Partida Rol por web

Y de pronto el almacén se convirtió en un infierno.

Algo no salió bien y los rusos sacaron sus armas disparando a todo lo que se movia.

Lo que se movía en la oscuridad era Red Hunter, pero no apareció solo.

Junto a él otro tipo de extraño aspecto repartía justicia con un enorme mazo entre las manos.

El ninja vio su oportunidad de actuar, uniéndose al combate, sin darse cuenta de que una dama peliroja, otra vigilante, había sido atraída a la fiesta. 

Aquellos que solo habían oído hablar de Red Hunter entendieron que la leyenda no estaba a la altura. Era rápido, su puntería letal, siempre un paso por delante de los delincuentes como si pudiera leerles la mente. El fue el primer héroe real de la ciudad y sin duda era el mejor, el mas grande.

No obstante su oponente era Ivanov, el líder de la mafia rusa. Una mente criminal que contaba con una imagen publica impecable, comprada a base de donaciones y contribuciones extraoficiales a los partidos políticos, que le garantizaban un trato favorable fuera quien fuera el que ganara en las urnas.

Después de unos minutos de pelea intensa Red se dio cuenta de que algo no iba bien. Aquellos no eran los chicos de Ivanov, al menos no todos. Los rusos eran cortados a patrón, altos y fuertes. Ivanov no contrataba mierdecillas y allí había criminales de toda talla.

Parece que a los rusos se les esta terminando la suerte, no solo apareció red hunter sino también otros 2 elementos de mas, eso les pasa por dejar filtrar las cosas tan fácilmente, esto a los chinos no les pasaba.

La situación es como caída del cielo, entre mas desordenada sea es sin duda mejor para mi.

El primero estaba demasiado concentrado en red hunter como para fijarse en un tipo con una pijama y un pasa montañas, le corte la garganta tan rápido que estoy seguro de que desde los manantiales amarillos  se sigue preguntando como fue que murió, el segundo dio mas resistencia, era mas corpulento y tenia mejor vista, pudo bloquear mi puñalada con su ante brazo mi cuchilla se quedo atorada en su hueso pero afortunadamente traigo un plan de respaldo, si quería una de mis cuchillas primero tendría que pedirle permiso a la otra, rápidamente apuñale su globo ocular con el arma en mi mano izquierda llevándome la vida del tipo, después de tanto ser esa escena la mitad de los rusos ya estaban apuntando sus rifles hacia mi por lo que acercarme hubiera sido buscar mi propia muerte, tome el arma del hombre que acababa de matar y me cubrí en una de las gruesas columnas de el edificio y comencé a entrar en un fuego cruzado contra los rusos llevándome la vida de otros 3 de ellos.

Era mi segunda noche haciendo correrías por Shadow City. Todo el traje estaba hecho de tela elástica y goma eva por encima para darle un toque "especial". Quería ver hasta que punto era cómodo hasta que me fuesen llegando el resto de componentes y ver como me quedaba. Ir probándolo por la calle me servía para ver que debía modificar primero. Por ejemplo ya el primer día me di cuenta de que los antebrazos debía protegerlos un poco más, puesto que llegué con algunos moratones a casa.

En aquella segunda noche seguía buscando ratas y violadores, camellos y cosas sencillas. Habían pasado algunos años desde que escapé de mi "academia" y no estaba ni en forma ni sabía si recordaba todo. ¿Y que mejor manera de entrenar que con gente real? Sus golpes irían a dar y sus navajas también. Aunque me preocupaban más las pistolas, puesto que lo único en lo que había trabajado de verdad era en la capa, para que me ayudase a planear o frenar caídas desde alturas grandes y con el maniquí funcionaba como paracaídas... pero no sabía si lo haría conmigo.

Pero bueno, mientras no tuviese que intentarlo, por el momento estaría a salvo.

