Partida Rol por web

El rumbo de LaFleur

8. El agradecimiento de LaFleur

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13/05/2011, 10:07
Director

Si. Conoces el barco de tanto tiempo estando alli. Sabes donde hay algun ventanuco en camarotes contiguos. Haz 2 tiradas:

  • La primera de "Atletismo" o CON para salir pitando de alli.
  • La otra de "Contorsionismo" o AGI, para salir por dichos ventanucos sin apenas esfuerzo.

Si superas ambas puede que tengas alguna oportunidad. Espero tus tiradas. Saludos.

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13/05/2011, 15:50
Juan Acuña (7/40 Pv)
- Tiradas (2)

Tirada: 1d20
Motivo: CON
Dificultad: 10-
Resultado: 9 (Exito)

Tirada: 1d20
Motivo: AGI
Dificultad: 14-
Resultado: 18 (Fracaso)

Notas de juego

la de agilidad no vale con la que tire antes, en el post que rehice?

sino, pues nada, me quedo atrapado, o tardo mas de lo esperado. :)

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13/05/2011, 15:57
Director

No, no vale. Obviamente, pensaste en tal tirada para otra cosa. Realizaré una tirada oculta de Maña (que en tu caso basta con AG), para ver los efectos de intentar introducirte por el ventanuco (si lo logras al final, si no, si te cabe todo el cuerpo excepto una parte y piensas cómo podrías sacarla también, etc. Esta tirada te producirá un daño de 1d2, al forzar las partes de tu cuerpo). Repito, es oculta, el resultado lo verás en la descripción final de la escena y la partida, y posteriormente cuando cierre la misma. Tendré encuenta tu "pseudo-huida", reduciendo el daño de la pólvora y la explosión y también si logras las tiradas que acabo de describir. saludos.

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13/05/2011, 16:00
Director
Sólo para el director

Juan se internó en la sala de cañones. Ya no había ninguno dispuesto, sino que estaban recogidos y no preparados. Abrió la ventana e intentó meterse por ahí sin conseguirlo. Obviamente era capaz de sacar su cuerpo por ahí, pero no del todo. Intentaría valerse de su maña ahora, aunque le doliera un poco.

Daño por maña (1d2) al no conseguir contorsionismo. Resultado 2 (ya actualizado).

- Tiradas (2)

Tirada: 1d20
Motivo: AGilidad (maña)
Dificultad: 14-
Resultado: 4 (Exito)

Tirada: 1d2
Motivo: Daño (1d2)
Resultado: 2

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13/05/2011, 16:05
Director

Bien, post finales: aquí se desarrolla el final de vuestra aventura:

 

 

 

La chalupa se precipitó hacia abajo...

... en su interior se encontraba Lucía y dos marinos más, también asustados. Phillip ya había caído precipitándose con su "hijo adoptado" como era considerado por todos, y había caído tragándoselos por momentos el ancho mar.

La chalupa se precipitó y ¡¡¡BOO O  O   O   MM!!! El casco de la misma chocó provocando un estruendo abominamble contra el  agua, al tiempo que la quilla quedaba destrozada. El mástil de la chalupa quedó en pie, sin resquebrajarse siquiera, cuya vela se desprendió y soltó, extendiéndose sobre el mar. Dicho mástil tocaba ahora el agua y comenzaba a flotar. La chalupa quedó bastante destrozada, inutilizada sin duda y poco a poco se desmoronaba mientras algún que otro barril y cofre pequeño comenzaba a emerger desde el pequeño pañol-almacén de dicha embarcación. Numerosos remos comenzaron a flotar a su alrededor.

Lucía, tras cortar el amarre con un mandoble y hacer caer la chalupa, cayó a destiempo también, haciendo girar su cuerpo como una fina hoja de papel en medio de un tornado. Cuando su cuerpo cayó al mar sufrió algunas contusiones al estrellarse justo encima de los cascotes y maderos de la desecha embarcación. Sin embargo, dichos daños no tuvieron una importancia relevante. Podría ser perfectamente explicado por un milagro divino que la chalupa no cayera encima de Phillip, el niño o el algunos piratas y marinos que se tiraron al mar, entre los que se encontraba Ricardo. Pero, desde un punto de vista mundano, la suerte fue el factor determinante. En esos momentos, y de forma instintiva los marinos y vosotros mísmos os agarrásteis a algunos cascotes y partes grandes flotantes. Fue en esos momentos cuando, una vez aguantando el tipo en el agua, vuestros ojos vieron una explosión enorme procedente del interior de "Le Sauvage"...

