Partida Rol por web

El golpe pilla por sorpresa a Balon que en poco tiempo se ve hecho un ovillo. Aturdido como está, no llega a reaccionar a tiempo de evitar que Adriera ponga su pie sobre su pecho. Su mirada se cruza con la de su compañera. Se debate entre intentar agarrar su pierna para derribarla y dejarse hacer. Pero no es tan tonto como para no darse cuenta de lo que intenta. Lo que no evita que tenga que contener su rabia para no partirle una pierna...o intentarlo al menos.

Está bien, esta vez ganas tú-pensó-.

- La traición llega siempre de dónde uno menos se lo espera-dijo Balon-Buen golpe, cadete.

Balon escupió hacia un lado una mezcla de saliva y sangre; estiró los brazos y los dejó relajados, con las manos abiertas, dando a entender que no iba a mostrar oposición. 

- ¿Insubordinación? Ya he dicho que acataré las órdenes, sean cuales sean estas. Solo nos estamos conociendo y hasta el momento le caigo bien. No sé para qué te metes. 

El teniente comandante os mira con los brazos en jarra y enarcando una ceja.

Si ya habeis acabado de haceros cariñitos com una panda de bailarinas twi'lek en una cantina de a tres créditos la copa...dice con un tono que demuestra que la exhuberancia de Balon y la reacción de Adrieira le divierten Les recomiendo que empiecen a trotar a ponerse sus equipos de nuevo. Dado el amor del cadete Balon por los demás cadetes el segundo escuadrón acaba de presentarse voluntario para asumir un turno triple de guardias y tareas. Y mirando al resto de miembros del escuadron añade Eso va por todos así que ¡en marcha! Empiecen con la limpieza de letrinas.

Y se da la vuelta para volver hacia su comida. El resto de cadetes en las mesas de al fondo le vitorean contentos al ver que vais a cargar con todos sus deberes al menos en el par de dias que quedan hasta que llegueis a Vendaxa.

Siguen un par de dias agotadores, limpiando letrinas, haciendo guardias en pasillos y en general cargando con la infinidad de tareas rutinarias, pesadas y aburridas que hay que llevar a cabo en cualquier ejército. Las reacciones son mixtas, mientras qeu algunos cadetes evitan casi hasta miraros para no verse arrastrados a vuestra mala suerte otros os tratan con una cierta superioridad cuando os arrojan sus kits para que engraseis y reviseis sus armas y correajes en vuestra guardia de intendencia.

Finalmente tres dias después y a unas dieciocho horas de llegar a Vendaxa os encontrais los seis formando guardia en el bloque de celdas de la nave.

Había pasado ya el primer día y Adrieira y Balon todavía no habían hablado. La cadete prefería hacerlo a solas, así que espero un momento en el que el soldado se quedo limpiando sin compañía las armas de media nave para acercarse.

- Hola Balon - Dijo Adrieira - Verás, quería disculparme - 

Agarró uno de los fusiles y comenzó con el proceso de desmontar las piezas para engrasarlo. 

- No se que pasó por tu cabeza ayer, pero la forma en la que hablaste al comandante. Vamos tío, puedes acabar expulsado. - Dejó la pieza que tenía sobre la mesa y miró a su compañero. 

- Escucha, siento haberte golpeado... sinceramente esperaba que se quedara todo en una reprimenda y poco más. En cualquier caso me alegra que tan solo haya sido un par de días de mierda - 

Desde luego no estaba acostumbrada a esto y se le notaba. 

- Me alegro que sigamos todos en la brecha - 

En lugar de poder dedicar estos días en perfeccionar nuestras habilidades de combate, “gracias a Balon” los dedicamos a entrenarnos como escuadrón de limpieza.

Aprovecho uno de los tiempos muertos mientras estamos de guardia en el bloque de celdas para comentar en el tono mas conciliador posible, y procurando que sólo me oigan mis compañeros de escuadrón.

– Balon, la próxima vez que nos haga una sugerencia el teniente comandante Jun, haz como si fuera una orden cuando estamos en combate. – Señalando con la cabeza el interior del bloque de celdas. – Sino en lugar de aquí fuera acabaremos dentro.

