Partida Rol por web

Pese a que empezaís la partida en la posada las Tres espadas que se haya cerca de la entrada de Norerdia. En esta escena se jugará el encuentro con los bandidos de los que habla la história. Esta escena cumple la función de combate tutorial y aunque no es posible morir, si que podeis quedar heridos y ser dañada vuestra reputación.

Es un dia de primavera, hace un par de días que estais atravesando el Reino de Aerdia del Norte, os dirigís hacia la capital para hacer una parada y obtener más información sobre el secuestro de Eleonora. El camino de tierra esta un poco humedo y es bastante ancho, esta rodeado de campos verdes. En estos campos hay flores, cardos borriqueros, arbustos, y algún que otro árbol.

A lo lejos del camino veís a un grupo de personas, conforme os acercaís percibís que se trata de un grupo de bandedidos. Estan asaltando a unos viajeros, el asalto es violento y os fijais que uno de los viajeros yace en el suelo. Una de las mujeres se haya en el suelo abrazada a un niño y parece que implora clemencia, mientras dos jovenes más son pateados por los maleantes.

al mirar esta escena observo que los bandidos estan ocupados, sin que estos me oigan le digo a Arn "Bandidos, parece ser que esta vez nos hemos topado con problemas", sin mas, saco mi arco largo y cojo una flecha de mi carcaj, preparandome para cualquier cosa, cuando haya terminado le hago una señal a mi mascota(perro) para que se mantenga cerca de mi, por lo demas espero que Arn se adelante, mientras que yo me propongo a cubrirle desde lejos.

 Al observar la escena tiro de las riendas de mi caballo. No me faltomcho para darme cuenta de lo que ocurría. Asentí a Norion. Seguro que antes de que yo llegara al cuerpo a cuerpo, Norion ya habría acabado con más de un bandido.

 - Norion... Dispara a quienes esten cerca de los civiles... no quiero que tomen rehener para chantajearnos.

 Tras esto me pongo el yelmo, desevaino mi espada, herencia de mi padre. Escudo en el brazo izquierdo y espada en el derecho, cargo hacia los bandidos.

Arn espuela a su caballo de guerra y carga a toda velocidad contra el grupo de bandidos con su lanza de caballería preparada. Norion Carga una flecha en su arco y apunta a uno de los tres bandidos que estan pateando a los dos jovenes, a continuación dispara, su flecha vuela 80 metros hasta clavarse en el lado derecho de la barriga del Bandido que resiste el golpe, esta gravemente herido pero aún se aguanta en pie.
El que parece ser el líder de la banda y algún que otro bandido perciben la presencia de Arn cargando.

Muchachos! Tenemos Compañia!

Preparaos para recibid su carga! Farren, Olwen cargar por los laterales intentando evitar al Paladín y avanzad hacía el arquero!

Dicho esto el jefe y dos bandidos toman posiciones preparados para atacar a Arn, los otros dos cargan contra Norion intentando alejarse de la trayectoria de Arn. El herido y otro más que se quedan arrejuntando a los pobres viajeros para tenerlos más controlados.

Arn no ceja en su carga. Solo que, en el momento en que localiza al lider de la banda, dirige su carga hacia él, espoleando con más furia su caballo.

Norion sabe que los dos bandidos se acercan hacia el y no posee mas tiempo que empezar a dar señales a su perro para prepararse a atacarles cuando esten cerca, y preparar dos flechas para su proximo disparo contra estos.

Arn Carga con furia contra el jefe de los bandidos golpeándole en el peto de cuero, el golpe es potente y el enemigo rueda por el suelo encogiéndose de dolor. Uno de los bandidos arremete con su espada corta contra él PLONC impacta en el escudo sin el más mínimo efecto, el otro impresionado apenas se acerca realizando una estocada en el aire.

Dos bandidos avanzan hasta Norion, este espera a que recorran unos metros para realizar su disparo. El disparo se clava en el lado derecho pecho de uno de ellos que grita de dolor y se apoya en su brazo izquierdo evitando golpearse contra el suelo. Permanece arrodillado en él, tomándose un respiro. Su compañero al sentir el grito se despista mirando hacía él y tropieza cayendo en el campo.

El jefe de los Bandidos se levanta del suelo algo desequilibrado y confuso.

Los otros dos bandidos obligan a los Viajeros a apartarse a un lado amenazándolos con sus espadas cortas.

Inicio del tercer Asalto
El Jefe de los Bandidos Actúa último
El Bandido 5 no actúa
Para los demás habrá tirada de iniciativa

Que Hacéis?

Tras el primer golpe, qe arreó al ladrón, Arn arremete de nuevo para ensartar al jefecillo en su lanza. Tal vez sin jefe, los ladrones se desmoralizan. El joven, sin mirar a su compañero, reza para que con sus flechas de cuenta de los demás bandidos.

Al observar que ambos bandidos se hallan en el suelo, me concentro en coger una flecha de mi carcaj y ayudar al paladin, apuntando a uno de los bandidos que se halle en una posicion en la que el paladin no pueda verlo o que se halle en una posicion de ventaja con respecto al paladin.

