Partida Rol por web

El Remedio y la Enfermedad.

El mundo de Kat

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21/09/2020, 22:34
Director

Shadow city

24 de Diciembre

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21/09/2020, 22:57
Katherine Drakeson

La promesa de Noche se cumplió y no volviste a saber de ella, dejándote descarsar todo lo que pudiste. De hecho, tras tu turno de 14 horas y que te hubiese tocado ir a recoger a las chicas a esas horas, te dejó caer roto en la cama. Fue con la tercera alarma de tu despertador cuando lograste despertarte. Como novedad del día, nevaba en Shadow City, lo que significaba más atascos y accidentes. Al menos tu eras inspector y el tema de tráfico había quedado atrás hacía mucho tiempo.

Depués de una rápida ducha, te pusiste uno de aquellos aburridos trajes, tuyos, te tomaste un café y saliste tan rápido como pudiste puesto que el tiempo iba en tu contra. Si no salías ya de casa, no llegarías a tu hora a la comisaría. Por fortuna saliste a tiempo, pensando en la conversación que mantuviste con Noche cuando la dejaste en las calles de la ciudad.

Con tu vehículo oficial, el cual por fortuna no se llevó Tyr, aparcaste como siempre en tu sitio y te dirigiste a tu mesa, una entre tantas, en la planta en la que trabajabas. A aquellas horas, no era momento de hacer llamadas a nadie ni visitas, así que tenías al menos una hora o dos de papeleo y para organizarte el día cuando tu móvil sonó. Era un mensaje.

Hola Sam. Soy Kat. Tengo que ir al local a dejar todo listo para esta noche. Si estás trabajando me paso a verte ahora mismo si te viene bien. Me gustaría hablar contigo. ¿Cómo te gusta el café?

En noches como aquella, los locales no solían abrir hasta la una de la madrugada y se les permitía estar abierto hasta las 4 a.m. Entre diario las 2 era la hora máxima de apertura.  Así que era normal que lo dejase todo listo ahora y no antes de la apertura. Tenía su lógica. Lo que te sorprendía era que aquella mujer quisiera verte allí, pues solamente os veiáis en su local, cuando te pasabas por allí para tomarte algo después de trabajar.

Aunque claro, ayer no pasaste, pues después de esas 14 horas de trabajo lo que necesitabas era descansar y Noche y vuestra conversación volvieron a tu cabeza.

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21/09/2020, 23:25
Sam

Delante de su mesa de trabajo alguien había dejado expedientes de la noche anterior. Si Noche cumplió su promesa Tyr se dedico a hacer un turno doble por los dos. Tenía un par de mafiosos en urgencias con huesos rotos, varias denuncias por robos de coches y una persecución que termino con dos coches patrulla derrapando en el hielo y terminando en un choche multiple, sin victimas pero con cuantiosos daños materiales.

El mensaje de aquella mujer le tomo por sorpresa, tal vez quisiera denunciar algo y no se atreviera sin una excusa pero el soborno del café sonaba a algo que podía aceptar sin remordimientos.

"Claro, ven cuando quieras, estoy enterrado en papeleo y te agradezco el café, doble a ser posible, yo pongo los donnuts".- respondió.

 

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21/09/2020, 23:42
Katherine Drakeson

Unos quince minutos más tarde, Kat lograba llegar a tu mesa con dos vasos de starbucks, uno en cada mano. Llevaba una gruesa chaqueta puesta y su cuello cubierto con una bufanda. Su maquillaje no era excesivo, lo justo para ocultar las ojeras de la noche anterior y hacer resaltar sus ojos azules.

- Buenos días Sam. Espero no molestarte demasiado. - Le dije al verle y le tendí su vaso de café para dejar el mío sobre la mesa y retirarme la bufanda, para luego soltarme un poco la chaqueta después de tenderle la mano.

Miró tu mesa. A juzgar por la cantidad de papeles se veía que tenías trabajo, pero le preocupó más tu estado. - ¿Qué tal estás? ¿Mala noche? Tienes más ojeras que la niña del exorcista. - Bromeé nerviosa manteniéndome en pie, tratando de romper el hielo o sentirme más cómoda allí.

Era de esas personas que hasta que no la invitaban a sentarse no lo hacía a parte que sentía más de una mirada hacia mí y hacia Sam. Se veía que no recibía muchas visitas de mujeres que le trajesen café.

