Partida Rol por web

Las cosas no habían salido bien en la ultima taberna.

Luego de tener sus bebidas un par de rufianes los acusaron de robo.

Como ustedes ni siquiera los conocían reaccionaron de forma violenta (y era que no), generando una trifulca de aquellas en la taberna.

La llegada de una veintena de guardias, no mejoró la cosas, pero al final encontraron la salida secundaria y pudieron escapar con relativa facilidad.

Aunque no son forajidos, si una cosa aprendieron con los mangantes, era que la ley era dura, y por eso generalmente evitan toparse con ella.

Creen que no los buscan, sin embargo, ya llevan caminando 1 dia completo por un camino rural, según les contaron, camino a la ciudad de Purixta.

No saben mucho de ella, salvo que es una ciudad comercial amurallada, cruce de varios caminos (entre ellos el de ustedes). Su poblacion es de aproximadamente 2 mil personas y fuerte comercio (lo que llamo su atención y ganas de aventuras).

El camino rural no esta empedrado, y el clima es grisaceo, el color cafe mas claro de los grandes arboles que ven pasar les indica que el otoño ya esta en su mitad, y las pocas carretas indican que este NO es un camino muy transitado por el comercio.

Hace varias horas que no se topan con nadie, y la ultima aldea que ustedes visitaron, quedaba muy cerca de las montañas, llenas de humanos apurados y enojones aunque también enanos demasiado ocupados para seguirles la charla, o sea aburridos.

Tienen provisiones suficientes para un par de días mas, y no se han topado con rios ni grandes accidentes del terreno, aparte del cafe claro follaje de arboles que aparecen con cada vez mas periodicidad en los alrededores del camino.

Luego de tu entrenamiento exhaustivo, tu maestro te indica que ya estás lista.

Se necesitará tu ayuda en la gran ciudad de Purixta y debes aprender de la civilizacion, pues luego de haber llegado acá, nunca mas habías salido, perdierndo contacto con la civilizacion.

Te indica que tu educacion mas formal empieza ahora y luego de una pequeña charla motivacional, te indica que vayas a la ciudad y te reunas con Bretan CervezaNegra, un enano que te podrá ayudar con esta nueva etapa de entrenamiento.

Sin dudar tomas tus pertenencias y, sabiendote fuerte y sabia, emprendes el rumbo, saliendo de las montañas, camino a Purixta.

Tu metabolismo te permite andar mas rapido de lo que los mortales pueden, y la abstencion de alimentos de tu entrenamiento no hace mas que fortalecer tu cuerpo, permitiendote pocas paradas para alimentacion y cuidado de tus musculos.

El templo de entrenamiento es una ruina de antigua ciudad, oculta profunda dentro de un valle de dificil acceso, es por eso que no recibe visitas (no que te hayas dado cuenta) y el camino hacia la civilizacion  te parece largo, hasta que finalmente, luego de bosque particularmente amarillento por el otoño, llegas a un camino rural que conduce al camino real, que lleva a Purixta.

Revisas un poco que tus pertenencias no se hayan soltado o desamarrado, y sigues caminando.

_Pensaba que todo esto de huir se habría acabado al dejar el grupo, pero parece que no nos van a dejar tan fácilmente. A Laver se le ve tan tranquilo... No parece que le afecte, yo tengo que disimularlo._

- Ja, vaya esquinazo a esos guardias de pacotilla. Tengo ya ganas de poder descansar el culo, que lo tengo cuadrado.

Al salir del bosque y encontrar el camino rural, Shem se giró para mirar una última vez hacia el trayecto recorrido y la profundidad del bosque, como si quisiera con la vista llegar a ver a su maestro. En esos momentos la cabeza volaba con un sinfín de sentimientos encontrados.

Por una parte sentía miedo, duda y soledad. Curiosamente llevaba mucho tiempo aislada, compartiendo el tiempo únicamente con su maestro y, en ocasiones, con algún otro monje iniciado o adepto. Pero dudaba de si sería capaz de volver a una sociedad que la maltrató de pequeña, aunque ella no lo recuerde, y de comunicarse con otros seres civilizados.

Por otra parte, sentía esas mariposas en el estómago. El nerviosismo y entusiasmo de conocer, de aprender y de tener nuevas experiencias. Quería probarse y probar a su maestro que estos años habían merecido la pena. Y más que nada deseaba desentrañar y resolver el puzzle de uso pasado para poder mirar al futuro con todas las garantías.

La joven mediana suspiró esperanzada, aferró con fuerza el bastón y continuó por el camino que la llevaría a Purixta.

Puff tío, la puñetera guardia siempre tiene que venir a cortar el rollo - meto las manos en los bolsillos del pantalón y le doy un puntapié a un guijarro suelto -. Encima de que esos bastardos vinieron a acusarnos de ladrones JAJAJA viste el patadón que le metí al de la barba? - miro a Mona con una sonrisa de oreja a oreja - Fijo que ese no vuelve a comer sólido jajaja

Me llevo la mano a la cara.

