Partida Rol por web

Enarcó ambas cejas al ver la salida de showman de la vieja. Sin duda, le gustaba el espectáculo.

- Joder… yo no se tú, chica, pero yo necesito una cerveza… como mínimo… - le mira tratando de sonreír - ¿Qué me dices? ¿Una copa? Tengo el coche aquí al lado.

Hope le devolvió la sonrisa.

-De acuerdo. Primero quiero asegurarme de que todo está bien y luego, sí, nos tomamos algo. Y por cierto -le tendió la mano-. Hope, del Culto.

- Vale, claro, asegúrate – con cara de no saber muy bien a que se refería – aunque no sé si aquí habrá algo tan siquiera que esté bien – teniendo en mente la rareza del lugar desde que lo sintió por primera vez desde fuera – Oh, yo soy Lis, Jedi… o padawan al menos – estrechándole seria, aunque con una sonrisa, la mano - ¿Culto? No serás de ninguna secta rara, ¿verdad? – mirándola entre curiosa y ligeramente desconfiada

-¿Secta? -Hope puso cara de espanto-. ¿Así nos llaman en las otras Tradiciones? ¡Para nada! -Ahora sonreía-. Somos un Culto benigno. Tenemos un codigo, ¿sabes? Una guía de conducta que nos hace preocuparnos por los demás y nos prohibe dañarlos o aprovecharnos de ellos. No somos ni proxenetas ni drogadictos, eh. Hay muchos que buscamos sendas alternativas de iluminación, por ejemplo con la música y el b... -Hope se dio cuenta de que Lis ponía cara rara y decidió cortar el rollo-. Er... bueno, ¿y tú de qué Tradición eras?

 Ante la retahila de Hope, Lis ponía cada vez cara más rara de no entender ni pajotera de todo lo que le contaba. En un par de ocasiones trato de intervenir, pero Hope parecía muy lanzada y no se atrevió a interrumpirla.

Al final, casi asustada como Bambi, a penas se atrevió a contestar con una tímida:

- ¿Tradición Jedi? – sin llegar a estar segura de si era una respuesta válida…

-¿No sabes lo que son las Tradiciones? -Hope enarcó una ceja-. Bueno... no te preocupes. Supongo que cada uno tiene su método. Mientras no seas Tecnócrata...

La chica sonrió y se dirigió a la salida.

-Menudo par. Ah, eso me recuerda que tenemos que recoger a Norna o al menos intentarlo. Es una chica que acaba de sufrir el Despertar. Acaba de descubrir sus poderes, vamos. Está muy asustada y necesita ayuda.

 - ¿Tecnoqué? - enarcando una ceja - Buff, creo que hay mucho que no sé aún... - te mira encogiéndose de hombros - Mientras que tú no seas una chupasangres, a mi me vale - andando tras Hope a la salida - De verdad que creo que esa cerveza nos va a venir bien a las dos... Aunque yo no sé como voy a poder ayudar a esa chica... aunque por Despertar te refieras a descubrir que es una Jedi... yo aún no soy más que una padawan... - comenta un tanto decaida

Cuando Hope abre la pequeña escotilla en medio de la conversación, el sonido de la lluvia ensordece cualquier pensamiento. Está lloviendo a cántaros, como dijo la previsión de la radio. Y algo más: a pesar de que las nubes cubren el cielo, es obvio que es de día, cuando habrán pasado como mucho 15 minutos desde que Lis entró y no mucho más de 10, si es que es más, desde que Hope fuera convocada mágicamente.

Hope se encogió en la puerta intentando no mojarse.

-Te queda mucho por aprender, entonces -contestó con una sonrisa-. Y espero que esto te sirva de prueba; no soy una chupasangres. Yo no he visto ninguno, así que tampoco creo que existan. Muchos de mi Tradición dicen que su mordedura te lleva al Éxtasis muy rápido, pero también me hicieron fumar nuez moscada cuando empecé para gastarme una novatada.

Era lo malo de tener en la Capilla a estudiantes de Berkeley, hedonistas y estúpidos. Qué poco serios le parecían. Jenny les echó la bronca entonces por ser irresponsables y correr el riesgo de cerrarle una de las puertas al Éxtasis... y después le dio medio LSD. Bailar con ácido se convirtió en una experiencia oxigenante y dinámica, casi violenta. Hope decidió que experimentaría con los psicotrópicos sólo cuando se sintiese preparada. Todos dijeron que no pasaba nada, pero a Hope no le gustaba nada la idea de dar descargas eléctricas a sus amigos, aunque fuese sin querer.