Y saltando por los tejados y por escaleras de emergencia, me encontré en un callejón con un tipo sospechoso. Fumaba inquieto. Algo planeaba. Así que antes de dejarle hacer nada, decidí meterme de por medio... y la cagué.

Era un mafioso, no de un rango muy alto, que estaba de cebo para algo, porque en cuanto aparecí sus matones también y estos no llevaban bates de béisbol o cadenas ni navajas. Eran armas de fuergo de verdad. E hice lo que cualquiera hubiese hecho teniendo la ventaja que tenía de tener la salida del callejón a dos pasos a mi espalda.

Correr.

El problema entonces fue que no conocía la ciudad, solo mi calle, como llegar a mi trabajo y poco más y no sabía ni donde estaba. Escuchaba los disparos a mi espalda y a aquel mafioso gritando que me matasen. Así que corrí como alma que lleva al diablo, buscando un sitio donde poder subir y desde allí probar la capa. Era morir a balazos o estamparme contra el suelo, pero al menos la segunda opción me daba una oportunidad de sobrevivir si la capa funcionaba como debía.

Y por fin encontré donde meterme, un edificio abandonado. Subiría a oscuras, saltaría desde el ático y... no quise pensar en el final.

Pero al entrar escuché que había algún tipo de pelea dentro. Así que me acerqué a ella. Si eran dos bandas mafiosas rivales, quizás podría dejar a mis perseguidores con ellos, pasando en sigilo por el campo de batalla y solucionado. Pero me encontré algo distinto. Si habían mafiosos, pero peleaban contra Red Hunter, un tipo con una enorme maza y ¿un ninja? Fuese como fuese, aquello no pintaba bien para ellos ni para mí por culpa de mis perseguidores, pero la verdad era que luchar junto a Red Hunter y demostrarle lo que era capaz de hacer era una oportunidad que no podía dejar escapar, aunque aquellos mafiosos fuesen igual de peligrosos que los míos, entre los cuatro lograríamos vencerles...

Así que me uní a ellos y como esperaba, mis perseguidores también se unieron a la fiesta. El caos se desató por completo y supongo que al principio dudaron de donde había salido y de que lado estaba hasta que empecé a dejar K.O. a alguno de los rusos por la espalda. Era lo bueno de que estuviesen centrados en aquella columna y el ninja que parecía no tener reparo en mancharse la manos de sangre y que no se hubiesen percatado de mi presencia. Aquello ayudó también a que mis perseguidores me perdiesen de vista, aunque sabían que estaba allí y querían mi cabeza como trofeo.

Mi adrenalina se había disparado en la huída, pero ahora había aumentado de intensidad y sentía como mis movimientos de combate volvían a mí de manera instintiva. Como si nunca los hubiese dejado de lado. Como si no hubiesen pasado esos años desde que dejé aquella prisión donde me querían convertir en una máquina de matar. Mis golpes eran precisos y efectivos. Buscaba siempre la sombra para protegerme y deshacerme de mi presa. Sin armas. Solo con mis manos, logré dejar K.O. a muchos de ellos de manera efectiva con aquella estrategia mientras que veía como Red Hunter superaba mis movimientos en todo: velocidad, agilidad... era como si se metiese en la mente de su atacante y supiese lo que iba a hacer.

Por eso evitaba el cuerpo a cuerpo directo, porque siempre me llevaba palos si el que estaba delante sabía pelear.

Pero no siempre podía ocultarme en las sombras y decidí salir de ellas. Al principio no me fue del todo mal. Comencé a sacudir a quienes me habían perseguido por la calle. Sin sus armas no eran tan fuertes. Hasta que di con ella. Porque no era un hombre quien fumaba en el callejón. Era una mujer con su pelo oculto bajo un sombrero de caballero y todo se complicó, porque ella si sabía pelear. Acabé en el suelo, sometida a aquella mujer y no era capaz de anticiparme a nada.

