Partida Rol por web

Luego de caminar hacia la ciudad, llegan al portico, rodeado por aproximadamente 6 guardias en un puesto a las afueras, fuertemente armados, y revisando todas las carretas que llegan.

Ustedes, al andar de pie, pasan por el lado sin ser revisados, y ven una especie de cartel con numeros que indican donde estan actualmente (afueras de la ciudad) junto con los puntos de utilidad/mas importantes.

Avanzan, entrando en la ciudad y sintiendo un agradable olor a los inciensos que se venden en algunas tiendas de herbolaria.

Es un intenso aroma a flores mezclado con algun otro compuesto, que a pesar de ser moderadamente fuerte, no es dulce ni empalagoso.

Los vendedores que no tienen las tiendas llenas, se encuentran en la puerta de su tienda, invitando con un instrumento distinto (de cuerdas o vientos) de formas variadas y sonidos armoniosos.

Pueden ver negocios de Herrería, Carpintería, Vestimentas, incluso una tienda de Cartografía, y otros cachivaches.

Mucha gente se agolpa en las tiendas, tanto fuera como dentro de los mismos edificios, algunos niños corren libres entre la gente que se mueve en todas direcciones.

Me adelanto en el grupo, como guiando al resto por la ciudad. Nunca antes había estado en Purixta y me llama la atención tanta tienda y objeto brillante.

WOW eso tiene que valer una fortuna

Pienso mientras observo ojiplático. Sigo caminando y comento en alto para el resto que me sigue por detrás.

- No tenemos información del enano este, pero como bien es sabido, la probabilidad de que un enano se gane la vida dando forma al metal es muy alta. Yo voto por pasarnos por la herrería de la ciudad.

Me paro en seco y me doy la vuelta para ver qué opina el resto. Me doy cuenta que también nos siguen los otros aventureros.

- Después podremos ir a las autoridades del lugar para preguntar por los sucesos esos extraños del sueño. Pero si no os importa a lo mejor Laver y yo nos quedamos fuera.

Me inclino hacia Laver y le susurro.

- No te preocupes, te invito a unos fideos.

Tengo que tener a Laver controlado, que se desmadra muy facilmente.

En raras ocasiones la muchacha había tenido que visitar alguna pequeña población, en general comunidades dispersas a lo largo de un valle o de un bosque, y para ella la gran ciudad de Purixta era un mundo nuevo. Shem andaba embelesada al contemplar el interior de la urbe, contagiada por la alegría que desprendían la música y el corretear de los niños.

Shem cerró los ojos y se dejó seducir por los nuevos olores y sonidos, y jugó a adivinar a qué se debía cada estímulo hasta que Noma le recordó el porqué de su viaje.

–Si, buena idea. Aunque debido a la naturaleza del arte que trato de dominar, podría también pensar que se encontrara en un templo, un monasterio o... en una taberna –dijo con una amplia sonrisa.

La joven halfling se acercó con gráciles zancadas a uno de los talleres de herrería y trató de preguntar al artesano.

–Disculpe, buen señor. ¿Conoce usted al señor enano Bretan CervezaNegra? ¿Podría indicarme dónde encontrarlo?

Uuuuh, ¡fideos! - no puedo evitar decir en voz alta - Para no ser una mujer, Noma, sabes qué decir para complacer a un hombre jajajajaja - le doy una palmada amistosa en la espalda a mi compañero -. Bueno, mientras la Shem esta pregunta por su colega, contadnos - pido, dirigiéndome a los otros tres -. O sea, ¿sois héroes o algo así? En plan, derrotando el mal allá por donde pasáis y tal. ¡Lo mismo eramos compañeros de equipo sin saberlo! ¿Eh, Noma?

Le doy un golpe a Laver.

- ¡Pero deja de descubrirnos a base de gritos, que pareces tonto! - Niego con la cabeza y suspiro.

Panacea entró a la ciudad fascinada por los diversos olores del lugar.   

¡Tengo que averiguar cuales son esas especias!

Mientras sus compañeros y los 3 aventureros que habían encontrado en el camino conversaban entre los puestos, la gnoma se acercó a uno de ellos, de los que vendían aquellos aromas e inciensos, y compró unos pocos, preguntando que eran y para qué servían.   Tenía sus sospechas. 

¿Para no dormirse?  ¿Puestos de kaphvè habrá?

