Partida Rol por web

[ELdG] El Dilema sobre Malocchio Aderre

Día 1 - El Castillo de Loupet

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06/03/2018, 14:00
Genann Gruadhsolus

-Si tú lo dices, así será -dijo un sonriente Gennan que había obtenido la ansiada respuesta.

Dicho aquello se puso en pie al tiempo que las voces del ballestero le alcanzaban. Alzó las manos tal y como le habían pedido, se volvió y miró hacia lo alto para identificar a quien había gritado. No sabía qué podía haber ocurrido mientras estrechaba lazos con el perro asesino de humanos, pero era evidente que no era bueno ni conveniente para la salud de los allí presentes.

Había que saber cuándo hacerse enemigos y cuándo no y aquella era una de esas ocasiones en las que la discreción era una garantía, siquiera mínima, de seguir vivos. ¿Cómo podía ser que una simple misión como guardaespaldas de un carretero se hubiera transformado en algo similar a un comienzo de batalla? Quizá ellos fueran torpes y poco diplomáticos, pero lo cierto era que las fuerzas de aquel castillo estaban en un estado de alerta superior al normal. Y que Malocchio Aderre era responsable de toda una serie de muertes. Ahora bien, ¿eran sus víctimas inocentes o por contra merecedoras de su destino?

-Tranquilo, obedezco -gritó al ballestero al tiempo que se encaminaba al centro del patio.

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06/03/2018, 16:57
Quiora

Quiora volvió a colocarse el hacha a su espalda y comentó, quitando importancia a lo ocurrido; -bah, pobre hombre, se nota que chochea, no creo que le dure ni un asalto a la Garra, ni lo notará. Iba a dolerle más que lo soltase y que su parienta le diese una paliza al llegar a casa sin la paga. Pero en fin, quién soy yo para decir al jefe como tratar a viejos decrépitos sin cerebro.

Bueno, y nuestras medallas? Tengo ganas de largarme a la taberna más cercana y enseñársela a todos, quizás hasta me inviten a cerveza... Tienen bardo?

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06/03/2018, 17:17
Fedora "Tres Bastardas"

Viendo todo lo que estaba sucediendo, Fedora no daba crédito a lo que allí pasaba, motivo que hizo que se olvidase de Menon y su descaro.

- Ya hablarr tu y yo. Serriamente... - Espetó por lo bajo al psiónico del grupo.

Las palabras de Quiora la hicieron volver en sí, al momento de las medallas. Pero algo planeaba por su mente, como un sueño. ¿Acaso no había visto a Malocchio Aderre sanar su herida como un vampiro? Su repentina vuelta a su personalidad primaria le jugaba malas pasadas y no sabía a ciencia cierta lo que había sido real y lo que no. Así que preguntó a Quiora y Sapo.

- ¿Qué haberr pasado? Rrecorrdarr mediallas y después Malocchio caerr porr escalerras. También rrecorrdarr que currarr sus herridas... ¿Serr sierrto o estarr  marreada aún? - Preguntó a sus compañeros en tono bajito.

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06/03/2018, 20:04
Dalabrac Dardragon

Pues encantado de conocerte  Heimenann – respondió el mago mientras intentaba nivelar su lado del cubo con dificultad, las actividades que implicaran  fuerza física prefería saltárselas pues  nunca había sido de su agrado sin embargo siguió el camino sin quejarse.

Escucho atentamente a su compañero mientras avanzaba asintiendo ante cada afirmación y sintiendo un poco de lastima por la historia que le contaba.

Estoy aquí por azar, desde que la antigua Lady del castillo me comprara a un circo ambulante.

Así que la antigua señora del castillo eh? Suena como una buena persona, vive aún aquí?

Pruebo la comida y me aseguro de que no está envenenada. Al igual que los canarios en las minas, mi menor tamaño me hace más susceptible de morir primero con sustancias tóxicas, un humano no podría hacer el trabajo tan bien como yo.