Luego me ató al cuello cable que había a nuestro lado y me alzó como si de una marioneta me tratase. Lo veía todo perdido. Sabía mantenerme fría en aquellas situaciones y aguantaba bien la respiración durante algunos minutos antes de desmayarme, pero al final lo haría y si no soltaba no me despertaría jamás y mi mente se bloqueó al verme así. Expuesta e indefensa me sentía en aquel momento. No tenía miedo pero ni el instinto me acompañaba para soltarme de aquello. Estaba claro que si salía de esa debería dar algunas clases de defensa personal o algo si quería seguir por aquel camino porque al final si que había olvidado gran parte de lo aprendido.

Pero en esa ocasión tuve suerte y vi como Red Hunter se encargaba de ella, liberándome de una presa fácil pero para la cual no tenía idea de como liberarme en aquel momento. Una vez libre, asentí con la cabeza agradecida al gran héroe de la ciudad y volví a la refriega al tiempo que recuperaba el aliento. Estaba claro que lo mío eran las sombras y hasta que no solucionase el problema con el cuerpo a cuerpo, debía permanecer en ellas.

Era un tipo hundido....

sumido en una profunda depresión....

sin motivaciones para seguir.....

Sin sueños o esperanzas.

Un tipo común ahogado en una pena más grande que el mismo....

Que vivía por inercia un día exacto al anterior...

e igual al del siguiente...

Sin amigos ni familia, ni nadie que le extrañara si no estuviera...

Hasta que aquella mascara llego hasta él.

Hacia unas semanas que había descubierto quien era en realidad y todo cobraba un nuevo sentido sintiendo que tenía una misión, un motivo por el que seguir respirando. Luchar contra la locura y la mentira que Loki derramaba sobre el mundo. Bajo su influjo los hombres tomar comportamientos tan poco honorables como el robo y el pillaje, cosas que Tyr debía parar.

Red Hunter era un defensor de la justicia que hacia a Tyr preguntarse si tras aquella mascara no se escondería otro enviado de su padre. Por ello lo busco de forma incansable hasta que él lo encontró, no obstante Red no era más que un hombre común que le tomo por un loco, mas compartían una determinación y un sentido de la justicia que inspiro en ambos un respeto mutuo.

Mas fue una noche que Red se cruzo en su camino, buscando la pista de un tipo ruso al que Tyr había sacado de las calles una semana antes, enviándole a una desagradable visita al hospital. Tyr le contó lo que sabía y Red ato cabos. Iba detrás de algo grande y Tyr no quiso perderse la fiesta.

Así fue como Tyr llego a ese almacén y espero pacientemente que Red diera el pistoletazo de salida para aparecer por su retaguardia, cortándoles toda opción de salida, con sus mas de dos metros de altura y su enorme maza entre las manos.

El primero en recibir fue el que trato de sacar su pistola. Demasiado lento. Recibió un golpe con la empuñadura de madera maciza justo en la nariz. De no ser por el ruido se hubiera escuchado ese hueso romperse y a ese tipo caer al suelo como un tronco cortado. El segundo recibió una patada de bienvenida en el abdomen y al doblarse de dolor, un rodillazo en la cara.

Las armas de fuego no daban la satisfacción de poder romper huesos con las propias manos, el arte de la guerra se perdía apretando gatillos. O eso pensaba tyr mientras descargaba su maza contra la cabeza del ruso que apuntaba a la espalda de Red.

Entonces aparecieron mas invitados. Un chico en pijama y una señorita que iba disfrazada de consolador negro... o eso le pareció al ver la forma de su casco y sus ropas. Cada vez los vigilantes eran mas frikis para su gusto pero estaba ocupado descargando su mazo contra tres tipos que trataban de rodearle como para fijarse mejor.

Frikis o no eran compañeros en aquella batalla, estaban del mismo lado así que cuando vio a unos tipos queriendo flanquearlos para dispararles por la espalda no lo pensó y uso toda la fuerza de su enormes músculos para tirar una pila de cajas contra ellos.