Era algo curioso. Podía torturar, usando una sencilla cuchilla y ejerciendo el máximo dolor con la menor pérdida de sangre en un cuerpo humano, pero la educación iba por otro lado. Sabía que tenía la suficiente sangre fría como para matar pero un corazón tan caliente como para amar, en este caso al hombre que tenía delante.

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22/09/2020, 01:44
Sam

- No es molestia, es mas bien una grata sorpresa. Por favor toma asiento.- dijo el agente de forma cortes. Aparto una pila de papeles para despejar un poco el escritorio y poder charlar de forma mas cómoda.- Y gracias por el café, lo necesitaba. El día de ayer fue largo y me toco hacer mucho trabajo extra.- dijo sin entrar en detalles.- Por lo demás todo bien, no tengo nada que no se cure durmiendo ocho horas... aunque no recuerdo cuando fue la ultima vez que tuve tanto tiempo libre.- Bromeó.

Dio un trago al café.- Esto era justo lo que necesitaba.- aseguro y te acerco una caja con un par de donnuts.- Se que es un cliché muy viejo pero en esta comisaria siempre hay una caja de estos en alguna parte. Creo que se reproducen por la noche.

- Y bien ¿De que querías hablarme? ¿Te ha pasado algo?¿Te ha faltado dinero en la caja o hay alguien molestandote?

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22/09/2020, 02:42
Katherine Drakeson

Me senté cuando Sam me invitó a hacerlo y dejé la bufanda sobre mi regazo, colocando mis temblorosas manos sobre ella. Sabía lo que iba a pedirle, pero no como ni cual sería su reacción. También sabía que aquel no era el lugar más apropidado para hacerlo, pero ya que no estuvo en el local la noche anterior y como mi alter-ego no podía decirle nada... debía ser así. Además, prefería ver las reacciones cara a cara. - No me de las gracias por el café, es lo menos que puedo hacer por... - casi metí la pata diciéndole que por traerme de vuelta a la ciudad. - ... protegernos y cuidarnos a diario. - Añadí nerviosa.

- Sí, bueno... noté tu ausencia en mi bar anoche... Aunque no lo creas, me gusta verte allí. - Le dejé caer, con la voz un tanto temblorosa. Sonreí ante su broma. - Se lo que dices. Llevar el bar también da su trabajo... que una vez cerrado, no se limpia solo. - Decir aquello me dejó algo más tranquila y ver como extendía la caja de donnuts hacia mí me hizo pensar en rechazarlo por la tontería de la dieta, pero la verdad es que siendo Noche, quemaba más grasa de los hidratos que consumía a diario.

- Gracias. - Le dije cogiendo uno mientras reía su comentario y de beber un poco de café. - Lo quemaré esta noche en el trabajo. - Noche se encargará de ello. - Me dije a mí misma.

- Pues... verás Sam... yo... - Balbuceé, no esperaba que me preguntase el motivo de la visita tan deprisa, tenía ensayado todo de una manera más natural, con una conversación fluida. No sabía como decirle aquello. Pero en ese momento nos vimos interrumpidos por un huracán de mujer: la hija de Sam.

- Buenos días. - Dijo a ambos. - Hola papá. - Se acercó a ti y te besó en la mejilla. - Lamento al interrupción, no tardaré mucho, tengo que ir a trabajar. Es solo para confirmar que esta noche te espero en casa a las ocho en punto. Cenaremos juntos y como me pediste nada especial ni que tengamos que estar comiendo sobras durante un mes. - Luego miró a Kat. - ¡Oh! ¡Vaya! Si que he interrumpido... - Dijo al ver el café y los donuts. - Eres... Kat, ¿verdad? - Sara miró a su padre y le guiñó un ojo. No era la primera vez que le decía que aquella chica estaba detrás suyo y para ella aquello era prueba de que así era.

Por mi parte, seguí con el donut y el café, buscando calmarme y que su hija se marchase. Pero cuando vi aquel gesto, entendí que debía irme. - Bueno yo... debería irme ya... solo vine a felicitarte las fiestas, Sam y a darte esto... - De mi bolsillo saqué una pequeña caja de color verde, con un lazo de un tono verde más oscuro que dejé sobre la mesa. - Y recuerda, no se abre hasta Navidad.

