Partida Rol por web

Y finalmente el día llegó, tres días después de finalizar la primera prueba, todos los supervivientes fueron reunidos para que se le explicase la segunda prueba, y allí estaba Maze Storm dispuesta a explicarle las reglas a los supervivientes, que eran:

Rod, Lee, Kyle Adams, Alexis, Astrid, Jade, Sandra, Nataly, Frank, Eli, Natalia, Helen, Xin, Brooke, Lis, Michael.

- Todos menos uno que continua inconsciente estáis aquí. Ya tenéis al menos un cinco en el examen solo por llegar vivos, así que podéis estar contentos. Aunque continúa siendo obligatorio continuar menos para el que no puede.

Caminó entre ellos, observándolos. Algunos, como Rod o Astrid, no tenían señal alguna de la primera prueba, sus ropas estaban limpias y no tenían ni rasguños ni rasgos de haber pasado sueño o hambre recientemente. Otros estaban terminándose de recuperar de ello, y solo les quedaban pequeñas cicatrices y algún que otro moratón y finalmente, estaban los que habían llegado en el último día y medio permitido, aquellos tenían aún algunas heridas sin recuperar del todo, marcas de sueño y les faltaban algún que otro kilo.

- La segunda prueba es muy simple y será monitoreada. Recordad, está prohibido usar algún tipo de habilidad, hacedlo y os arrepentiréis mucho. - mientras caminaba entre ellos, fue dándoles una llave a cada uno - En el tercer piso encontrareis seis ascensores, buscados y subid de uno en uno a ellos, continua estando prohibido luchar entre vosotros así que dejaos de tonterías y respetad el orden de llegada, con la llave iréis a un piso distinto al otro y allí, seguid las indicaciones. Si llegáis al final, aprobáis la segunda parte.

Tras terminar sus explicaciones y de dar las llaves, volvió a colocarse frente a todos.

- Si alguien tiene alguna pregunta, que intente adivinar la respuesta. No responderé dudas y ya ha empezado la segunda parte del examen, tenéis menos de una hora para acabar.

Maze Storm. Aquella tía le daba verdadero pavor. Incluso más que los Skull. Era estricta, dura, no se andaba con chiquitas. Nataly no habló en todo el tiempo que ella lo hizo y desde luego no movió ni un músculo, erguida como estaba, escuchando más atenta que nunca. Serían pruebas individuales y eso le hizo mirar a ambos lados, en busca de Sandra y de Brooke. Esperaba que les fuera bien. Muy pocos habían sobrevivido a la primera prueba, no quería perder a ninguna de las dos en la segunda.

Recogió la llave y no perdió el tiempo. Un último vistazo a sus amigas antes de salir corriendo hacia los ascensores. Quería ser la primera en llegar. La primera en enfrentarse a lo que estuviera por venir.

Pasaré el examen.

Una vez llegó, entró en el primero que estuvo libre. No dudó. Metió la llave y dejó que la llevara a su destino.

El ascensor subió varios pisos y entonces se detuvo… frente a Nataly solo había un pasillo poco iluminado y al otro lado de este, una puerta automática de metal. Al llegar, esta se abrió automáticamente, dándole pasó a una amplia habitación muy bien iluminada y nada más cruzar el umbral de la puerta, esta se cerró a sus espaldas.

La habitación estaba cortada en dos por una piscina y al otro lado del lugar donde se encontraba Nataly había una puerta con una cuanta atrás de un minuto sobre ella. El nivel del agua con respecto al nivel del suelo era bastante bajo y solo había escaleras para salir de esta por su lado.

Lo único que unía ambas partes era una estrecha pasarela en el medio pero… en las paredes de los lados se abrían y cerraban chorros de agua con tal presión que iban de lado a lado en toda la zona de la pasarela, recibir uno la lanzaría al agua probablemente.

Más claro que el agua. Nataly observó la situación con rapidez. El camino más sencillo parecía el de la pasarela, pero debía ir con mucha rapidez. Aquellos chorros parecían muy potentes y probablemente la lanzaran hacia abajo. Si fue Nate, soportar esos chorros sería de lo más sencillo, pero no estaba permitido ningún tipo de poder. 

