Partida Rol por web

El Regente de Jade I: El Legado de Muro de Salmuera.

Varisia: Punta Arena: Posada del Dragón Oxidado: Despacho de Ameiko.

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13/09/2017, 03:33
Serveris.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Me acerco a Koya para que me revise, tal como le dije que haría. Una vez se acerca, comienza a entonar una canción en voz muy baja. Parece una nana, pero por algún extraño motivo es sumamente reconfortante. No me doy cuenta como ni cuando, pero mis heridas comienzan a cerrarse y veo maravillado como la magia de la anciana es capaz de cerrar mis cortes más profundos, quitando gran parte del dolor y la inmovilidad que tenían.

Le sonrío agradecido y voy a decírselo cuando sus dedos fríos comienzan a enterrarse en mi piel. La miro extrañado pero permitiendo el examen hasta que me mete un palo en la boca. Imito los ruidos que me dice que produzca mientras miro a los lados esperando que nadie vea el vergonzoso proceso.

Una vez que termina, me dice que la gripe se me quitará pronto, lo que me trae mucho alivio. Un par de días de descanso es algo que agradeceré después de la aventura del pantano:

 - "Muchas gracias por su ayuda. Me siento mucho mejor y me cuidaré tal y como lo indica. Muchas gracias nuevamente."

Le hago una profunda reverencia para demostrar mi agradecimiento y el respeto que le tengo, tanto por su edad como por lo poderoso de sus dones, cuya utilidad acabo de sentir en carne propia. Definitivamente su compañía en la caravana será un gran aporte pues sabemos que Desna estará de nuestro lado y sus poderes cuidarán de nuestros cuerpos. Eso es un regalo invaluable.

Me dirijo a una habitación, para descansar y dormir. Necesito ambas en grandes cantidades en los próximos días si quiero estar bien para el viaje.

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13/09/2017, 10:25
Kelsier Deznad.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Kelsier escuchó silencioso, apartado en un rincón una vez dada su opinión, las diversas opiniones y comentarios de los presentes. La historia de Ameiko que hacía de aquel viaje todo un reto, sin lugar a dudas, lleno de peligros. La dueña de la Posada del Dragón Oxidado estaba dispuesta a invertir casi toda su fortuna en una expedición incierta y hacía un llamamiento a los presentes en aquella habitación para que la acompañaran en una odisea a su pasado familiar.

Las respuestas fueron diversas, aunque todas ellas en la misma dirección: afirmativamente. No obstante eso no significó que todos hubieran respondido. En silencio, en el rincón opuesto de la habitación donde se hallaba el muchacho, como una estatua meramente decorativa que apoyada en la pared mantiene la estructura del gabinete, se encontraba su madre. Muda, hierática, sin dar signos participativos, como asintiendo o negando con la cabeza inperceptiblemente cada vez que alguien decía algo, Shalelu parecía ajena a lo que se hablaba en aquella habitación.

Al semielfo le hubiera gustado que su progenitora dijera algo, diera su opinión, su parecer. Especialmente cuando la Señorita Kaijutsu parecía pedir permiso a la madre para que el hijo pudiera participar. La verdad es que su madre se dedicaba más a opinar y enjuiciar las actuaciones de su hijo, no tanto a ejercer potestad alguna, dejando al joven la libertad y la obligación de tener que tomar sus propias decisiones. A pesar que luego fueran criticadas. Y aun así, al explorador le hubiera gustado saber la opinión de Shalelu. Posiblemente para oír, por primera vez en mucho tiempo, algo positivo. Mas ella no dijo nada.

Escuchó diversas conversaciones sustanciales, triviales o banales. Todo con respecto a la formación de la nueva caravana, el viaje que les esperaba y la predisposición de cada uno para unirse al mismo, entre comentarios solemnes y chascarrillos varios. El joven batidor, como ya hubiera dado su opinión, se limitó a asentir afirmativamente ante el requerimiento de Ameiko, a pesar que se hubiera esperado, o deseado, el consentimiento materno. El hecho de poder expandir fronteras, de explorar y la posibilidad de descubrir nuevos lugares, entusiasmaba a Kelsier. Sabía que sería arduo y peligroso, pero aquel era el camino que había elegido, su vocación, y su inexperiencia solo sería vencida poniéndose a prueba en retos como este.