El café estaba a medias, como el donut. La verdad era que esperaba poder estar más tiempo allí e invitarle a cenar esta noche en casa, pero ya tenía planes, así que... esa era la manera más elegante de marcharme de allí. - Y por favor, no lo pregones, no quisiera tener que regalarle a todos los clientes algo por Navidad... - Me abroché la chaqueta y me puse la bufanda antes de despedirme de los dos y caminar hacia la salida. - Y si no te gusta, está el ticket-regalo en la caja...

Cuando Kat se había alejado lo suficiente, Sara te miró. - ¿Vas a dejarla que se marche así, papá? Mírala. ¿Qué más necesitas para ver que está loca por ti? Desayuno en el trabajo y un regalo de Navidad... y si yo no hubiese aparecido seguramente hubiese habido algo más... siento haberlo estropeado todo, pero aún puedes alcanzarla... Tienes que olvidar a mamá y vivir tu vida y si no te das prisa, fijo que Stevens se lance a por ella.

Ambos mirásteis y justo, Stevens, un agente de la comisaría, no tardó en interceptarla y ponerse a hablar con ella. Era un hombre bien parecido, con carisma y mucha seguridad en sí mismo. Sabía llevarse a casi cualquier mujer a su cama con solo una cita.

- Y si no me crees... abre el regalo y veremos si tengo razón o me equivoco... Stevens la tendrá entretenida un rato aún y yo se lo quitaré de encima si quieres seguir hablando con ella.

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23/09/2020, 02:44
Sam

La interrupción de su hija le tomo por sorpresa y se encontró de pronto con un regalo inesperado en la mano.- Eh... no, no voy a abrirlo.- dijo guardando la caja en su mesa.-Ella dijo que era para navidad y voy a respetar su deseo.- aseguro viendo como Kat se alejaba. 

Una parte de el quería ir tras ella. Aun le resonaba en los oídos las palabras de Noche asegurando que había una mujer que sufriría si le pasaba algo mientras se preguntaba si hablaría de su ex, de Kat o de cualquier otra... veía improbable que se refiriera a Nadia, la anciana que atendía la tienda de Donnuts. Se dijo a si mismo que no podía ser Kat ¿Como iba una mujer tan bella y joven interesarse por el?

- Bien cariño, tengo que volver al trabajo y no creo que tu quieras llegar tarde. Te veré esta noche, a las ocho en punto, no faltare.- aseguro despidiéndose de ella con un beso en la mejilla.

Vio como su compañero se acercaba a ella, no era quien hubiera elegido para Kat pero sin duda era una mejor opción que un policía de su edad. El era joven, apuesto, con un futuro brillante por delante.

 

- Señorita Drakeson, por favor espere.- dijo el agente Steven.- Perdone que la moleste, me pregunta si le apetecería un café. Aun no he desayunado y no me gusta comer solo. ¿Me haría el favor de acompañarme?

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23/09/2020, 14:11
Katherine Drakeson

  - Oh, vamos, papá. ¿No tienes ni la más mínima curiosidad? - Te preguntó tu hija viendo como guardabas el regalo en el cajón de tu escritorio. - ¿No viste lo nerviosa que estaba? No quería estar delante cuando lo abrieses... ¿O acaso mañana vas a ir aposta a verla para abrirlo delante suyo? Claro que viéndolo así, sería una buena excusa para que quedases con ella. - Te sonrió. - Piénsalo un poco papá. ¿Cuántas mujeres te han regalado algo en estos últimos años, que no sean de la familia ni por agradecimiento por tu trabajo? ¿Eh? - En ese momento te despediste de ella, metiéndola prisa para que se marchara.

- Por un día que llegue tarde no va a pasar nada. Quiero ver como da calabazas a Stevens. Porque estoy segura de ello. Hagamos una cosa. Si ella le da calabazas, me dejas ver el regalo y no te digo lo que es pero sí si se trata de algo que le regalaría a alguien a quien  le gustas y ya lo abres cuando quieras y me voy. Si se va con él o se cambian los teléfonos, me iré a trabajar sin más. - Te miró fijamente a los ojos, esperando tu respuesta.