Nosotrxs venimos porque el gobernador de la ciudad de Purixta -- Derrick Girland-- , envió una misiva a las poblaciones cercanas, entre ellas VillaFé, de donde venimos, describiendo esta extraña enfermedad que les digo, a la cual llaman "El sueño misterioso".  -les contó al alcanzarlos de nuevo.

Hace relativamente poco apareció.  No se le encuentra la causa ni la cura.  Provoca que los que la sufren no puedan despertar y permanezcan dormidos como si de sueño normal se tratara.   La situación parece que ya es alarmante puesto que las primeras víctimas se encuentran extremadamente débiles.  Apenas se les puede dar de comer y beber, y los otros elementos del sistema digestivo están casi detenidos, como cuando una duerme, pues.   Se teme que mueran de inanición o sepsis como no se encuentre cura pronto.  -Sus delicados y desafiantes ojos verdes mostraban consternación. 

Así que, por estar aquí ya se arriesgan a enfermarse y dormir para siempre.  A hacer algo o irse, yo diría.   Mi sugerencia es que nos pongamos a ayudar diunavez.   Al mientras, cuidense de los estornundos y otras manifestaciones de enfermedad.  

Yo iré a directo con el gobernador.  Traemos carta del alcalde de Villafé.   

¿Vienen conmigo o los alcanzo mientras van a los hospitales o donde estén las curanderas?  -Se dirgía principalmente a Gael e Ylian. 

Que puede que cada enfermo de sueño esté en su casa, o los hayan aislado, pa'vitar el riesgo de enfermar a otros. 

Estuvo encantada de haberse encontrado con otros aventureros tan simpáticos mientras avanzaban hacia Purixta. No tardaron en pasar sus puertas. Se perdió en un mar de olores de los puestos de los herbolarios y miraba los diferentes objetos y plantas que estos vendían mientras que por sus oídos dejaba pasar las dulces melodías de los vendedores que tocaban música en el exterior de sus tiendas.

Daba la sensación de que no ocurría nada en el interior de la ciudad, pero pese a no haber estado antes supuso que ese mercado antes de lo que estaba sucediendo hubiera estado mucho más lleno. Aún así, la gente agolpada en el mercado no parecía estar preocupada y siguió con la mirada a los niños que correteaban alrededor despistándose un poco.

La voz de Panacea la hizo volver a la realidad y asintió mirándola. - Voy contigo Panacea, quiero saber todo lo que ocurre en este lugar de primera mano. Espero entonces mientras acariciaba a Argolan que se había posado en su hombro a ver quién más iba con ellos.

Oye Noma, ¿crees que ese gato será algún tipo de mascota del pueblo? - pregunto, señalando la estatua de gato multicolor visible en cada negocio - ¿Te imaginas tener que cortarle las uñas periódicamente a un bicho así? Jajajaja - río al observar que tienen seis garras. Me acerco al negocio más cercano y acaricio con el dedo la gema dibujada en la frente de la estatua -. Eh, tendero, ¿qué es esta criatura? ¿Da buena suerte o algo?

- No me había fijado la verdad, pero es verdad. Será algún símbolo de la ciudad, de su dios o algo así.

Me fijo en la frente del gato y el dibujo del rubí.

- ¿Crees que existirá la estatua original con un rubí verdadero? - Sonrio pensando en una gran piedra preciosa, imaginandome la joya en mis manos y jugando con su peso. - Si la ves, avísame.

Sigo a Laver hacia el tendero no vaya ser que la líe. Al pobre hay que dejarle un poco de margen que si no se enfada como un niño.

- No te entretengas demasiado, que tenemos un enano que buscar y una enfermedad que curar parece ser. Te digo desde ya, que algo así seguro que ha sido a proposito. No quiero adelantarme, pero estoy casi seguro que por dinero, como siempre.

Que sí, que sí - respondo distraídamente mientras miro al tendero esperando a que me atienda, poniendo la mano en la cara de Noma para apartarle.

Un enano barbirrojo con clientes les hace una seña con la mano para que esperen un momento, ya que está atendiendo a un cliente,  un mediano que termina que termina de comprar unas dagas que guarda en sus fundas,  y sale de la tienda,  haciéndoles una seña de saludo con la cabeza. 

Se pierde rápido en la multitud. 

El enano sale desde detrás del mostrador, no sin antes,  mover unas palancas, y varios sonidos metálicos suenan en toda la tienda. 