- Sí, tu tan diplomático como siempre. A lo mejor no hubiesen llamado ese tropel de guardias de tener un poco más de tacto.

Me vuelvo a fijar al frente.

- Pronto llegaremos a Purixta, espero que la guardia no tenga comunicación con la anterior. Si es así, igual les tenemos que hacerles ver la verdad... ya sabes, despertarlos, quitándoles su mayor tesoro para que tengan una razón real para perseguirnos. -  Me pongo serio. - Malditos corruptos, seguro que algún noble podrido ha pagado para que nos echen la culpa a nosotros.

Los nobles no son mas que una panda de bastardos retorcidos - gruño -. Si me dieran una pieza de plata por cada uno que me he cruzao y que se mereciese un mazazo en la boca, sería tan rico como ellos. Pero sin dar todo el asco jajaja - miro a Noma - ¿Qué crees que encontraremos allí? En Purixta, digo - desvío la mirada hacia arriba -. Espero que tengan buenos sitios para comer, que estoy de las raciones estas hasta el culo.

Mientras te unes al camino,  ves 2 criaturas caminando,  un o una elfo de un metro 70, va vestid@ con extraños ropajes y una maza en su espalda,   mientras conversa con un semi elfo.

Siguen la misma dirección aparente que tu. 

La distraída mediana iba pensando en lo que había dejado atrás y en lo que tenía por delante, y no se dio cuenta de la pareja hasta que los tuvo muy cerca.

Shem dudó por un momento, pero luego pensó que de ser simples viajeros como ella, sería bueno comenzar a abrirse y relacionarse nuevamente con otra gente que no fueran monjes de clausura. Y de ser maleantes, también se abría otra oportunidad, en este caso de practicar las artes del combate.

–Hola... –dijo algo dubitativa, casi en susurros, con los pómulos enrojecidos de la vergüenza.

La muchacha tosió levemente, se aclaró la garganta y continuó alzando la voz.

–Disculpen, voy bien por aquí a Purixta, ¿verdad? ¿Van ustedes hacia ese asentamiento?

- Ya estamos con com... - Me giro para ver quién se había dirigido a nosotros.

- Buenas tardes señorita, me puedes llamar Noma. - Hago una pequeña reverencia, ser educado siempre fue mi estilo, aunque a veces era el hazmerreír de los demás de la banda.

- Efectivamente, está en buen camino. ¿Que le trae por un poblado tan pequeño? 

¿No sabe a dónde va? Bueno, hay que tener amigos siempre en todas partes.

Le doy un golpe en el hombro a Laver.

- Eh, saluda, no seas soso.

Es que imagínate, Jiury, un pedazo de bol de fideos con su panceta y su caldo y su..

¡¿Qué andas?! - clamo ante el codazo, ajeno a lo que estaba pasando a mi alrededor - Oh... ¿Y esta niña? ¿Te has perdido? - me agacho para ponerme a su altura - Yo soy Laaaver, y este andrógino de aquí es Noooma. ¿Tú como te llamas, niñita? - me dirijo a Noma para susurrarle - Igual es huérfana, porque mira que ropas nos lleva...

La mediana esbozó una tímida sonrisa al ver la reverencia de lo que le parecía una mujer elfa, y al presentarse trató de emular la misma postura. Los modales de Noma le gustaron, y el varón parecía mostrar preocupación por ella, aunque no le gustaba la condescendencia.

Su maestro le había advertido que tuviera mucho cuidado con las apariencias, que no se fiara del primer extraño que la tratara bien, y que no dudara en usar las técnicas aprendidas en caso de que alguien quisiera sobrepasarse. Pero también le pidió que no tuviera miedo al contacto y que se dejara llevar, ya que el aprender a ser parte de la sociedad y conocer sus entresijos era también parte del estudio que la llevaría al dominio del cuerpo y la mente. Como siempre, muchas teorías que a Shem le parecían en muchos casos contradictorias y que no llegaba a comprender del todo.

La muchacha finalmente se armó de valor y respondió a los viajeros.

–Buenas... tardes, ¿señorita...? Noma, señor Laaaver –dijo tratando de gesticular de la misma forma que había hecho el fornido mestizo.

–No soy ninguna niña –respondió hinchando los mofletes. –Debo tener... diecisiete primaveras por lo menos. Y soy más alta que la media de mis iguales... eso dice siempre el maestro. Mi nombre es Shemalla.

Una vez presentada y con la lengua caliente, la mediana se arrancó a hablar.

–¿A Purixta? No sabía que fuera un poblado pequeño, pero supongo que eso me facilitará la búsqueda. Pensaba que sería una gran ciudad. Tengo el encargo de encontrarme con un señor enano. No sé mucho más. ¿Y ustedes? ...¿Qué significa andrógino?

