Partida Rol por web

Miro esperanzada a Andrew cuando veo su sonrisa, se encuentra mejor, lo acojo, ven, apóyate. Salimos del camión los tres, justo a tiempo de volvernos y ver a Blakmore apagar el motor, no es la primera vez que está en una situación así, seguro. Asiento levemente….

Sin tiempo para reaccionar, seis cuerpos en el suelo, las mismas características de la muerte, ¿suicidios sucesivos? ¿Que mierda de sustancia puede hacer esto? Asustada, casi temblando, calma, no puedes perder la calma. Giro mi cara, para no ver al hombre que se dispara llorando por su vida, respira despacio Cris, el ruido y la sangre confirman la tragedia….

No, no, otro militar aparece en escena, ¿Mismo destino? El ruido de otros disparos lejanos parece confirmarlo, no puedo verlo otra vez, mi cuerpo reacciona, el horror previsible hace que me contraiga y que acabe vomitando, con el tiempo justo de apartarme un poco para no manchar a mis compañeros, es horrible presentir el disparo de este pobre hombre, suplicando también, demasiado para alguien que esta acostumbrada a una oficina....

Tras bajar del vehículo lo mas rápido posible, trato de buscar un sitio para esconderme de la inminente explosión, sin fijarme en que Blackmore ya a apagado el motor, es entonces cuando me percato de la situación, quedo paralizado ante el espectáculo, los hombres en el suelo que se desangran, y sus sesos esparcidos por todo el lugar, el suicidio de aquel hombre, pero que esta pasando aquí. Para mas inri un soldado mas se planta ante nosotros con ganas de pegarse un tiro también y dos de mis compañeras no pueden evitar vomitar.

- Que, que es esto, que esta pasando

Los disparos a lo lejos, me perturban, hacen que mi cabeza gire hacia esa dirección rápidamente, el olor a gasolina se me mete hasta el fondo de las fosas nasales, y de forma instintiva me giro para no ver como aquel hombre se pega un tiro, la arcada era inevitable, con la mala suerte de que al darme la vuelta ahí estaba Brennan, trato de apartarme pero de mi boca comienza a salir lo poco que he comido, llenando el pantalón de la doctora de los restos de comida devueltos por mi estómago, mientras algo de vilis termina saliendo por mi boca.

- N,n,no, que que es todo esto,

Los disparos se suceden, aún algo mareado, no me da tiempo a nada, suelto a Cris colocándome delante de ella, los cuerpo esparcidos, el olor de la sangre, es intenso, demasiado, no hay amenazas, se están matando contra su voluntad, un asesino invisible, una paranoia común.

Me quedo paralizado, esto está muy lejos de mis competencias, demasiado, ¿qué demonios hago aquí?, ¿por qué está aquí ella?, otro hombre más, otro cadáver, se ve en sus ojos, ¿qué temen?.

Otra bala, ¿Cuántos más?, el olor a muerte, ha penetrado en mi interior, es inevitable que mi cuerpo intente sacarlo de allí, mi mente difícilmente lo conseguirá, me repongo, como puedo, olor y sabor se mezclan, tengo miedo, esto es una locura para la que no me siento preparado.

Dos, tres... hasta siete cuerpos en apenas unos segundos.
Blackmore hace de tripas corazón. Ha visto muchas escenas similares. Nunca en directo, pero si ha visto los estragos de la muerte las veces suficientes como para poder sobrellevarlos de forma correcta. El sabor metálico de la sangre derramada llega hasta sus fosas nasales y al contemplar como otro soldado está a punto de morir se le activa algún botón mental qu le impulsa a actuar con rapidez.
Desenfunda su arma y suelta el seguro en el mismo movimiento.
Apenas apunta y dispara, centrándo el hombro de la mano que mantiene la pistola contra la boca del militar. Si consigue que el dolor le haga apartar el arma, quizá tenga oportunidad de acercarse... Y salvarle de una muerte terrible.

