Partida Rol por web

El Teatro de los Muertos

Capítulo II: Intermezzo

Cargando editor
05/03/2018, 03:06
Angie Doyle

Los ánimos de Elie son el último impulso que necesitaba para decidirme a atravesar la puerta. Lo hago con los ojos esperanzados y el corazón en vilo, pero en cuanto doy un paso al interior la decepción me cae encima como un cubo de agua fría. Pestañeo, sintiéndome de repente a la deriva, como si me hubiesen arrebatado de repente algo que daba por hecho y doy algunos pasos más, mirando alrededor. 

Conozco bien su dormitorio, he pasado horas y horas aquí dentro, escuchándolo tocar, haciendo planes para un futuro que se ha perdido en el limbo de los imposibles, ensayando mis piezas para él... Y ahora estoy aquí sola, rodeada de la decrepitud de un lugar que estaba lleno de vida en mis recuerdos. Mis dedos tratan de rozar el marco de nuestra fotografía y siento un dolor casi físico atenazando mi pecho cuando lo atraviesan. Ni siquiera puedo limpiar el cristal de polvo para verle en esa imagen y hasta su aroma familiar parece haberse pervertido con la decadencia de esta tierra de muerte. 

Querría tumbarme en su cama, envolverme con su edredón y olvidarme de todo, fingir que sigo viva y sus padres están fuera de la ciudad, que él aparecerá en cualquier momento por la puerta y se tumbará a mi lado... Pero la sola idea de que al intentarlo me deslice hasta el suelo atravesando el colchón me hace apartar esa idea. 

«Volverá enseguida, Elie. Sólo tenemos que esperarlo aquí», sueno insegura incluso en mis pensamientos, «¿Y si no vuelve? ¿Dónde crees que está? A esta hora debería estar aquí...». 

El cosquilleo en mi frente se hace más presente cuando un sollozo me agita y poco a poco me voy acurrucando en el suelo, hasta quedar sentada rodeando mis rodillas con los brazos. Sólo se me ocurre esperar ahí hasta que vuelva, tarde lo que tarde. Al fin y al cabo, tengo toda la eternidad por delante para estar... muerta

Cargando editor
12/03/2018, 00:12
Elie Godnay

Al atravesar la puerta y ver aquella estampa la voz de la cabeza de Angie permanece en silencio unos segundos, observándolo y examinándolo todo. Cada detalle de la extensa decadencia que las rodea produce en ella la misma sensación que si arrugase la nariz con cierto rechazo. ¿Aquello era de esperar? Desde luego. Pero con todas las expectativas puestas en ese momento resulta un poco... Decepcionante.

Al notar el desánimo en Angie —y más cuando se plantea lo de la cama sin llegar a hacerlo— esa voz guarda silencio. Parece querer dejar a la muchacha su espacio. Sin embargo con sus palabras Elie parece tomar un aire que no necesita antes de responder.

—Vendrá —promete mientras Angie se acurruca—. Sólo tenemos que esperar un tiempo. Piénsalo por otro lado: es normal que no esté en casa, si tú no estás. A lo mejor... —Parece dudar de si pronunciar sus siguientes palabras—. A lo mejor está en el cementerio, creyendo que ahí te ve más que aquí. O con tus padres, o con sus colegas, en plan triste. O sólo ha ido a por tabaco, nena.

—Esto es lo que vamos a hacer —comenta entonces, como si ya estuviera decidido—. Vamos a esperar un poco, y si no viene pensamos dónde puede estar, o espiamos a la vieja de la cocina a ver si hablan por teléfono o algo. Mientras... ¿Por qué no me cuentas cómo era estar aquí? ¿Hacíais muchas cosas aparte de... Ya sabes? ¿Follar?

Cargando editor
13/03/2018, 21:53
Angie Doyle

Sé que Elie sólo intenta animarme, pero cuando imagino a Josh llorando junto a mi tumba, se me cae el alma a los pies. Escondo la cabeza en las rodillas, terminando de aovillarme. Noto cómo poco a poco la tristeza se va desgranando en mi pecho, gota a gota, con la misma desesperante lentitud con la que borbota la herida de mi frente. Como si se tratase de un aceite espeso fabricado con mi angustia. 

Esperar. Es lo único que me queda porque no me siento con fuerzas para salir a buscarlo y el miedo a cruzarme de nuevo con la zombie tensa mi estómago. Pero con las preguntas de mi nueva mejor amiga saco el rostro de mi escondite y contemplo la habitación sin vida de mi novio. 

