Partida Rol por web

Gracias por el consejo. Tendre cuidado. Aunque tampoco es que tenga mucho que perder. Por eso estoy buscando trabajo en un barco. La cuestion es que no me gusta el bullicio que se ha montado aqui con este asunto de LaFleur y tampoco el que no aclare bien la mision del convoy. Soy un hombre de principios y depende que saqueos, expolios o traficos no van con mi moralidad.

Dicho esto me dirijo a la puerta y salgo hacia los muelles en busca de algun barco a ser posible de exploradores o algo asi.

Noto que el fornido individuo que ha apuntado Chandock como Juan Acuña habla español como yo. Y me dirijo a la barra, donde se encuentra.

-¿De dónde es vuestra merced si no tiene reparo en decírmelo? Agradecería por otra parte, que también me invitara a un trago, no se suelen encontrar muchos paisanos en estos lugares inhóspitos y remotos- le digo al tal Acuña con la mejor de mis sonrisas.

Si no tiene nada que perder... -dijo el tabernero elevando la voz mientras Roy se marchaba-, ¿porqué no se enrola? Conozco a muchos de estos que se agolpan aquí... ¿porqué crees que están tan eufóricos? LaFleur da a sus marinos riquezas... y protección, pues apenas nadie le aborda en aguas del Caribe... quizá sería una buena inversión.

Y que actividades realizan?.

Porque no pienso enrolarme si son traficantes de esclavos.

Si roban a barcos de gobiernos que solo buscan hinchar sus arcas no tengo ningun problema o si buscan tesoros o asaltan a gordos mercaderes que inflan los precios por ser de gran necesidad como en hambrunas.

Pero si no es ese el caso preferiria buscar otro embarque.

Entonces el tabernero se acercó a Roy y le comentó en bajo:

Merc LaFleur es un pirata francés que desde hace unos cinco años está dando bastante que hablar. Parece ser que navegó con Bartholomeu el portugués, durante algún tiempo, hasta que pudo adquirir su propio navío, Le Sauvage. Su bandera es roja como la sangre, y dicen que cuando la enarbola no conoce piedad ni cuartel. A su paso, solamente quedan hombres muertos y mujeres violadas... Por supuesto, nadie sabe a ciencia cierta qué presa anda buscando ahora, aunque se rumorea que piensa seguir la flota de la plata, a ver si las tormentas separan de ella a algún galeón español cargado de riquezas...

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(esto no lo sabe nadie, por eso pongo post sólo para ti)

Entonces si en esta ocasion no va a violar a nadie sino a buscar cargamentos de plata de los españoles saqueando a los indigenas me parece una buena opcion.

Cuando acabe esta mision sera cuando con mi parte del botin me ausentare para no tener que cometer esas otras atrocidades.

De acuerdo. Muchas gracias posadero.

Tras una ultima charla con el posadero Roy se encamina a la fila de gente que espera para enrolarse con LaFleur.

Cuando llega mi turno y me pregunta lo que ha estado haciendo toda la noche.

Agarro la pluma y la hoja donde esta escribiendo los datos y escribo yo mismo los mios para que nadie sepa a que me dedico ni como me llamo. Si quieren averiguarlo que pregunten y vere lo que cuento y a quien.

Chandock se levantó rápidamente, al igual que sus dos guardaespaldas, y encañonó a Roy sacando sus pistolas de su faja.

¡Suelta eso! ¿Quién te crees que eres? ¡¡Podría echarte a los tiburones en alta mar y no recogerían ninguna de tus partes...!! No tienes más privilegios que cualquiera de los que están aquí. Ya conoces el protocolo: ¡Nombre, profesión y habilidades!

Chandock parecía furioso.

Lo estaba poniendo por escrito para que veas que se leer y escribir. Ademas asi te ahorro trabajo.

Bien, bien... -dijo guardando sus pistolas y sentándose. ¡Veremos a ver si eres tan cómico delante de LaFleur! ¡Siguiente! ¿Alguien más en este maldito tugurio quiere ser rico?

Me acerco a la barra de nuevo esperando a ver cuando anuncian cuando partimos y donde embarcamos.

 Visto que no tengo nada que hacer y necesito pasta, me acerco a ese tipo y le digo:

Digame señor. ¿Para que tener 30 de los mejores piratas si por un accidente se hacen un corte, se les infecta y mueren por gangrena?

¿Que ocurriría si un día se rompiese alguien un brazo?¿Se lo cortamos?... ¿pero por donde y como hay que hacerlo para no matarlo?