Tras la petición de privacidad de Ameiko, el explorador abandonó el lugar tomando las escaleras hacia el comedor.

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13/09/2017, 22:51
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

-¡Primos esperadme, voy con vosotros! ¿Os quedáis a tomar algo?

Giorgino le debía una cerveza a Kromdal y le apetecía tomársela ahora, un poco de bebida fresca y la compañía del bárbaro y sus primos seguro que le hacían olvidar un poco a Petunia.
Se acercó a su abuela cuando esta le habló y le dió un abrazo y dos sonoros besos.

-¡Gracias abuela! ¡Menos mal que tu nunca dejarás de quererme! ¿Verdad? ¿Y de qué quieres hablar? Solo será una cerveza con Kromdal y los primos, terminaré pronto abuela. ¿Quieres que te acompañe después al carromato?

Estaba un poco preocupado por las palabras de su abuela, para él ya no quedaba mucho más que hablar, Petunia lo había dejado por otro y no había nada que hacer, estaba dolido pero no podía obligar a nadie a quererlo, aunque no entendía que había visto en un simple granjero. Observó como abuela curaba a Serveris.

-Haz caso a mi abuela, estarás como nuevo en poco tiempo y práctica un poco lo de montar la tienda, así la próxima vez no entrará agua.

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14/09/2017, 17:28
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.


- Siempre es buen momento para esa cerveza- respondió Kromdal al parecer sin sentir el menor empacho en ganar por tres veces la misma apuesta, puesto que una cerveza le había servido Koya, una le había pagado Sandru... y por lo que parecía ahora otra le ofrecía Giorgino. ¿Sería aquella alguna peculiar tradición varisia? Esperaba que no, porque no tenía la menor intención de pagar tres veces cuando a él le tocara perder alguna apuesta.

Pero eso por supuesto no le impedía aceptar una invitación a beber. Y el bueno de Giorgino se merecía tomarse no una, sino unas cuantas. Casi bufó cuando, casi somo si le hubiese leído la mente (¡maldita bruja!) la vieja adivina previno a su sobrino de beber demasiado. ¿Cómo podía ser tan sabia y no saber que, para los hombres, hablar muy seriamente de algo era sinónimo de terminar jodido y con dolor de cabeza? ¿acaso no era mejor una buena borrachera, reír, y que el dolor de cabeza fuera el día siguiente, y mezclado con una sonrisa perjudicada?

Claro que sí, pero las mujeres no podían entederlo porque estaban locas. Era lo que había, después de todo.

- Tendrás tiempo para aprender a hablar élfico, si es que tales pasatiempos te apetecen. Joder chaval, te acaban de dar calabazas. Bebe y disfruta, y recocíjate con que estás vivo, tienes dinero en el bolsillo, y hay muchas Petunias esperando en los pueblos por donde pasemos con la caravana- con real aprecio golpeó con la mano abierta la espalda del joven varisio, mientras bajaba por las escaleres con este, dispuesto a beber más de una jarra de cerveza.

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16/09/2017, 22:21
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Giorgino sonrió ante la aceptación de Kromdal y marchó decidido junto al bárbaro esperando que sus primos se unieran.

-¿Tu sabes hablar élfico Kromdal? Para un caravanero es importante saber muchas lenguas, nunca se sabe con qué gente de tierras lejanas puedes comerciar y también saber leer y escribir. Yo empezaré a aprender pronto, quiero ser tan buen caravanero como el tío Sandru.

Hablar de los proyectos de la caravana y del tiempo que pasaría junto a su abuela, su tío y sus primos hacía que se animara un poco, pero no podía evitar sentir cierta desazón por el tema de Petunia, y las promesas de futuras Petunias tampoco le animaban, no quería que le rompieran más el corazón.