- Tiradas (3)

Tirada: 1d100
Motivo: % de daño de la chalupa tras la caída
Resultado: 66

Tirada: 1d6
Motivo: Daño Lucía de la caída
Resultado: 6

Tirada: 4d10
Motivo: Daño Explosión
Resultados: 7, 3, 5, 8

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13/05/2011, 17:12
Director

A la altura de uno de los pañoles cercanos a la sala de batería de cañones, una explosión gigantesca sacudió todo el barco; El casco quebró al instante, expulsando bocanadas de fuego y flameantes llamaradas que cortaban el viento e iluminando el brillo de las olas más que el propio sol. El ruido que lo acompañó fue ensordecedor, mientras todo el barco temblaba en toda su estructura. El mástil trasero reventó, cayéndose y partíendose las botavaras y haciendo desplegarse las velas, que comenzaron a arder al instante; además hubo una reacción en cadena en sucesivos camarotes contiguos en la popa, provocando pequeñas explosiones de menor calibre. Incluso el estallido llegó a la proa, donde el mascarón, símbolo del navio se desplomó al mar con la sacudida La batalla de arriba se detuvo al instante, mientras trozos de cubierta y numerosos soldados y zombis saltaban por los aires.

Dicha explosión os impactó también a vosotros, una vez caídos, debido a la cercanía a "Le Sauvage". Sin embargo, dichos daños no tuvieron comparación alguna con la tremenda explosión, que hizo que en esos momentos el barco del capitán se partiera en dos mitades, haciendo que cada una de ellas comenzara a hundirse hacia el lado del "corte", mientras comenzaban a estar varadas. Pero lo más sorprendente fue que, de una de las ventanas de cañones, una figura intentasaba salir, y parecía quedarse atrapado en dicha ventana. Finalmente contemplásteis que aquella silueta lograba sacar su cuerpo por el lugar justo en el momento de la explosión. Creíais que habíais vivido la muerte de uno de los marinos, pues el fuego continuo en forma de bocanadas se precipitó sobre la zona donde estaba, haciendo que no pudiérais verle durante segundos, antes de que desapareciera la llamarada. Sin embargo, el marino se precipitó al vacio como pudo, rodeado de llamas sobre sí, como si fuera un lastre, un pelele casi sin vida propia, haciendo descender su malogrado cuerpo al mar, como un peso muerto al agua, en el preciso momento de la explosión.
 

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13/05/2011, 17:26
Director

En esos momentos Phillip, que había dejado al niño en un tablón seguro, nadó hasta el hombre, cuyas llamas había ahora desaparecido, y tras colocarlo boca arriba...


... ¡se dio cuenta que era Juan! Su cuerpo estaba muy quemado, ¡su cara!, parecía estar como inconsciente, porque apenas respondía a las bofetadas del marino para despertarle. Poseía graves heridas en su cuerpo y sangraba entre los maltrechos jirones de sus ropas, tiñiendo el agua cercana de un color rojizo... Phillip cogió a Juan y lo llevó nadando y arrástrándolo a un lugar seguro, junto al niño. Una vez allí, le abrió la boca y le golpeó el pecho indiscriminadamente, hasta que expulsó el agua que tenía dentro de él. En esos momentos pareció recobrar la consciencia, aunque muy vagamente, y parecía delirar... decía...: "Oro..." "Oro...", de forma imprecisa...

Minutos después, un conjunto de maderos y parte del casco de la chalupa junto con restos expulsados de "Le Sauvage" ocupaban casi todo la línea visual a la redonda de los supervivientes. Algunos de los contendientes de arriba habían caído al mar, incluso los zombis. Los primeros se agarraban a los trozos varados, mientras que los zombis desparecían bajo el agua tras un chapoteo con sus manos de forma inútil... desaparecieron bajo el mar.

En menos de media hora,"Le Sauvage" y su ondeante bandera roja yacían ya en las profundidades quedando vosotros varados a la suerte de Dios y de vuestra fortuna... Juan despertó del todo a las pocas horas y durante dos días estuvísteis flotando a la deriva, sin comida y, lo peor de todo, sin agua. En ese tiempo, las inclemencias del tiempo hicieron que la fuerza del viento y las olas os arrastraran súbitamente. Algunos de los marinos murió, despareciendo en la oscuridad o por fruto de las graves heridas. Al tercer día al amanecer, la voz del niño se tornaba esperanzadora tras haber llorado lo "indecible" durante todo ese tiempo: gritaba "¡Tierra!". Estaba a lo lejos, aunque se vislumbraba bien un trozo de tierra sobre la inmesidad del mar. Era un callo.

