tener en cuenta que faltaba de estimar el valor de las joyas, lo cual aún le llevaría un rato. Además había un buen puñado de objetos mágicos y aparte de las armas que sumaban más valor al conjunto.

Sandru suspiró, mientras dejaba sobre la mesa la gargantilla con perlas y brillantes. El objeto era demasiado exclusivo y se le estaba resistiendo. Al ser un objeto femenino, quizás Ameiko tuviera más idea sobre su valor aproximado.

- Bueno Kromdal, en respuesta a tu pregunta te diré sin entrar en detalles que el valor de estas joyas puede ser tan grande como el valor del montón de oro que tienes delante. Los otros objetos son también bastante valiosos. Pero... -

El varisio se incorpora observando al personal. Parece que hubiera paseado si hubiera tenido espacio, pero dado lo reducido del recinto, se contenta con sacar su pipa y colgarla de sus labios mientras retoma la conversación. Aparentemente buscaba reclamar la atención de la concurrencia antes de proseguir.

- Me pregunto si lo que se ha apuntado primero de manera algo impulsiva y luego de modo algo más tranquilo, pueda ser una idea que ronde en vuestras cabezas. Y sí, me refiero a todos vosotros. ¿No querríais formar parte de una caravana, un viaje mítico hacia el corazón de lo inexplorado abriendo brecha donde nadie ha pisado hace años?

El castillo del Muro de Salmuera oculta secretos ignotos y en el camino de casi mil kilómetros hasta llegar allí, ¿quién sabe qué maravillas y tesoros podamos sumar a estos que tenemos delante?

Lo que propongo amigo Kromdal, es usar parte de la riqueza que veis para dar forma a una caravana de la que os ofrezco ser parte. Por supuesto aún quedará un buen pico para que todo el mundo salga con al bolsa llena de Punta Arena. ¿Qué os parece? -

Sandru guarda la pipa con gesto teatral mientras mira uno a uno a los presentes. Luego vuelve a su labor para tasar el resto del tesoro, poniendo al lado de las joyas el pequeño cilindro de brillante metal en el que estaba metido el mensaje del antepasado de los Kaijitsu. Estaba por ver qué tenía que decir Ameiko de todo aquello. Ciertamente aún parecía impactada por el contenido de la carta y el mensaje que contenía, pero le convenía empezar a reaccionar y decidir sus prioridades.

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26/08/2017, 15:18
Vankor Dalmuvian.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

El rostro de Vankor era absolutamente serio. Joyas y oro habían despertado ambición y codicia y era más que evidente por las reacciones de unos y otros. Pero, ¿aquello no pertenecía a Ameiko? El hecho de que ella guardara silencio en todo aquello lo hacía más difícil y confuso, pero para Vankor, la expedición de rescate era para recuperar la herencia de la mujer dueña de la posada en la que se hallaban, a sabiendas de que una parte estaría destinada a Sandru, a recuperar su caravana. Si algo más era compartido, correspondía a Ameiko el decidirlo y decirlo.

-Yo no tengo objeción en acompañarte. Soy miembro de tu caravana e iré a donde esta vaya incluso si su objetivo es una nueva aventura -no pudo evitar sonreir de nuevo-. Pero quiero hacer una pregunta. ¿El objeto de esa expedición sería la caja de custodia?

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26/08/2017, 19:50
Bevelek Dalmuvian.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Bevelek escuchó atento las palabras de su jefe y las posibilidades que éste acababa de brindar a todo el grupo, acerca de montar una gran caravana para realizar un gran viaje hacia aquel castillo en busca de otras cosas perdidas. Para él todo aquello era un círculo en el que se había embarcado para ayudar a rehacer la caravana, si su caravana iba a tomar ese mismo camino una vez rehecha no tenía mucho más que añadir.

Al igual que mi hermano yo soy trabajador de la caravana y necesito seguir trabajando así que no puedo añadir mucho más. Iré, claro que sí. Podemos ponernos entre hoy y mañana a montar todo lo que necesitamos y vayamos a comprar para la caravana, tenemos experiencia en eso.