Se acerca un poco, sin salir de la tienda y les dice, haciendo una pequeña reverencia:

Buenos días, estimada señorita,  bienvenida a mi tienda,  Borgs Trenzarroja a su servicio...

Bretan? Pues claro,  es la cabeza del monasterio del trato justo - indica hacia el norte de la ciudad,  donde,  unas cuadras mas allá,  se ve la mitad de un alto templo que sobresale por encima de las casas.

No quieren comprar algo?

Tengo de las mas finas mercaderias, algunas incluso hechas por mi propia mano!

El enano mira a todos esperanzado...

Cuando le preguntan sobre el gato, les dice moviendo la mano:

Ah si, nuestra Diosa Liniox, señora del comercio!

Se acerca y acaricia la imagen del gato de multiples patas.

Al llegar hasta el lugar lo encontró bastante vivo, creyó que la enfermedad asolaba a un número elevado de ciudadanos lo que les haría encontrar calles vacías o semivacías, todo lo contrario, habían niños correteando creando un entorno agradable que alegraba el espíritu. Prestaba atención a Panacea que quería buscar al gobernador, ciertamente al caballero le parecería indigno ir a vender sus objetos antes de preocuparse por el estado de Purixta. Si había una enfermedad habría que atajarla con prontitud.

- Voy también, hablemos con el gobernador para interesarnos por este problema que nos atrajo.

Miró alrededor buscando la calle principal que pudiera llevar hasta la plaza donde habrían de encontrar los edificios importantes. Luego de orientarse todo lo bien que pudo miró a los tres nuevos aventureros.

- Si queréis participar en esta aventura sois bienvenidos. Nosotros no tenemos recompensa por ofrecer pero me extrañaría que no la hubiera.

El hombretón parecía un tipo duro capaz de hacer frente a criaturas hostiles, mientras que los otros dos semejaban ser exploradores y un grupo bien surtido podría sortear mejor los peligros que encontraran, más todavía si se tenía en cuenta que podían estar ante un problema de índole mágico que requiriera algo más que el uso de armas.

Disculpe, es usted Sir Gael?, el mismo de Villafé? - dice una anciana, que apenas se mueve, mirando a Gael de forma extraña y sorprendida...

Nos han contado de sus aventuras y su fam...ohh cielos, esta pequeñuela de aca no es la gran Panacea? y donde estan ...ah si veo a Ylian tambien y a ...espere, y donde esta el gran hechicero Lasar y El clerigo Aramin?

Nos llegaron noticias pero... - mira a los demas con extrañeza - bienvenidos sean a Purixta!

Levanta su mano como pidiendo unas monedas...

–El Monasterio del Trato Justo, por allí. ¡Muchas gracias, señor Trenzarroja! Oh, yo no... no necesito nada ahora mismo. Pero le aseguro que recomendaré su establecimiento –dijo Shem, agradecida. –Ah, disculpe. ¿Puede también indicarnos dónde se encuentra la casa del gobernador?

Una vez recabada la información, la mediana se despidió del herrero y le hizo una señal a Noma para que siguieran adelante. A la halfling le daba la impresión de que al fortachón le faltaba un hervor para saber comportarse en público y a veces no comprendía del todo sus palabras, pero le parecía muy fresca su forma de actuar tan abierta. Tal vez, pensaba Shem, debería aprender de él y no tener miedo a abrirse. Por otra parte, el elfo de peculiar aspecto parecía saber controlarlo. Se notaba que tenían una gran sintonía, fruto de los largos años de andaduras juntos.

–Bueno, sabiendo que el maestro Cervezanegra se encuentra en ese monasterio, no creo que sea complicado localizarlo. Pero como la cuestión del sueño parece tan importante, pienso que será bueno saber lo que el gobernador nos puede decir... Y supongo que el sabio podrá disculpar el retraso... ¿verdad? –comentó la muchacha en alto, como esperando una confirmación por parte de los justicieros.

Pronto alcanzaron nuevamente a los otros tres viajeros. La mediana sentía curiosidad por la otra acompañante de similar altura, cabellos hierba fresca y cierto olor a campo. Y, aunque de la misma forma que con el bárbaro no entendía bien lo que decía, tenía la intención de acercarse y hablarle. Pero una anciana interrumpió su movimiento cuando descubrió a los viajeros de Villafé.