La mayoría de vosotros os encontráis en un estado bastante lamentable, bien mentalmente, bien estomacalmente, o incluso ambas, y el único que ha encajado la situación a sido Blackmore. El hombre esta apunto de apretar el gatillo, casi se puede ver como acaricia el mismo, y un fuerte disparo resuena por todo el almacén, silenciando por unos segundos los que provienen de la sala de al lado.

Lejos de lo que parecía un suicidio, un grito de dolor os confirma que no ha sido así... el hombre cae al suelo de rodillas gritando de dolor, el arma cae al suelo deslizándose por la gravilla del mismo hasta la rueda de la camioneta estrellada... Aaarrrg !!!

Arrodillado el hombre se duele, cubriendo su hombro derecho con la mano izquierda...

He perdido completamente el control, mi cabeza da vueltas y el olor a vómito y sangre no se va de mis fosas nasales. He visto muchos cadáveres pero nunca habia visto como un hombre se volaba la cabeza en mis narices... y ya iban dos. Los cuerpos del suelo casi me daban igual, pero aquel hombre... suplicando por su vida, con los ojos llenos de miedo y temor... y aún así haciendo algo que no quería hacer...

no lo entiendo qué está pasando????

Ni siquiera noto a Peetcher vomitarme encima... Mis ojos no ven y mis oidos solo escuchan las suplicas y los disparos... Me siento en el suelo y cierro los ojos esperando lo peor. Escucho un nuevo disparo y recreo el que he visto hace unos instantes... pero esta vez parece diferente... se oyen quejidos y muestras de dolor. Pero me es imposible mirar... no quiero verlo... quiero salir de aquel lugar de una vez...

Tras dejar claro que la comida no e había sentado bien, me doy un poco de impulso hacia atrás y me siento en el suelo y llevo mis manos a la cabeza, pasándolas por mi pelo.

- Joder pero que coño es esto, quiero volver a mi puto laboratorio mierda.

Abro los ojos y miro alrededor, observando como el hombre cae al suelo, doliéndose del disparo de Blackmore.

- Mierda, mierda, mierda, no quiero morir. NO QUIERO MORIR !!!

Sin enfundar el arma ni ponerle el seguro, Blackmore se lanza a la carrera para atender al soldado herido. Apenas les separan unos metros, así que no tarda demasiado en recorrer la distancia.
Contempla como se retuerce de dolor, agarrándose el hombro herido y asiente, con una mirada fría, mientras se vuelve, de forma cautelosa, para recoger el arma caída. Cuantos menos peligros se dejan a la espalda mejor se resuelven las situaciones.

Se incorpora, ambas armas bien cogidas, y hace un barrido general para valorar la situación. Sus compañeros no han sido capaces de encajar el horror que acaban de vivir en aquella nave militar. De echo... Blackmore tiene un asomo de duda cuando se percata de que ha sido el único que lo ha conseguido.

Se acerca de nuevo hasta el militar mientras guarda la pistola reglamentaria del ejército atravesándola en su cinturón. Saca un pañuelo de se americana y se lo lleva a la boca cuando se agacha, esta vez a una distancia mas cercana, para examinar al herido. Toda precaución era poca mientras en la mente de Blackmore iban tomando forma dos ideas a cada cual mas aterradora: Por un lado la posibilidad de estar enfrentándose a agente químicos de naturaleza alucinógena. Por otro al terror que podría suponer que el cuaderno de la muerte... fuera real.

¡Calma soldado! ¡No va a morir nadie mas!
Exclama furibundo y autoritario, mirando ceñudo al militar.

La rápida y eficaz reacción de Blackmore es un gratificante estímulo, era evidente que es el único preparado para algo así, pero mierda, tengo que hacer algo, recuperando la compostura a duras penas, Cris, la busco con la mirada, parece serena, me acerco a ella viendo que Blackmore tiene todo “bajo control”, ¿Qué cojones está pasando?.

