-¿Una prenda mía? - Daphnia apretó ligeramente los labios, contrariada - Está demasiado visto, creo yo. ¿Por qué daros una prenda, que dejaréis en la punta de vuestra lanza, olvidada, cuando puedo daros algo que jamás olvidaréis?
Sus ojos volvieron a mirar sus labios, pero en esta ocasión, fue seguido de los suyos propios. Ya que la joven recorrió ese "pie" que os separaba en un instante, y, poniéndose ligeramente de puntillas, sus labios acabaron chocando con los vuestros, en un beso que prometía el paraíso, y al mismo tiempo, lo rechazaba. Porque en el tiempo que duró el beso, Daphnia os cogió de los hombros, para después separarse lentamente.
Abriendo los ojos, pues habían estado cerrados, le susurró.
-¿Y bien?¿Me recordaréis en el momento de empuñar la lanza, ser?¿O me olvidaréis como a tantas otras jóvenes que seguro habréis hecho suspirar? - Compuso un mohín, esperando la respuesta.
Bueno ehmm. dudó
(No sé si debería susurró...) hablar así de sus dioses y líderes... (dijo en voz baja)
Pero alejémonos ser, no quisiera... hablar más por aquí
E hizo ademán de irse, señalando una columna un poco alejada
Os recordaré hasta el día de muerte, y aún en ese última instante, susurraré vuestro nombre.
Aún tenía aquel dulce beso en sus labios, esfumándose a cada instante. Maldijo las antorchas y las chimeneas, que con su calor le arrebataban aquel beso para dejarlo en un recuerdo. La sala recuperó sus sonidos, voces y vasos. Se preguntó cuántos de aquellos ojos habrían visto aquel beso que le habían regalado.
Me temo que no tengo con qué compensaros. Pedidme lo que queráis, si está en mi mano, os lo concedo.
Qué bonito. Han besado a un Frey, con lo mucho que les aprecian en las novelas.
Daphnia abrió los ojos, sorprendida, con la última frase de Walder. Desestimó su propuesta con una ligera negación.
-No os he dado ese beso para pediros algo, ser. ¿Qué es lo que quiero? Sólo que mañana lleguéis al torneo, y delante de toda esa gente, delante de todos esos nobles y caballeros que os están mirando, lo hagáis lo mejor posible. Sé que podéis ganar, porque la fortuna os sonríe. - Bajando el tono de voz, agregó - Al fin y al cabo, mi suerte está contigo. Y no hay que menospreciar su poder.
Se tapó la boca con la mano izquierda, ocultando una sonrisa juguetona.
jajaja a mi me caía bien el viejo...durante unos 10 min más o menos, hasta que pasó ya sabes xDDD
de todas formas, ni que Daphnia tuviera que conocerlo xDDD
- Verá... Como todo lannister, el dinero nunca ha sido un problema... Pero las apuestas y los juegos de poder siempre son interesantes. Tengo ciertos intereses en la distribución de las justas... Quizá podamos llegar a un acuerdo. - Digo sonriendo ampliamente, y mostrando la cara más dulce posible.
Debo llamaros Fortuna, entonces. Sois la primera deidad que me sonríe. Os prometo que haré cuanto esté en mi mano por coronaros reina del amor y la belleza.
A mí había algún Frey que me caía "bien". Walder el Negro, Ser Cleos, Lady Wanda.
-Aceptaré cualquier nombre que me otorguéis como si del más valioso regalo se tratara. - Alzando una mano, Daphnia acarició, con apenas un roce, el pómulo de Walder, y suspiró - Pero tras este regalo, temo que debo marcharme. Mi aya Yersinia me estaba buscando, y no quiero que se preocupe más de lo necesario. A veces es difícil cumplir con las obligaciones, ¿verdad?
Separó sus frágiles dedos de él, que fueron sustituidos por un fugaz beso.
- Deberíais descansar, si estuvierais cansado mañana por mi culpa nunca me lo perdonaría.
Lentamente, se alejó de él, y hasta que no estuvo a unos cuantos pies, no se dio la vuelta. Siguió andando, con una dulce sonrisa en su rostro.
pff mucho tiempo desde que me leí los libros. Ya no sabría decirte quién es quién xD
Daphnia se aseguró de que nadie le seguía, y de que no había ojos indiscretos, observando lo que no tenían que mirar. Y si había alguno, ya se encargaría de darle un escarmiento. Al fin y al cabo, a nadie tenía por qué importarle lo que una cándida joven hacía con un apuesto caballero, ¿no? ¿Qué más les daba si en vez de ser uno, eran varios?
La noche avanzaba, y el tiempo se le estaba acabando. Pero Daphnia desde un principio sabía que sería una locura intentar hablar con todos los participantes. Tampoco había sido esa su intención. Si algo había aprendido en su tiempo en la corte, rodeada de intrigas, era que más valía centrarse en algo alcanzable, que soñar con lo imposible y acabar perdiendo. Y el plan era demasiado arriesgado como para tomárselo a la ligera.
Así pues, decidió su último objetivo. En realidad, lo había tenido siempre muy claro, desde el momento en el que supo que la justa sería el combate más importante.
Kaleon, el dothraki.
Esperaba que no fuera muy difícil de convencer. Bueno, si era tan educado y cortés como en los banquetes, no tendría que esforzarse demasiado. Daphnia incluso se planteó el ir directamente, sin preámbulos.