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13/05/2011, 17:36
Phillip

 

Una vez llegásteis allí pudísteis recuperar fuerzas al encontrar algunos alimentos para subsistir: cocos (abiertos con gran dificultad), cangrejo y algo de pescado que con algo de suerte llegásteis a pescar. Juan ya estaba más recuperado. Entonces Phillip os explicó con más detenimiento todo lo acontecido:

-Mientras marchásteis a por aquel tesoro remontando el rio, en el barco nos dedicamos a guardar cautela, pues habíamos echado anclas en la costa, aunque no había señales de humanidad... Fue entonces cuando LaFleur mandó recorrer dicha costa y encontramos un pequeño poblado de nativos. Acto seguido nos ordenó disparar cañones hasta quedarlo reducido a polvo prácticamente... Ese perro nunca descansa... ejem...

Phillip se aclaró la voz.

-Fue entonces cuando el capitán dejó a sus marinos saquear la aldea. Yo me quedé con otro grupo en Le Sauvage. Todos los marinos estaba eufóricos, mientras especulaban sobre lo que robarían antes incluso de bajar del barco. Sin embargo, algunos de nosotros nos fijamos en el comportamiento extraño de LaFleur... Era ya de noche y los marinos aún no habían regresado... ni tampoco el capitán, pues se habia internado en una escotilla que había en cubierta... Sin que nos viera, pudimos contemplar cómo aquel bandido practicaba algún tipo de ritual en aquel lugar con unos extraños hombres que no hacían sino callar, y alguno que otro rugir levemente. Además, daba instrucciones precisas de qué hacer cuando la chalupa en la que os fuísteis regresara... Y no eran órdenes muy esperanzadoras: tenían planeado aniquilarnos y quedarse aquellos cofres, cuyo contenido jamás revelaron hasta que lo vi ahi...: monedas de oro a los pies de Ricardo... en fin... Fue entonces cuando recordé la leyenda del Olonés... ¿Acaso era posible que los muertos del infierno nos visitasen en vida? No estaba del todo claro... pero aquellos tipos pintaban mal.

Por eso decidimos hacer un plan: en el momento de vuelta de la chalupa, hacer prender a las bestias y al propio LaFleur en el propio barco, con su propia pólvora. Era un plan arriesgado, e incluso dudamos, pero al final decidimos llevarlo a cabo. No era fruto de la avaricia para capturar el oro, sino de la supervivencia, para evitar que nos matasen... No se lo dijimos a todos los marinos, pues su rudeza e incompetencia en tareas que no fueran mucho más allá de matar o disparar hubiera hecho llegar a oídos del capitán los rumores de una emboscada.

Phillip se levantó del tronco donde estaba sentado y se dirigió a la playa, junto al agua..

Justo después de que regresárais de la jungla -continuó- y de que LaFleur convocase a sus súbditos cuando preparamos el plan. Dos de nuestro grupo vigilaba las posibles entradas e interceptaciones, otro vigilaba cubierta, en este caso yo y otros dos colocaban sacos de pólvora y barriles de la misma en una misma sala, cercana al pañol de cañones. El resto era colocar alambre y prender con cuidado una mecha, mientras huíamos y todos se enfrentaban en cubiertas a los hombres del infierno... Estamos suerte de estar vivos, amigos...

En esos momentos, Phillip sacudió la cabeza, escupió al mar y gruñó en alto una vez más:

¡Que el Diablo se lleve a los que usan la magia negra!

 

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13/05/2011, 18:05
Director

De lo que le sucedió al doctor Thorge todo fue incierto, aunque lo más probable es que muriese en la contienda o en la explosión. De lo que le aconteció a Lucía, Ricardo, Juan y el resto, es digno de contar. No hubo oro para ellos en dicha aventura, aunque el tesoro más preciado fue conservar la vida. Además, lejos de lo que podrían haber pensado, salieron de aquel callo más pronto de lo esperado, pero ese advenimiento es ya otra historia...

 

 

 

 

 

 

Notas de juego

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13/05/2011, 18:15
Director

Si vuestros personajes quieren decir algo podéis hacerlo. En breve cerraré la partida.

