Partida Rol por web

Saliendo de su pequeño estupor provocado por la gran cantidad de comida y bebida y la falta de ejercicio en lo que llevaba de día, Brand se encuentra sin nada que hacer y toda una tarde por delante.

-Arue, voy a comprar alguna de esas pociones que nos fueron tan útiles ayer en la lucha contra esos orcos -dice el hechicero a su compañera que estaba por ahí, tras unos segundos de contemplación-. ¿Quieres acompañarme?

AL llegar al mercado busco al herrero al encontrarme con el le digo:- Hola señor!, soy una nueva sacerdotisa de Freya y mis compañeros me han dicho que su hija se fue con unos indeseables hacia el norte. Pero no me han dicho nada mas. Podría darme su descripción, con las características mas importantes?, si es así, pudiera ser que la encontremos, pues vamos hacia el norte para ocuparnos de una manticora y puede ser que rastreemos a esa gente que se llevo a tu hija.
Intente poner énfasis en las palabras que apuntaban a que la habían raptado y que queríamos ayudarle, así quizás diera la descripción mas exhaustiva.

Apenas llevaba un par de minutos mirando qué ofrecía el mercado cuándo me encontré con Brand de nuevo.

- Oh vaya, qué pequeño es Fairhill. - dije intentando hacer una broma, aunque nunca se me habían dado bien - La verdad es que estaba pensando en buscar la poción aquella que el mediano usó conmigo, la misma que la sacerdotisa nos dio y usaron con Kerri, pero creo que no va a ser fácil encontrarlo... Aunque siempre nos vendrían bien pociones para curar heridas, así no son necesarios conjuros y la magia se puede usar contra la mantícora. ¿Te parece? O algun tipo de protección contra el bicho... Tú sabes más de pociones que yo, seguro.

La herrería, propiedad de Voril (Humano), está algo descuidada cuando entras. El lugar aparenta cierto orden, y varias herramientas esparcidas por el lugar, así como encargos a medio hacer, hablan del mucho trabajo que debe de tener el dueño, pero todo aparece apagado...como apartado. La forja está casi apagada, apenas unas brasas refulgen en el lugar, unas herraduras casi terminadas descansan encima del yunque, al lado de unas pinzas largas y un gran martillo...

Voril se encuentra aquí, pero en contra de lo que podrías esperarte, el hombre trabaja casi febrilmente en reparar una armadura de cuero que te suena mucho...dirías que es la de Arue, por los dos agujeros que la atraviesan a la altura del estómago. Al entrar tú y comenzar a hablarle, deja a un lado lo que está haciendo y te atiende solícito...."Disculpadme señora...estoy ocupado....¿podéis volver mañana a mediodía?" pero en cuanto le mencionas a Freya y a su hija, enseguida cambia de parecer..."Sí, sí...me parece haberos visto con los otros dos que vinieron, el elfo pelirrojo y la mujer encapuchada de piel oscura. Me prometieron ir a rescatar mañana a mi hija....¿Que cómo es mi niña? Es una belleza rubia de aproximadamente ésta estatura (alza la mano más o menos medio palmo por encima de tu cabeza), delgada, muy hermosa, ojos azules. Vestía ropas pobres, botas para andar (blandas), una capa verde y su mochila...y llevaba con ella su querida Arpa. Mi hija canta muy bien....quería ir a aprender a las escuelas de bardos, pero yo me negaba a dejarla ir. Es lo único que tengo en éste mundo...no quiero perderla como a su madre, señora." 

Mientras estáis en la plaza del mercado, sí que os fijáis que la gente empieza a recoger las tiendas, no con prisa, pero sí parecen estar preparándose para cerrar. La luz del día poco a poco empieza a declinar, con lo que calculáis que no tardará mucho en irse. Se levanta un poco de aire, que es frío y hace que os arropéis un poco más con vuestros ropajes. El olor a humedad en el aire es intenso, no tardará mucho en llover. 

Los cuatro guardias que permanecen en el mercado son reemplazados por ocho, que ocupan diversos puestos alrededor de la plaza, vigilantes y atentos al entorno, con pesados tabardos encapuchados en sus hombros. Al parecer, Baran no quiere arriesgarse ni aún sabiendo que los Orcos de la fortaleza han sido derrotados. 

Algunos comerciantes os tientan con baratijas y piezas de fruta tardías, algunas con claros signos de tener algún golpe que otro.....otros comerciantes se apresuran en recoger lo que está en el exterior de sus paradas, extendiendo bien tirantes las telas que protegen la mercancía interior, o asegurándose de que los maderos laterales están bien agarrados. 

- Tenemos que darnos prisa... - coemtné a Brand mietras buscaba algun mercader que pareciese vender pociones. No creía que fuésemos a encontrar la que nos habían dado anteriormente, pero si podíamos encontrar algo para curar heridas nos vendría de perlas. De ese modo Kerri podía centrarse en la batalla, y si Brand o Rash eran capaces de lanzar hechizos curativos, más de lo mismo. - Estoy buscando pociones curativas. - le expliqué a Brand mientras seguía buscando - Y...¿no hay unas pociones que sirven para protegerte del mal, o algo así? ¿Crees que funcionaría con la Mantícora? Tú sabes más de pociones que yo, seguramente. - comenté al elfo, esperando que su educación y conocimientos nos fueran de ayuda.

Rashaniel siguió a su compañero para comprar las cosas que tenía en mente, aunque desconocía si podría encontrarlas. Mientras curioseaba por los mercados de pociones, vio cómo Arue se debatía entre una u otra, ya que el mercader parecía algo reacio a querer explicarle con pelos y señales las especificaciones técnicas y sus ingredientes.