Pero, bah. Ya improvisaré. A los malos mentirosos se les pilla cuando intentan planear cada paso. Porque siempre habrá algo que salga mal, y en ese momento, cometen un error.
Decidida, fue a buscarlo, preguntándose dónde se encontraría. Intentando no llamar la atención, más que para ver si Peter la estaba buscando. Y por último, cuando haya acabado mi trabajo, o casi...Jasper y yo tendremos unas cuantas palabras. Me da igual que esté durmiendo.
te lo pongo ya, para no retrasar mucho las cosas. De todas formas, si Walder me escribe algo, hacemos como que va antes, y esto justo despues y listo :P
Hum.-Jasper y Kaleon eran los favoritos para las justas. Parecía como si Erbin y Venesh estuvieran intentando que el dothraki agrediera a Jasper antes del torneo, quedando los dos lesionados o descalificados.
Si bien, Kaleon no tiene ningún Khal a quien rendir pleitesía y el Dios caballo dothraki se la trae bastante floja.
Pst.-Kaleon hace un gesto con la mano, invitando a Erbin y Venesh a acercarse a su mesa.
-Esperad, ser.- Dijo en un murmullo señalando hacía el dothraki. -Tal vez nos interese tenerlo de nuestro lado...
Fue hasta la mesa donde se sentaba Kaleon y tomó unas uvas de una de las bandejas que habían servido. Se llevó una a la boca y jugueteó con otra entre sus dedos.
-Dothraki.- Dijo a modo de saludo con una leve inclinación de cabeza.
El viejo caballero se acarició la barba, era viejo y apenas escuchaba ni veía bien, pero sabía lo que quería a cambio del trato.
-Tal vez por una buena suma de dinero... No sé, los designios del azar son caprichosos, uno nunca sabe como van a beneficiarnos o perjudicarnos. Siempre he sido fiel a la casa Lannister, Lady Darlyn para mí sería un honor ayudarla de nuevo. - "Pero primero paga" parecía querer decir.
Erbin permaneció algo separado, quieto donde estaba, pues no estaba demasiado tranquilo.
Estais hablando de mí. Decís que Jasper me insulta a mis espaldas, como un eunuco o una doncella mimada. Lo dudo.-Kaleon no se anda por las ramas y va al grano.-Si quereis hacer algún tipo de trato os escucho, si no os daré la misma respuesta que le he dado al que me ha pedido que me deje ganar en el torneo..-el dothraki esperaba que entendieran que la respuesta había sido no.-Os diré una cosa, como luchador cuerpo a cuerpo, Jasper es el más fuerte, pero con un caballo entre las piernas no he sido vencido por ningún caballero de poniente.-Kaleon gira la cabeza, no demasiado elegantemente, mostrando su larga trenza, señal de que lo que dice es cierto.-Si quereis ganar, apostad por mí.
-Jugaremos limpio, dothraki. Y ya que habéis ido al grano lo haré yo también. Mi apuesta no sera por vos, pero haré todo lo posible por que luchéis contra Ser Jasper y le ganéis. Saboread esa victoria pues no ganaréis el torneo.
El dothraki se quedó meditando durante unos segundos, creía que Jasper era el único que podía plantarle cara. Aquel tal Venesh insinuaba tener alguna clase de influencia en los combates y además estaba ninguneando las habilidades de Kaleon en las justas, esto último no le gustó mucho.
Lo veremos mañana, amigo. Yo espero encontrarme a Jasper en la final.-Quizá Branwulf estuviera bravuconenando, como era habitual entre los nobles de poniente, en cambio, los dothrakis prefieren hablar en el combate.
Sin más que añadir Lord Venesh agachó levemente la cabeza y dio media vuelta para alejarse de allí.
-Vamos Ser Erbin. El banquete toca su fin.
Una vez se alejaron de la mesa de Kaleon, Venesh se volvió hacía el caballero.
-Sed sinceros, Ser, ¿De verdad creéis en vuestras posibilidades?. ¿Derrotaréis a Kaleon?
Él espera ganarme sin menor duda, y confío en que esté confiado para así poder sorprenderle. Me he mentalizado mucho...
Difícilmente podría dormir esta noche.
Lo pensó, pero no lo dijo. La mujer se fue, y su olor también. Apenas permaneció en el aire unos instantes, para ser sustituido por el olor a humanidad y carne asada de la estancia, con el humo de antorchas y cerveza derramada.
Por mí pasamos a romper lanzas en nombre de una bella mujer.
Daphnia volvió a entrar en el salón, caminando todo lo rápido que le permitía su vestido. Intentando serenarse, se secó las lágrimas que surcaban sus mejillas con una mano temblorosa, y aminoró el paso. No sabía qué hacer, sólo quería alejarse de él. Al llegar a la otra punta del salón, se encontró con Kaleon, y decidió acercarse a hablar con él.
Saludó con su mejor sonrisa, aunque algo forzada. Mostraba el semblante tranquilo y calmado, pero el temblor de sus manos persistía, así que las escondió tras la falda.
-Veo que todavía seguís aquí, Kaleon. ¿Esperábais volver a encontraros a una anguila, para poder deleitar vuestro paladar con tan exquisito manjar?