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14/05/2011, 11:30
Juan Acuña (7/40 Pv)

Juan aun algo convaleciente mira a Philip y sopesa sus palabras, el habia dicho en su fuero interno que mataria al responsable de destruir el barco y undir el Oro, pero que se podia esperar, si su enfrentamiento con Lafleu hubiera salido mal, se hubiera tirado por la borda y habria obtenido lo mismo que tenia ahora, en fin, su lucha fue suerte, y Philips y los demas no podian saber que sucederia, por lo que dijo.

- Philip, Yo mate a LaFleu y queria obtener para todos nosotros un barco oro y un futuro mejor, pero he de reconocer que si no lo hubiera podido matar esto es lo mejor que hubieramos podido obtener, asi que creo decir en reconocimiento de todos que Gracias Philip, ahora solo nos queda elegir un Capitan, salir de aqui, conseguir un barco y surcar los mares como siempre.

 

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14/05/2011, 11:59
Lucía Silva Gómez (18/24 Pv)

Desde el sitio en el que estaba sentada, limpiando unos peces que mal que bien, había conseguido pescar, Lucía escuchó la conversación de Juan con Phillip y pensó en lo que había pasado desde que sus caminos se habían cruzado. Cuando en aquella taberna se había enrolado a la tripulación de La Sauvage, no tenía nada. Ni dinero, ni sitio a donde ir, ni nadie a quién acudir. Y parecía que hubiera vuelto al mismo punto, sólo que en un lugar distinto, en un cayo perdido Dios sabía donde. No, eso no era cierto. Una cosa sí había cambiado. Allí estaban Juan y Ricardo, que habían luchado y sangrado junto a ella en más de una ocasión. Y también Phillip, y su hijo adoptivo, y los demás marineros que habían sobrevivido. Pensándolo bien, si lo mirabas desde ese punto de vista, en realidad estaba mejor que cuando había empezado. Aunque sí que tenía que haber empezado bajo, para que estar perdia en una isla, esforzándose todos los días por atrapar algún cangrejo o algún miserable pescado para poder comer fuese una mejora.

Acabó de limpiar los peces y fue a dárselos a los marineros que estaban esperando para ponerlos sobre las brasas, y luego se sentó junto a Acuña. Se sentó despacio y con cuidado, porque aún le dolían todos los golpes que se había llevado cuando había caído del barco, y hundió los dedos de los pies en la arena caliente. Juan estaba peor que ella, y era un milagro que estuviese vivo. Desde luego, si no fuera porque estaba allí despierto y hablando como un cristiano, era dificil creer que alguien pudiera sobrevivir a todas las heridas que llevaba encima.

-No te quejes, Bilbaíno. Estás vivo y entero, que es más de lo que pensamos cuando te vimos salir del medio de las llamas como si fueras el mismísimo Beelzebú saliendo del infierno. Si Dios quiere, acabaremos por salir de aquí, y tendremos otros barcos, y otro oro al que ponerle las manos encima. Y la próxima vez, los muertos se quedarán muertos, y no habrá brujos locos que los hagan levantarse de las tumbas para matarnos.

 

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14/05/2011, 13:22
Ricardo Maraña (24/24 Pv)

Ricardo estaba aliviado, sí, pero también de mala hostia. Paseaba nervioso de un lado a otro de la playa, maldiciendo por lo bajini. Si esos dos necios me hubieran hecho caso, tendríamos un barco, el oro y a laFleur vivo para preguntarle por qué era tan hijo de puta. Pero qué se le iba a hacer. Y ahora estaba perdido en una isla y sin una maldita taberna donde mojar la gorja, o un lupanar donde mojar otra cosa.

Después miró a Lucía. Maldita sea, esa chica le gustaba, pero desde luego no iba a hacer nada para que esta se diera cuenta. Aunque bueno, era una mujer, ya se habría dado cuenta de sobra, que cuando nostros vamos ellas ya han ido y han vuelto varias veces. Después, recogió un grupo de litodomos de una rocas para llevárselos al resto. Cuando más variada fuera la dieta, tanto mejor. Y puso a secar la pólvora que aún le quedaba, que nunca se sabía. Finalmente no pudo evitar oír el final de la conversación de sus compañeros.

-Para otra vez, hacedme más caso. Ya veréis como todo sale bien. Mejor-Entonces, una sonrisa empezó a germinar en su desabrido gesto, para finalmente romper a reír entre estentóreas carcajadas. Qué diantres, en peores plazas había toreado, y siempre acababa como empezó, sin una miserable moneda de oro, pero vivo. Y como decía Lucía, había hecho muy buenos amigos.