Partida Rol por web

Monseñor Felipe se remueve molesto ante las afirmaciones cuasi heréticas de ese ventrue, no obstante, se acerca a Bernardo y le dice bajo para que solo escuche él:

- Me encantaría rebatir las palabras de ese ventrue, pero mi dignidad no me permite devatir con un simple mercader angliano. Usted es un hombre letrado y un gran conocedor del dogma de la verdadera fe, hermano. Ponga en su lugar a ese hereje.

Fray Bernardo asintió a las palabras que el obispo Lasombra dijo en su oído. Tomando la palabra, inició su discurso. Era un fraile benedictino, con ropas que así lo atestiguaban, y un crucifijo al cuello como cualquier hombre santo. La tonsura en la coronilla estaba rodeada de pelo castaño oscuro, y a pesar de las marcas propias de una vida de trabajo y sacrificio en el monasterio, en el momento de su renacimiento no debería contar más de veinticinco, aunque sus maneras eran propias de un hombre más maduro.

-Yo soy Fray Bernardo de Zaragoza, discípulo de Lluis Montaner y por tanto pertenezco al llamado clan Lasombra. Yo sí hablo en nombre de este clan, y cuento con la aprobación del aquí presente Monseñor Felipe. Dices, Wilfredo, que los cátaros no tienen peligro, que son amables. Dices que debemos colocarlos al mismo nivel al que los moros colocan a los cristianos y judíos. Dices que debemos aprender de las prácticas de los moros.

Creo que es por todos sabido que practican en su vida cotidiana actos impuros, como el de la unión con varias esposas, mantenimiento de concubinas y demás inmoralidades. Que se lavan escrupulosamente con agua, cuando es sabido que ese líquido pudre la carne y hace que los huesos se debiliten. ¿Pretendes que adoptemos también esas costumbres? Y es más: dices que hay que colocarlos al mismo nivel que a cristianos y judíos. Debo decir que esa afirmación me duele en lo más profundo. Todo el mundo sabe que los asesinos de Cristo son traicioneros. Si no me equivoco, en esta ciudad hay una judería para mantenerlos alejados de los pozos que tanto gustan en envenenar y de las gentes cristianas que puede ser contaminadas con sus malas artes. Usureros, traicioneros, que se deleitan en cometer sacrilegio sobre la sagrada hostia, que reniegan de Jesús y del Espíritu Santo. Si mutilan a sus propios hijos, ¿qué harían con los ajenos?

No permitáis que los cátaros se asienten en esta región. No mientras estamos en plena Reconquista. ¿Qué pensarían de nosotros nuestros abuelos si permitimos que nos coman los herejes por el norte mientras guerreamos con los infieles en el sur? La podredumbre judía ya está suficientemente extendida por todos los reinos cristianos. ¡No permitamos que pase lo mismo con los cátaros!

Mi nombre es Aziz, por desgracia no llevo tanto tiempo en esta bella y floreciente ciudad como Sus Excelencias y por ese motivo no tengo el privilegio de conocer a la mayoría de vuestras mercedes. Sabias palabras las de ambos oradores. Impresionante discurso, fray Bernardo, lleno de vitalidad y moralidad, sin duda merecedor de esta reunión y de hablar en nombre de todo un clan, máxime si nos referimos a uno tan excelso como el Lasombra. -mínima pausa-. Damas y caballeros, si bien en principio mi ánimo no se predispone hacia ninguna de las opciones, me gustaría aclarar un par de cuestiones pues creo que debemos basarnos en hechos y no en suposiciones, comparaciones o generalidades. ¿Se conoce de algún caso en el que esos herejes hayan utilizado la violencia en contra de alguna comunidad? ¿Se sabe que tengan especial afinidad de trato con moros o judíos? ¿Qué ofrecen a cambio de su refugio en Barcelona? Por las noticias que llegan a mis oídos la respuesta a las 2 primeras preguntas es no, por lo que teóricamente deben ser fácilmente controlables y expulsables si llegara el momento. Pero tener a potenciales amenazas para la cristiandad bajo la tutela de Barcelona puede granjearnos muchas y terribles enemistades así que la respuesta a la tercera de mis preguntas puede tornarse en fundamental para tomar una decisión, pues no es un asunto banal el que nos atañe y hay que pensar si conviene aceptar a según qué huéspedes, no hay que hacerlo a la ligera.