Iba a salir, cuando un hombre me detuvo. Era un agente algo y bien parecido con una bonita sonrisa y mucha seguridad en sí mismo por lo que pude ver. Me preocupó enormemente que supiese mi apellido. No sabía si aquel agente era "de los buenos o de los malos", aunque su invitación a tomar café me sonó sincera no me fiaba. - Disculpe agente... - No sabía quien era, no le recordaba. - Ya he desayunado. - Dije mostrándole el pedazo de donnut que quedaba en mi mano. - Con el inspector Jordan. - Añadí, tratando así de marcar el terreno y mirando hacia Sam y su hija.

En ese momento me di cuenta de que me había dejado el café en la mesa. - Así que no tengo más interés en desayunar de nuevo y sí prisa por ir a hacer algunos recados... Si me disculpa, agente. - Volví a mirar a Sam y regresé a la mesa.

- Disculpadme los dos, ahora soy yo quien interrumpe. Me dejé el café aquí con las prisas. - Dije cogiendo el vaso. - A ver si así tu compañero se da por aludido que vine a desayunar con quien quería y no con él... - Añadí sin mirar a Sam. - Ahora si me voy. Espero que paséis una buena noche. - Les dije a ambos.

No quería irme. Sin su hija delante hubiese intentado quedar a comer con él el día de Navidad. Pero me daba demasiado apuro y no quería que ella... en fin, daba igual. Si no era capaz de abrir los ojos y ver más allá de su ex yo no tenía nada que hacer. Debí invitarle cuando empezó a gustarme, pero hablaba tando de volver con ella, de intentarlo de nuevo que sabía que me rechazaría. Ahora ya no habla tanto de eso, pero se ha centrado tanto en su trabajo que parece que los demás no existimos.

- Ya nos veremos. - Le dije a Sam. - Que hoy no abrimos hasta la una y si mañana trabajas, cosa que me da que harás, no te veré hasta... - Me encogí de hombros. - Sara, si vienes con tus amigas, la primera es gratis. Pero solo para vosotras. - Le indiqué a la joven y esta vez, con el café a la mitad en la mano y el donnut, me volví para irme de una vez. Al girarme miré al agente tan majo y ligón y alcé mis manos mostrándole mi desayuno, para que no me parase de nuevo.


  - ¿Ves papá? Gané la apuesta. - Te susurró Sara. - Abre el cajón y déjame verlo. Que encima no solo le ha dado calabazas, sino que ha vuelto para decirte que sigue libre... ¿Cuándo vas a verlo? - Sara se quedó mirándote, esperando tu reacción.

- ¿Por qué no la invitas a que venga a cenar esta noche a casa? Para que estés más tranquilo lo haremos en la tuya si quieres. ¿Quieres que se lo proponga yo? Así si dice que no, no te llevas el palo... Que lo mismo tiene planes, pero hablando con ella y preguntándola antes se los podemos sacar y si no los tiene pues... - Te sugirió tu hija. - Decídete pronto que me marcho. - Te indicó. Esta vez si parecía que hablaba en serio y al final la que se suponía que se iba a quedar salió de estampida y la que no iba a tardar parecía no tener prisa.

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23/09/2020, 16:46
Sam

Sam resoplo.- No me vas a dejar en paz hasta que te salgas con la tuya ¿verdad?.- pregunto a su hija con resignación, abrió el cajón.- Esta bien puedes ver lo que es pero no me lo digas. Quiero mantener mi palabra... pero me parece bien invitarla esta noche. No parece que tenga otra plan salvo trabajar y es muy triste que cene sola en estas fechas, es una buena persona. Además después de cenar puedo llevaros a las dos a su local, que siempre es mas seguro que salir solas de noche... Pero es solo una amiga, ¿De acuerdo?.- dijo esperando que su hija dejara de picarle.

El agente tomo su café y salió detrás de Kat, sin querer saber si su hija miraba el contenido de la caja o no, o que había en él. Alcanzo a la mujer en el ascensor.- Espere.- pidió logrando que no le cerrara la puerta del ascensor en la cara. Entro en el ascensor y sonrió.- Disculpe, mi hija y yo nos preguntabamos si le gustaría venir a cenar con nosotros esta noche, ya sabe, es la noche de compartir con los amigos y la familia, si no tiene otros planes...claro.