Para esto me presento. Soy el mejor médico que parió madre.

Ademas soy un verdadero manitas a la hora de hacer apaños.

cuando se me acerca Ricardo maraña, le digo:- Soy Juan Acuña, nacido en Bilbao, hace ya muchos años, y marino desde los 5, y usted quien es? compatriota seguro digo con una medio sonrisa, mientras apuro la cerveza y dejandola en la barra le sigo diciendo: - respecto a invitarle a un trago, creo que tendremos que esperar a saquear un barco que la tenga o cobrar nuestra primera paga, puesto que estoy canino, por eso he sido el primero en alistarme, pero seguro que eso no enturbia nuestra relacion, pues he oido que somos compañeros de profesion, tambien has navegado lo tuyo segun he oido.

antes de irnos de la barra le digo al camarero,

- Por cierto, conoce a ese tal Lafleur? como es?, y cual es su principal fuente de ingresos.

Oigo una conversacion cercana entre dos de los que se han alistado.

Ambos me recuerdan cuando estuve en Toledo aprendiendo de los maestros a hacer esas maravillosas espadas.

Y uno de ellos tiene el acento del norte.

Esperemos que entre los alistados haya gente que merezca la pena y no sean todos del tipo si me miras un poco mal te rajo el gaznate y te dejo sin una moneda.

Acuña, tienes razón, era presencia (lo confundí con otro reglamento). bien, el camarero , al hablarle, te dijo algunas cosas interesantes:

LaFleur es un pirata francés que desde hace unos cinco años está dando bastante que hablar. Parece ser que navegó con Bartholomeu el portugués durante algún tiempo, hasta que pudo adquirir su propio navío, Le Sauvage. Su bandera es roja como la sangre, y dicen que cuando la enarbola no conoce piedad ni cuartel. A su paso, solamente quedan hombres muertos y mujeres violadas... Por supuesto, nadie sabe a ciencia cierta qué presa anda buscando ahora, aunque se rumorea que piensa seguir la flota de la plata, a ver si las tormentas separan de ella a algún galeón español cargado de riquezas...

Las palabras de Thorge parecieron agradar al marino Chandock.

¡Bravo!, creo que se ha ganado su puesto si es que es capaz desempeñarlo.

Y apuntó en su folio.

Chandock estuvo luego entrevistando al resto de la taberna... a los que querían enrolarse. Finalmente, dijo que se presentaran todos en el puerto, en la zona sur al día siguiente. Allí nombraría a los elegidos y revelaría las intenciones de ese tal LaFleur.

Haced un último post  voluntario.

NO es obligatorio. Pronto pongo nueva escena.

Por fin ya sabemos donde tenemos que presentarnos. A ver si me cogen y puedo largarme de aqui.

Pensandolo bien me parece que me voy a gastar esta noche las ultimas monedas que me quedan. En el barco solo me serviran para ganarme problemas y no voy a tener gastos. Bueno alguna guardare pero el resto...

Echo un vistazo a la posada y mis ojos se posan en Lucia.

Me acerco hacia ella observandola y cuando llego donde esta la susurro algo al oido.

Disculpa preciosa. Al igual que tu me he embarcado en esto sin saber muy bien que es lo que nos espera y vamos a estar en alta mar un tiempo me parece a mi. Si todo sale bien tardaremos bastante en volver a tierra firme y eso los que vuelvan.

Asi pues me preguntaba si te gustaria pasar esta noche conmigo.

Giro mi cabeza al oir lo que me dicen y observo al hombre de arriba a abajo. Es el mismo que no quiso decir su nombre y profesión en voz alta. Parece un hombre educado, al contrario que la mayoría de los que están en este lugar. Sonriendo, me inclino hacia él. Cuando ya está más cerca, mi mano sale disparada para darle una bofetada con todas mis fuerzas.

-Creo que se ha confundido. Que me interese la proposición de LaFleur no significa que yo esté en venta. Si intenta ponerme la mano encima, me aseguraré de que no pueda molestar a ninguna mujer nunca más.

Salgo de la taberna pensando en lo que haré mañana. ¿Me interesa de verdad subirme a un barco de piratas?¿Tan bajo he caído?¿Y qué puedo hacer si no lo hago? Puedo morirme de hambre. Puedo mendigar. O puedo meterme en la cama con el que tenga dinero para pagar por mi, como aquel tipo de la taberna. Sonrío, tomando una decisión. Toda mi vida he cumplido la ley, y he acabado donde estoy ahora. Puedo probar con este otro camino y ver a donde me lleva. No puede ser mucho peor.