Partida Rol por web

Imito a Bill, cada vez más preocupado. Si algo le pasara a Danny... no podría perdonármelo. Escudriño las proximidades de la mansión y recorro con la vista las ventanas, buscando una explicación al grito.

Desde tu posición aprecias como la patrulla que hablaba con vosotros se aleja, según parece sin haber advertido el ruido. En cambio, hay otra que parece dirigirse a la parte de la casa por la que entró Danielle. Y no sólo eso, ¡Sino que por la ventana ves a la propia Danielle intercambiando estocadas con cinco hombres!

¡Danny!, digo, echando a correr hacia la parte de la casa donde la he visto. ¡Se está batiendo! ¡Debemos ayudarla antes de que la patrulla alcance la liza!

Corro hacia el lugar, mientras saco mi sable de la vaina.

Ahi dios mio.... corro mientras me santiguo... en buenos lios nos hemos metido, Guillermo espero que seas bueno con eso!!

Y ahora?? que hacemos, saltar la valla??

Efectivamente, los pensamientos de Sancho os devuelven a la realidad. Una vaya os aguarda, y más vale que seáis buenos trepando, si queréis ser de ayuda a vuestra compañera.

-¡Vayamos!- dice Andrés intentando saltar.

¡Por Dios, Andrés, no sé donde has perdido la destreza!Basta de regañinas, hay cosas más importantes, pienso. Desde lo alto de la valla, le tiendo la mano para ayudarle a saltar.

Una vez al otro lado, no dudo en correr hacia la ventana, preparado para atacar si es preciso, y ante todo, para salvar a Danny.

Mirando desde abajo como la puñetera valla desafía a su pobres huesos cargados de años, Bill se dispone a encaramarse.

Seguramente por intervención de algún angel de la guarda despistado, parece que las artritis varias del viejo pirata no le hacen mella y el cabroncete sube cual mono tropical a una palmera no menos tropical en busca de su substento diario en forma de cocos.

-Venga mozalbetes.- dice no sin esfuerzo viendo como a Andrés le abordan las dificultades

Contraataco e intento neutralizar a tres de ellos a la vez

Después de repeler tus ataques, ellos te atacan con poca habilidad. Sin embargo, uno de los estoques se clava en tu carne.

-¡MALDITO!-Grito,mientras ataco con mi espada al que me ha hecho daño,con rabia.

Aunque uno de ellos cae al suelo, el resto sigue intentando herirte. Como si fueran uno sólo, los aceros se hunden en tu cuerpo, y te sientes desvanecer.

Bill y Guillermo saltan con facilidad. Sancho aún se lo piensa, mientras Andrés persiste en sus esfuerzos.

Entráis por la puerta para encontraros una especie de cocina, en tinieblas. Hay una figura tumbada en el suelo, pero es demasiado corpulenta como para tratarse de Danielle. Antes de poder reaccionar oís gritar a vuestra compañera de dolor, profundo dolor...

Miro a la valla con preocupación.... se suponía que ibamos a usar la inteligencia y el sigilo... vaya desastre...

Veo a Andres haciendo esfuerzos inutiles y me planteo si no sera mejor opción quedarme aqui.

Iros sin mi de momento... ahora salto...

Cojo carrerilla cual inutil y me dispongo a intentarlo

Bill y Guillermo se pierden de vuestra vista en la casa. Sancho, no sin cierto esfuerzo, consigue pasar, mientras que Andrés sigue intentándolo.

-Por los mismisimos colmillos de satanás, es Danielle quien grita.-dice Bill alarmado

-Aferrate a ese hierro que cuelga de tu cintura gurumete, es hora de que el acero hable por nosostros.-