«Hacíamos muchas cosas», pienso tras algunos segundos, intentando superponer mis recuerdos felices por encima de toda la decadencia, «Él toca la guitarra en un grupo y muchas veces tocaba para mí. Una vez me hizo una canción y todo. También ensayaba las piezas de teatro con él y me ayudaba a hacerlo mejor. Y a veces sólo hablábamos. De música, de cine, de su carrera, de mis padres... De todo. Podíamos hablar de cualquier cosa durante horas y y-yo...» 

Me paro cuando un sollozo mueve mi pecho. Lo echo de menos de una forma dolorosa y ahora ni siquiera sé dónde está y él no sabe que yo estoy esperándole aquí y, cuando venga, a lo mejor ni siquiera nota que estoy con él. «¿Por qué he tenido que morirme?». No espero respuesta a esa pregunta que sale de lo más profundo de mi ser, con una rebeldía inútil, porque por mucho que quiera no puedo hacer nada para dejar de estar muerta.

Cargando editor
20/03/2018, 23:40
Elie Godnay

En cuanto Angie esconde su cabeza esa presencia de su cabeza se mantiene en silencio, dándole algo de espacio para recordar. Mientras los segundos pasan ese lugar en su mente parece latir con la cadencia de la espera. Elie no parece ansiosa, ni expectante, sino más bien solícita, y en cuanto Angie al fin se recobra lo suficiente para comenzar a explicarse algo se destensa dentro de su cabeza.

Para cuando la muchacha termina de hablar y comienzan los sollozos esa especie de humareda indefinida que es Elie trata de extenderse, como si fuera capaz de abrazarla por dentro, como si ante todo quisiera mostrarle que no está sola. La pregunta de la chica no le pilla desprevenida, y arranca el sonido de un suspiro de unos labios que no existen.

—Has tenido que morirte porque algún hijo de puta es demasiado retrasado para conducir como se debe —le dice—. Has tenido que morirte porque ese gilipollas seguro que iba drogado, o borracho, o a saber a qué velocidad. Pero no es tu culpa.

—Es una mierda, y no creo que podamos hacer nada, pero no es tu culpa, Angie. —Guarda un instante de silencio—. Pero tienes que pensar que tú al menos estás aquí. Josh no está en su cuarto, pero puedes esperarle todo el puto tiempo que haga falta. Y vas a poder acompañarle adonde te dé la gana sin importar que sean sitios donde no podrías estar. Hay otra gente que muere y no tiene esa suerte. Es una mierda, sí, pero es la mierda que hay.

—Eso sí, una cosa te voy a decir: como encontremos al capullo que te ha hecho esto vamos a buscar la manera de hacer que aprenda la lección. Joder, que cada puta lágrima tuya y de tu novio a partir de ahora son su puta culpa, no la vuestra.

Cargando editor
24/03/2018, 22:12
Angie Doyle

A medida que Elie va hablando vuelve a mi cabeza algo que ya había pensado cuando esperábamos al autobús en Liverpool. Todo esto es una mierda, una mierda inevitable. Pero... ¿realmente es necesario que Josh y yo estemos separados? No quiero verlo sufrir, eso está claro. Pero ya tiene que estar sufriendo muchísimo. Y a lo mejor él preferiría estar aquí, conmigo, en lugar de solo en el lado de los vivos... ¿Cómo va a poder elegir si no sabe que existe la opción? 

Muevo la cara para frotarme la frente con el brazo, intentando atenuar ese cosquilleo frustrante, y noto cómo se enciende una chispa de ira en mi pecho cuando Elie sigue hablando. 

«Joder que sí», pienso con fuerza, «A ese maldito cabrón le haremos la vida imposible como averigüemos quién es. Tía, seguro que podríamos aparecernos en sus espejos o alguna mierda así que le acojone a saco. Hasta que le dé un puto infarto y venga él también. Eso es lo que se merece». 

Mi ceño se ha fruncido al pensar en el bastardo que me atropelló y el cabreo se ha llevado una pequeña parte de la tristeza. Deslizo las piernas hasta quedar sentada a lo indio y empiezo a dar pequeños tirones inconscientes de los cordones de mis converse que ahora son tan insustanciales como yo misma. Se me escapa un suspiro y mis ojos buscan la puerta con el deseo de que se abra y Josh entre por ella. 

«Ojalá pueda verme... Tía, ¿tú crees que me vio?».

