Partida Rol por web

Jonah encendió la linterna de su móvil y contestó a Dominique: Yo puedo recargar mi móvil a través del portátil con las baterías de repuesto, ahorrad vosotros si veis que se os gasta. Se acercó hacia Jean y cogió la linterna del suelo: Ilumino una ventana con la linterna y otra con mi móvil...es probable que el vagón esté tapando la entrada a las catacumbas.

Los dos focos de luz, provenientes de la linterna de Gabou y del teléfono de Caen, alumbraban a puerta hacia donde apuntaba el agente de la Interpol. La puerta chirrió y cedió ante el empuje de Jean dejando a la vista el interior del vagón.

Mientras, Dominique y Hékate inspeccionaban el resto del túnel iluminados levemente por el teléfono de la primera. El crujido de la puerta del vagón las sobresaltó por un instante pero pronto, todo quedó en calma otra vez. Pero solo por unos instantes, ya que unos segundos después, Dominique y Hékate comenzaron a escuchar pasos que provenían de la oscuridad del túnel y al enfocar con la linterna vieron tres criaturas humanoides pero absolutamente corrompidas y disformes. Al ser alumbradas por la luz de la linterna se abalanzaron hacia las chicas.

En el interior del vagón se agolpaban colchones mugrientos y restos de comida putrefacta. Los asientos habían sido arrancados y probablemente extraídos del vagón para hacerlo más espacioso para los mendigos. Al final del vagón, justo al lado del freno de mano que retenía el vagón de su caída por la pendiente, una mujer estaba sentada con la espalda apoyada en la pared del vagón: ¡era Nicole Devereaux!

Dominique se vio totalmente sorprendida ante las criaturas que acababan de ablanzarse sobre ella. Debían de ser seres humanos, al menos su anatomía así lo dejaba intuir, pero estaban totalmente deformados. Se trataba de una escena grotesca y evidentemente agarró por sorpresa a la forense.

- ¡Aaaah! - Gritó terriblemente asustada y contra todo pronóstico y contra el sentido de preservación, Dominique ni se movió.

Era no si no tuviera fuerzas para salir de allí, para tratar de defenderse o de salvar su vida. Estaba aterrada, paralizada por el miedo que sentía. Definitivamente, ese no era si territorio...

Jonah dio un respingo sobresaltado por ver a la supuesta víctima allí sentada ¿habrían robado el cadáver para algún rito? Era un poco macabro sentarlo allí como si estuviera vigilando. Escuchó el grito de Dominique e instintivamente metió la mano en su bolso y sacó la porra extensible que llevaba para defenderse de posible robos. La extendió y le habló a Jean: Toma la linterna y ve a ver qué les pasa, yo examinaré a nuestra amiga.

-¿Qué coño...?-Gabou perdió la concentración por completo-¡Mierda!

No quería perder de vista a la Deveraux justo ahora. Aquella mujer había sido asesinada hacía pocas horas y no pintaba nada ahí abajo. Gabou medio esperaba que se levantase pero con los pirados aquellos cargando contra ellos. Iba a cerrar la puerta para poder ocuparse de ellos pero se encontró con las manos llenas. Caen sacó su porrita y, aunque era un fiera con los ordenadores, lo más probable era que se rompiese las gafas.

El procedimiento debería ser dar el alto y, como mucho, disparar al aire. Gabou no era muy fan de esas cosas porque podían resultar confusas.

La bala impactó contra la pierna del loco más cercano arrancándole un aullido escalofriante. Por muy drogados o locos que estuvieran, aquellos esperpentos pillarían la indirecta. 

-¡Atrás!-rugió Gabou.

La Devereux, joder.

Hékate retrocedió instintivamente al ver que se le venían encima aquellas criaturas abominables que, esta vez sí, parecían ghouls o algo peor. Sin embargo, no lo hizo a tiempo para poder mantener a raya a la criatura, que la atacó con ferocidad. Sin más arma que sus propias armas, la mujer intentó defenderse como pudo. Sin embargo, su escaso conocimiento en defensa personal no le sirvieron de mucho.

Jonah empuñó su bastón y se acercó hacia donde estaba Nicole. La mujer levantó la cabeza y miró con los ojos vidriosos al informático.