La mención del veneno hizo que Dalabrac arrugara el ceño  - buenos beneficios pero con un riesgo tremendo compa, tan querido es vuestro señor que teme a ser envenenado por sus propios sirvientes? – le dijo con una medio sonrisa

Lo que pasa es que el Lord del castillo está desganado y casi no come, y toda esa comida fabulosa se acaba tirando, ¡me da una rabia! Un mediano podría hacer sus siete comidas diarias solo con lo que el señor Aderre tira a la basura tras la cena.

Lo que Heimenann le contaba se complementaba con los cuentos que los soldados les habían mencionado a el, a Fedora y a la semiorca, tal vez el señor del castillo podría estar siendo remplazado por una criatura cambiaformas o tal vez el mismo se había convertido en una criatura de la noche, si no quien desperdiciaría tanta comida?

Y tu señor lleva mucho con ese desgane?- le pregunto al oir la referencia al dueño del castillo-Escuche a un soldado decir que no hace muchas noches el hombre desapareció por unos días y que luego de ser encontrado no es muy visto por la gente del castillo

Avanzaron conversando hasta el carromato a unos pasos Dalabrac dejo el asa en el piso, cuando el mago levanto la cabeza descubrió que le apuntaban  desde la muralla, oyó un par de gritos y vio que eran dirigidos al amante del verde, instintivamente también levanto las manos, mas gritos desde dentro del castillo le revelaron que una pelea se había desatado en el interior, no le sorprendió dado su grupo era un barril de pólvora y bastaba una mala mirada para que alguno levantara un tierrero.

A qué se debe tal desconfianza mi buen amigo !!!!– dijo levantando la voz para que el ballestero que le apuntaba le escuchara – no sabía que estaba prohibido ayudar a cargar el agua.!!!- dijo con tono irónico

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07/03/2018, 08:13
Menon

La reacción de Fedora fue violenta como era de esperar, casi sin respiración no pudo comprobar como se desarrollaba el combate a su alrededor, pero todo fue rápido y parece que Quiora por una vez evito males mayores.

Se dirigió hacia la indignada Fedora.

- Fedora ya hemos hablado de como se controlan tus personalidades, si cada que se intenté vas a reaccionar con violencia, mejor los seguimos dejando al azar, no voy ha hacer de niñera para llevarme golpes o algo peor.

Quizás ahora podamos recoger las medallas y salir por patas de este castillo que me da muy mala espina, parece que hay poderes que no se han mostrado y más amenazas de las previstas.

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07/03/2018, 19:31
Sapo

Sapo tardó un poco más en salir de su escondrijo, hasta que estuvo seguro de que su vida no corría peligro.

- Yo también lo vi.- Reconoció a la humana de  las espadas gemelas.- Dos  y dos son cuatro.  Ese Malocchio parecía un vampiro. Si nos mienten en eso pueden mentirnos en más cosas.- Normalmente era un gnomo confiado , pero si le mentían en su cara pues no le quedaba otra que desconfiar. Seguramente era eso pro lo que no se le veía por ahí desde hacía tiempo, como habían escuchado por ahí.- Al decir que era un vampiro te visitó tu amiga la miedosa. Menon te trajo de vuelta y...y le pegaste.- Eso había dolido hasta a Sapo. Por ahora la que era una vaca burra era Quiora y pensaba que en Fedora podía confiar.

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08/03/2018, 11:34
Heimenann

Heimenann bajó la voz para poder seguir hablando con Dalabrac sin que el ballestero se percatase.

La antigua dueña se llama Gabrielle Aderre, y es madre de Malocchio. Se vió forzada a abandonar el castillo hace años, pues temía que su hijo la mandase matar. Se alió con los independentistas de Gundarak, y ahora Invidia está dividida en dos, entre madre e hijo. Y no, Gabrielle Aderre no es una buena persona. Malocchio tampoco, pero ningún sirviente se atrevería a envenenarle.

Es cierto que Malocchio desapareció, y unos solados le trajeron de vuelta. Es desde ese suceso que casi no come.

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08/03/2018, 11:42
Fedora "Tres Bastardas"

De nuevo volvió a sentir aquel miedo ancestral que le recorría toda la columna. La norteña palideció ante la palabra "vampiro", pues Sapo estaba confirmando lo que creía un mal sueño, producto de su cambio de personalidad. Trató de guardar la compostura y no venirse a bajo.