Debe ser la enésima vez que pienso esa pregunta, pero es que es el único sustento que tengo para mi esperanza. Siempre he sabido que lo que teníamos Josh y yo era diferente a lo de otras parejas, nosotros éramos diferentes. Tiene que ser suficiente para que pueda sentirme incluso muerta. Tiene que serlo.

Cargando editor
26/03/2018, 02:01
Elie Godnay
- Tiradas (1)

Motivo: Dado mágico

Tirada: 1d10

Dificultad: 7+

Resultado: 9 (Exito)

Notas de juego

Tirada de pasión oscura.

Cargando editor
03/04/2018, 01:56
Elie Godnay

Los oscuros pensamientos de Angie no obtienen respuesta por parte de la presencia que habita en su cabeza. Es como si simplemente no se hubiera dado cuenta de lo que se plantea la muchacha, porque su actitud sigue siendo la misma que antes de que ella desviara sus ideas por ese camino. Sí responde con una sensación que se parece a un asentimiento mudo en cuanto Angie da respuesta a sus palabras, sumándose a la idea de la venganza. Por la actitud de Elie parece que no haya nada malo en eso, sino que es, simplemente, lo que esa persona se ha ganado. Y es el derecho de Angie reclamarlo, sin lugar a dudas.

Con las últimas palabras y aquel cambio de tema —para llegar a uno que ya es recurrente— Elie vuelve a adoptar la actitud segura de las otras veces y no duda ni un instante antes de contestar.

—Estoy completamente segura —dice—. Al puto cien por cien. Y fíjate que sin acordarme de nada de mi vida estoy segura de pocas cosas, pero de eso sí. Bueno —dice a punto de corregirse—, no sé sólo te oýo y te intuyó, o te vio del todo, pero algo de eso seguro. Yo apostaría a que te vio por completo, aunque fuera traslúcida o algo, y a que si no hizo las dos seguro que hay forma de conseguirlo.

—Piénsalo, tía —añade después, con un rastro de ánimo en la voz—. Toda la maldita historia está llena de gente que dice que ha visto fantasmas y no lo puede demostrar. Si no hubiera una base de verdad no serían tan pesados. A lo mejor hace falta que te reflejes en un espejo, o hay alguna hora a la que es más fácil, o sólo en sitios donde estuvierais antes juntos... O qué sé yo. Pero vamos, que todo es probar. Y ya lo has conseguido una vez, así que repetirlo no puede ser tan difícil.

Cargando editor
03/04/2018, 14:07
Angie Doyle

La seguridad de Elie es contagiosa y las dudas se atenúan a medida que habla. Seguro que Josh me ve. O me oye. O me siente. Y seguro que encuentro la forma de comunicarme con él, ni siquiera la muerte puede separarnos, seguro que no. Una pizca de esperanza baila en mi pecho cuando suspiro. 

«Deberías conocer a Beth», pienso tras escuchar a Elie, «Ella es como gótica y siempre está con rollos de fantasmas y cosas así. Hasta hace la ouija esa a veces, ¿sabes? Sabe muchísimo de cosas esotéricas y todo eso». Me quedo pensativa un instante antes de añadir algo más, «A lo mejor podríamos ir a su casa... ¿Te imaginas que podemos hablar con ella con la tabla esa?» 

Cargando editor
04/04/2018, 02:44
Elie Godnay

En cuanto Angie cambia de tema de repente los pensamientos de esa presencia de su cabeza la siguen. No parece, sin embargo, que se haya cansado de oír hablar de Josh, pero tampoco que le desagrade el nuevo rumbo de la conversación.

—Joder, tía, claro —enuncia como si se estuviera dando cuenta en ese mismo momento—. La ouija. Eso sería brutal. No la conozco, pero fijo que fliparía. Y luego sería brutal... Sería como si pudierais mandaros whatsapps entre mundos, tía. Yo lo veo.

No tarda en hacer una pausa breve.

—¿Está muy lejos de aquí? No digo que vayamos ahora, pero si lo de Josh saliera sólo a medias podríamos pedirle que hiciera de traductora, o algo. Ya sabes, como la negra de de la peli esa. Y que se fumara un buen petardo a nuestra salud, coño, a ver si podemos aprovechar el submarino al menos. Supongo que eso te molaría, ¿no? Como si fuera fumar juntas. —Guarda un instante de silencio, como si de repente estuviera más pensativa y dubitativa—. Yo puedo intentar apartarme o algo si quieres algún momento así con ella. Como con lo de Josh, ya sabes. No sé si podré hacerlo... Pero si quieres lo intento.