-Creo que me equivoqué. Mira a mi tío, o a mis primos, o a mi abuela, los varisios no estamos hechos para tener parejas. Mi padre era diferente, pero ya ves, mi madre es como Petunia y solo ansía ser una granjera. Solo me fijaría en una chica a la que le gustara viajar en caravana e irse de aventuras, pero solo conozco dos y no me interesan.

Una tenía cientos de años y cuando él muriese todavía seguiría siendo joven y la otra también era mayor para él. No, ya no quedaba en todo el mundo ninguna mujer adecuada para Giorgino Vhiski, así que bebería para olvidarse de Petunia y para coger fuerzas y decirle a su madre que se marcharía en la próxima caravana de su tío. Poner cientos de kilómetros de distancia con Punta Arena seguramente le ayudaría a olvidar mejor.

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17/09/2017, 12:26
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.


Propiedad Transitiva negó con la cabeza mientras se sentaba pidiendo un par de cervezas.

- Paga mi valiente amigo- dijo a la camarera que les sirvió poniendo una de las cervezas frente al jovencísimo varisio. Luego dio un buen trago a su bebida, y casi de inmediato, negó tras limpiarse la espuma de los labios- Joder chaval, que verde estás. ¿De verdad crees que no tienen pareja? Lo que no tienen es pareja estable. Eso de casarse, y formar familia, y compartir cargas de la vivienda...- resopló sin ocultar el desdén que tales ideas le causaban- ... eso es una mierda. Y sí, se de lo que hablo, así que haznos un favor a ambos, y no preguntes. Lo mejor es tener pareja, sí, pero sólo temporal. Flores de un día. Si puede ser sin pagar, sin pagar. Y si no hay más remedio que tenerlas pagando, pagando. Todo lo demás, sólo son problemas, líos, y acidez en el estómago.

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17/09/2017, 12:33
Kelsier Deznad.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Kelsier descendió las escaleras del piso superior, detrás de Giorgino y el bárbaro Kromdal. Pretendía comentar algo al joven Vishki sobre su pregunta de aprender élfico, no obstante se limitó a escuchar la conversación que ambos mantenían sobre las mujeres. En un principio entendió que el bruto mercenario pretendía animar al sobrino de Sandru tras la decepción causada a este por Petunia. Sin embargó sintió una sensación de desagrado conforme Kromdal seguía hablando. Sentía como si la conversación estuviera degenerando en cuanto a lo que tocaba a las mujeres. Tal vez porque sentía que era todo burda mentira o tal vez porque temía que en gran parte tuviera razón.

El muchacho no tenía experiencia con mujer alguna y dada su condición de mestizo sabía que muchas muchachas locales, "debidamente" aleccionadas por sus padres, ni se planteaban o rehuían cualquier tipo de relación con él. Y cuanto más cuando, habiendo ellas nacido años después de él les chocaba o espantaba la visión de que, tras el paso de los años, ellas ya eran mujeres adultas y el medioelfo continuaba siendo un jovencito.

Ciertas palabras de Kromdal le dolieron especialmente, ya que en ella veía claramente la relación que había acontecido entre su madre, Shalelu, y su padre. Criado a medias, botando de casa en casa, sin la presencia de su progenitora, con un padre que no le comprendía y deseaba cortarle las alas y convertirlo en leñador. Con una madre que aparecía un par de ocasiones al año para causarle nostalgia y dolor al verla partir de nuevo, que le enseñaba en qué consistía sus anhelados sueños para luego decirle que él nunca estaría preparado para cumplirlos. Insoportable. Solo la presencia de sus tías Clara y Valania le habían salvado y dado alas para elegir su propio destino.

Siguió escuchando los comentarios de la pareja mientras se situó junto a ellos, echando el cuerpo hacia adelante y apoyando sus brazos sobre la barra de la Posada. Aparentemente tratando de captar la atención de la afanada Bethani, que corría de un lado a otro para atender a la concurrida clientela, pero con su mirada perdida al frente.