¡Vamos! ¡Sin pensar!

Cogió carrerilla, calculó los intervalos de los chorros y su posición y comenzó a correr. Era una chica ágil y rápida, aquello fue más un paseo que una verdadera prueba. Llegó sin ningún tipo de dificultad a la puerta y la traspasó sin esperar más tiempo.

Su mente insistía en aguijonearla con remordimientos, pensamientos inoportunos, dudas, temores, ira. Nada tenía que ver con el examen y ella trataba de mantenerlo a ralla, de guardarlo todo bajo llave como hacía siempre. De ahogarlo bajo una nube de tabaco. Pero la mayoría de esos sentimientos estaban enfocados en una persona que cada vez que encendía un cigarro la miraba con mala cara así que la cosa se complicaba bastante.

Así que el examen era una distracción tan buena como cualquier otra, lo más cerca que había estado en los últimos días de estar sola un rato. Por eso se calló los comentarios irónicos que rondaban su cabeza, como la inutilidad de proseguir con unas pruebas que ya habían aprobado. Además, las bajas eran tan ineludibles que sentía que se ganaría unas cuantas malas miradas de decir algo y aunque aquello no la hubiera cortado de normal, ella misma había sido una de las afectadas así que decidió, por una vez en su vida, tener un poco de respeto.

Maze no tardó en explicarles de que trataba esa segunda prueba o, más bien, en no explicarles nada. Sonrió, con sus párpados caídos dándole una expresión sarcástica a sus facciones sin que tuviera que esforzarse para ello. "Es muy simple"... Claro, seguro.

No valía la pena entretenerse más en aquello de modo que cogió la llave sin mirar a nadie y se fue directa hacia los ascensores con la intención de no tener que esperar turno.

Otro pasillo igual al anterior con otra puerta al final… y como ya se esperaba, lo que había al otro lado de la puerta era otra amplia sala con otra cuanta atrás sobre la puerta del fondo de un minuto. Era un examen intenso, pero bastante más seguro que el anterior.

En esta sala lo que se encontró fue un simulado campo de batalla. Había estructuras de plástico duro que hacían de escombros, de vallas y demás cosas que uno podría encontrarse en el camino en medio de una misión, todas ellas amontonadas por todos lados y cortándole el camino.

Trepar. No era su punto fuerte. Desde luego si fuera Nate... pero bueno, ella podía con ello. No tenía esos biceps ni esos triceps, ni esos trapecios, pero era hábil y pesaba poco. Esta vez se lo pensó un poco más. Correr y trepar no eran para nada lo mismo.

Cerró los ojos, en posición de salto, echando el aire por la boca dos veces hasta que estuvo preparada y saltó. Empezó yendo bien, pero finalmente... no lo logró

El ascensor subió varios pisos y entonces se detuvo… frente a Brooke solo había un pasillo poco iluminado y al otro lado de este, una puerta automática de metal. Al llegar, esta se abrió automáticamente, dándole pasó a una amplia habitación muy bien iluminada y nada más cruzar el umbral de la puerta, esta se cerró a sus espaldas.

En la habitación había tres muñecos de entrenamiento girando y cambiando de dirección automáticamente.

Además, cada uno tenía una diana en ellos con una luz brillante en medio y al fondo de la habitación, había una puerta cerrada con una cuenta atrás de un minuto sobre ella, tenía un minuto para acertar a las dianas, abrir la puerta y pasar por ella.

No tardó mucho en encontrarse en el ascensor, que la llevó a una sala bien iluminada. Irónicamente, hubiera esperado una estancia en penumbra para dar más tensión al asunto pero ah, sorpresa, de aquello se encargaba un maldito cronómetro con una cuenta atrás de un minuto, sin ningunas instrucciones de lo que debía hacer.

