Partida Rol por web

El Secreto de los Buenos Hombres

La Buena Mujer

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13/01/2011, 00:23
Sergei Kosiusko

El tzimisce responde a tu sonrisa con otra igual de fría; simplemente una cortecía. Luego te explica:

- Es una ocasión especial. El príncipe vampiro de Barcelona, Berenguer, ha citado a los cainitas de los alrededores para que decidan que hacer con los herejes que están cruzando los Pirineos desde Occitania. Alguna extraña costumbre ventrue que demuestra su debilidad. En nuestras tierras la palabra del voivoda es ley, sin necesidad de conclaves. Pero en como es vuestra primera vez en un dominio cainita os explicaré como funciona el protocolo. Os debeis presentar ante el príncipe o su senescal para presentar homenaje y que os autoricen a estar en la ciudad.

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20/01/2011, 11:33
María de Urgel

Escucho con atención cada una de sus palabras. Aquel parece ser un acontecimiento importante. Ajusticiar... la palabra resuena en mi mente con alegría y luego se evapora.

- De modo que todos los cainitas estamos autorizados a ir al conclave, siempre y cuando hayamos presentado homenaje al príncipe - comento algo pensativa, e inmediatamente cambio mi tono por uno más firme, suavizado por una sonrisa zalamera - No pienso perderme semejante ocasión... Y sin embargo, necesitaría de alguien que me acompañara, pues desconozco la ciudad, las costumbres de la realeza. ¿Queréis ser vos mi compañero y guía en los pasos que he de dar?

Es el primer vampiro con quien me tropiezo, y no quiero dejar pasar tan fácilmente su compañía y sus historias, de las que probablemente tendré mucho de lo que aprender. Le dirijo una mirada de reojo, para evaluar su reacción ante mis palabras.

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21/01/2011, 01:21
Director

Sergei hace una reverencia leve con la cabeza y te dice:

- Entonces sigueme. Seré un placer guiarte.

Y juntos se internan por las calles de la ciudad, en las cuales ya comienza a escasear la gente debido a la hora. Mientras caminaban, el tzimisce te contó acerca de de su llegada a la ciudad, de como había viajado desde Constantinopla a Italia y desde ahí a Cataluña. Que se habia sorprendido mucho de lo cambiado que estaba el mundo desde la última vez que salio de la Vieja Patria y de cómo por donde pasaba encontraba a esos malditos tremeres, como si fueran una peste que se comenzaba a extender por toda Europa.

Sin más, llegan a un castillo y Sergei habla con la guardía. Entonces son admitidos en su interior y llevados a un gran salón donde se encuentra un hombre joven sentado en un sitial y los mira con curiosidad. Luego abre la boca y dice en castellano:

- Buenas noches, caballero Kosiusko. No esperaba ser visitado por vos esta noche. La verdad es que no tengo mucho tiempo así que os pido que vayais al grano.

Sergei, con tanta frialdad que podría considerse irrespetuoso, dice:

- Solo he venido guiando a una hermana en la sangre para que presente respeto a vos, excelencia.

Entonces el tzimisce te hace una seña para que te presentes tú misma.

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22/01/2011, 16:23
María de Urgel

Tras la breve conversación de Sergei y aquel que supongo es Berenguer, príncipe de la ciudad de Barcelona, hago una respetuosa reverencia y me incorporo. Observo mientras tanto con atención al individuo que tengo delante, examinando su porte.

- Como bien dice el señor Kosiusko, he venido para presentaros mis humildes respetos - mi expresión es orgullosa - Mi nombre es María de Urgel, y vengo de las tierras del condado de Zaragoza. Mi sire es el noble Arturo de Alborge. No es mi intención molestaros ni robaros más tiempo, pues simplemente quería expresar mi deseo de permanecer un tiempo en la ciudad con vuestro consentimiento, excelencia.

Una vez presentada, permanezco en silencio esperando una respuesta o alguna expresión de aquel miembro de la realeza.

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23/01/2011, 22:17
Berenguer de Barcelona

Berenguer se para de su sitial y se acerca tu lugar. En ese momento te das cuenta de que elpríncipe apeneas aparente tener unos cuantos años más que tú. No obstante, eso es solo una apariencia.

Por su lado, Berenguer te rodea como si te examinara y luego dice con cierto desdén:

- He oido hablar de tu sire, el demonio de Hispania; único de su clan en nuestras tierras... una rareza digna de verse.