- Ésta - dijo, acercándose y señalando una de ellas con una sonrisa - Las hierbas con que está preparada cicatrizan mucho mejor las heridas.

Cargado con sus nuevos pertrechos, Groland se encontró con Arue, Brand y Rash, que parecían estar buscando pociones. Al guerrero no se le había ocurrido que pudiera haber brebajes mágicos en aquel pueblecito, pero así era: los elfos habían encontrado a un par de mercaderes que trabajaban ese tipo de mercancías. Ni corto ni perezoso, Groland se unió a las negociaciones, aunque trató de mantener un perfil discreto para no perjudicar el buen hacer de sus compañeros.

-No creo que un animal sepa distinguir entre el bien y el mal, así que no creo que nos sirviera mucho contra la manticora -comento Brand distraído mientras observaba los productos ofrecidos en busca de pociones-, pero admito que no conozco mucho sobre su nivel de inteligencia. Por ahora sera mejor centrarnos en algo para sanarnos en una emergencia cuando no podamos permitirnos el lujo de descansar o volver al pueblo.

El hechicero continua un rato mas junto con Arue, pero al rato después de ver que sabía lo que hacía comienza a creer que sería mejor idea separarse y cubrir mas tiendas en el tiempo limitado que tenían. Tras comentárselo a su compañera toma una dirección distinta a esta, perdiéndola de vista justo después de ver a Rash dirigiéndose hacia ella.

-He encontrado unas pocas pociones de baja calidad, pero servirá -dice Brand orgullosamente mas tarde a Arue, mostrandole tres pequeños frascos.

Me acerco a un puesto donde no están mis compañeros, y digo:- Me gustaría algunas pociones para curar y sanar los cuerpos magullados, tengo dinero y voluntad de comprar. Dispone del producto?
Pero al parecer no tenia, no le quedaban, pues aunque se puso a buscar parecía que no encontraría nada...

- Muchas gracias, no se preocupe, si la encontramos, la diremos que vuelva, y la acompañaremos hasta aquí. Y ahora siga con esa armadura, que puede ser que mi compañera la necesite, aunque espero que no.
Dicho esto salgo por la puerta y voy a comprar las pociones.

Su compañera Kerri, a quien el joven mago había visto algo más cambiada que antes de empaparse de la fe del lugar, se acercó a ellos preguntando por algunas pociones, y Rashaniel no tuvo ningún reparo en ayudarla, como había hecho momentos antes con la exploradora semidrow. Le encantaba enseñar, de eso no cabía duda.

- Pero estaba equivocada, justo cuando pensaba que no hallaría ninguna poción en la amalgama de cacharros que tenia el tendero llego Rash y con un desparpajo inusitado consiguió que apareciera una poción, que con gusto pague las 50mo que valía.
Una vez terminada la transacción dije a Rash:- Muchas gracias, por el apoyo, y le di un beso en la mejilla como agradecimiento.

Al final parecía que nos habíamos encontrado todos en el mercado y todo el mundo buscaba lo mismo. Cuándo Rash vino a echarme una mano, asentí en señal de agradecimiento.

- No suelo comprar de esto... - me excusé encogiéndome de hombros antes de que apareciese Kerri con el mismo problema que yo, con lo que Rash no tuvo reparos en ayudarle también. Este chico era todo amabilidad. 

Rebusqué una vez más entre los frascos, fijándome en lo que Rash había dicho de las hierbas. Entonces Groland se acercó y señaló un frasco*, un frasco que también había llamado mi atención. Alargué la mano y lo observé. 

- Sí, creo que este nos sirve.

Pagué entonces al tendedero 100 piezas de oro. Lo caras que eran estas pociones curativas, por los dioses. Por suerte habíamos amasado una pequeña fortuna con los tapices y alfombras, y prefería tener a mi lado algo para curar heridas que un montón de oro si íbamos a por una mantícora.

Tras mucho buscar, dar vueltas, regatear y demás, recogéis una buena cantidad de pociones en el mercado. Las negociaciones no han sido fáciles, pero de alguna forma, al haber contado con la ayuda de todos y cada uno de vosotros, sentís que las cosas se os han facilitado.

Un par de mercaderes, al terminar de recoger las tiendas, hablan entre ellos y se acercan a vosotros con una pequeña bandeja de mimbre y unas pocas pociones en ella. "Señores, sabemos lo que han hecho por el pueblo...así que, si nos aceptan el regalo, pueden escoger dos pociones de ésta bandeja y quedárselas. Las hemos reunido de las pocas que nos quedan entre todos los comerciantes y creemos que se las merecen*"

Sonrio abiertamente y digo: -Muchas gracias por todo, sabremos agradecerle su gesto, no lo duden. Luego mirando a los demás les pregunto: -Bueno, cuales escogemos?

- Oh vaya, sois muy amables - dijo, inclinando la cabeza suavemente. La generosidad de aquel pueblo no tenía límites - Debemos llegar a un consenso, pero quizás nos interese algo de poder agresivo, como esa poción que hace el brazo del guerrero más rápido y veloz* o quizás esa otra, que hace brillar con tanta intensidad que los enemigos deben esforzarse mucho para llegar al objetivo**. Esa es mi opinión... claro.

Groland, satisfecho de haber ayudado -como creía- a la drow a encontrar una poción valiosa, simplemente murmuró un "gracias" a los dos comerciantes que se les acercaron y se quedó mirando a Rash elegir las pociones.

Me parece bien Rash, tienes un buen ojo para estas cosas, y tranquilamente me voy hacia la casa para cenar.