Norion carga su arco y dispara contra uno de los bandidos cercanos a Arn, sin embargo la distancia es larga y el tiro no es demasiado certero, clavándose en el suelo a unos cuantos metros del objetivo.

Arn dirige su caballo hacia el jefe de los bandidos y ejecuta una lanzada en el pecho del enemigo. Su lanza de caballería atraviesa el dorso del maleante, que cae al suelo quedando estirado. Arn desclava su lanza, el Jefe de los Bandidos esta en las últimas, hace un último esfuerzo para mirar su herida. Contempla horrorizado el agujero de su pecho, mientras en un vano intento por sobrevivir se cubre la herida con sus manos.

Los Bandidos cercanos contemplan el espectáculo atónitos, y no se lo piensan demasiado dos de ellos se dan la vuelta y empiezan a correr, el otro tira el arma al suelo y emula a sus compañeros. El último apenas se puede mover del lugar, su espada corta se desliza de su mano hasta caer al suelo.

El Bandido herido con la flecha en el pecho recobra fuerzas mientras su sangre tiñe la verde hierba, y logra levantarse. Su compañero corre hacia Norion cargando, avanza unos 30 metros.

Ahora que el otro bandido se ha levantado del suelo, Norion coge una flecha de su carcaj rapidamente, apunta con su arco hacia el bandido y dispara sin pensarselo dos veces.

Los bandidos huyen. Ya no hay peligro. Por lo tano ya no hay razón para ajusticiar a los que huyen. Al observar que Norion dispara sobre uno de los que huyen, Arn grita al tiempo que va bajando de su caballo

 - ¡Norion! ¡No dispares! ¡Ven aqui tal vez esté alguna de estas personas herida!

 Dice Arn acercandose a los supervivientes. A simple vista no hay que lamentar más muertes que las de el jefe bandido y los bandidos que mató Norion. Arn, dejando la lanza en el suelo, se acerca a los que fueron víctimas de los bandidos.

 - ¿Estan todos bien? ¿Hay algún herido? ¿OS han robado algo? Os escoltaremos hasta la siguiente ciudad segura. - Dice Arn mientras se quita el yelmo, quedandose solo con la capucha de anillas.

"¡Me gustaria ayudarte paladin, pero este bandido no opina lo mismo que tu!, apunto hacia el bandido con mi arco y le comento "humano, tus amigos estan huyendo y quedais solo vosotros dos, llevatelo mientras puedas y escapad de aqui", en el caso de que siga cargando hacia mi le disparo, en el caso de que decida llevarse su compañero y huir, guardo mi arco y me acerco a ayudar a los viajeros.

El Bandido Carga hacia Norion, no obstante cuando siente sus palabras de advertencia decide girar la cabeza para hacer un vistazo. En el momento en que se da cuenta de la situación, deja caer su arma al suelo mientras grita los siguiente: ME RINDO! GRACIAS POR DEJARNOS IR, AYUDARÉ A LEVANTARSE A MI COMPAÑERO Y ME IRÉ, JURO QUE NO CAUSAREMOS NINGÚN PROBLEMA.

Dicho esto el Bandido se acerca a su compañero y le ayuda a reincorporarse. Juntos empiezan a abandonar el lugar, con un cierto aire de derrota y tristeza.

Una vez que los bandidos se hubiesen marchado, guardo mi arco y mis flechas, le hago una señal a mi perro para que me siga, sigo en direccion hacia al paladin y los viajeros que se halla malheridos o que necesiten ayuda.

El hombre en el suelo tiene una ferida profunda en el costado izquierdo y ha perdido bastante sangre, no parece dar signos de actividad y quizás este muerto. La mujer (es bajita y rellenita aunque con unos mofletes muy monos y un cabello negro liso precioso) agradece una y otra vez a los dioses vuestra ayuda mientras algo desesperada se acerca al hombre del suelo. Parece que esta intentando comprobar su estado, el niño esta muy asustado y no deja de llorar mientras no se separa de su madre.

Los dos jóvenes se levantan están algo magullados, pero no parecen heridos de importancia, a pesar de ello su rostro muestra cierta impotencia y humillación, aunque parece que empiezan a calmarse un poco.

El bandido que se quedo congelado de miedo sigue temblando ante la presencia de Arn mientras balbucea, por el amor de los dioses piedad, tened piedad buen hombre.

 Arn no es que tenga piedad, es que deja al bandido en paz. Le coje sus armas para que no les pueda apuñalar por la espalda y se acerca al hombre herido. Demonios una fea herida... y es un padre de familia... tal vez aún se pueda hacer algo.

 - Apartaos.... espero que funcione.... rezad conmigo vuestras plegarias, ¿quereis? - Dijo Arn arrodillandose  junto al hombre y quitandose los guanteletes, dejando sus manos desnudas, las alzo hacia el cielo y comenzó a murmurar algunos salmos. Luego bajó las manos y las puso sobre el vientre. Las manos comienzan a brillarle con una luz clara, ténue y calida. Una luz que no es terrena, que no es mortal.