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23/09/2020, 17:14
Katherine Drakeson

- Ya sabes que no. - Te respondió tu hija con una sonrisa. - No te preocupes, no te diré lo que es, no te daré pistas pero si te diré si hay interés o no. Y sigo apostando por que lo hay. - Cuando te escuchó decir que invitaría él mismo a Kat a cenar, tu hija te sonrió y te dio una palmada en la espalda.

- Pues ya estás corriendo o pierdes el ascensor. - Esperó a que las puertas se cerrasen para ver el contenido del paquete.

Cuando escuché aquel espere, le di al botón para que las puertas se abriesen de nuevo. No esperaba a Sam precisamente allí. - Espero... - Le sonreí y vi como las puertas se cerraban con los dos solo en el ascensor. Miré a Sam. Hacía muchísimo que no me trataba de usted y eso me sorprendió. - ¿Y tanta formalidad, inspector Jordan? - Le dije siguiéndole el juego. - ¿Cuándo hemos dejado de tutearnos?

Pero su invitación me pilló por sorpresa. Era lo que iba a ofrecerle yo, pero sin su hija, claro estaba. - Veamos, opción a: cenar con usted y su hija... - Seguí con el rollo de tratarle de usted. - Opción b: cenar cualquier cosa sola en casa, ver la programación de Navidad de todos los años y luego prepararme para ir a abrir el local. La opción b es muy tentadora... - Le sonreí nerviosa. - Pero creo que me quedo con la a. - Dije arrugando levemente la nariz.

- No tengo familia, Sam y aunque parezca que ser dueña de un bar te genera amigos... normalmente son todos por el interés de tener copas gratis o conseguir llevarme a la cama. Y tú nunca has intentado ninguna de las dos cosas. - Por desgracia. - Y me has ayudado cuando las cosas se han puesto un poco feas y por primera vez en mucho tiempo, me he sentido protegida por alguien, así que sí... iré encantada. - Me sinceré no sin ruborizarme al confesarle aquello. Se había convertido en mi caballero de brillante armadura, hasta que Noche salía a la calle.

Saqué mi móvil. - Tendrás que darme una dirección, una hora y que queréis que lleve... Si tu hija contaba con los dos solamente, puedo preparar algo para llevar o te pasas a recogerme, pues ya sabes donde vivo... o sabías... el caso fue hace mucho tiempo y seguro que se te ha olvidado... - Le pedí nerviosa y dando un trago al café después, deseando que aquel ascensor no llegase nunca a la planta baja.

- A parte de llevar un bar, también se cocinar un poco. - Bromeé tratando de relajarme de nuevo. Estábamos solos, en un sitio tan pequeño y sabía que no debía forzar nada. Él no era como los demás y quería que se fijase en mí como mujer, no como una amiga o incluso una hija.

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23/09/2020, 23:16
Sam

- Es deformación profesional.- se disculpo Sam por no tutearte. Bebió café mientras bajabais mientras te escuchaba.- Tampoco es que yo tenga mucha vida social, ya sabes, el trabajo me absorbe mucho tiempo y energía. 

Se Tapo con la mano para que no le vieras bostezar.- No te preocupes por nada. Mi hija cocina como si un regimiento hambriento fuera entrar por la puerta. La... te pasare a buscar a eso de las siete y media, recuerdo donde vives. 

El ascensor se abrió un par de pisos más a bajo y un viejo oficial aprovecho la ocasión para cargar a Sam con mas trabajo.

- ¡Sam! Te estaba buscando, ¿Tienes los informes del caso Michelle? El fiscal quiere acelerar el caso y los necesitamos para ayer.

- Si, casi los he acabado, dame treinta minutos.- respondió Sam antes de despedirse.- Lo siento, el deber me llama. ¿Quedamos así entonces?.- pregunto para asegurarse antes de salir del ascensor para volver a su puesto.

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23/09/2020, 23:52
Katherine Drakeson

Le iba lanzando pequeñas miguitas de pan, pero no parecía cogerlas o querer hacerlo. Era evidente que sabía que estaba ahí, puesto que me veía y hablaba, pero quizás debería de dejarme de sutilezas con él y ser un poco más directa, porque me daba la impresión de que eso no era lo suyo o como decía, estaba tan centrado en el trabajo que no veía más allá.

- No te preocupes. Lo único pues que me hace sentir más mayor de lo que realmente soy y aparento menos edad de la que tengo. Tu solo piensa en que edad crees que puedo tener, súmale cinco años y seguro que te quedas corto. - Le sonreí haciéndole pensar en mí de manera más directa para luego volverme hacia el café.