- Haz lo que te dice el bárbaro, Giorgino. Ve de flor en flor. Satisface tus desahogos momentaneos - intervino saliendo de su mutismo con voz casi reprensora, pero sin girarse hacia ellos. Con sus ojos al frente, concentrados en un punto que le traía recuerdos -. Pero nunca tendrás una familia. O un buen día se presentará en la puerta de tu casa o llamará a tu carro una mujer que ni recordarás, con un niño o niña en brazos afirmando, y posiblemente con razón, que esa criatura es tuya y, o tendrás que echarlos a ambos, o tendrás que aceptarlos. Y al final, elijas lo que elijas, más temprano o más tarde volverás a tener problemas, líos y acidez de estómago. A no ser que seas un desaprensivo sin conciencia - afirmó el joven medioelfo en uno de sus esporádicos arranques de opinión adulta, acorde a su edad como medio humano-. Por lo menos si vas a tener problemas, creo... creo que es mejor afrontarlos en compañía, compañía bien avenida, que en solitario - opinó el muchacho.

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17/09/2017, 13:21
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.


Lo bueno, o lo malo, de la gente no demasiado leída, ni especialmente inteligente, era su extraordinaria capacidad (casi una aptitud sobrenatural de hecho) de quedarse con las partes que le convenían de una conversación o afirmación. Y eso hizo con una enorme sonrisa el bárbaro, que asintió, dando un golpe en la espalda del semielfo, con lo que parecía auténtica camaradería.

- ¿Ves? Eso mismo decía yo. Mucho mejor no buscar relaciones permanentes, donde irá a parar. Además tú quieres vivir aventuras, y viajar. Y hay muchas mujeres que quieren tener hijos y quedarse en casa. ¿Donde está el problema? Y si llega el caso que una de esas mujeres te busca, ambos habéis elegido lo que queríais en el momento que os juntásteis. Y también en ese momento te tocará elegir. Y sí, elegir da ardor de estómago pero... al menos sólo mientras eliges. Siempre podrá acompañarte esa joven y tu hijo, si es que eso es lo que quieren. Porque tampoco es justo que nadie te impida a ti hacer lo que quieres. ¿No es verdad Kelsier?

Lo mejor del caso es que el semielfo no pudo percibir ironía o retranca en las palabras del bárbaro. Simple, sencillo, claro y completamente egoísta. Probablemente por eso orden.

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17/09/2017, 13:45
Kelsier Deznad.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Al entrar en contacto la manota en la espalda del joven semielfo hizo que este se girara cómo un resorte y mirara con evidente desagrado al hombretón, a pesar de su imponente tamaño. No supo si sus palabras resultaban irónicas o simplemente egoístas, pero fueran lo que fueran no hacían más que reincidir en la idea que tanto aberraba el muchacho. Frunció el ceño y calló durante unos instantes examinando con su vista y análisis élfico al bárbaro.

- ¿Qué hizo que te asuste formar familia o comprometerte con otra cosa que no sea el dinero, Kromdal? - preguntó mirando críticamente al hombre que tenía ante sí... y le sacaba medio cuerpo.

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17/09/2017, 18:12
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.


La sonrisa de Propiedad Transitiva le duró unos segundos en el rostro, para luego esfurmarse por completo. Una mirada, primero sorprendida, y luego innegablemente rabiosa, apareció en los ojos del bárbaro shoanti, que se apoyó con la mano libre en la barra, mientras se terminaba su cerveza de un trago. Con enfado, escupió al suelo, pero no respondió de inmediato. 