La dama toma mejor el asiento y reuye entrar en disputa cuando el infiel entra en la sala. Por consiguiente espera paciente a que los demás concluyan sus objeciones para proseguir a expresarse.

-Buenas noches, damas, caballeros. Me llamo Silvina Schibaldi, perteneciente al clan Ventrue. No se podia desmarcar que mi tono y mi articulacion pertenecia a la zona Italiana. Como veran la dicha es que tampoco hablare en nombre del clan ventrue, simplemente adquirire una opinion en el asunto. 

Se levanto dejando reposar el acabamiento de su vestido rojo aterciopelado en el suelo, cayendo los rizos dorados por delante de los hombros.

No quiero entrar en discordias pero me temo que las palabras del Señor Fray Bernardo no van mal encaminadas en mis ideologias. Pase las yemas de los dedos por la bella cruz que colgaba del suave cuello. No entiendo porque estos herejes deberian quedarse en nuestras tierras. No llego a comprender como una manera de pensar tan distinta a las costumbres de la region deberia seguir su presencia en la ciudad. Negué levemente con la cabeza para retirar los cabellos que cubrian parte de mi rostro. Quizás atiendo a un descontrol por parte de los cartaros los unicos causantes de que por ahora estemos reunidos para hacer que estos se queden o se marchen. Por eso mi opinion consiste en que abandonen la zona y nos dejen tranquilos. Por no decir que no se trata de que sean o no sean violentos o merecedores de revueltas. Simplemente es que topan con cierta moralidad respecto de los demás.

Por similitud deje caerme en la silla acabando asi con un:

Pero prosigan porfabor, aqui hay más gente y más opiniones. Yo ya he dado mi punto de vista a no ser que se prosiga a charlar del tema. Estoy en desacuerdo a que siguan por aqui este tipo de gente.

Cerre las comisuras de los carnosos labios dejando entrever que mi "discurso" habia acabado.

Entre los nosferatu no había mucha simpatía por las palabras de Fray Bernardo, en especial pues es sabido que muchos de los miembros de ese clan provienen del pueblo judío. Uno de ellos se pone de pie y con afectada buena educación, le hace una reverencia al Príncipe y dice:

- Soy Malaquías del clan nosferatu y he de decirles que hablo por mi clan. Nuestra decisión es apoyar la permanencia de los cataros en nuestra tierra. Los Buenos Hombres estan siendo perseguidos injustamente, pues ellos son injuriados descaradamente, como ya hemos escuchado hacerlo por parte del fraile lasombra. Los buenos hombres no son violentos ni soin subversivos en contra del poder de los nobles. Lo que ocurre es que los lasombra, con el pretexto de la reconquista, pretenden sacar de la península todo aquel que sea diferente o que sea contrario a sus intereses. La verdad es que la fe no les interesa ¡Son un montón de fariseos!.

-¿Cómo te atreves a decir que la fe no nos interesa? -replicó Bernardo de mal humor-. ¿Acaso no sabes que la mayoría somos hombres de Dios? ¿Acaso no sabes que nuestro interés es salvar las almas del rebaño, que Dios nos ungió así para que pudiésemos hacerlo?

Esta disputa acerca de las verdaderas intenciones de los lasombra y la supuesta peligrosidad de los cataros se ensendio demasiado y varios de los presentes se pusieron de pie a encarar a los otros. No obstnate, es el mismo príncipe que se pone de pie y les recuerda que ese lugar es un santuario y no está permitida la violencia. Sin embargo, uno de los nosferatu, lanza una acusación que pocos pasarían por alto:

- ¡Ustedes son unos falsos! O acaso no es cierto que están informados de la existencia de una reliquia en manos de los cátaros que está cruzando los Pirineos. Nuestra red de información sabe de su existencia y sabemos que se encuentran cerca de Castellbo. De seguro que estos señores defensores de la fe ya se han movilizado para apoderarse de esa reliquia.