Iba a ser un viaje largo y seguramente peligroso, no era el tipo de viajes que hacían en los últimos tiempos. Pero con todo aquel dinero, podía invertirlo y prepararse para una empresa de mayor entidad de eso no tenía duda. 

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27/08/2017, 01:14
Sandru Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Sandru asintió satisfecho ante las palabras de los hermanos Dalmuvian. Cada día que pasaba desde que habían puesto sus nervios a prueba con aventuras reales aparte del devenir diario de una caravana, estaba más convencido de que había hecho muy bien en incorporarlos a su servicio. Eran bravos, familia y buenos varisios, una mezcla que Sandru especialmente sabía apreciar. A pesar de sus honestas declaraciones, no iba a dejar que no se embolsaran un buen pellizco de aquel tesoro. Pero fue Vankor quien había hecho la pregunta clave.

- Pues has dado en el clavo Vankor. ¿Será la caja de custodia el fin de la expedición? Supongo que a esa pregunta sólo hay alguien que pueda darle respuesta. -

La mirada de Sandru Vhiski se dirige lenta y deliberadamente hacia la dama Ameiko, propietaria de la posada del Dragón Oxidado y heredera de un legado sobre el que debía decidir. ¿Lo haría ahora o necesitaría tiempo para pensar? Lo cierto es que el mercader estaba empezando a preocuparse por la mujer, quizás había recibido demasiadas emociones para un mismo día.

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27/08/2017, 10:14
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Giorgino dejó que su tío siguiera tasando el tesoro, en aquellos momentos estaba demasiado emocionado como para ponerse a contar monedas, lo importante es que allí había muchísimo dinero, el suficiente para que su tío se replanteara rehacer la caravana y ponerse en carretera de nuevo y nada menos que hacia un destino que llenaba de emoción al muchacho.

-¡Yo también iré tito! ¡También iré! ¿Podre conducir mi propia carreta? Abuela, ¿Puedo conducir tu carreta? Soy casi el caravanero más rápido de la región y llegarás la primera. ¡Ya verás!

Aquello si que eran buenas noticias, lo de irse de aventuras estaba muy bien, pero lo de poder formar parte de una gran caravana como aquella era su sueño desde que tenía uso de razón. En cuanto acabaran la reunión y cerraran todos los detalles iría corriendo a buscar a Petunia para darle la buena noticia. A su madre no le haría mucha gracia pero Giorgino le dejaría dinero suficiente para que viviera de una manera desahogada durante su ausencia. Giorgino se fue acercando a todos los que aún no habían dicho nada al respecto.

-¡Venga Kromdal, lo pasaremos bien! ¡No podrás decir que has vivido hasta que no formes parte de una caravana varisia! ¡Y vosotros tampoco! ¿Que me decís? ¿Kelsier? ¿Serveris? ¡Tenéis que apuntaros! Shalelu, no hace falta que digas nada, se que estás deseando apuntarte, así que eres bienvenida, no íbamos a irnos sin ti, así que no te marches a matar goblins que ya los hemos matado nosotros y no quedan alrededor. Y tu Hattori también tienes que venir, tienes que ayudar a tu nueva señora, mi tía Che Li jijiji.

Aquella iba a ser la mejor caravana del mundo, Giorgino tenía un buen presentimiento sobre eso.

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27/08/2017, 17:35
Ameiko Kaijitsu.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

La mirada de Ameiko se eleva del suelo y se cruza con la de Sandru. Tras un momento asiente.

- Sí, quiero recuperar esa caja custodia. - Dice sin más. Pero en su mirada hay una firme convicción. De hecho, uno de sus puños permanece apretado.

Luego se acerca un paso a Sandru y extiende la mano para pedirle de nuevo la carta.