- Piensa en algo feliz. Piensa en algo feliz. Piensa en algo feliz... - Pensaba interiormente la guerrera de espadas bastardas.

En aquel momento llegó a su memoria un recuerdo feliz. De como había aprendido la receta ancestral de su familia para el pan y la cerveza. Aquel era el motivo que la movió desde su fría Nortalia natal, para buscar afianzarse en el negocio del pan y la cerveza. Tenía que seguir adelante si quería ganar dinero y llevar a cabo su empresa. Y aquel trabajo, por poco que le gustase, era parte del camino que tenía que recorrer.

- Estarr bien, Sapo. Poderr serr vampirro, da. Perro Lorrd Avellanos desirr que Malocchio tinierr enferrmedad. Quisás trratarrse de otrra cosa. Debemos esperrar y averriguarr que pasarr. Si serr vampirro de verrdad, no poderr darr la luz del sol. Escuchiarremos sus palabrras y desidirremos los cuatrro sobrre que haserr. - Y ahí dejó su opinión, con una gota de sudor que bajaba por su frente, producto de la lucha interna que mantenía por no descomponerse ante el miedo a los vampiros y no dejar aflorar otra de sus terribles personalidades.

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08/03/2018, 11:59
Gramley la Garra

Se llevaron a Corvino al patio de armas, y luego al callejón. Al lado de la forja había una puerta, por la que Genann y Dalabrac vieron al anciano desaparecer. Ambos guardaespaldas entraron de nuevo en el edificio para reunirse con sus compañeros.

No habrá bardo. Ni camas de la habitación de invitados. Que Malocchio entregue las medallas y que los viajeros duerman aquí, en la planta baja, junto a la mesa del comedor. Quiero dos guardias en las escaleras, y otros dos en la puerta del edificio. Y mandad una sirvienta a mi dormitorio para que vende mis heridas.

Gramley subió las escaleras, malhumorado. Siguió la entrega de medallas. Aderre en persona, agarrado por Rupert para no caerse, puso las insignias a Quiora, Fedora, Menon y Sapo. Parecían valiosas, y podrían venderse por diez piezas de oro, así que tendrían igual recompensa de este viaje que los guardaespaldas del mercader de vinos. Coherto también repartió la paga: diez monedas de oro por persona, salvo al ausente Corvino.

El grupo permaneció bajo vigilancia en el comedor, mientras Rupert y Malocchio subían las escaleras. Los sirvientes les trajeron comida, y estrenaron algunas de las cervezas de Lampedoño. Tuvieron que dormir sobre los bancos, o extender sus petates en el suelo, pero parecía que a la mañana siguiente les dejarían ir.

Pero por la noche...

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08/03/2018, 12:00
1-Estado de los personajes

El cadaver del terrorista que trajeron en el carro había sido convenientemente lavado. Los sirvientes encontraron en su espalda un tatuaje al que no dieron importancia. Subieron al muerto a una torre de la muralla exterior, y lo empalaron en una pica, de modo que pareciese un títere desnudo.

-Estas mierdas me ponen los pelos de punta.

-¡Gallina! ¿Sabes que no puede hacerte daño, verdad? Jajaja...

Cayó un rayo, y el trueno resono, y tras ello empezó a llover.

-Lo que me faltaba para terminar el día: una ronda de guardia bajo la lluvia.

Pasó el tiempo. Al llegar a medianoche, el glifo custodio sobre el lomo del cadáver emitió un débil fulgor. El último recurso, solo por si acaso. Cuando el terrorista permitió que los sacerdotes de Gabrielle Aderre le hiciesen eso, no pensó que eso condenaría su alma.

Ante la pica, un soldado pasó tratando de calentar el cuerpo bajo el frío de la lluvia.

Gggggh...

Se giró hacia el muerto. Todo era normal. En otras ocasiones habían puesto cadáveres en picas, y con el paso del tiempo los gases en descomposición salían por la garganta en un sonido de ultratumba. Después otro trueno, y el guardia se dió la vuelta, dando la espalda al cadáver.

