Partida Rol por web

-Aunque creo que a ninguno de los seis se nos ha pasado por la cabeza obedecer lo que decide el prisionero, espero que nadie le haga caso -indicó Wexley, pensativo-. Según él, era un prisionero de esos rufianes de los Hutts, pero probablemente esté mintiendo. No descarto que entregarle ese módulo de datos a nuestro superior pueda suponer una trampa. Como, por ejemplo, para activar ese ejército de droides que hemos requisado.

Vuestra guardia pasa sin más intervenciones del prisionero y pasais las horas en silencio y en posición de firmes. Al cabo de un par de horas otro grupo de cadetes aparece para escortar al prisionero al puente de mando para ser examinado por la capitán. Cuando al cabo de más de una hora el prisionero vuelve a ser escoltado a su celda parece extrañamente satisfecho.

Mientras el Batalla de Bothawui sigue surcando el espacio rumbo a Vendaxa. Vuestra guardia termina y os retirais a descansar. Cuando las alarmas de la nave indican el amanecer artificial de vuestro turno de servicio en la nave podeis ver que estais en una orbita baja sobre Vendaxa. Un planeta cubierto de una densa selva de un verde brillante surcada por unas pocas vias de comunicación que convergen en una ciudad de tamaño medio cruzada por un rio que suponeis es la capital.

De acuerdo con el monitor de vuestro camarote compartido os toca guardia en las estaciones de mantenimiento del reactor. Al parecer ni la llegada al planeta alivia vuestro turno doble de guardias y fatigas.

Cuando el Quist volvió al camarote, Balon no pudo reprimir la tentación de preguntar. 

-Por su expresión, parece que ha ido todo bien-dijo dirigiéndose a él-Pero claro, si fuese así, no estaría aquí de vuelta ¿Qué pasó, si se puede saber?

Continuamos la enésima guardia ahora en un lugar lleno de letreros de peligro, no tocar, prohibido el paso al personal no autorizado…

Evidentemente se refieren a que aquí solamente deben entrar los ingenieros y el personal de mantenimiento. Pero cualquiera se lo dice al teniente comandante, la siguiente guardia seria dentro del reactor o en el exterior de la nave.

– ¿Creéis que podremos bajar a estirar las piernas a la superficie? Ya casi no me acuerdo de estar fuera de una nave o estación espacial.

Adrieira miró el rostro de satisfacción del prisionero y un escalofrío le recorrió la espalda. Miró al hombre tras la pregunta de Balon...

Un nuevo día, una nueva ubicación en la infinita galaxia y una nueva guardia.

- No tengo ni idea... pero espero que si. Necesito algo de acción y tanto hacer guardias me está entumeciendo hasta el cerebro. - Dijo respondiendo a Albrecth. 

Dio un par de pasos, echó un vistazo a un pasillo y volvió a su lugar. Miro ahora hacia la sala donde se encontraban. Ya que estaban de guardia al menos vigilaría... pero realmente esperaba que les dejaran desembarcar, ir a algún bar, tomar algo... 

Contestó a mis compañeros sobre la posibilidad de salir, la verdad que sin acción uno se quedaba mermado. Esperemos que si que podamos salir y estirar las piernas como decís. Aquí de quiero la verdad que se le entumen a uno los músculos

-Ojalá pudiéramos estirar un poco las piernas -dijo Wexley, escuetamente-. Sigo dándole vueltas a la cara de satisfacción que llevaba ese prisionero después de haber hablado con la capitán. Quizá caminar un poco por Vendaxa nos relaje...

El prisionero se limitó a sonreir a Balon y asentir como para si mismo. Todo ha salido perfectamente joven cadete se limita a decir antes de hundirse en un mutismo que dura el resto de vuestra guardia.