- Creo que debí subirte un triple de café... ya lo se para la próxima. - Le dije al verle bostezar. - Descansa un poquito más, aunque solo sea por hoy y que no te duermas sobre el plato mientras cenamos. - Volví a bromear. Me sentía más calmada hasta que dijo que recordaba donde vivía. Eso si me puso nerviosa. Habían pasado meses desde aquel día y solo recuerdo que viniese a mi casa a preguntarme  un par de veces... ¿Se fijaría en mí en aquel entonces y lo dejó pasar?

Cuando iba a decirle que tenía muy buena memoria, entró un superior en el ascensor o esa fue la impresión que me dio por la conversación que se produzco entre ambos. No quería meterle en un lío. Así que le respondí de manera escueta. - Sí, inspector Jordan. Muchas gracias por todo. Hasta la próxima. - Y con esas salí del ascensor y desde allí de la comisaría.

Según caminaba una amplia sonrisa se iba dibujando en mi rostro a cada paso que daba. No era lo que había planeado pero... si podía ser un paso adelante. Ahora solo debía ir al local, ver que todo estuviese en orden, coger una botella de vino para llevarla para la cena y ver en el armario que tenía para ponerme esa noche. Quería algo sexy y elegante que le hiciese ver que realmente era una mujer, no una niña y que no dijese que era una facilona de una sola noche...


Al llegar arriba tu hija te esperaba en la puerta del ascensor. - ¿Y bien? ¿Qué te ha dicho? Vamos, papá, no te hagas de rogar, que ahora si que llego tarde. ¿Sí? ¿No? ¿Quizás en otra ocasión? Ya viste como le dio calabazas a Stevens, estoy segura de que te dijo que sí, pero necesito confirmarlo para poner otro plato en la mesa. - Te guiñó un ojo.

- Y en cuanto a tu regalo... no te diré lo que es, pero si se ha gastado el dinero que creo que cuesta eso, tienes que gustarle mucho. Y contiene una nota, pero no la leí.  - Tras tu respuesta se despidió de ti de nuevo. - Papá, recuerda que hoy, a partir de las doce de la noche, es Navidad. Puedes llevar el regalo a casa y abrirlo allí. - Te sonrió para luego correr hacia el ascensor.

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25/09/2020, 01:26
Sam

A Sam le esperaba otro interrogatorio arriba.- Si, viene a cenar con nosotros pero no te vuelvas loca que te conozco.- pidió el agente.- Es una amiga que esta sola en navidad y vamos a cenar los tres juntos, no veas mas de lo que hay. Y el regalo es gratitud por aquello que te conté que paso... De todas formas me pasaré por el centro comercial en el almuerzo, me parece feo no corresponder con un detalle y ahora vete, no quiero que te riñan por mi culpa.- Sam le beso la frente a su hija y se puso a trabajar en los informes pedidos.

Aquella ciudad no paraba nunca de generar delitos y el trabajo se sumaba en una marea de expedientes ocultando su mesa, de tal manera que al medio día se quedo avanzando el trabajo, olvidando por completo el tema del regalo.

El puñetero vigilante, Tyr, no se había retirado a su casa la noche anterior. Había dejado a tres pandilleros magullados y un camello local con una pierna rota.

Comio un sandwiche que amablemente le llevo Stevens.... para sonsacarle el nombre de su preciosa visita. Fue entonces cuando recordó el regalo y que tenía que ir a recoger a Kath. Entrego sus informes, cogió el regalo del cajón metiendolo en su bolsillo al corriendo en busca de algo.... ¿Pero que?

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A las siete y media Sam llego a recoger a Kat. Había hecho un uso indebido de las sirenas para abrirse paso por la ciudad pero se dijo a si mismo que era por una buena causa, que pondría cinco dolares en el bote para los huerfanos del cuerpo y eso lo compensaría. 

En la guantera escondía una caja con un regalo para Kat. El regalo de su hija llevaba días bajo el árbol, junto con el de su ex-esposa que también daría a su hija para que se lo llevara, pero de alguna forma, el que escogió para Kat era especial... puede que demasiado... mientras ella bajaba medito si era buena idea dárselo... no era muy caro, puede que no estuviera a la altura de lo que ella le regalo, claro que el sueldo de policía decente no daba para muchas alegrias.....