Cargando editor
04/04/2018, 03:12
Angie Doyle

«Pues justo fue ella la que me enseñó esa peli», explico, contagiándome del entusiasmo de Elie por la idea, «pero a lo mejor podemos ir cuando ya hayamos arreglado lo de las cadenas, ¿no? Además, también quiero ir a ver a mis padres».

Hay algo de culpabilidad en esa última frase. Cada vez que pienso en la última conversación que tuve con mi madre antes de morirme me siento fatal. Y seguramente no voy a poder hablar con ella, lo de Josh es distinto porque lo nuestro era superespecial y nada podría separarnos, pero al menos quiero verla y despedirme. De ella y de papá. Me dejo llevar por lo que dice Elie y la verdad es que me da algo de palo imaginarme con Josh con ella delante, no por ella, sino por la falta de intimidad. Pero, por otro lado, también me siento algo culpable por ese pensamiento, porque la pobre no tiene la culpa de estar en mi cabeza y no saber dónde está su cuerpo. Ni siquiera sabemos por qué ha terminado ahí. 

«Con Beth no hace falta que te apartes. Con Josh... quizá sí, pero sólo si puedes y no te duele ni nada por el estilo. Si ves que es un lío da igual»

Cargando editor
20/04/2018, 02:31
Elie Godnay

Que Angie piense en eso de la película y su amiga parece llenar de razón a la presencia de su cabeza. Desde donde se encuentra incluso sale un sonido como el de una palmada, como si todo acabase de encajar aún más.

Sin embargo, cuando la chica dice eso de sus padres vuelve a hacerse el silencio. Los pensamientos que se van encadenando después en la cabeza de Angie son cada vez más funestos, y cuando vuelve a comunicarse es cambiando de tema. Elie decide respetarlo... Por el momento.

—Bueno, ya lo veremos —comenta—. A lo mejor igual que tú tendrás que practicar tus cosas yo puedo practicar las mías, o qué sé yo. Podemos ir probando.

—Y, oye... Cuando veamos quién te oye antes, si tu amiga o Josh, no te preocupes por lo de tus padres. Lo mismo les da algo cuando cuando lo sepan, pero podrían darles un recado. Bueno, a ellos y a todo el puto mundo. 

Elie guarda entonces unos segundos de silencio.

—Aunque ahora estés en plan incorpóreo total podrías probar a mover cosas. En plan concentrarte e intentar cogerlas, o algo. Seguro que no es fácil, pero si es posible sería la caña. Hasta podrías dejar notas escritas por ti.

Cargando editor
20/04/2018, 19:07
Angie Doyle

«Eso molaría bastante», pienso, mientras ya estoy pensando en si será más fácil dejar un mensaje en el vaho del espejo del baño mientras alguien se ducha. Porque si lo del bolígrafo funcionase, ¿no habría gente muerta escribiendo mensajes todo el rato? 

«Y la gente esta que dice que escribe cosas sin pensar... ¿Tú crees que a lo mejor podríamos hacer que escriban lo que nosotras queramos? Porque eso molaría bastante también. No sé cómo se llama, pero Beth hablaba de ello a veces». 

La verdad es que ahora muchas de las cosas que Beth decía y que me parecían tonterías, no me lo parecen tanto. Eso de escribir inconscientemente, la ouija, o las posesiones... O yo qué sé, es que si al final los fantasmas existimos de verdad a saber qué es verdad y qué no. Lo mismo hasta lo de leer las manos es de verdad. 

«Vale, cuando se me pase esto de ser transparente lo intento. En la peli el tipo lo intentaba, pero no se le daba muy bien. Tía, lo que tenemos que hacer es conseguir hablar con otro como yo que no sea un cabrón. Alguien que no nos venda o quiera esclavizarnos, joder. Alguien normal tiene que haber, ¿no? Y seguro que hay gente que tiene más experiencia y me puede explicar cómo van esas movidas».

Cargando editor
01/05/2018, 01:36
Narración

En medio de aquella charla, mientras el tiempo ineludiblemente avanza y sientes la desesperanza de los minutos goteando lentamente, como el inexistente pulso que mantiene vivo tu cuerpo... o espíritu, pocas cosas cambian. El paisaje decaído y triste es un constante recordatorio del toque de la muerte y la habitación de Josh no es más que la constante memoria del tiempo perdido y la ausencia de vida de este lado, de este nuevo lado.