—¿Qué son esas criaturas? —preguntó tímidamente, con la voz algo rasgada. Necesitaba algo de agua.

Mientras, Jean disparó su arma a uno de los guls, el que estaba caminando hacia Dominique. El disparo dio en la pierna y desestabilizó a la criatura que cayó al suelo. Desde el suelo agarró el pie de Dominique y la desestabilizó por unos instantes gruñendo casi en la cara de la doctora. El grito de la criatura era aterrador, tanto que Dominique se estremeció.

Otro de los gules caminó hacia Hékate y lanzó una de sus manos hacia su brazo. La mano acababa en unas garras afiladas que rasgaron la blusa de Hékate. Los gritos de las criaturas también estremecieron a Hékate.

Aquella cosa acababa de agarrarle de la pierna. No era la primera vez que presenciaba atrocidades contra natura. Por eso mismo estaba allí, porque un muerto se levantó de la mesa de laboratorio mientras le estaba realizando la autopsia. La sinceridad acerca de lo sucedido había acabado con su reputación, su trabajo y su cordura. Tuvo que estar yendo semanalmente al psicólogo para empezar a superar aquello y aún a día de hoy todavía iba. La visión de aquellos seres deformes y sobre todo, el contacto con ellos iba a provocar que tuviera que invertir mucha pasta con la doctora Moroeu.

- ¡Aaaaaah! - Comenzó a gritar sollozante, mientra trataba de encontrar en sus bolsillos el spray que siempre llevaba para evitar a violadores y otros tipos indeseables. 

Dominique estaba realmente nerviosa. Le estaba costando hacerse con aquel botecito que podía resultar su salvación. Las manos le temblaban y sus piernas estaban paralizadas por el miedo. Si no daba con el spray no se movería. En aquellas circunstancias no podía pensar, tan solo veía las muchas atrocidades que podían resultar de los angustiosos momentos que estaba viviendo. Pero, finalmente encontró el spray y lo sacó de su bolsillo. Apuntó y apretó lanzando un chorró directamente al rostro de aquella cosa.

-Mierda, mierda, mierda. 

Con poca luz y con todos enzarzados era una locura seguir disparando. Gabou oía gritos de diferentes tipos pero no podía asegurar quién estaba dónde. Empuñando la linterna, el detective se lanzó a la pelea. 

Hékate estaba atrapada en las garras de uno de aquellos seres. En su mente y con los dientes apretados, Gabou se empeñaba en considerarlos vagabundos, drogadictos enloquecidos antes que monstruos sobrenaturales. Le ayudaba a mantener la sangre fría.

Le faltaban manos. Tampoco quería tocar a aquella cosa. Metió como pudo el brazo de la linterna entre la mujer y el monstruo ("el yonki", se corrigió así mismo conteniendo el aliento) y descargó un culatazo contra su sien. El ser soltó a su presa con un gañido de perro herido. Gabou intentó enfocarlo con la linterna para tener un disparo claro. 

-Tranquila, Lacroix, soy yo-dijo con la voz apenas temblando.

La presencia de aquel ser cerca, su olor putrefacto y su ferocidad hicieron que Hékate estuviese a punto de vomitar de puro terror. Por fortuna, sus afiladas garras apenas llegan a arañarla. Pero era consciente de que de haber acertado, el daño habría sido mucho peor.

La mujer seguía defendiéndose como podía.

- Me llamo Jonah Caen y soy asesor de la policía, dijo iluminando a la mujer para poder comprobar si era ella ¿algún doble? ¿una hermana? Vamos a ayudarle a salir de aquí, no se preocupe por los asaltantes, mis compañeros se encargarán de ellos ¿Qué es lo último que recuerda? ¿Sabe cómo llegó hasta aquí?

Había visto las fotos del lugar del crimen y no terminaba de creerse que la mujer estuviera viva ¿Habría sido todo algún tipo de montaje? Quizás esto era lo que tramaba Mace....

Dominique roció con el espray a la criatura que tuvo que se arrastró hacia atrás desde el suelo y dio un margen para que la doctora pudiera apartarse de ella.