Ggggroaaaaagh...

El muerto viviente alzó las rodillas, y sintió cómo su ano se desgarraba deslizándolo dos pulgadas más abajo en el ástil. Rodeó al guardia con las piernas y lo estranguló lentamente. Y para coronar una noche perfecta, apoyado en sus hombros, se deslizó hacia arriba hasta estar lo suficientemente alto como para salirse de la lanza que lo atravesaba segundos antes. De un salto cayó acunclillado sobre el guardia, y empezó a devorarle.

...

En la planta baja del edificio, dos guardias entraron apresuradamente cerrando tras de sí, poniendo una viga para bloquear la puerta que daba al patio exterior.

¡¡¡PLONCH!!!-retumbó la puerta.

El ruido fue suficiente como para despertar a los viajeros del comedor.

¡¡¡PLONCH!!!-volvió a retumbar.

Los dos guardias recién llegados miraron a sus compañeros en las escaleras, mientras todos retrocedían temerosos.

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08/03/2018, 12:22
Ramond

Corvino despertó en una celda. Del otro lado, en libertad, su perro estaba tumbado con el hocico sobre las patas, aguardando a que liberaran a su amo. En aquel pasillo de la mazmorra también estaba la mochila de Corvino, y todas sus cosas, demasiado lejos como para poder agarrarlas estirando el brazo entre los barrotes.

Ramond, el hombre que fue derrotado por Quiora, bajó los escalones corriendo. Sus botas mojadas por la lluvia chapoteaban a cada paso.

¡Fuera de ahí!-dijo, tembloroso, con las llaves de la celda en la mano-¡Aléjate de la puerta!

Ramond abrió la celda y entró para unirse a Corvino. El guardia le empujó fuera, y empujó los barrotes para encerrarse solo él de lo que fuera que hubiese allí afuera.

Ahora corvino estaba en el pasillo de las mazmorras, junto a su perro y todas sus posesiones.

Notas de juego

Puedes hacer una tirada de diplomacia para tranquilizar a Mandro y sonsacarle información de lo que está pasando.

Corvino -5 pgs. Dano no letal 2

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08/03/2018, 17:23
Quiora

No le hacía ninguna gracia hacer noche en el castillo. Sin un bardo que les amenizase la velada, casi prefería arriesgarse con los lobos. Pero no les habían dejado muchas más opciones así que, con resignación, se comió todo lo que le pusieron pero bebió con moderación.

Durante la cena su conversación iba más dirigida a los guardas, con los que se sentía identificada, que con los esmirriados componentes del variopinto grupo que allí se había formado. Podría haberse puesto a hablar con Fedora, pero no quería darle en una nalga por descuido y que saliera alguna de sus otras personalidades. Comentó en ese tiempo lo sombrío que le parecía el castillo y les enseño orgullosa su recién adquirido trofeo (un diente de salamandra), preguntó también si sabían dónde podría encontrar algo de trabajo; veía pronto el final de su misión y debía encontrar otro patrón con el que asegurarse un sueldo.

Después de la cena y la charla, se recostó en el mejor sitio que encontró -y que a nadie se le ocurriese quitarselo-. Pronto roncaba sonoramente. La verdad es que siempre dormía como un angelito, parecía que no había nada en la mente de la semiorca que interrumpiera su apacible sueño.

El estruendo de los guardias al cerrar la puerta hizo que la mestiza cayera del cómodo banco que se había agenciado. Se levantó como pudo y agarró su gran hacha por instinto.

-Por Uthgard! Qué demonios ocurre?!

Se sentía desorientada y necesitó unos largos segundos en recordar dónde estaba y qué hacía ahí.

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08/03/2018, 19:46
Genann Gruadhsolus

Gennan se había despertado cuando el trueno rompió sobre sus cabezas y las nubes abrían su vientre para dejar caer el castillo una lluvi aque probablemente se prolongara durante toda la noche. Permaneció tumbado en su lecho sobre el suelo de piedra, dejando que el sonido de las aguas repiqueteando sobre el suelo del patio exterior los arrullara como si de una vieja nana se tratara.