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25/09/2020, 01:57
Katherine Drakeson

Tu hija te sonrió y te guiñó un ojo. - Ya te lo avisé... y cuando veas su regalo o como se comporta, te darás cuenta. Estás acostumbrado a interrogar y a leer los gestos de los delincuentes a parte de lo que dicen. No te digo que la interrogues pero lee su lenguaje coporal.

Ya me encargaré yo de las preguntas. - Pensó divertida Sara. Se había propuesto que su padre viese que había algo más allá que el trabajo y su pasado. Kat quizás fuese demasiado joven para él o eso parecía, pero sería el mejor impulso que podría darle.


Después de pasarme por el local, revisar las cuentas, rellenar las cámaras que habían quedado con huecos y ultimar todo para tener un buen arranque para aquella noche, cogí una botella de vino de esas que guardaba para clientes con gusto exquisito y volví a casa. Estaba rota, literalmente.

Depués de ser Noche y pegarme el madrugón para ir a ver a Sam y el rato en el local, necesitaba descansar. Pero estaba tan excitada por cenar con él y su hija que no podía relajarme. Así que solo tenía una opción: buscar que ponerme para esa noche hasta que el sueño venciese ese estado.

Pero antes de hacer nada, envié un mensaje a Dina, mi vecina, no solo para felicitarla las fiestas, sino para decirle lo de Sam y la cena. Ella sabía que estaba loca por él a parte de que era Noche. Se había ido a pasar las fiestas con su familia a otro estado y la verdad es que añoraba que no estuviese cerca, como amiga y como compañera de travesuras de Noche, aunque lo segundo podía hacerlo desde su ordenador en un rato.

Después de sacar medio armario, di con lo que llevaría puesto al tiempo que mi cama me llamaba. Me desvestí y dejé la ropa abajo. Tenía la sana o insana costumbre de dormir como mi madre me trajo al mundo, así que me metí bajo las cálidas sábanas y el nórdico y me quedé dormida enseguida.

Al despertar sentí que había dormido días, pero iba bien de hora, así que me fui directa a la ducha para luego prepararme para esa noche. Cuanto más se acercaba la hora con la que había quedado con Sam, más nerviosa me ponía. Eran y veinte y estaba lista para salir por la puerta. Repasé todo antes de hacerlo: llaves, móvil, documentación, botella de vino... Me volví a mirar en el espejo y me puse el abrigo. Al salir a la calle, vi que Sam estaba con el coche en doble fila esperando.

Mi largo abrigo no dejaba ver que llevaba puesto por debajo, sería una sorpresa más. Nerviosa caminé hacia el coche y abrí la puerta. - Buenas noches. - Le dije con una sonrisa mientras subía. - ¿Llevas mucho tiempo esperando? - Pregunté con una temblorosa voz. Esperaba que no. Mi casa daba al callejón y no podía ver la entrada principal.

- Gracias por invitarme a cenar con vosotros... la verdad es que yo fui a verte para eso mismo... pero sin hacer nada especial, quizás una pizza en casa y pasar un rato agradable con un hombre decente que me ha ayudado tantas veces y sin que el trabajo nos interrumpa cada poco. - Luego levanté la botella.- Llevo una botella de vino para la cena. Cortesía de mi local. - Le sonreí disfrutando de su perfil mientras conducía.

No llevaba exceso de maquillaje, nunca lo hacía. Me gustaba parecer lo más natural posible y resaltar el color de mis ojos con el perfilador negro en torno a ellos. Le miraba sin dejar de sonreír, sintiéndome como se suponía que debí sentirme alguna vez en mi adolescencia, con aquel chico que te gustaba. Pero mi pasado era demasiado turbio y no conocí esa etapa. Mi educación y enseñanzas fueron otras que pocas adolescentes pasaron... incluso alguna se quedó por el camino.

Pero eso fue hace mucho tiempo y fue lo que hizo nacer a Noche. A veces pensaba yo era realmente ella y que esta versión de mí era la farsa y la verdadera máscara para engañar a todos. Y entonces lo recordé...