Después vuelve a sentarse y dice:

- No había visto dos tzimisces juntos desde hace mucho y jamás en estas tierras.La verdad es que espero que sea solo una coincidencia y que esta dure por poco tiempo. Tienes mi permiso para quedarte en la ciudad mientras respetes las leyes y no nos dejes en evidencia frente a los mortales. Estas tierras no son gobernadas como los hermosos parajes salvajes de los que viene el caballero Sergei y tampoco se gobiernan de la misma manera. Ahora podeis retiraros.

Kosiusko solo hace una reverencia casi inperceptible con la cabeza y te tiende la mano para que salgan.

Notas de juego

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31/01/2011, 11:08
María de Urgel

El verme definida como una rareza hace que me sienta excepcionalmente orgullosa de mi sire, y tras otra ligera reverencia, abandono la estancia en completo silencio.

Una vez nos hemos alejado algo más, comienzo a hablar con Sergei.

- El príncipe no parecía muy contento de vernos juntos por aquí. Incluso si no es muy común ver a dos miembros de nuestro clan por estas tierras, ¿a qué venía tanta desconfianza? - le pregunto sin ningún tipo de reparo. - ¿Y en qué consiste el conclave del que hablábais antes? Supongo que acudirán muchos miembros de la comunidad cainita...

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01/02/2011, 00:03
Sergei Kosiusko

Por lo visto, a tu frío compañero no le agrada mucho estar en ese lugar, por lo que te saca ráìdamente de ahí. Cuando están afuera y sin que nadie los escuche, Sergei te explica:

- Lo que ocurre es que como todos los ventrue, este principe es un debilucho. Los lasombra están interesados en que nadie se oponga a su dominio sobre la península, asi que Berenguer esta en la lista de enemigos a derrocar. Nosotros, como no solo somos una especie de rareza, sino tambien otra amenaza. Los tzimisces nunca hemos sido muy cercanos a los ventrue, así que teme que nos unamos a los lasombras. En cuanto al conclave, se invita a todos los vampiros de la zona para decidir que hacer con los cataros, pues si se les da libertad para establecerse en Cataluña, eso podria atraer a los cruzados que estas dewbastando las tierras del otro lado de los Pirineos. En ese reunión no podemos votar en las deciciones, pero si podemos dar nuestra opinión, por lo que somos un factor molesto para el principe.

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04/02/2011, 13:00
María de Urgel

Asiento ante sus palabras con aire distraído.

- Me gustaría acudir a dicho conclave. Debe ser sumamente interesante ver a tantas personalidades ahí reunidas, debatiendo sobre este tema. Supongo que a vos os gustaría que se aceptara aquí a los cátaros, ¿me equivoco? De este modo los cruzados acudirían a estas tierras a tropel, y quizá abandonarían las lejanas tierras que hay más allá de los Pirineos. Supongo también que habrá muchos cainitas de lugares inhóspitos que acudirán a dicho conclave con tal de conseguir que los cruzados dejen en paz sus tierras.

Comienzo a caminar más rápido.

Por mi parte, me es indiferente si los cátaros entran a Cataluña o no - le dedico una fría sonrisa - Son humanos a fin de cuentas. Sus movimientos no pueden llegar a amenazarnos gravemente, y en caso de que así lo hicieran... Serían fáciles de aniquilar. Criaturas frágiles...

Notas de juego

Lamento mi ausencia de estos días >< Con los exámenes es difícil pasarse. Pero intentaré postear con el ritmo anterior.

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05/02/2011, 00:21
Director

Sergei sonríe ante lo que le comentas y te acompaña caminando por una vereda empedrada que da al mar, un mar negro debido a la noche sin luna. Entonces te dice:

- Supongo que no tienes donde quedarte en la ciudad. Creo que sería adecuado que te pudieras quedar en un lugar seguro. Yo he encontrado un refugio adecuado y no tengo problemas en recibirte como mi huesped.

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05/02/2011, 14:24
María de Urgel

Agradezco con una ligera inclinación de cabeza su proposición.

- Os doy las gracias por la hospitalidad, puesto que he venido aquí completamente a oscuras, sin saber cuáles serían mis siguientes pasos - me aparto el pelo de la cara con un gesto altivo - Los guardias de esta ciudad son sumamente desagradables.

Espero a que él me guíe, y mientras tanto le pregunto.

- ¿Y vos, conocéis a más cainitas de Barcelona?