Mientras, Hékate seguía siendo asediada por la criatura que lanzó sus fauces sobre la medium. Consiguió clavar uno de sus colmillos sobre el brazo de Hékate pero en ese instante sonó la pistola de Gabou e impactó a la criatura que tuvo que retroceder para presionarse la herida. Hékate caminó hacia atrás, como acto reflejo para apartarse de la criatura.

Mientras, dentro del vagón, Nicole miraba a Jonah con el gesto compungido.

—Por favor, ayúdeme a levantarme —le suplicó.

Cuando el informático dio dos pasos se detuvo de inmediato al fijarse en una de las manos de Nicole. Los dedos acababan en una uña alargada en forma de garra y fue en ese momento cuando el gesto de Nicole cambió y se levantó de un brinco. Jonah vio entonces la realidad de aquella figura. No era Nicole Devereaux, era una de esas criaturas que estaban peleando contra el resto de sus compañeros. Y tenía aquella capa amarilla andrajosa de la que tanto habían oído hablar.

La criatura quitó el freno del vagón que comenzó a precipitarse vías abajo. El vagón comenzó a moverse a los lados haciendo difícil el movimiento dentro de él para Jonah. Afortunadamente la puerta seguía abierta y el informático podía saltar del vagón, que aceleraba por momentos. La criatura se movió con tremenda agilidad y pronto se colocó en el techo del vagón, donde el resto del grupo pudo verla.

Dominique y Hékate estaban en medio de la vía cuando aquello ocurrió y veían como el vagón se les venía encima por momentos.

El ruido del vagon de metro deslizandose hacia ellos hizo que Gabou dejara de mirar al tipo que acababa de intentar descalabrar.

-iJoder!-exclamo soltando la pistola y la linterna para tener las manos libres.

Se lanzo en plancha para apartar a Hekate de las vias. La medium estaba herida y aturdida y no hacia falta ser un adivino para saber lo que le haria el vagon si la alcanzaba.

El detective cayo cuan largo era a los pies de Lacroix al tropezar con los viejos railes en la oscuridad.

Ahora si que estaba bien jodido.

Había logrado escapar de aquellos seres horrendos. Corría sin mirar hacia donde. Sólo miraba a aquellos engendros deformes. Esperaba que no la siguieran, pues de lo contrario... de lo contrario correría hasta llegar a casa, cerraría por dentro y no volvería a salir nunca. Eso con suerte y si no le daban caza antes. 

Fue sólo momentos antes del impacto, cuando toda su atención se desvió por un momento sobre lo que tenía delante. No había escuchado las lamentaciones de Hékate, ni el disparo de Gabou. Tampoco era consciente de que el vagón estuviera en movimiento y mucho menos de que una renacida Nicole Devereaux estuviera haciendo parkour en las inmediaciones de aquel hediondo túnel del metro.

Vio como aquel vagón se echaba sobre ella. Quisó pararlo con las manos. Quiso saltar a un lado. Quiso gritar. Quiso hacer muchas cosas, pero no llegó a moverse, ni a parar el vagón con las manos (¡cómo si eso fuera posible!) y tampoco gritó. Tan solo esperó a que el vagón le golpeara con toda la violencia posible y entonces si gritó.

- ¡Aaaaaah! - Alzó la voz mientras era catapultada contra un lateral de la vía. - ¡Joder! - Dijo aturdida y bastante dolorida en el suelo. - Me ha destrozado... - Susurró.

Jonah se apartó ante la visión de la garra y eso le libró de ser atacado por la persona que se había hecho pasar por la víctima pero eso le dejó sin opciones de impedir que liberara el vagón contra sus compañeros. Su instinto le dijo que saliera de allí, el vagón iba a estrellarse con él dentro y no estaba seguro de sobrevivir al impacto pero cuando se disponía a saltar fuera miró hacia el túnel: Jean había intentado librar a Hékate pero había tropezado y se había quedado en medio de la vía, Dominique se había quedado paralizado y Hékate estaba herida y sin pinta de reaccionar ante el peligro....no podía dejarles ahí, maldiciendo haberse saltado siempre las clases de educación física corrió como pudo hasta la palanca del freno pero el bamboleo del vehículo lo lanzó contra la pared y cuando llegó el choque se llevó un fuerte impacto en las costillas.