La pesadez acudió a sus párpados y cuando a punto estaba de sucumbir al sueño una vez más, el sonido apresurado de unos pasos y el de una viga corriendo por sus guías en la puerta que los separaba del patio, hizo que los volviera a abrir. Miró a los recién llegados y cuando vio sus expresiones, se incorporó en su lecho. Ante el primer golpe, que retumbó en la sala con increíble violencia, se giró hacia su fuente. Ante el segundo, se puso en pie de un salto, como un gato.

Había visto las miradas de los guardias y la había reconocido. Eran las del ciervo acorralado por los lobos, así que no tenía duda que era tiempo de moverse. Quiora fue la primera en hablar, pero él se limitó a obrar mientras esperaba una respuesta que quizá no llegara. Se echó el petate a la espalda mientras retorcedía y escuchó, tratando de averiguar qué acontecía más allá.

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08/03/2018, 19:46
Genann Gruadhsolus
- Tiradas (1)

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+8)=27

Notas de juego

El búho: ¿duerme en el exterior o está en el comedor? Y pregunta. ¿Puede Gennan percibir lo que el animal vea o escuche en un momento dado?

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08/03/2018, 20:59
Alanis Gulbahar

Alanis se replegó a espaldas de Alarico, sin pensarselo dos veces, cerrando los ojos y rememorando en su cabeza todos los hechizos que conocía...que tampoco eran muchos, pero sobre todo rogándole a los dioses que todo aquel desastre terminara, finalmente eran invitados en un lugar extraño.

Cuando todo terminó y se llevaron a Corvino, Alanis ni siquiera se acomedió en emitir un comentario condescendiente al anciano que se habia vuelto loco como cabra, pero fué la primera en protestar cuando escuchó el mandato de Gramley.

-Oiga como que...aquí!!?...hombres con mujeres???...y sin una cama decente!, como...como perros!, yo no he hecho nada exijo un...cuarto.- sus últimas palabras fueron un susurro inaudible, pues cuando los guardias entraron, a la estancia de nuevo Bigotes, se escabulló en el interior de su vestido nuevamente y se quedó temblando asustado. De noche, Alanis sentía la mirada de los guardias, no sabia si de odio o de lujuria, por querer hacer plática y antes de dormir, le hizo un comentario al grupo de Fedora, Quiora, Sapo y Menon. -Pues vaya!, parece que pagamos justos por pecadores. Por lo menos me pudieron haber dado la medalla a mi, por méritos al buen uso del sentido común...hay que ver...atacar a las autoridades del castillo, cuando eres invitado- comentó la chica cepillando su largo y sedoso cabello negro con los dedos.

Luego sin pedirle autorización a Alarico, quizá obrando de exceso de confianza, Alanis se acomodó junto a el y le dijo -Espero no os moleste si paso junto a ti la noche, Alarico.- luego le dió unos golpecitos en el estomago a Alarico, como si estuviera ablandando una almohada, recostó su rostro en el vientre del sacerdote, y en unos minutos, se quedó profundamente dormida, con la comadreja Bigotes, hecha un ovillo sobre su cadera.

El sueño de Alanis fue intranquilo, y correspondió a una pesadilla en que el señor Corvino se transformaba en un hombre lobo, y se avalanzaba sobre su garganta, mientras sapo, por medio de una cirugía, convertía a Bigotes en...Bigotas. El hombre lobo Corvino lanzaba un rugido aterrador, pero su rúgido no era tal, habia sonado como un golpe seco, un segundo Plonch, y Alanis se despertó, daga en mano en la oscuridad gritando -IRREDENTOS, CRIADOS HIJOS DE CRIADAS!!,ODIO A LOS LICÁNTROPOS!- Bajó la daga comprendiendo que todo habia sido un sueño bastante real, Bigotes habia caido al suelo y le dedicaba una mirada de reproche a Alanis, pero observando que Quiora y Genan ya estaban de pie, y por la cara de susto de los guardias, comprendió que algo realmente malo estaba pasando.