- ¿Me estás provocando? ¿por qué? ¿acaso yo he mentado tu pasado o tu familia? ¿me he metido con lo que piensas o sientes? Mira, niño, he venido de pelearme con no muertos, y de derramar sangre por amigos tuyos, y sí, por oro. ¿O qué pasa? ¿que te parece que gastar sangre para lograr oro es una forma indigna de ganarse la vida? Mira: eres amigo de quien me ha contratado. Y vamos a tener que ir en una caravana mucho tiempo. Así que, elige, o me soportas, o te largas. Porque yo no me voy a ir. Y tampoco voy a partirte esa cara bonita, por mucho que parece que lo estés buscando. Si estás jodido por algo, y buscas pelea, ten criterio. Busca a una niña con la que pelearte. Para que esté más igualada la cosa, digo.

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17/09/2017, 19:50
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Giorgino escuchó a Kromdal y a Kelsier, ambos defendían dos versiones distintas de como enfocar la vida en pareja y el muchacho encontraba ventajas y desventajas en ambas. Sin embargo aquella inocente conversación desembocó de repente en una discusión bastante seria. Giorgino se levantó y se puso entre ambos intentando conciliar.

-¡Eh chicos! ¿Porqué no nos bebemos estas cervezas en paz? Os diría que si queréis pelearos con alguien lo hicierais con el prometido de Petunia, pero no merece la pena. Os agradezco vuestros consejos y meditaré sobre ello, pero ahora mismo estoy hecho un lío, solo me apetece beber junto a mis amigos. Venga sentémonos y brindemos por nuestra amistad y futuro viaje.

Giorgino volvió a su sitio esperando que los ánimos se calmaran.

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18/09/2017, 19:13
Sandru Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Sandru parecía haber enmudecido (algo harto raro en su persona) tras las palabras de Ameiko en las que la hermosa mujer tien se desprendía de toda su herencia en pro de patrocinar un largo e incierto viaje. Y quería decir toda, ya que la posada era algo que había construido con su propio esfuerzo, no lo había sido entregada por nadie. Quizás por eso la mantenía, acertadamente al juicio de Sandru, en su propiedad.

Por unos instantes se preguntó si Ameiko podría siquiera sospechar qué secretos encerraba aquella lejana y oculta caja fuerte. Si la mujer sabía algo y lo quería compartir encontraría el modo de hacerlo cuando así lo considerara. Aunque quizás sólo se veía en la obligación de seguir su legado, algo que podía cuadrar con los extraños usos y costumbres de los siempre difíciles tien. Se dirigió a la concurrencia.

Muy bien, ya habéis oído a la dama. Tenemos dos semanas para prepararnos para lo que puede ser el mayor viaje de nuestras vidas.

La sangre varisia de Sandru cantaba en sus venas. Nunca había soñado con que ese Gran Viaje del que su madre tanto le había hablado estuviera tan cerca. La verdad es que el mercader ya no era un mozalbete aunque actuara la mayor parte del tiempo como tal. Se volvió hacia Ameiko, inclinando la cabeza con una mano en el corazón. Era un gesto varisio de máximo respeto.

Que aquello a lo que renuncias te sea devuelto multiplicado por mil, y que el camino sea siempre firme bajo tus pies. Si con mi voluntad o mi sangre puedo ayudar a que llegues a tu destino, así sea Dama Ameiko.

Era un poderoso juramento que incluía muchas cosas sagradas de la tradición varisia, bienes, sangre, el Camino y el Destino. Y no había sido pronunciado a la ligera.

Todos habéis sido convocados. Daros unas horas para pensar a lo que dejáis atrás, ya que abandonar el camino es algo difícil cuando se ha recorrido durante tan largo tiempo. Tendré ahora unas palabras con Ameiko y después necesitaré de la ayuda de los que quieran embarcar en la aventura. Bajaré luego a charlar contigo Propiedad, si es lo que deseas. Y tú Giorgio, tranquilo, ya hablaremos también. Unas puertas se cierran y otras se abren, sólo hay que escoger la siguiente con cuidado.

El varisio sonríe afablemente mientras espera a que el personal vaya abandonando el despacho. Es imperativo mantener una conversación con Ameiko, ya que ha sumado el ser una querida amiga, a socia potencial en los asuntos de la caravana.