-No tienes porque disculparte-dijo Balon contestando a Adriera sin levantar la vista-Hiciste lo que creíste oportuno y sé que si quisieras podrías haberme pegado más fuerte. ¿Que qué me pasó?¿Es que no te das cuenta de que ese cretino estaba burlándose de quienes han jurado poner sus vidas al servicio del imperio? Tan solo por eso se deberían merecer un respeto. Si queréis correr a lamerle el culo al mero atisbo de condescendencia, es cosa vuestra. Acabaréis convirtiéndoos en lo que él es y burlándoos de los cadetes en seis meses. Yo me he alistado para luchar y traer el orden a la galaxia, no para que un hijo de papá me haga avergonzarme de mi compromiso por el Imperio. 

Y luego se giró hacia Albrech.

-Y no te equivoques. Esto no os lo he hecho yo. Os lo ha hecho él. De todos modos, prefiero limpiar letrinas que aguantar esa actitud condescendiente de mierda. Si el imperio me quiere tener aquí en lugar de enviarme al campo de batalla, aquí estaré.

Nox escuchó las palabras de reproche de la escuadra y la respuesta de Balon. Realmente le era indiferente si la culpa era del cadete, si era de la altanería del capitán o si era del grupo en general. El estaba en el Imperio por el fragor de la batalla, no para limpiar la mierda de todos los escuadrones, por lo que confiaba en que esta fuera la última vez que sucediera algo así.

-Balon me da igual si se ríe de nuestra madre, aquí estamos para hacer un trabajo en el campo de batalla, si quieres pelear por ver quien es más respetuoso o agradable estás en el lugar equivocado, y lo peor es que nos arrastras a todos a ello. En mi caso no guardo rencor ninguno, simplemente tratemos de llegar cuanto antes a otra batalla y funcionemos como la escuadra que acabo con los magnaguardia. -finalizó mientras terminada de engrasar otra arma de otro soldado.

Me dirijo a todosPensar solo una cosa. Aquí estamos todos a una. Todos somos uno. Yo lucharé por todos vosotros, espero que vosotros hagáis lo mismo por mi.

Mientras los cadetes discutiis sobre las acciones de Balon y de los oficiales oiis una voz a vuestras, espaldas, en el interior de la celda que estais vigilando.

¿Que es esto que oigo? dice soltando una risa queda ¿Problemas entre las filas de nuestros valientes defensores? ¿Lamentais no haber podido participar en el baño de sangre de las Guerras Clon y quereis iniciar vuestra propia guerra civil? O quizás...

Y queda callado dejando en el aire sus últimas palabras

Wexley habúa decidido permanecer al margen de la conversación, dejando que fueran Albrecht y Nox quienes dejaran claro a Balon una opinión que él también compartía. No eran más que cadetes, y el hecho de que Balon se hubiera encarado con el teniente-comandante sólo había servido para que pasasen días limpiando letrinas.

-En eso sí estamos de acuerdo-dijo Balon-Centrémonos en eso y no en el hecho de que el capricho de un oficial nos haya destinado a limpiar letrinas en lugar de al campo de combate.

La conversación con sus compañeros se vio interrumpida por la llegada de un extraño.

-No hay problema ninguno. Tan solo discutíamos sobre la conveniencia de plantarle cara a un oficial que emplea su tiempo libre humillando innecesariamente a sus soldados ¿Quién lo pregunta?

El hombre se levanta del camastro de la celda y se acerca a la pantalla de energía que le separa de vosotros.

¿Humillando inecesariamente? Eso a mi me parecería un problema dice mirandoos a través de la brillante mampara del campo de fuerza. Ahora que os fijais en el prisionero que trasladasteis del carguero pirata podeis ver que se trata de un hombre de unos cincuenta años, complexión fuerte y hombros anchos. Va vestido con ropas utilitarias, unas botas recias, pantalones de tela basta y una camisa que ya destiñe del blanco al gris. Igual de gris que su barba asalvajada y sus cabellos. Pero aun así parece radiar una cierta aura de autoridad y sus ojos os mantienen sin dificultad la mirada. Por mi parte también conozco mi ración de humillaciones. Capturado por los piratas, ahora apresado sin juicio por vosotros. Mi nombre es Quist y soy un aqui hace una breve pausa asesor del gobernador de Vendaxa.  Si vuestra capitán se molestase en comprobar los documentos que conservo en mi modulo de datos no tardaría en liberarme y tratarme con algo más de cortesia. Dice mientras señala el montón con sus escasas pertenencias que algún guardia ha dejado a escasos pasos de su celda.