Tampoco es que fuera muy difícil deducirlo, decidió cuando vio las tres dianas. Enarcó las cejas con marcado desdén. ¿En serio? ¿Eso era todo? Por más que se movieran no parecía algo demasiado difícil. Aquella actitud desdeñosa fue la que la llevó a confiarse y a pallar estrepitosamente el primer puñetazo, llevándose un golpe en el hombro que si bien no resultó doloroso si le hizo tragarse su aburrimiento y tomarse aquello más en serio.

Tres certeros golpes después, se dirigió hacia la puerta del fondo a la espera de que esta se abriera.

Enfadada. Estaba muy enfadada porque había caído case si al alcanzar la otra zona. Apretó con fuerza la mandíbula. ¡No podía caer ahí! ¡De ninguna manera!

Entonces lo activó. Cargó su puñetazo, de manera que su brazo empezó a calentarse, sus músculos se tensaron, una pequeña aura anaranjada empezó a brotar de su puño. Su pelo ya de por sí rojo se intensificó por unos instanets. Y con la técnica que Maze Storm le había enseñado, cargó destrozando todo cuanto la obstaculizaba.

Miró el cronómetro de la puerta. ¡Apenas quedaba tiempo! Suerte que tenía unas botas propulsoras compradas para el examen. Las activó y corrió hasta lanzarse y pasar por la puerta en último de los instantes.

Nataly entró por los pelos por la puerta, pues justo cuando la atravesaba esta comenzaba a cerrarse, llegando de nuevo a un tercer pasillo con una puerta al final. Era obvio que más adelante le esperaba otra habitación con otra prueba y tras recuperar el aliento continuó hacia delante ¿Cuántas pruebas tendría que pasar? Aquello era agotador y tener que repetirlo de forma continua era agotador y estresante.

La tercera sala también era amplia, la puerta volvía a tener una cuenta atrás encima pero esta vez estaba cerrada. En medio de la sala había un cajón de arena de varios metros cuadrados y frente a él, un cartel que decía "Encuentra la llave que abre la puerta antes de que acabe el tiempo".

Exhausta. Al principio le había parecido que aquella parte del examen estaba chupada. Pero solo con la primera de las pruebas. Utilizar la técnica del puño de fuego la había agotado muchísimo. Y ahora tenía que encontrar una llave entre tantísima arena. Respiraba de forma entrecortada. ¡¿Cómo iba a conseguirlo?!

No importa cómo. Tengo que conseguirlo sí o sí.

Intentó pausar su agitada respiración una vez más. La última vez no le había servido de mucho y había sido su genio y su parte instintiva la que le había ayudado a llegar a aquel punto del examen. 

- ¡A la mierda!

Ni respiración ni nada. Cogió aire y se lanzó a la caja. Le costó un poco, como era de esperar. Pero finalmente sus dedos dieron con algo duro. ¡Era la llave!

Salió de un salto, sujetando con fuerza la llave entre sus dedos. Caminó como pudo y salió de aquel cajón de arena de lo más molesta. Llegó a la puerta y la abrió.

Otro pasillo igual al anterior con otra puerta al final… y como ya se esperaba, lo que había al otro lado de la puerta era otra amplia sala con otra cuanta atrás sobre la puerta del fondo de un minuto. Era un examen intenso, pero bastante más seguro que el anterior.

En este caso, el nivel del suelo de la zona donde estaba la zona inicial las paredes eran completamente lisas. Aquel desnivel, de un par de pisos de diferencia, solo parecía haber una forma de cruzarlo pues, había varios postes repartidos por el lugar, cada uno algo más alto que el anterior, si iba saltando de uno a otro llegaría a la zona de arriba y podría pasar aquella prueba.

Siguiente sala. Ahora les tocaba saltar como idiotas de palo en palo haciendo el más puro estilo de la grulla. Se encogió de hombros y en lugar de saltar sobre el primer palo, el más bajo, se acercó a la pared. Aquello era un poco ridículo, no les deberían haber permitido ir equipados en absoluto. Pero ahí estaban y ella llevaba su armadura.

- Os lo podríais currar un poco más - dijo en voz alta, sin saber si había micros.