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06/02/2011, 02:07
Sergei Kosiusko

Sergeite conduce por los callejuelas de la ciudad condal hacia el sector de los muelles. Mientras caminaban, él te dice:

- No he podido socializar mucho con los naturales, aunque conozco a un lasombra que se avecinda en esta ciudad y con el que he tenido tratos en el pasado. del resto, solo conozco al príncipe y algunos dignatarios de palacio.

Así, de pronto llegan a una casa algo antigua pero en buenas condiciones. Antes de que entres, Sergei, en tono solemne, te dice:

- Entra, por favor, y comparte tu buena suerte con los que habitamos esta casa.

Seguramente que se trataba de una especie de fórmula para representar hospitalidad.

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06/02/2011, 15:31
María de Urgel

Observo la casa con ojo crítico y asiento levemente ante las palabras de Sergei. No conozco sus costumbres, pero supongo que es una fórmula de cortesía.

- Así sea - contesto a sus palabras, y me dispongo a entrar - Agradezco vuestra hospitalidad ofreciéndome un lugar donde pasar la noche.

Entro con paso decidido, mirándolo todo a mi alrededor. Noto una ligera curiosidad. ¿Quién vivirá ahí? ¿Serán como nosotros, o por el contrario deberé oler continuamente a apestosos humanos?

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06/02/2011, 22:11
Director

la verdad la pregunta de si habían humanos en el lugar queda dilucidada cuando te das cuenta que el lugar no tiene sirvientes que lo asicalen. Hay polvo y telas de araña por todas partes y Sergei enciende un par de lamparas de aceite para que veas que el lugar seguramente estaba avandonado por un par de años. Es como una d esas típicas acasas enbrujadas a las que nadie se acerca.

De pronto, sientes un gruñido a tus espaldas y te encuentras con que se trata de dos perros enormes, quizá mestizos de lobos que te miran con cara de pocos amigos, pero de inmediato Sergei les dice:

- Linişte, mici, ea este oaspetele meu.

Entonces los perros se acercan y te olfatean como queriendo reconocer alguna semejanza con su amo. En tanto Sergei te dice:

- Son mis compañeros. Cuidan de mi durante el día y también lo haran por ti al quedarte en este lugar.

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09/02/2011, 13:14
María de Urgel

Cuando los perros se acercan a mí para olfatearme, les tiendo una mano lánguidamente para que puedan oler lo que les plazca. Pero en ningún momento hago un gesto de ir a acariciarlos o semejantes.

- Estaremos bien protegidos pues - hago una breve pausa - ¿Queda mucho para el amanecer? De tanto viajar he perdido completamente la noción del tiempo.

Observo expectante a Sergei. A fin de cuentas, estoy en su casa y es mi anfitrión. Quizás no sea correcto dedicarme a mis cosas sin su aprobación.

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09/02/2011, 21:28
Sergei Kosiusko

Sergei mira por la ventana del lugar como si pudiera ver el paso del tiempo en los astros. Después vuelve a tu lado y te dice:

- Falta poco para que comience a aclarar. No obstante, lo que necesites me sentiré honrado en proveertelo... ¿Te has hecho de sustento esta noche? ¿Quizá estés sedienta?.

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10/02/2011, 15:26
María de Urgel

Esbozo una sonrisa algo más sincera al hablar de comida, ya que comienzo a notar el apetito.

- Me alegro de que mencionéis este tema. Lo cierto es que lo único que he hecho antes de encontrarme con vos ha sido andar y andar, por lo que no he tenido ocasión de... alimentarme. Me siento un tanto hambrienta.

Me siento ligeramente halagada ante las atenciones que Sergei me presta. Es la primera vez en mucho tiempo que me topo con un hombre respetuoso y decente, aparte de mi sire, por supuesto, uno de los grandes nobles y caballeroso donde los haya.

Retiro con lentitud la mano que había acercado al perro, casi olvidándome de su presencia, y observo inquisidoramente a Sergei. ¿De dónde sacará el sustento? ¿Tendrá acaso esclavos dispuestos a servirle? Al pensar en la cálida sangre humana, algo se acelera en mí. Efectos del cansancio y el hambre, supongo.