- ¡LAVER! - Le echo una mirada asesina a mi compañero.

Intento poner la voz más grave de lo normal, pero aún así sigue siendo bastante aguda y confusa, como la de un niño en la pubertad, que causa duda de su sexo si no le ves la cara.

- Pero bueno señorita, que modales son estos. ¿Acaso no ve que soy un chico? Se lo perdono por ser la primera vez. He de admitir que no eres la primera persona a la que le pasa.

Pongo los brazos en jarra dando a entender que estoy disgustado, pero no tardo en relajarme y seguir con la charla.

Se la ve buena persona, pero tan joven viajando sola, se ha debido de perder.

- Encantado señorita Shemalla.

En los Mangantes Espectrales había aprendido que lo primero que había que hacer al llegar a una ciudad era entrar en contacto con la gente que allí habita para identificar a los corruptos. La gente siempre está dispuesta a hablar mal de los demás, y aún más si es un noble opresor. No hay ningún asentamiento libre de alguién así, sin excepción.

- Osea que buscas a un señor enano, ¿Es familiar tuyo? Me pareces un poco joven para ir por ahí sola, tal vez podríamos acompañarte. Por nosotros no te preocupes, sólo estamos de paso.

Me encojo de hombros ante mi "cagada".

"Andrógino" es aquél que... cómo era... - me rasco el cogote y rebusco en mis bolsillos para sacar un papel arrugadísimo. Me aclaro la garganta antes de leer - Andrógino: Que tiene rasgos corporales ambiguos, que no se corresponden con los propios de su verdadero sexo - miro a la niña mujer -. Vamos, que es un tío que parece una tía y al revés jajajaja No me mires así Noma, no iba a aprenderme toda esta patochada - aclaro agitando el papel antes de guardarlo de nuevo -. Por cierto, acortar nombres mola, así que te llamaré Shem, ¿te parece? Mi nombre es Laver, de "caLAVERa" - me señalo la máscara -. Ingenioso, ¿eh?

- ¡SIEMPRE ME LLAMAIS ESO Y NO LO ENTIENDO! ¡EL MALDITO SUYUKE NO PARABA DE REPETIRLO!

Suspiro para relajarme y murmuro en bajito - Ay dios lo que me espera.

Ante la suave reprimenda y avergonzada por la pequeña confusión, la muchacha bajó por un instante la cabeza.

–Disculpe... señor Noma. Llevo mucho tiempo apartada de la civilización y no... estoy al día de... las nuevas tendencias de vestir. Como verán, de donde vengo tampoco es que tengamos eso muy en cuenta –respondió con voz picarona mientras se acariciaba la cerviz.

–El señor Cervezanegra. ¿Lo conocen? –replicó ante la pregunta sobre el enano. –Según mi maestro estoy preparada, y sé defenderme sola. Pero me agradará acompañarlos hasta allá. ¿Qué asuntos le traen a Purixta?

La mediana no terminó de entender el comentario del enmascarado acerca de la palabra desconocida, pero se contagió de su carcajada. Viendo que no le había gustado la broma a Noma, Shem se echó la mano a la boca pero no pudo retener una pequeña risita.

–Si, Shem está bien, me gusta –contestó luego al comentario de Laver sobre su nombre. 

–Cal-l-laver-a, muy ingenioso, si. ¿Por qué tiene esa máscara? ¿Es también cosa de moda o trata de ocultar algo? 

Como buena máscara, sirve para ocultar mi verdadero rostro - respondo con orgullo -. Dentro de lo hermosos que somos los elfos, se me considera uno especialmente bello. Así que llevo esta máscara para que los demás hombres de este mundo tengan alguna posibilidad jajajajaja 

Ahora hablando en serio, no se quien es ese "birranegra", pero tiene pinta de que necesitas darle una paliza. ¿Me equivoco? - sonrío de manera siniestra, mostrando todos los dientes.

Y otra tonta risita se le escapó arrastrada por la sonora carcajada del bárbaro.

–¿Tan feo es? –pensó mientras trataba sobrepasar el acero de la máscara con la mirada.

–CeeerveeezaaaNegra, Bretan CerveeezaNegra –replicó como había hecho él antes con su nombre.

–¿Pa-paliza...? No, no. Es parte de mi formación... Lo cierto es que no sé qué es lo que debo tratar con él –concluyó encogiéndose de hombros.

Vale si, lo que sea - le resto importancia con la mano -. Está claro que necesitas ayuda, así que Noma y yo vamos a acompañarte - declaro mientras le doy unas palmadas en la cabeza a la mediana.

¿A que si colega? - pregunto a mi compañero

- Sí, por supuesto. Hay que ayudar a la gente perdida.

Afirmo con un gesto brusco con la cabeza.

- Te seguimos.