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18/09/2017, 20:04
Kelsier Deznad.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

El joven se sorprendió cuando el rostro del bárbaro enrojeció, se desfiguró y cargado de rabia espetó y gruñó al muchacho de manera amenazante, mientras proyectiles salivares salían de su enorme y dentada boca, poniendo perdido al medioelfo. No esperaba que la última cuestión obtuviera esa respuesta desmedida. Cierto era que el explorador se mostró arisco al contacto del bárbaro, especialmente por incidir este en un tema que le afectaba personalmente y le enardecía, pero parecía evidente que su simple pregunta, al parecer no tan simple, había tocado un punto sensible en el pasado de Kromdal.

Temió por un instante que el bruto le metiera un buen mamporro. Kelsier no era rival para él y además su brazo derecho aun no estaba del todo recuperado, sintiéndose especialmente vulnerable. 

Maldita sea. Eres un estúpido, se dijo mientras veía a qué situación le había llevado su lengua y el hablar antes de calcular las consecuencias. Otro de sus arranques "maduros". Lo de hablar antes de pensar, sin duda viene por sangre varisia, recapacitó mentalmente. Lo de hacer comentarios apuntados, sensibles e hirientes... eso viene de mi madre, sin duda, tuvo que admitir.

Comprendió en mala situación que así como él tenía motivos para rechazar amargamente la postura del bárbaro, este parecía tener otros motivos para reafirmarla. Durante los segundos de perplejidad y recapacitación del semielfo, Giorgino intervino tratando de mediar entre ambos. Se hizo un silencio entre ellos, lo suficiente como para advertir que el silencio era casi general en todo el salón al ser observados por los parroquianos presentes. Lo suficiente como para que el humano se calmara levemente y el muchacho se recobrara del susto.

- No pretendía ofenderte ni buscar pelea contigo, Kromdal. Disculpa - se disculpó en tono suave mientras la sala comenzaba a llenarse de nuevo de murmullos, ruidos y conversaciones -. Y no, no tengo nada contra ti ni contra tu dinero. Es solo que... no comparto tu visión sobre cómo tratar con mujeres y me entró curiosidad del por qué de tu postura. Nada más - dijo el muchacho a pesar de no haber tenido relaciones íntimas con ninguna y no ser un buen ejemplo para aconsejar sobre ellas -. Así que no te preocupes: te soportaré - afirmó esbozando una sonrisa.

- Y no, no me pelearé con ninguna niña - negó con la cabeza con creciente sonrisa-. Conocí a algunas que nos patearían el trasero a ambos. Por eso es más seguro retarse con un bárbaro shoanti - añadió con tono de humor, y sin embargo muy sincero, tratando de romper el hielo.

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18/09/2017, 21:25
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Giorgino sonrió satisfecho con las palabras de Kelsier, parecía que aquel malentendido estaba a punto de solucionarse y eso le alegraba.

-Estoy seguro que Kromdal acepta tus disculpas Kelsier. ¿Verdad Kromdal? ¡Brindemos por la amistad! ¡Y porque en el camino no encontremos ninguna niña que os patee el trasero! Jajajaja ¡Soy capaz de casarme con ella!

Levantó su jarra para brindar y miró a sus amigos y a su alrededor. Fue entonces cuando vio a su abuela sentada en otra mesa y mirando fijamente hacia allí. Sabía que tenía una conversación pendiente y parecía que su presencia era requerida más pronto que tarde, así que se disculpó con los presentes.

-Lo siento chicos, tendremos que seguir otro día, pero habrá tiempo antes de que partamos, una caravana siempre tarda en organizarse. Tengo que ir a acompañar a mi abuela. ¡Beberos una por mi!

Giorgino dejó sobre la barra suficiente dinero para costear un par de consumiciones, tenía tanto dinero que no se veía capaz de gastarlo en mucho tiempo.

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20/09/2017, 14:08
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.