- Organizaos como queráis... Contad con parte de este tesoro para abastecer la caravana. - Añade Ameiko. - Esa expedición va a ser peligrosa... Aunque quiero reflexionar más sobre la misma. Hablaré después contigo, en privado. - Dice a Sandru.

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27/08/2017, 17:55
Sandru Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

La mirada de Sandru se encuentra con la de Ameiko y parece que durante un momento hay una silenciosa complicidad que fluye entre ellos. Le tiende el legajo como le ha solicitado, y el movimiento termina en un suave roce de su mano en la punta de los dedos de la joven.

Luego se vuelve decidido, con un extraño brillo en los ojos, uno que los Dalmuvian y su madre reconocen como la excitación de antes de acometer un nuevo reto comercial.

- Ahí tienes tu respuesta querido Vankor, parece que tenemos por delante una empresa titánica que necesitará de todas nuestras fuerzas y recursos.

Y sin duda las de todos aquellos que se unan a la empresa. -

Hace un gesto amplio que abarca a todos los presentes. Todos se habían demostrado más que capaces en las diferentes vicisitudes que les habían alcanzado en el pantano, y el varisio se sentiría más que contento de compartir el viaje con ellos. Al menos con casi todos... El mercader se dirige luego a la afectada posadera.

- Sea como quieres Ameiko, hablaremos más tarde. -

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27/08/2017, 18:40
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Las palabras de la Señorita Ameiko dando el visto bueno al proyecto de la caravana llenaron de alegría el corazón de Giorgino, incluso no dio importancia a que su tío no le hubiera dicho nada sobre formar parte de la caravana, daba por supuesto que lo llevarían con él después de acompañarlos en las dos incursiones en el pantano. Además disfrutaba con la felicidad y determinación que transmitía su tío con la noticia y con otros detalles que había visto y le hacían feliz. Literalmente estaba contento como unas castañuelas y apenas podía contenerse.

- ¡Qué bien! ¡Esto es una gran noticia! ¡Hay que celebrarlo! - Y tan contento como estaba comenzó a versionar una tonada varisia que se solía cantar en las fiestas.- ¡Saca el Vhiski Che Li para el personal, y vamo a hacer un guateque! ¡Traete el samisén pa poder bailar como en una fiestukeke!

Giorgino cogió a su abuela de la mano y dio un pase de baile haciendo un giro sobre si mismo para acabar con una pequeña floritura. No había nada como un buen tesoro, una nueva caravana con aventura incluída en compañía de sus amigos y una celebración con ellos. Pero ahí faltaba alguien importante.

- ¡Chicos! ¡Id empezando la fiesta! Voy a ir corriendo a por Petunia, no se lo querrá perder por nada del mundo, ahora volvemos.

Y canturreando y bailando se dirigió a la puerta dispuesto a ir en busca de su amada.

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27/08/2017, 20:10
Viejo Hattori.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Puede ser que el dinero no le interesara, que ya hubiera visto esas cantidades de dinero en el pasado, que ya conociera la trágica verdad de que sus manos no tocarían ni una moneda de aquel tesoro o quizás que para él, había algo más interesante e importante que el oro.

Pero el viejo Hattori ni pestañeó al ver tanto dinero.

Lo ignoró, totalmente. Así como todos aquellos tesoros, diversos y de gran importancia para los presentes. Él siguió callado, en un segundo plano, solo alzando la vista cuando Serveris habló. Le dedicó apenas unos segundos, y después bajó la mirada nuevamente, esperando a que aquellos decidieran que hacer con su nuevo botín.

Había escuchado historias, hace años. Aquel castillo no traía nada bueno consigo. Y ahora, todos querían ir hacia allí, y meter las manos en el lodazal hasta los codos. Si eso era lo que la dama Ameiko deseaba, no sería él quien lo negara. Dedicaría todos sus esfuerzos por ayudar en la medida que alguien de sus habilidades y edad podía hacer.

Dirigió su mirada a su señora, esperando un momento de paz para poder hablar con ella.