Entonces, escuchas la voz. Viene del pasillo y se acerca, y detrás de ella, una estela luminosa, una estela vital. Alguien vivo se mueve y camina por la casa, y su voz, una voz femenina, llega a tus oídos a través de los cavernosos ecos llenos de sus sombras y recovecos, discernible y distante en inglés.

-Claro que sí, no hay problema.- dice en primera instancia. Cuando su silueta aparece por el pasillo, tus ojos instintivamente se posan sobre ella. Es la madre de Josh, camino seguramente a la habitación principal. -Sí, es buena idea que les acompañes. No te preocupes, siempre que puedas ayudarles con eso. Que bueno que se ha resuelto- Lleva la mano a su oído y notas el pequeño objeto opaco que levemente bloquea la luz de su vitalidad tan humana. Se trata de un móvil. Habla por móvil con alguien mientras camina por la casa, y cómo todos los vivos, es ajena a tu presencia, y seguramente si entrase ahora allí, tampoco podría verte...

Cargando editor
07/05/2018, 00:41
Angie Doyle

La voz del pasillo me hace girar la cabeza como un resorte al tiempo que enderezo mi espalda por puro instinto. Fútil, por supuesto, porque no puede verme. Ya nadie puede verme salvo, quizás, Josh... Una chispa de esperanza en medio de este mundo gris y degradado.

Frunzo el ceño al escuchar sus palabras. «¿Con quién habla? ¿Será Josh?», no sé si lo pienso porque tiene sentido o porque estoy algo obsesionada. Pero como sea me levanto rápido y me acerco a ella siguiendo su estela.

Camino a su lado e intento ponerme tan cerca como para escuchar la voz al otro lado del teléfono. Si todavía tuviese un corazón ahora estaría latiendo a toda velocidad por la expectación. Y es curioso, porque sé que no lo tengo, ni siquiera tengo cuerpo, pero la sensación en mis sienes es parecida a ese latido ausente. 

«¿Qué se ha resuelto? Vamos, vamos... Di algo más...»

Cargando editor
07/05/2018, 02:46
Elie Godnay

Las nuevas ideas que aporta Angie sobre cómo darse a conocer, como comunicarse con los vivos, son recibidas por Elie con entusiasmo. Deja que la chica hable —o piense—, haciendo casi una lista mental de las cosas por probar... Si es que puede llamarse mental a algo que sucede dentro de una cabeza ajena que ni siquiera es corpórea.

Sin embargo todo pensamiento se interrumpe cuando escucha esa voz a través de los oídos de Angie. Al mismo tiempo que la muchacha lleva hacia el origen de la voz su mirada Elie centra su atención, y está a punto de animarla a acercarse cuando ella misma lo hace.

—Tía, fijo que habla con Josh —enuncia—. Estate pendiente, que lo mismo cuando cuelguen lo puedes ver en el teléfono. —Apenas tarda un instante en añadir algo más—. Si es Josh, la parte mala es que parece que tardará en venir. La parte buena es que por lo que dice lo mismo está con tus padres. Seguro que están hechos mierda después de lo que te ha pasado, no sería raro que hablasen de acompañarlos a ellos, ¿no? ¿Se conocían?

Cargando editor
07/05/2018, 02:59
Angie Doyle

«Puf», es mi primer pensamiento en respuesta a la pregunta de Elie, «Lo conocen, pero no se llevaban nada bien. Mis padres no querían que saliese con él, sólo porque tenía algunos años más que yo... Tenía que escaparme a escondidas para verlo, ¿sabes? Era un puto asco».

La seguridad con la que mi amiga dice que seguro que es él me hace impacientarme más. 

«Calla ahora un momento, déjame que intente escuchar...», le pido, concentrándome en la voz del otro lado. 

Cargando editor
23/05/2018, 03:05
Narración

La mujer continúa hablando a través del teléfono. -No tienes que preocuparte. Ten cuidado, por favor...- hay un sobretono, una reminiscencia, hay algo en aquellas palabras que resuenan contigo, un eco lejano y extraño que de cierta manera parece tocarte de forma subrepticia, como un suave roce. No puedes explicar qué, o cuál es su significado, pero está allí, y lo más cercano era la sensación que un escalofrío de verdad habría producido en tu cuerpo, de tener aún uno.