Propiedad Transitiva gruñó, pero destensó sus músculos y, a simple vista, relajó su postura. Las palabras y la intervención de Giorgino, y las disculpas del semielfo, eran suficientes para él. A pesar de todo seguía sintiendo ese punzante deseo de romper algo pero no era un demente. Se contuvo puesto que, como él mismo había dicho, Kelsier iba a ser un compañero de expediciones. Sus vidas, probablemente, dependerían el uno del otro. Y aunque una buena pelea podía ser un maravilloso cimiento para la amistad, dudaba mucho que alguien tan frágil como aparentaba ser el medio elfo tuviera tales consideraciones.

Claro entonces, joder. Yo tampoco tengo nada en contra de como tú vivas tu vida, y como enfoques tus asuntos. Es cosa de un hombre donde mete su polla, y como. No es cosa mía como hagas tus cosas, ni como las vivas. Ni siquiera como las viva Giorgino. Pero es un buen tio, y no quiero que sufra más de la cuenta. 

Era una manera peculiar de aceptar las disculpas, pero el vocabulario gestual del bárbaro había vuelto a relajarse, y era evidente, que la animosidad se había reducido. Asintió entonces a las palabras de Giorgino.

No hagas esperar a la adivina entonces. Y gracias por la segunda invitación- miró tras decir esto al semielfo y levantó la jarra, esperando que Kelsier brindara con él, y así, poder enterrar el malestar que ambos habían sentido hacia unos instantes- Por Giorgino, por el placer, y por el éxito de la expedición.

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20/09/2017, 18:55
Kelsier Deznad.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Kelsier suspiró levemente, aliviado por la disipación de la tensión que él había comenzado sin pretenderlo. Tomó una jarra de cerveza y la entrechocó con la del bárbaro.

- Por eso sí brindo - asintió el muchacho conforme con el brindis -. Por una buena ida, una buena estancia y un buen retorno - añadió completando el convite. Bebió un trago corto de cerveza, tratando de disimular su cara de poco agrado ante el fuerte amargor de la bebida, a la cual no estaba acostumbrado.

Jugueteó un rato con la jarra sin beber más, pensando no ya en las palabras bruscas del bárbaro sobre "meter" y "pollas", si no en la parte de la expedición. Aquello conllevaría viajar mucho.

- Tu eres un mercenario shoanti, del norte. Supongo que habrás viajado mucho. Habrás visto y oído muchas cosas - comenzó a elucubrar el joven, rondando una pregunta antes de acometerla -. ¿Sabes algo sobre la zona donde va a ir la expedición? ¿Algo sobre ese castillo? - preguntó interesado.

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27/09/2017, 19:18
Sandru Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Sandru observaba desde el interior de la cocina la mesa que compartían Propiedad, Kelsier y su sobrino. Era bueno que el chico se relacionara con gente de su edad y comentara sus problemas con ellos. Sus primos eran su referencia normal, pero tratar con no varisios también era necesario para abrir las miras hacia el resto de pueblos y culturas. Nunca sabías a quién le acabarías vendiendo qué.

A pesar de que ni siquiera sus agudos oído captaban la conversación al completo, sí lo hacían lo suficiente, fuera aparte del lenguaje corporal, para tomar nota de la repentina tensión entre Kelsier y Propiedad. “Propiedad Transitiva”. Sí que era un extraño apodo para cualquiera, insólito en un bárbaro shoanti. Hasta ahora se había esforzado en llamarle Kromdal, el cual había confesado que era su nombre, si bien no con demasiada efusividad. Los shoanti no tenían un concepto claro de la propiedad como tal más allá de lo que su brazo les proporcionaba, si bien en pos de no pelear con todo el que encontraban habían aprendido el significado que otros le daban a esa palabra. Sandru no sabía por dónde asomaría el ciervo, pero decidió que si era algo que mereciera la pena ser contado, el propio Kromdal lo haría en su momento.