Cuando el obispo escucha la acusación del nosferatu, trata de discimular, pero igual se le nota la molestia de que le hayan dejado en evidencia. Hab´ía que salvar la situación de alguna manera.

Cuando escuchan la acusación del nosferatu, Elías se ríe entre dientes al lado de ustedes. Luego dice:

- Berenguer es un zorro astuto. Esa acusación no es al azar. Seguramente el le dijo a mis hermanos que lanzaran la información de la caravana para que nadie intente apropiarse de lo que esos cataros lleven.

El nosferatu, como todos los de su clan, parecia muy informado de lo que ocurría por debajo de la superficie.

A medida que la situación se ponia comprometida, Silvina se cogia el vestido con cairo nervioso. La violencia no era su fuerte aun así mantenia como podia la compostura delante de el arrebato que se sentia en el ambiente. No obstante cuando Elias hablo me incorpere hacía su lado y a modo de susurro le comente. 

- Muy agudos sus comentarios señor Elias. Aun así dejeme decirle que con reliquia o no, hay doctrinas que los Buenos Hombres, los cartaros... Realize a puntualizar con un susurro meloso. ...Son diferentes a como puede ver los la sombra.

Para pasar a observar a Aziz.

-Veo que usted tambien se mantiene informado... Con una sonrisa y un murmuro consecuente converse. No es de mi opinion dejar que estos hombres se intalen en la provincia... sin embargo... Observe a mi alrededor con la seguridad que seguramente solo Elias y Aziz escucharian mis hablares. Muchos de vosotros obstentais que estos hombres se queden... Quizás no veais que puede existir un peligro detras de todo lo que ellos conyeban. Volvi a sonreir sin bajar la mirada hacia Aziz. Pero puedo ver en ustedes que seguramente hay muchos más intereses detras de una simple reliquia.

Aun después de haber hablado con gente de alrededor, me incline hacia delante para constatar mi opinion.

Siento mucho volver a estar en desacuerdo con algunos cainitas de la sala. Simplemente opino que la fe es algo que no se puede desvalorar. Cada uno se entiende con Dios o con lo que crea que haya de Dios. No obstante no me gustaria que la heregia se hiciera fuerte en la zona por mucha reliquia que obstenten. Mire a mi alrededor y me encoji de hombros. No soy representante del clan ventrue pero si que puedo dar mi enfoque. Es tal la desvinencia que queda claro quienes son los que mueven los intereses de la ciudad sin que su forma fisica sea ningun impedimiento. Observe a algunos cargos del clan nosferatu para pasar a mirar al la sombra que anteriormente había hablado. Estoy deacuerdo que la fe no se debe juzgar si no que se debe reforzar hasta en el propio ganado.

Así volvi a aposentarme en el asiento dejando entrever que cruzaba las piernas para observar a Aziz y volver a encojerme de hombros mientras le sonreia y sutilmente susurrarle: Ya le he dicho que de opiniones hay colores. Vamos a ver esta noche como hay de todos.

Como ya dije antes, mi voluntad no se inclina aún hacia ningún lado en esta particular balanza. Me gustaría hacer una pregunta directa al Príncipe si es posible. - espera el asentimiento del señor de Berenguer - Gracias. ¿Han ofrecido los cátaros o se les ha pedido algo a cambio de su asilo? Por el momento sólo añadiré un viejo proverbio de Oriente que reza: - mira en particular a los Lasombra - ten cerca a tu amigo, y a tu enemigo, aún más cerca.

-¿Acaso crees que permitiremos que un objeto sagrado siga en manos de los cátaros, que seguramente lo han saqueado de Occitania tras la caida de Carcassone? -preguntó el monje a modo de respuesta.

Fray Bernardo, no os preocupéis, si es la voluntad de Dios que esa reliquia no quede en manos de los cátaros, así será no importa cuánto se empeñen. Pero no estamos hablando de eso aquí esta noche, la discusión gira en si debemos permitir que se queden en Barcelona y no en quién debe tener esa reliquia. Si habéis venido a eso aquí hoy creo que os habéis equivocado de reunión.