-Vale, vale, pero luego de lo sucedido... - pausa mientras la voz responde. Apenas si la escuchas, pero es masculina y quizás sea... ¿Josh? y aunque no alcanzas a distinguir  lo que responde, tienes cierta seguridad de que parece ser él -Vale, está bien. No digo más nada- dice la mujer sin insistir demasiado.  -Estar con tus amigos te hará bien, ahora mismo. Muy bien. Hasta esta noche, cariño- dice finalmente. Luego lanza un suspiro profundo mientras cuelga el teléfono.

El silencio imperfecto queda entonces. Puedes percibir la preocupación que turba la luz vital de aquella mujer, cierto desasosiego maternal que te toca, que alcanza a conmover el espectro de emociones que guardas por dentro, como si aquello también fuese una de las cosas que definiese de forma ineludible tu existencia ahora en este nuevo mundo, en esta nueva forma, en esta nueva vida después de la muerte.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción+Alerta

Tirada: 4d10

Dificultad: 5+

Resultado: 5, 9, 3, 2 (Suma: 19)

Exitos: 2

Cargando editor
23/05/2018, 04:08
Angie Doyle

En cuanto reconozco la voz me pongo nerviosa y empiezo a moverme alrededor de la mujer. 

¿Dónde? ¿Dónde estás? —pregunto al mismo tiempo que ella habla—. ¡Josh! ¡Josh! ¡Soy Angie! ¿Puedes oírme? —Me doy cuenta de que está despidiéndose, a punto de colgar y siento ganas de pegarle, de romper algo—. ¡No! No cuelgues, no, no no. ¡Josh! ¡¿Dónde?! ¡Joder! 

Pero termina por colgar y esa sensación que acaricia mi interior se entremezcla con la desolación por no haber averiguado dónde está mi novio. La miro, con tristeza y frustración, apretando los puños a ambos lados de mi cuerpo. 

Joder, no. Tú sabes dónde está —le hablo, a pesar de que ni siquiera puede verme—. Dímelo, joder. ¡Dímelo!

Mis gritos me estremecen con ese escalofrío ausente y me recuerdan como en un latigazo la última discusión con mi madre. No sé en realidad si estoy triste o enfadada, si es con ella o conmigo misma. Pero al volver de regreso al dormitorio de Josh intento golpear la fotografía de los dos para lanzarla al suelo. Mi mano incorpórea la traspasa y me dan ganas de echarme a llorar de pura rabia. 

«¿Y ahora qué? ¿Qué ha dicho? Con sus amigos. Estará con sus amigos del grupo... O con los de la universidad... Joder».

- Tiradas (1)

Motivo: Nomnomnomnom

Tirada: 2d10

Dificultad: 9+

Resultado: 2, 3 (Suma: 5)

Cargando editor
27/05/2018, 00:04
Elie Godnay

La presencia de la cabeza de Angie había guardado un silencio total en cuanto esta se lo había pedido. Esperaba escuchar cualquier pedazo de información útil a través de los oídos de ella, e incluso trató de prestar atención para intentar oír la voz del novio de la muchacha.

Así, la supuesta Elie permanece callada durante aquella conversación, aunque se puede notar una sensación de creciente expectación naciendo en el sitio que ocupa, derramándose por el resto de la consciencia de Angie. Elie no habla ni siquiera cuando Angie se altera y grita, a pesar de que a ella le había pedido silencio para poder escuchar, o cuando en medio de su arranque de frustración vuelve al cuarto de su novio con esa energía. Sin embargo, una vez que la cosa empieza a calmarse un poco, sí acaba por intervenir.

—Angie, nena, calma... —le dice con un tono suave como la seda—. Esto es una mierda si quieres que sea una mierda, pero también puede ser bueno. —Hace una pequeña pausa—. No necesitas que su madre le pregunte dónde está. Eres su novia y lo vuestro es... Como es. Seguro que puedes saberlo.

—Ahora tenemos dos opciones. Podemos esperar aquí hasta la noche, ahora que sabemos seguro que vendrá... —comenta con calma—. O podemos pararnos a pensar dónde y con quién puede estar. A ver, con lo que te ha pasado... ¿Con quién crees que debería estar? ¿Es día de semana? No te alteres, nena, y piensa... Seguro que tú sabes dónde está mejor que su madre. No pierdas el foco. Hace un rato estábamos encerradas en un puto cuarto de medio metro. Hemos avanzado mucho. Y más vamos a avanzar. Sólo tenemos que decidir si esperándolo... O yendo adonde estoy segura de que sabes, a buscarle.