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14/02/2011, 14:54
Director

Sergei sonríe y te indica que le sigas. Te leva a lo que debe ser el sótano de la casa y sientes como alguien gime en su interior. Sergei lleva una de las velas en la mano y cuando entran a esa habitación , que paradojicamente era donde los antiguos dueños guardaban el vino, vesa  a la debil luz un hombre agasapado en un rincón que gemía bajito, como si tuviera miedo de hacer enojar a alguien con su reacción. Sergei, quien no muestra ni el más mínimo signo de conmiseración , te dice:

- Puedes alimentarte de este despojo. No tengo nada mejor que ofrecerte, pero te dara sustento por lo que queda de noche.

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18/02/2011, 09:20
María de Urgel

Ignorando ligeramente el comentario de Sergei, me acerco con pasos firmes y altaneros a esa cosa lamentable que no deja de gimotear en el suelo. Me detengo a su lado y ladeo un poco la cabeza, analizándolo. Nada bueno, escoria. Pero servirá, me digo con un suspiro de impaciencia.

- Muchas gracias por vuestra generosidad - le comento a Sergei con una casi imperceptible sonrisa - Si no fuera por vos, esta noche no habría tenido forma de alimentarme.

Vuelvo a girarme hacia el hombre y me agacho lo suficiente como para agarrarlo por la cabeza. Inmediatamente, el hombre comienza a temblar de una forma descontrolada y sus ojos se posan en los míos, aterrorizados. Entonces, y por primera vez en toda la noche, en mi rostro se forma una amplia sonrisa un tanto retorcida. Sujetando a esa basura por la cabeza y el hombro, le obligo a que me enseñe su cuello. No huele demasiado bien, pero debajo de aquella piel noto fluir la sangre, su corazón acelerado por el miedo. Servirá, vuelvo a pensar.

Y con un rápido movimiento, le doy una fuerte dentellada en el cuello abriéndole una fina herida de la que comienza a manar sangre a borbotones. Me relamo con fruicción, ignorando los gritos de pánico y dolor del hombre. Noto un cosquilleo de excitación que me recorre el cuerpo: esta sensación que durante mi antigua vida humana me prohibieron. Me alimento del parásito hasta que finalmente su cabeza cae, inconsciente, y yo me siento satisfecha. El suave olor de la sangre se me ha metido en la nariz, y su color rojo como el fuego mancha partes de mi inmaculado vestido blanco.

Me incorporo con elegancia y observo a Sergei, que ha permanecido mirando la escena durante todo el rato, y me limpio la boca con el dorso de mi mano.

- ¿Sabéis dónde puedo limpiarme? - le pregunto con tranquilidad.

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18/02/2011, 17:37
Sergei Kosiusko

Cuando te giraste encuentras con la mirada carente de emociones de Kosiusco, quien simplemente, ante tu pregunta, te invita a que lo acompañes. Te lleva a lo que debió ser una sala de baño en la cual aún se encontraba una noria de la cual se podía extraer agua. Luego te deja a solas para que te asees y cuando has terminado te espera en el exterior mientras vez que el cielo comienza a aclarar. Con prontitud, Sergei te lleva a una habitación donde las ventanas estan cerradas y hay una cama que parecía no haber sido usada en muchos años, aunque aún conservaba las cortinas y la ropa de cama. Sergei, con el candelabro en la mano, te dice desde la puerta:

- En este lugar podreis dormir con tranquilidad. Disfrutareis de completa intimidad en este lugar y nadie perturbará vuestro sueño. Yo por mi parte me retiro a mis aposentos.

El simplemente te deja sola, sin desearte un buen sueño ni nada. No obstante, hasta ese momento te habías dado cuenta de que Kosiusko en todo momento parecía guiar su conducta por un complejo protocolo que no alcanzabas a entender. Seguramente tendrías mucho que preguntar acerca de tu clan y sus costumbres, pero eso sería para mañana.

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19/02/2011, 17:54
María de Urgel

Cuando se va, a pesar de la oscuridad camino un poco por la habitación, acostumbrándome a ella. Me siento ligeramente cansada por la caminata y la pesadez del viaje, así que me quito rápidamente mi vestido blanco y lo apoyo con cuidado en lo que parece ser una vieja silla que hay al lado de la cama. Después, de uno de sus bolsillos saco un puñado de tierra suave y fina, y lo esparzo por debajo de la cama. Es una antigua costumbre que me enseñó mi sire, poco después de abrazarme.

Me tumbo en la cama muy recta, y noto cómo me va invadiendo un irremediable letargo...

Notas de juego

Tú me indicas el despertar :)