La señora hablaba de otros nombres que no le eran conocidos a la asceta, y parecía algo confusa. Shem echó mano a una pequeña bolsita de cuero, sacó unas monedas de plata y estiró su cuerpo para depositarlas en la palma de la mano alzada.

–Gra-gracias por el recibimiento, señora –comenzó con una cálida sonrisa. –Disculpe, ¿conoce usted algo sobre cierta enfermedad que atormenta a algunos ciudadanos de la zona?

Parecía que sus nuevos compañeros de viaje habían encontrado el camino para encontrar a la persona que la mediana buscaba y además les habían indicado la dirección a tomar para ir a ver al gobernador. Parecía que todos avanzarían para que los seis avanzarían hasta la casa del gobernador a tratar de discernir el problema que tenía Purixta.

Cuando preguntaron sobre la representación del Gato que aparacia en todas las tiendas Ylian intuyo que tendría que ver con la buena fortuna en los negocios y cuando escuchó el nombre de la diosa del comercio trató de recordar si había leído algo de sea figura en el templo, para explicarle al resto quien era y tuvieran más información de ella antes de que se pasaran por el monasterio.

Fue entonces cuando una señora mayor, los reconoció parecía que las palabras viajaban rápido en aquellas tierras.

- Si señora, somos nosotros aunque Gael y Aramin se quedaron en Villafé. Veo que las noticias vuelan rápido en esta región, ¿ha llegado alguién de Villafe para avisar de nuestra llegada? preguntó a la señora mientras le depositaba una moneda de oro en la mano y esperaba que respondiera a la pregunta de Shem.

Al ver a la vieja detuvo los pasos, sonriendo con cordialidad cuando ella reconocía los nombres de todos ellos. Estaba sorprendido porque las noticias llegaran tan rápido, podía ser un punto a su favor. El caballero buscó con las manos una de las bolsitas para coger una moneda de oro, sin prisa pues quería escuchar la respuesta de la mujer. En cuanto pudo tomar una de ellas la acercó para entregarla.

Gracias majo - agradezco al tendero -. Sí, lo de la enfermedad esta pinta chunga - digo en respuesta a Shem -. Supongo que a tu colega el enano no le importará esperar más - me encojo de hombros y meto las manos en los bolsillos -. Además, no se vosotros, pero yo estoy pelao - saco las manos de los bolsillos, mostrando el interior vacío -. Creo que deberíamos acompañar a esta gente, que parece que sabe lo que se hace - añado señalando a Gael y compañía -. Total, tampoco es que tengamos nada mejor que hacer, ¿eh Noma?

¿Dos monedas de oro?  -Mm, esta mujer debe ser una adivina, o mis compañeros son la mar de generosos. 

O a lo mejor es cómo se saluda la gente de acá.  

Se quedó callada, sonrió a la señora cuando dijo su nombre, aunque la miró de discreto soslayo para tratar de adivinar sus intenciones, 

-Adivinar a la adivina, jeje.-, y ya después dijo: 

Si señora, y venimos a ver lo de la extraña enfermedad del sueño.  ¿Usted conoce a alguien que haya enfermado? 

¿Saben cómo cae en la enfermedad la gente, cómo y cuando se contagia? 

¿O de hecho estamos todos dormidos al sólo entrar a la ciudad y este ya es un sueño?  -volteó para todos lados para ver si era cierto. 

Miro de reojo a Laver.

- Pues sí, la verdad, acompañemosles.

¿Por qué la anciana les conoce? Deben ser unos aventureros de gran renombre por esta zona. Por ahora lo que más nos conviene es ir con ellos hasta que conozcamos sus intenciones reales, no me fio de nadie. Además, por lo que parece, les sobra el dinero y eso nunca es bueno.

Me quedo escuchando al resto con atención sin involucrarme demasiado para intentar conocerles mejor.

Repentinamente, el semblante de la mujer palidece.

Mira a Ylian con una rostro trémulo.

Mi... mi hijo Micah, es comerciante, y viaja mucho... hace unos dias llegó de Villafé y nos contó sobre sus hazañas... mi hijo querido ... luego de llegar, al otro dia cayó dormido y no ha despertado... Desde entonces estamos sin trabajo y las deudas se acumulan... Esta estúpida enfermedad nos tiene locos, es como si, solo apareciera a veces...

Mi nombre es Vinaa, por cierto. Y ustedes, cuales son sus nombres? - le pregunta mirando a Noma, Laver y Shem.