Con esas palabras aun frescas en la mente os encontrais montando guardia en los corredores de la sección de ingenieria y pensando en un permiso en Vendaxa. El lugar donde montais guardia es el acceso a la sección externa del reactor, el corazón desde donde se bombea energía a todos los sistemas de la nave. Se trata de una sala funcional, sin ningún mueble y con solo algunas cajas de herramientas arrambadas contra una pared. Se accede por ella por el pasillo por donde llegasteis al inicio de la guardia.

Tan solo el paso de algunos ingenieros y personal de mantenimiento rompe vuestra monotona guardia. La megafonia avisa de la llegada de una nave desde la superficie del planeta y al cabo de unos minutos las luces parpadean durante unos segundos antes de volver a la normalidad. 

Vuestra rutina solo se ve interrumpida cuando la puerta de la sección donde montais guardia se abre revelando a cuatro figuras con armadura de stormtrooper acompañados de un oficial. Que de forma casi sorprendente resulta ser un duros.

¡Cadetes firmes! dice a modo de saludo en un tono duro Son requeridos inmediatamente en el puente, abran la puerta de acceso al reactor, mis hombres necesitan realizar ciertas comprobaciones. Dice mientras señala al cuarteto que le acompaña ¡Obedezcan! ¡Rápido! Y mueve la mano con gesto imperioso.

El oficial no ha utilizado el santo y seña de la guardia de hoy. ¿Significará eso que ha ocurrido algo grave y de ahí la urgencia?

Wexley se disponía a obedecer las órdenes del oficial e indicar a sus compañeros que se dirigieran al puente de mando, pero entonces se percató de un detalle. Aquel oficial duros ni siquiera había pronunciado el santo y seña de la guardia de aquel día. Teniendo en cuenta el ínfimo número de duros que se hallaban entre las filas imperiales y que justo se habían enfrentado a varios de esos seres en la nave de los rufianes, Wexley necesitaba asegurarse.

Sosteniendo el fusil bláster entre sus manos, el joven cadete se puso en guardia, aunque no apuntó con él al supuesto oficial.

-Oficial, tenemos órdenes expresas de la capitán de no movernos de esta posición bajo ningún concepto -mintió Wexley, en tono frío. Dirigió una mirada a sus compañeros, esperando ver en ellos la misma desconfianza que le producía el duros-. ¿Puede decirnos cuál es el santo y seña del día?

Te fijas en el oficial y te das cuenta de que el apellido que aparece en su insignia no es un tipico apellido duros. De hecho ahora que te fijas las insignias no son de la marina si no de las fuerzas se defensa planetarias.
Sea quien sea no es un oficial del Batalla de Bothawui.

Wexley mostró su desconfianza, pero Nox pudo observar como nada cuadraba en el oficial, empezando por el apellido de la placa, el cual no se correspondía a su raza.

-Es curioso que destinen a fuerzas de la defensa planetaria a realizar comprobaciones al reactor de la nave, disculpe Oficial pero si usted no contesta a la pregunta de mi compañero vamos a tener que negarles el paso. -dijo el cadete mientras ponía las manos en su fusil blaster.

Algo raro hay en ese oficial. Pero a fin de cuentas esto es un navío de guerra. Nadie podría haberse colado hasta aquí si no fuese un oficial y controlase la nave.

Adriera se quedo primero algo parada ante la presencia de un oficial... y uno que fuera un duro. El imperio precisamente no era conocido por sus altos cargos no humanos; si bien es cierto que lo último que necesitaban ahora era otra bronca con....

Balon habló, y Nox acompañó.

Adrieira miró a los dos sorprendida. Nadie se dio cuenta, su casco les daba esa ventaja... pero no dijo nada. Decidió que si sus compañeros habían dicho eso quizá habían visto algo que ella no. Y ahí estaban de nuevo, jugándose quien sabe si un mes más de guardias o directamente una temporada entre rejas...

No te queda duda alguna.

Las insignias son erroneas, los soldados parecen llevar marcas de varios escuadrones distintos y mientras os estaba hablando el "oficial" ha ido bajando la mano hacia su pistola blaster.

Es una trampa.