-Y si pensáis que voy a quedarme callado mientras se vilipendia la piedad de los Lasombra, entonces vos os habéis equivocado de hombre. Por lo demás, nuestra postura ha quedado clara -dijo él, mirando a Aziz con el ceño fruncido.

Mi querido Fray Bernardo, nada más lejos de mis intenciones que sugerir que guardéis silencio y por supuesto jamás se me ocurriría ofender a un clan tan distinguido como los Lasombra. De ninguna manera me gustaría que mis palabras fueran entendidas así pues no iban encaminadas en ese sentido. No pongo en duda ninguna de sus virtudes en general ni la piedad en particular. No comprendo en consecuencia vuestro enfado ya que no he pretendido heriros. Si mis palabras os han causado daño o malestar os pido disculpas sin más dilación a vos y vuestro clan al completo. -dice todo esto levantándose y caminando lentamente en dirección a los Lasombra con las manos extendidas hacia delante con las palmas hacia arriba, pidiendo disculpas con su lenguaje corporal.

Sin embargo - y ahora ya de pie, se vuelve hacia el Príncipe - con vuestras palabras, que confirman vuestra postura inicial, no habéis dejado contestar al señor de Berenguer la cuestión que le había sido planteada. ¿Seríais tan amable, mi Señor?

Vuelve a su asiento con tranquilidad.

Con pausa y sin más dilacion, las palabras de los presentes dejaban anonadada mi persona. Estaba claro que el caluroso encuentro traia también algo de desconcierto.

-Vamos a ver... Dije en un tono pausado. sobre la pregunta hacia el señor Berenguer tiene algo de razçon señor Aziz... no obstante se debe aclarar que se hará con la pertinente reliquia que transportan los cartaros. Carraspee un poco para que las palabras salieran sin más dilacion. Lo más preocupante es si se decide que estos seres recidan en la Barcelona... puesto no encuentro bien que más infieles de Dios tomen posesion de la zona... bajo mis creencias por supuesto. Me incline para mirar a los la Sombra. Aun que ya hay un grupo que presale en este aspecto... hay que intentar el posicionamiento... dijé ya observando con calma al señor Aziz. Además de tener presentes que deberemos tomar con reflexión el asunto de la reliquia.

Así espere a que el Señor de Berenguer quisiera dar su opinion, además de los otros ocupantes de la sala.

Berenguer había observado la disputa que se había destado. No obstante, ante la pregunta de Aziz, él parece despertar y con voz calmada les dice:

- La verdad es que no hay ningún interés directo en cátaros no tenemos. Son como cualquier herejía que el viento se llevará más temprano que tarde. Pero si hay un interés político. Las tierras de más allá de los Pirineos son subditas de la corona de Aragón y los francos han emprendido la cruzada sin siquiera tomar en cuenta al rey Pedro. Técnicamente los cátaros son subditos de Aragón que buscan la protección de su soberano. Si les negamos el asilo podríamos debilitar el poder de Aragón.

"En cuanto a la reliquia que viene moviendose por los Pirineos, no creo que sea bueno dejarlo en manos de cualquiera. Sabemos que ahn miles de baratijas por todos lados a las que el ganado le da algún valor sagrado, pero también hay importantes reliquias que incluso podrían cambiar el destino de una guerra. Quizá deberíamos apoderarnos de esa reliquia para hacer buen uso de ella.

Bernardo miró a Monseñor Felipe buscando su aprobación a las palabras del Príncipe.

Monseñor Felipe se pone de pie y por primera vez hace escuchar su voz ante la asamblea. El obispo es ceremonioso y usa una voz chillona, cuando dice:

- Es de interes para el clan lasombra que el problema de los cataros sea solucionado a la brevedad, pero como el principe ha dicho, esa supuesta reliquia que traen hacia nuestras tierras puede ser muy importante. Yo pondré todos los recursos de mi clan para recuparar lo que sea que traen siempre y cuando luego nos encarguemos de erradicar la herejía en nuestras tierras. Los intereses politicos no pueden anteponerse a los de la santa iglesia y es decisión del Papa destruir a los cataros, así como a los moros que usufructúan de nuestras tierras.