Partida Rol por web

El salitre del mar te golepa en la cara cuando te despiertas. Notas como el calor, la humedad y el frio se entremezclan por tu cuerpo con el dolor de tus heridas y el sabor a la sangre en tu boca.

Desorientado miras alrededor pero el sol es cegador y apenas logras ver mas alla de la oscura arena de la playa y las palmeras lejanas. Finalmente te logras poner en pie, no sin esfuerzo y oteas alrededor pudiendo ver como multitud de restos del barco han llegado a la costa contigo pero... y el resto? y la dama y el asesino?

Comienzas a andar sin rumbo un par de pasos antes de percatarte de que has perdido todo lo que tenias... no, tu relog de bolsillo aun esta bien enganchado a tu ropa pero parece no funcionar, sin duda por el agua y los golpes de la tormenta.

Habran sobrevivido los demas?

El salitre del mar os golepa en la cara cuando os despiertais. Notais como el calor, la humedad y el frio se entremezclan por tu cuerpo con el dolor de vuestras heridas y el sabor a la sangre en vuestra boca.

Desorientados mirais alrededor pero el sol es cegador y apenas logras ver mas alla de la oscura arena de la playa y las palmeras lejanas.

Comienzais a andar sin rumbo un par de pasos antes de percataros de que habeis perdido todo lo que teniais... pero... donde esta Julian? habra mas supervivientes?? Multitud de restos del naufragio atestiguan vuestra suerte.

Te das cuenta de que aun tienes el extraño mapa entre tus humedas ropas destrozadas por la tormenta y el naufragio.

¿Cómo lo he logrado?

Haberse criado en un lugar tan seco y alejado del mar como Villalobos, hizo que Julián nunca se preocupase demasiado por aprender algo más que a mantenerse a flote y nadar al estilo de los perros.

La mesa dejó pronto de ser una garantía de supervivencia, dejando a sus ocupantes totalmente a merced de la tempestad. A la desesperada, el cordobés compensó su falta de técnica con una inusitada energía fruto, sin duda, de su férrea determinación a no morir ahogado.

tras pasar esa heroica batida con la muerte solo veo la playa y me boto de rodillas viendo si hay algun sobreviviente mas
hago un momento de pausa y despues muy asustado reviso mis bolsillos para ver si esta el mapa o lo hise caer en el mar

marie donde esta julian que paso con el estaba con nosotros

hago un intento desesperado por buscarlo en la inmensa masa de arena que hay

Aún algo mareada, Marie se pone en pie e intenta distinguir en la distancia añgo entre los escombros. Jack está junto a ella. -¿Te encuentras bien? -le pregunta acercándose lentamente-. Y... ¿y Julián? -vuelve a preguntar ahora preocupada.

Su mirada busca impaciente ver al hombre en algún lugar por la playa. No, no puede ser...

-¿¿¿JULIÁN??? -grita.

Parece que al menos no has tragado mucha agua. La verdad es que tu tecnica de "hundirse como un plomo" ante la terrible tormenta que os azoto no fue la mas adecuada aunque dado tu ferrea resistencia y tu instinto tan aguzado de supervivencia has logrado llegar a la playa.

Miras al cielo y te parece ver que el sol esta muy alto... quiza sean las 12 de la mañana. A tu alrededor todo te da pistas de que te encuentras en una isla, quiza del archipielago canario pero es dificil saber en cual de ellas dada su semejanza y tu poca experiencia en ellas... nunca antes habias llegado a una.

De repente un grito, el de Marie, te pone sobre aviso y sales corriendo por la playa en su direccion hasta que, finalmente encuentras a la dama y a Dish empapados, cansados, doloridos y apenas sin vestiduras (como tu) muy desorientados en tu busqueda.

Revisas tus ropajes pero no encuentras por ningun lado el mapa; seguramente se haya perdido como el resto de tus cosas, sin embargo, si encuentras un cuchillo que habias guardado en una de tus botas y que ahora anda huerfana en tu pie derecho.

Perdidos, desorientados, heridos y cansados os fijais en que seran cerca de las 12 de la mañana y que el calor es sofocante.

Sin duda os encontrais en una de las islas del archipielago pero... como saber en cual?

De repente escuchais los pasos de alguien acercandose por la playa y rapidamente veis a Julian acercarse con escsa ropa, empapado y embadurnado de arena hasta las cejas (como vosotros mismos). Parece que los tres habeis sobrevivido al naufragio.

-Se lo dije, Marie: será un bala, no el mar. - dice sonriente y tratando de mantenerse gallardo pese a estar agotado y dolorido.- ¿Están bien los dos? ¿Seguimos teniendo el mapa?