Hékate estaba algo aturdida por la confusión y el dolor ocasionados por la criatura. Tanto que a penas era consciente de que estaba en medio de una vía con un tren acercándose hacia ella. Por suerte consiguió reaccionar a tiempo de evitar que le arrollase saltando hacia un lado torpemente. Cayó al suelo golpeándose en una rodilla, pero al menos se había salvado de ser atropellada.

- ¿Zombies? ¿como es posible?...¿qué hacen esas criaturas aqui y qué tienen que ver con ese rey amarillo? No da la sensación de que las necesite, pero si hemos dado con ellas, es que vamos por buen camino. Será mejor andar con cuidado.

Ni siquiera había pensado en su herida, pero entonces sintió su vientre manchado de sangre caliente. Miró la herida con preocupación.

-¿Alguien...puede ayudarme con esto?

Gabou estaba tendido en mitad de la vía cuando el tren se aproximaba. Hékate consiguió apartarse pero Dominique no corrió la misma suerte y salió despedida hacia un lado con un fuerte golpe. Hékate miró hacia atrás para ver qué había ocurrido con Gabou pero lo había perdido de vista y no tenía la completa certeza de que se hubiera salvado del golpe. Incluso era posible que estuviera enganchado en la parte frontal del tren y estuviera siendo precipitado hacia abajo junto a él.

Dominiq, dolorida levantó la cabeza un instante para ver a aquellas criaturas esfumarse por un túnel que estaba oculto tras el vagón. El líder, con la capa amarilla, gritó fuertemente y el resto de criaturas obedecieron lo que pareció ser una orden.

Dentro del vagón, Jonah sintió el tremendo golpe que hendió la parte frontal del tren. Estaba dolorido y, en la oscuridad del túnel, no podía ver al resto de sus compañeros.

"Estoy vivo"

Dos piernas. Dos brazos con dos manos. Una cabeza dolorida de lo que estaba apretando los dientes. 

Había visto pasar un vagón de metro a escasos centímetros de sus narices. Abrió las manos y las encontró llenas de porquería del suelo. Estaba vivo porque Dios no había pasado lista. 

Rodó por el suelo para empezar a incorporarse. Se dio cuenta de que llevaba un rato sin respirar ni parpadear. Miró brevemente a la medium: se había salvado no sabía cómo. 

-Joder-acertó a jadear.

Le pitaban los oídos del choque contra el fondo del túnel. Era vagamente consciente de que habían perdido el factor sorpresa. 

Dando traspiés, se acercó a recoger su pistola y la linterna. Apenas se agachó para recogerlas, corrió hasta la pared y vomitó hasta los hígados. 

-¿Estáis...?-tragó. Escupió-¿Estáis todos bien?

Dominique no se había puesto en pie todavía. Se encontraba hecha un ovillo en el suelo emitiendo un quejido lastimero. Estaba cubierta de despojos y retorcida sobre si misma. Sin duda alguna, ella había recibido la peor parte.

- ¡Ay! - De quejaban dolorida. - ¡Aaay! - Trató de ponerse en pie. - Me duele. Me duele todo. Ese vagón me ha pasado por encima. Tengo suerte de estar viva, pero. ¡Joder, debo tener algo roto!

Se acercó a Gabou. Le extrañaba que aquellos seres deformes se marcharan ahora que los tenían a su merced. ¿Y que había ocurrido? Casi no había tenido tiempo de asimilar los acontecimientos. Uno de aquellos seres se había subido a lo alto del vagón. ¿Dónde estaba ahora?

- Tenemos que... - Iba a proponer largarse, pero entendió que no podían. No cuando estaban tan cerca. - ¿Y si pedimos refuerzos? ¿Podemos hacer eso?

Gabou negó con la cabeza. 

-El cuerpo de policía está comprometido ahora mismo. Si pedimos ayuda sólo nos traerá más problemas-miró a la forense de arriba a abajo-Estás hecha un desastre, Court. Si quieres echarte atrás ahora te puedo dar las llaves del coche...

Dirigió una mirada a Hékate y alzó una ceja:

-¿Dónde está Jonah?