Acto seguido saltó, aprovechando la potencia de la armadura y subiendo sin problemas al siguiente piso, ante la puerta.

Brooke continuó, y se encontró con lo mismo, otro pasillo que daba a otra habitación iluminada. En este caso lo que había en la habitación eran unos chorros de agua en el techo que caían sobre toda la habitación y lo la inundaban gracias a que el suelo era una rejilla por la que se filtraba el agua.

Al otro lado, con dificultad por culpa del agua, pudo intuir la puerta con el cronometro de un minuto y aunque pareciese fácil, caminar con esa presión extra encima era mas difícil de lo que uno podría imaginar.

Vale, aquella prueba era la primera que no le hacía ni pizca de gracia. Las otras dos le habían parecido un juego de niños pero sólo tenía que escuchar cómo caía el agua para saber que con aquella fuerza eso iba a ser por lo menos doloroso. Arrugó la nariz. Qué manía con hacerles daño. Pero claro, seguro que ellos pensaban que sin duda probaba algo importante con lo que acabó por resignarse.

Era un problema lo del tiempo porque no podía tomarse la libertad de pensar con calma en aquello. En ese momento no se le ocurrió ninguna solución alternativa, sólo cruzar por las bravas así que lo hizo. Sólo tuvo un pequeño problema a mitad de la sala, cuando el agua la pegó al suelo con fuerza, pero tras lograr levantarse acabó por pasar casi corriendo.

Siguiente puerta. Otro nivel más, sólo que ahorra chorreando. Yuju.

Muchos iban completando pruebas, otros se habían quedado encerrados en alguna sala. Y ahora, cuando había pasado como un tercio de esa breve pero potente prueba las luces y los mecanismos se apagaron y una voz sonó por los altavoces.

- ¡Atención a todos! ¡No es un simulacro ni parte del examen! ¡Un dragón está atacando la instalación por lo que se activará el sistema de defensa que aislará la parte exterior de la interior y la interior por secciones.

Todo tembló y solo las luces de emergencia iluminaban las estancias.

- Maze Storm con el apoyo de Red Skull y Black Skull están combatiendo fuera, abandonen el examen y vuelvan a sus habitaciones.

Aunque aquella orden parecía simple, sin luz y con las puertas de atrás cerradas, solo podían volver avanzando y ni si quiera sabían en que piso estaban.

La primera parte del examen había sido dura... Y desde luego los que hemos llegado hasta aquí hemos sido pocos... Pero ahora los equipos se deshacen para comenzar un ascenso individual. 

De manera que cojo en silencio la llave y voy hasta el ascensor.

¿Tal vez combate por plantas? ¿Dificultades diferentes en cada planta? ¿Qué nos deparará?

Sin embargo, una parte de mí no puede alejarse de Kyle... 

Aún no había llegado a la siguiente sala cuando una voz resonó en el pasillo con fuerza, haciendo que elevara una ceja hasta casi llegar a mitad de su frente. Sobre todo lo que le produjo aquella reacción fue lo que dijo la susodicha voz, algo que logró que llevara una mano a la frente como si fuera lo más estúpido que había escuchado en tiempo. Y es que, a juzgar por lo que veía a su espalda, no podía volver atrás, de modo que lo de abandonar el examen no lo habían estudiado demasiado bien. Además estaba el hecho de que seguía pensando que formaba parte de la prueba, simplemente intentaban evaluar cómo reaccionaban bajo presión. Pero si técnicamente no estaban en el examen eso quería decir que las reglas ya no servían.

De modo que sacó el walkie. ¿Lo llevarían Nataly y Sandra? Bueno, la verdad es que le importaba poco si Sandra lo llevaba, desde lo que ocurrió frente a la tienda que casi le había cogido algo de manía.

La voz de Brooke sonó divertida y exasperada por el walkie.

- Aquí Brooke, preguntándose si todo esto no será más que parte del examen. Pecosa, ¿estás ahí? Esto es un rollo y estoy empapada. Y yo sin jabón para que me frotes la espalda...