Protegiendo sus claros ojos del sol con la mano a modo de visera, otea una vez más el horizonte en busca de alguna vela en el mar o algún lugareño en la costa. En su inspección de la zona, sus ojos se fijan, una vez más, en los restos del barco y asiente meditabundo.

mmm no creo que lo perdi en la tormenta pero ahora solo nos queda recuperarnos y intentar irnos de esta isla mejor buscaremos alguna sombra y pensamos que hacemos me dirijo a alguna palmera mientras que siento que mi cuerpo esta muy pesado y fatigado

-¡Julián! -grita Marie aliviada al verle y acercándose a él para comprobar si estaba o no herido-. Por un momento pensé... su mejillas se tornan ligeramente sonrosadas y desvía la mirada.

-Hemos sobrevivido, es lo importante, pero creo que sería bueno descansar -dice, no se encuentra muy bien. Había tragado demasiada agua.

Cuando el caballero menciona el mapa, Marie se palpa las ropas y asiente con la cabeza. Despacio, y algo desconfiada, saca el trozo de papel arrugado y mojado por el mar.

Imitando a los demás, busca una palmera bajo la que descansar y apoya su espalda contra ella. De manera inconsciente intenta bajar sobre sus ojos el ala de un inexistente sombrero.

-Les llaman las Islas Afortunadas...los afortunados hemos sido nosotros. - dice mientras juguetea, curioso, con un puñado de arena volcánica. - Aunque nos quedasen ganas de seguir navegando, va a ser un poco complicado hacerlo sin dinero. A no ser que...- saca algo del bolsillo de su raido y empapado pantalón.

Es un reloj de oro y, al levantarlo, el inteso sol arranca destellos de su brillante superficie. Lleva un escudo de armas grabado en la tapa.

-En campo de oro, dos lobos pasantes de sable, puestos en palo. Villalobos: Honor y Orgullo.- recita de manera rimbombante, como si se burlara de su linaje.

Descansais durante unas horas bajo las palmeras acunados por el suave viento de la isla y con el calor pegado a vuestro cuerpo y ropas hemedecidas.

Tras un rato caeis en la cuenta de que apenas sabeis nada de donde os encontrais o si teneis posibilidad de llegar a algun lugar civilizado desde donde continuar viaje o regresar... sea como sea tardaran dias hasta que os busquen... que deberiais hacer? ambos lados de la playa parecen iguales aunque os parece ver una lejana isla diminuta en el horizonte.

-No nos podemos quedar más tiempo aquí sin comida ni bebida- dice mientras se levanta. Se fija en la pequeña isla que se ve a lo lejos, pero la sola idea de volver a tener que nadar le hace estremecerse.

-Podemos caminar por la playa siguiendo la costa hasta dar con algún pescador o podemos internarnos en la isla y buscar un lugar alto.- propone a Marie y a Dhish - Y hay una tercera opción, encender una gran hoguera y esperar a que alguien venga, aunque no me convence demasiado...

Tumbada, con los ojos cerrados por la excesiva luz y bañada por los rayos del sol, Marie escucha las propuestas de Julián.

Se incorpora levemente y utiliza su mano de visera para poder ver mejor. -Una hoguera no es buena idea, creo que lo mejor sería andar por la playa y ver qué encontramos. Lo sé, tal vez andemos sin ningún sentido, pero integrarme en la isla sin conocer el territorio me parece precipitado. No sabemos lo nos podemos encontrar... -dice mirando de reojo y con cierto recelo el interior del lugar.

mmm bueno la hoguera no es mala idea pero mejor buscaremos algo de comer yo me ofresco a pescar y tu marie puedes buscar frutas o algun manatial para dotarnos de agua y tu julian puesdes hacer una fogata asi los 3 veriamos si hay personas en la isla y podriamos llamar la antencion con la fogata que dicen o alguien tiene alguna otra opinion

me paro para buscar algun palo y esperar la respuesta de mis compañeros y de una ves comensar mi deber

-Podemos recorrer la costa y, tarde o temprano, daremos con alguna población. De todos modos, eso nos puede llevar tiempo y sería mejor, como bien dice el señor Dhish, conseguir algo de agua y comida. No encontraremos fieras o fauna peligrosa en las Canarias, Marie. Por eso puede quedarse tranquila. - guarda el reloj y se dirige al otro hombre - Dejemos lo del fuego como último recurso, no me agrada la idea de esperar a que la ayuda venga a nosotros. Acompañaré a la dama y buscaremos agua y algo para comer. Que tenga suerte con la pesca. - parece decidido pero, tras levantarse, espera educadamente por si su compañera de desventuras tiene algo que objetar.

bueno eso me parece genial entonces nos encontraremos de mmm unas 2 horas cuando mucho aqui no se alejen tanto de estos rumbos

vveo el sol y me dirijo hacias las orillas del mar y busco si hay cangrejos rondando piedras proximas o si hay algunos peces por la orilla