Coloco una mano en su hombro, bajando ligeramente la mirada para encontrar la suya, serio asiento al comprobar que se encuentra bien, Cris, ayudemos a los demás señalo a Brennan, derrumbada en el suelo, digo despacio mientras me separo de ella en dirección a Peetcher, el cual, parece estar teniendo una fuerte y comprensible crisis, puede que se vuelva aún más inestable.

Tranquilo Peetcher, no vas a morir le digo con mucha más calma de la que realmente siento, Vamos a sentarnos me acerco a él, intentado que se de la vuelta para que deje de mirar a los cadáveres, no quiero que nos separemos, intercambio una mirada con Blackmore, buscando algo más de aplomo.

El quejido del hombre hace que me gire, un segundo para entenderlo. Blackmore es muy bueno.

Andrew se me acerca mientras intento sopesar que es lo más útil ahora mismo. Su contacto me alivia. Le asiento, sí. Voy hacia Brennan Doctora, joder, es realmente horrible todo esto, ¿Se encuentra bien? me inclino para ponerme a su altura y mirándola a los ojos coloco mis manos en sus hombros, apretando suavemente, espero que mi contacto la ayude a reaccionar. ¿Me escucha? Tranquila, todo irá bien. Voz consoladora, suave. Ojalá sea verdad lo que le he dicho.

Por un lado parece que Brennan y Peetcher no terminan de aceptar la situación, Felton y Goer, tratan de ayudarlos a salir de aquel trance alentándolos con palabras que quizás ni ellos mismos crean...

Unos metros, hacia un lado, Blackmore trata de controlar el miedo del soldado, que atónito lo mira... Ayudándose de su brazo bueno, se pone en pie, su respiración es agitada, muy agitada y sonora. Da una vuelta sobre si mismo, observando a sus compañeros, seguramente muchos sus amigos muertos... tirados en el suelo como si de trapos se trataran...

De fondo todavía se escuchan disparos, lo que esté pasando en la otra nave no puede ser peor que lo de esta... o quizás si, quien sabe... el caso es que los que os percatáis de que el sonido de los disparos es extrañamente rítmico, cada 3 segundos otro disparo parece escucharse...

El soldado termina de dar la vuelta sobre si mismo, y clava su mirada en la de Blackmore... repentinamente abre la boca profiriendo un pequeño grito, lleva su mano al pecho y cae de rodillas... para luego caer sobre sus propias piernas, quedando arrodillado ante el agente, con la espalda sobre los pies...

Veo a la agente Felton acercarse a mí y ponerse a la altura de mis ojos, es muy hermosa, y más de cerca. A pesar de sus palabras y su gesto de ánimo, sus ojos también están asustados, sin embargo, me transmiten calma y seguridad, las suficientes para recuperar el control al menos.

Sí. Asiento también con la cabeza, aunque tengo el corazón acelerado aún. Estoy bien. No entiendo qué pasa. Pero más vale que no descubran nuestros nombres y los pongan en la libreta... o estamos muertos... por supuesto no tuve el valor de decirlo en voz alta, pero a partir de ahora no era una simple misión. Era una cuestión de supervivencia, y si lo que creía era cierto, tendría que emplearme muy a fondo para esta vez salir viva.

Aún así, no me pongo en pie. Los disparos que se oyen ritmicamente me recuerdan o me generan un extraño pensamiento. un, dos, tres. disparo. un, dos, tres. disparo. Habrá alguna relación entre el primero que murió y el asesino? o son soldados al azar??? Necesito saber más sobre esa libreta.

Sigo sentada cabilando, incluso cierro los ojos para concentrarme y dejar de oler a sangre.

No escucho nada no veo nada, la mirada perdida en el horizonte, pero entonces una mano se apoya en mi, su voz, se pone frente a mi y corta mi linea de visión. Parpadea dos veces rápidas y comienzo a respirar jadeante, como si acabara de hacer un enorme esfuerzo mental...