Adrieira iba a contestar, pero el prisionero alzó la voz y se pronunció. 

- ¿Quien dice que los datos del módulo no hayan sido modificados o falsificados? -

Adrieira conocía alguna de las estratagemas de la gentuza de los barrios bajos, y no era demasiado difícil alterar la información en un módulo de datos. En la holonet por otro lado... La cadete se acercó a la consola más cercana y comenzó a buscar la información relativa a las personalidades de Vendaxa. Vería si alguno de los asesores tenía ese nombre y si en sus fotos había alguno que se pareciera al hombre...

Consigo acceder[1] a la sección adecuada, pero no logro llegar más lejor. 

- Nunca entenderé estos cacharros, chicos, ¿Alguien sabe usar esto para ver si aparece su cara y nombre en la HoloNet?

Wexley arqueó una ceja al escuchar las palabras del prisionero al que habían capturado, que se había presentado como Quist. La intuición le decía que quizá lo que decía sí que fuera real, pero por algún motivo no terminaba de fiarse de aquel hombre.

-¿Qué clase de documentos son los que dices que posees? -preguntó el joven cadete, pensativo.

Sonrió irónicamente ante las palabras del detenido. Todo lo que nos esta contando es humo virtual, todo.

Me dispongo a hablar antes de que a algunos de mis compañeros se les ocurra soltarlo.

– En ese módulo de datos puede aparecer lo que haya puesto. – Incrementando la sonrisa, y el tono irónico. – En el próximo permiso, ¿qué planeta, y cuantos millones de créditos, queréis que describa como vuestro?

Encogiéndome de hombros. – Ese documento inventándome una cuenta y una cifra exorbitante cuando introdujerais los datos, en un terminal bancario, para sacar unos créditos os diría que los datos eran erróneos. Que yo sepa ninguno tenemos los códigos del ISB para poder validar ni su identidad.

Balon Mir arqueó una ceja con excepticismo al escuchar las palabras del tal Quist. 

-Me caes bien-dijo parafraseando la forma en la que el teniente comandante se había despachado con él-pero no me voy a tragar tu palabrería barata. Poco sé de política, pero si tienes razón, tendrás tu ocasión de exponer tus motivos y de que te sea reconocida tu posición. Ahora que como no la tengas...

El prisionero sonrie y levanta las manos como rindiendose

Ni tan siquiera se me pasaría por la cabeza el tratar de engañar a los leales soldados del Emperador. Sencillamente entregadle el modulo de datos a la capitán o alguién con y aquí hace una pausa para remarcar sus palabras verdadera autoridad. Eso evitará que se haga el ridiculo ante el gobernador.

Os dais cuenta que sus palabras son razonables y que seguramente no perdeis nada por informar de ello.

- Estoy de acuerdo con Balon - Dijo Adrieira - Díselo tu mismo cuando vengan a buscarte para llevarte a juicio. Si lo que dices es cierto no tienes nada que temer. En el imperio somos justos y magnánimos, seas quien seas.

Lo último que quería era que les dijeran algo otra vez por hablar con un prisionero y hacerle caso a sus desvaríos para ser liberado...

-Parece que por lo menos no estamos tan locos como para hacer caso a un prisionero imperial.- dijo con gesto jocoso el cadete Nox. Por suerte esta vez parecía que todos estaban de acuerdo en la forma de proceder. Los días limpiando material del resto de la compañía habían unido un poco más al grupo, ahora solo quedaba combatir de nuevo para ver el resultado de ello.

-Como dice mi compañera, no vas a vivir nada más justo en tú vida que un juicio en el Imperio, si lo que nos cuentas es verdad no tienes nada que temer. -añade a lo dicho por Adrieira.