Dejando atrás el sigilo con el que había llegado a la cocina para su charla con el Viejo Hattori, el varisio salió tarareando al salón principal, dirigiéndose a la mesa que ocupaban su sobrino, el semielfo y el shoanti. Llevaba un pichel con algo de cerveza, en contra de sus acostumbradas jarras. Se sentó sin más ceremonia a la mesa del trío.

Hola, hola, jóvenes. Veo que no perdéis el tiempo. Espero que los Vhiski hayamos saciado tu sed por el momento, Kromdal. Un varisio paga sus deudas hasta tres veces, pero cobra las suyas caras también, jo, jo, jo. Como bien dice Kelsier, puede que sepas alguna historia de ese lugar que se encuentra en el lejano norte cerca de otros poblados bárbaros, ¿sí? Luego de tu historia quizás podamos tener esa charla de la que hablabas antes si te parece.

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01/10/2017, 13:41
Giorgino Vhiski.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Giorgino regresó a la mesa donde había dejado a Kelsier y a Kromdal justo cuando su tío aparecía de la cocina. La charla con su abuela le había dejado las cosas algo más claras y sobre todo lo había animado un poco, aunque también había sembrado ciertas dudas en el muchacho.

¿Alguno de ellos tendrá ladillas?

Suponía que no y en cualquier caso tampoco iba a ser él quien lo comprobara.

-Un varisio siempre paga sus deudas hasta tres veces. -Repitió las palabras de su tío mientras asentía.- ¿Te sabes alguna historia sobre ese lugar Kromdal? ¡Eso sería alucinante! -Aunque la conversación pendiente a la que hacía referencia su tío también lo intrigaba.- ¿De qué tenéis que charlar tío? ¿Algún asunto de la caravana?

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05/10/2017, 08:09
Kromdal.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.


Kromdal sonríe ante las palabras de los varisios y se encoge de hombros. La verdad es que ya ha dado buena cuenta de las diversas cervezas y empieza a sentir una honda satisfacción que borra buenamente la ira sentida por las palabras del semielfo. Así que se limita a asentir, divertido, a unos y a otros.

- Un sitio de mal yuyu. Maldito y esas cosas, por eso fue abandonado. Haría veintimuchos años era un puesto comercial, una parada en las rutas terrestres entre Varisia y las Tierras de los Reyes Linnorm. Nunca he estado, ni he tenido amigos o familiares que hayan estado. En cuanto a esa conversación, jefe, cuando quieras. Eso sí, quede claro. Propiedad Transitiva no se opone a que le inviten a beber, y nada ha pedido a lo que no tuviera derecho. Si los Vhiski son expléndidos... ¿no lo es también el trabajo de este bárbaro?-  pregunta con una gran risotada.

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08/10/2017, 20:18
Viejo Hattori.

MITAD DEL INVIERNO DEL AÑO 4708 RA.

DÍA DEL JURAMENTO, DIEZ DE ABADIO.

PUNTA ARENA.

POR LA TARDE.

Tardó un rato más en salir de la cocina el viejo que su interlocutor. Pero este, cuando lo hizo, lo hizo empuñando tres hermosas jarras de cerveza en una mano, y un redondo de pan de centeno en la otra. Sin más descanso, el anciano, a su paso lento y tranquilo se acercó hasta donde estaban los tres hombres, y allí les sirvió con mano temblorosa -quizás por la edad, quizás por la fuerza de llevar en una sola mano aquellas tres grandes jarras- las tres espumosas, a cada uno la suya, y en el centro, el redondo de pan. Del cinto sacó uno de los cuchillos, que abandonó junto al pan. - Si no se opone a que lo inviten. - comenzó a decir en referencia a las palabras de Kromdal. - Espero que sus dos acompañantes tampoco lo hagan. Con esto no secarán las bocas mientras habláis de los quehaceres de la caravana. - Hizo una pausa, asintiendo con la cabeza.

- Si necesitan cualquier cosa, estaré por aquí. - acabó por decirles, con ese tono de voz bajo y tranquilo, propio de alguien de edad avanzada. Esperó por si alguno quería añadir algo más, y si no, se retiraría a seguir barriendo.