Hacía unas horas había estado sentada allí mismo, con otra ropa, otra voz y más tranquila interpretando el papel de alguien a quien no le importa el hombre que tiene al lado. No de manera amorosa al menos. Y ahora, estaba en el mismo sitio, siendo yo misma, completamente nerviosa a sabiendas de que aquello realmente no significaba nada aunque fuese un paso más para conocernos un poco mejor. No quería darme esperanzas pero no podía evitarlo. Eso dejaba claro que era Kat quien mandaba, no Noche.

En se momento sonó mi móvil. Era un mensaje de Dina. ¿De quien si no? Me felicitaba las fiestas y me deseaba suerte en la cena. De paso me pidió que la llamase en cuanto pudiera para contarle todos los detalles y sonreí. - Bueno, el único mensaje de Navidad que recibiré esta noche ya ha llegado. - Le dije a Sam mientras respondía con un breve "Gracias. Ya te contaré".

- Si no fuese porque me puede llamar un empleado diciendo que está malo, apagaría el móvil ya. - Hablar de cosas superfluas me ayudaba a calmarme o al menos eso esperaba.

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27/09/2020, 16:54
Sam

Sam no entendía el motivo por el que le sudaban las manos, puede que fuera por el tiempo que llevaba sin tener una cita, claro que aquello no era una cita. Era una amiga con la que compartirían la cena de navidad para paliar la soledad mutua. 

No esperaba que ella fuera puntual, su ex no lo era y por lo que recordaba de sus años de instituto, le pillo por sorpresa verla aparecer a su hora. La vio acercarse embobado. Estaba bella, elegante... y era tan joven.

Al menos pudo cerrar la boca antes de que ella lo viera. Le abrió la puerta.- Por favor, es un placer tenerte con nosotros. Contra más seamos más divertido.- dijo tratando de pensar en algo que no fuera lo bien que le quedaba aquel vestido. Acepto la botella.- En serio, no tenías que haberte molestado.. pero gracias.

El agente espero que tuvieras el cinturón puesto antes de arrancar.

- Te aviso que mi hija esta muy pesada con el tema de buscarme pareja, puede que suelte algunas bromas al respecto... No le haga caso, creo que es una fase, como cuando no podía dormir sin su chupete.- Bromeó.

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27/09/2020, 18:48
Katherine Drakeson

- El placer es mío, créeme. - Dije tímidamente a Sam y me centré en abrocharme el cinturón mientras esperaba que se me bajasen los colores. Siendo Noche me costaba menos hablar con él. Me metía más en aquel papel y la máscara ayudaba. Pero ahora no era más que yo misma y estaba bastante verde y torpe en cuanto a ligar y las citas, aunque no fuese lo segundo.

- Se dice que es de mala educación no llevar nada cuando te invitan a una comida o una cena a una casa. Es lo menos que podía hacer. - Y por supuesto que había comido o cenado antes en casas ajenas, como la de Dina, pero no era lo mismo. Ella era mi vecina y mi amiga y él... Era todo distinto. Además, no tenía nada para su hija. A penas la conocía y en tan poco tiempo no hubiese sabido que comprarle y acertar.

Dios, era solo pensar en si habría acertado o no con el regalo para Sam y me ponía nerviosa. Solo esperaba que no lo abriese delante mío o me moriría de vergüenza.

- Hombre, Sam... sinceramente... hace mucho que te separaste de tu mujer, aún eres joven y puedes empezar una nueva vida, eres alto, no tienes mal tipo y no veo que seas un coco que pueda espantar a las mujeres. Además de ser honrado, agradable, educado y... - Guardé silencio. Me pasaría todo el viaje adulándole. Le sonreí nerviosa para mirar por la ventanilla. Me daba miedo la reacción a mi siguiente pregunta. - ¿Acaso no te gustaría rehacer tu vida o al menos tener una cita con alguien? - Le miré con temor.- Prefiero hablar ciertas cosas sin tu hija delante...

De golpe me puse nerviosa por completo y me aferré con fuerza a la botella de vino, sentía que de golpe me había lanzado a por él para dejarle claras mis intenciones si se daba el caso. Era verdaderamente segura de mí misma cuando me ponía aquel traje y la peluca y salía a defender la ciudad, solo perdía algo de seguridad cuando aparecía él. Pero cuando era yo misma, no era más que un mar de nervios y la verdad era que solo pensar en que Sam tuviese una cita con alguien que no fuese yo me hacía sentirme mal, casi sacar las uñas.