Con media sonrisa, se ubicó. Estaban en el puerto. Sabía que a unas cuantas manzanas había una parada de bus.

-Me gustaría pasar por el cementerio para ver si Norna sigue allí, aunque con la que está cayendo... Por esa zona conozco un pub donde podemos tomarnos algo. Me gustaría saber qué es eso de padawan y Jedi.

Echó a correr hacia la parada tras cerrar la escotilla como la anciana les había pedido e hizo un gesto a Lis para que la siguiese.

- Sí, me queda mucho… - se quedó muda al salir al día lluvioso - ¿Pero qué coño…? No hemos estado tanto tiempo dentro… - miro su reloj para verificar si se debía a un efecto de manipular el tiempo, en cuyo caso el reloj marcaría alguna hora de la madrugada, o de manipular sus percepciones, en cuyo caso el reloj marcaría alguna hora de la mañana…; en cualquier caso, sacudió su cabeza – Vayamos al cementerio ese… y después a por la copa, por favor… al menos una birra… - comentó dirigiéndose a su coche – Ven, tengo el coche aquí mismo… - señalando con la mano y una sonrisa orgullosa y melancólica, al viejo Impala del 67, negro – y por cierto, los chupasangres, existen… - añadió muy seria – al menos uno seguro… hasta que lo encuentre… - frase que terminó encendiéndose un pitillo, de un paquete medio arrugado que ofreció a Hope – Aunque si no sabes lo que es un jedi… - la miró sonriendo mientras subía al Impala - ¿En serio no has visto La Guerra de las Galaxias? Joder, creía que era la película más famosa hasta que Meter Jackson hizo El Señor de los Anillos… - comentó más animadamente, alejando la seriedad de la frase anterior

Cuando miras el reloj ves que las agujas corren demasiado rápido, parece que hubieran estado atrasadas y ahora se desencallaran y corrieran hasta marcar la hora. Las 8:34 de la mañana.

La ceja de Lis se enarcó de mala manera, mostrando rápidamente su reloj a Hope. Las agujas habían estado atrasadas, pero parecen dar vueltas como unas malditas diablas con el fin de ponerse al día, hasta marcar las 8:34.

- Esto era chungo…¿Cómo se llamaban estos latigazos de la Fuerza? ¿Chungo, Mal Rollo, Paradoja, o algo así? – pregunta preocupada.

-Claro que he visto La guerra de las galaxias. Mi hermano Jerome se pasó toda la infancia haciendo como que nos cortaba las manos a todos con un sable de luz imaginario... -respondió Hope, mientras Lis miraba su reloj. Ella nunca lo llevaba, no desde que Jenny le enseñó a comprender el Tiempo de modo que no necesitase un trasto de esos para sentirlo-. Pero tengo curiosidad por ver cómo lo aplicas tú... Por cierto, sí, se llama Paradoja.

Hope se puso el cinturón de seguridad y desconectó el Ipod. No sabía si la batería duraría tanto como decía la pantalla (estaba tan usado que a veces le jugaba malas pasadas) y, por si lo necesitaba con Norna, prefería ser precavida. Su oído agradeció en parte que dejase de machacarlo con metal, pero su humor empeoró ligeramente.

-Es que, verás, nosotros nos llamamos magos, no Jedi. Es algo que Jenny, mi mentora, me explicó. Cambiamos la Realidad usando nuestra voluntad y unas herramientas, los Focos. Lo que te he dicho antes, las Tradiciones, son los grupos de gente que seguimos algunas creencias y usamos algunos Focos en particular. Por ejemplo, la mía, el Culto del Éxtasis... creemos que para hacer magia tenemos que liberar la mente de nuestro cuerpo. ¿Alguna vez has tenido un pedo de muerte, uno tan grande que te ha parecido ver y sentir cosas diferentes? Bueno, pues eso. Pero pese a lo que muchos piensen, no nos pasamos el día de fiesta, ¿vale? No te negaré que hay algunos que deberían sujetar mejor sus adicciones, pero el grupo sano, como nos llama Jenny, usamos Focos bastante inocuos como la música, el baile, el ejercicio... -Como siempre que hablaba del tema, Hope descubrió que se había embarcado en un monólogo, así que decidió cortarlo-. Bueno, pues si te parece que somos raros, entonces no te hablo de los Eutánatos o de los Hijos del Éter. Dios, he leido novelas pulp de los 50 con más sentido que sus teorías...