Que, que coño es esto. digo volviendo el rostro ¿Este, este es el poder de la libreta? pregunto con rostro asustado.

Blackmore asiente con firmeza cuando cruza su mirada con la de Goer. Parece que ha recuperado la compostura y está preparado para seguir con lo que se les venga encima.
Felton y la Doctora también parecen mas serenas, incluso Peetcher.
Al parecer la tormenta de caos ya había pasado. O eso creía. Porque al instante siguiente el soldado al que había intentado salvar la vida lleva a cabo una macabra danza que acaba con su inevitable muerte. Esta vez no hay nada que hacer.
Parar a alguien que intenta suicidarse es algo posible. Detener un proceso biológico, no. No era necesario ser un genio para darse cuenta de que ese hombre había muerto de un ataque al corazón. Un ataque rápido y fulminante.

Se vuelve entonces sin enfundar su arma ni dirigir una última mirada al soldado muerto. Ya había tenido bastante por el momento y no estaba seguro de poder seguir manteniendo la calma por mucho tiempo mas.

A acercase a sus compañeros escucha la pregunta de Peetcher con creciente preocupación. La idea que estaba bailando al borde de su cordura había entrado de lleno en su mente a través de las palabras de ese hombre. Aunque había considerado la posibilidad de que la libreta fuera algo real, nunca se lo había tomado demasiado en serio... Y ahora estaba todo claro. El mundo era un lugar mucho menos seguro, mucho menos sólido, porque las barreras entre lo lógico y lo fantástico se habían desdibujado delante de sus ojos de una forma aterradora.
Lo es...
Responde, afectado por las circunstancias, mientras se queda en pié al lado de sus compañeros, esperando que los mandos de la base envíen a alguien a investigar que ha sucedido.

Asiento mientras me contesta. Lamentablemente, ninguno lo sabemos. Necesita unos instantes sola, la suelto para que se recomponga y me coloco de pie.

Los disparos que suenan… ¿Tienen una pauta de 3 segundos?... joder que fuerte. Me giro hacia los demás, por si soy necesaria con el herido… veo a Blakmore y el mil….. DIOS, mis ojos no asimilan nada ya…. ¿Cómo puede pasarle eso si hace un instante estaba…? Lo más fuerte que he visto en mi vida.

Demasiado peligroso quedarnos aquí a analizar la situación. Peetcher ha dicho lo del cuaderno y Blackmore también lo cree. A mi me cuesta, pero esa teoría cuadra a la perfección. Joder, tiene que haber alguna sustancia, una droga, ALGO. Pero lo importante ahora es salir de aquí. Miro hacia Blackmore. Agente, hay que contactar con los policías, saber su posición, y cómo están. Ponernos a salvo y luego sacar teorías. No puede ser verdad.

Otro soldado fulminado, y esta vez no se había suicidado, no conozco a nadie capaz de hacerlo de esa manera, parece que poco a poco todos nos vamos rehaciendo, por llamarlo de alguna manera, ¿el poder de la libreta?, menuda gilipollez, a esta gente no la ha matado un cuaderno, ¿Blackmore así lo cree?, puf, no me esperaba esto, de hecho, el más que posible ataque al corazón, refuerza la teoría de alguna droga.

Miro a Cris cuando dice de llamar a los polis, no es mala idea que los localizamos y nos larguemos de aquí de una vez, no pintamos nada, porque eso de ponernos a salvo sin tener ni idea de cual es el peligro, que complicado es todo. Me acerco a Cris, buscando sus ojos por un momento, no quiero que le pase nada, me giro hacia Brennan, interrogándola con la mirada por su estado, confirmando que se encuentra bien, menos mal.

De nuevo en Cris, bajo la mirada, maldita sea todo esto, a ver si podemos dar con alguien vivo durante más de tres segundos en este infierno.