Empuñó su bastón y guardó la daga plateada entre sus ropajes, y susurró. -Más le vale al dueño de este castillo que esto no sea una mala broma, porque voy a poner a prueba su capacidad para curarse al limite.-

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09/03/2018, 12:55
Fedora "Tres Bastardas"

Mientras la norteña dormía y roncaba plácidamente junto a sus compañeros Quiora y Sapo, dejando en el otro extremo a Menon por si trataba de sobrepasarse con ella, los ronquidos de la semiorca se apagaron, aunque esto Fedora no lo sabía porque las dos se contrarrestaban mutuamente. Algo andaba mal y con los ojos entrecerrados, se levantó con el ruido de pasos a la carrera.

- ¿Perro qué pasarr? ¿Serr horra desayuno? - Preguntó incorporándose con los pelos enmarañados.

Viendo la actitud de los guardias y de como protegían las puertas con enormes vigas de madera, la guerrera se temió lo peor y se embutió en su coraza, pues parecía que iban a empezar la mañana como la primera vez que llegaron a aquel extraño lugar.

- Este lugarr serr muy extrraño. Aquí desperrtar muy temprrano y siemprre con carrerras. ¡Fuuuu! - Se quejaba, hablando sola más bien.

Una vez preparada, se colocó junto a Quiora, codo con codo, mientras sujetaba una de sus espadas bastardas entre sus dos manos y miraba de reojo al resto de su grupo.

- Sapo, Menon. Estarr prreparrados. Nosotrras prrotegerr. - Y guiñó un ojo al mago y al psiónico mientras se ponía en guardia.

Pensó en preguntar, pero ya lo había hecho Quiora. Fuera lo que fuera no tenía que ser nada bueno y tenían que esar preparados para lo peor.

 

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09/03/2018, 13:36
Sapo

Pasar la noche en condiciones tan precarias no era tan malo si se pensaba que podían estar fuera bajo la tormenta. la incesante lluvia y los estruendosos truenos hubieran vuelto loco a Sapo. Más loco aún, quiero decir. Antes de dormir, como siempre, el mago se puso a estudiar su querido libro de conjuros. tenía mucho trabajo que hacer y lo hacía con pulcritud y orden enfermizos. Cuando ya no aguantaba más con los párpados abiertos se hizo un ovillo junto a Fedora y Menon, lo más lejos posible de Quiora y sus, casi peores que los truenos. El sueño ligero en el que se había sumergido se vio interrumpido por el violento sonido d ela puerta al cerrarse de golpe.

- ¿Qué pasa?- Preguntó frotándose los ojos con sus pequeños puños. Advertido por Fedora recogió apresuradamente sus cosas y se preparó para lo peor. ¿Les había engañado la Garra y ahora los encerraba allí? La sola idea de permanecer en ese recinto tan pequeño con tanta gente le hacía sudar.

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09/03/2018, 19:15
Dalabrac Dardragon

La noche avanzaba tranquilamente, algunos de sus compañeros descansaban plácidamente acomodados como mejor habían podido unos sobre las bancas de madera y otros como el en el piso. Cuando había sido escoltado hasta el comedor no opuso resistencia alguna , simplemente obedeció esperando que la noche pasara sin más inconvenientes para disfrutar de su paga lejos de ese lugar, no teniendo más que hacer se recostó en el piso contra una pared para estudiar su grimorio y de paso preparar sus conjuros.

No supo en qué momento se había quedado dormido pero lo estaba cuando el ruido exterior  y la entrada apresurada de los guardias en el exterior interrumpieron su letargo, varios de sus compañeros estaban despiertos e igual que el desconcertados por la situación sin embargo algunos recogían sus cosas y ponían mano en las empuñaduras de sus armas.

El mago se levantó aun medio dormido quitándose la paja que se le había pegado al cabello y la cara , intento pensar en los conjuros preparados y cargo su ballesta por si la necesitaba.

Ey!!! ustedes que está pasando? – les espeto a los guardias

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10/03/2018, 10:45
Corvino

Sentía una intensa punzada de dolor en el pecho allí donde el florete de "La Garra" se había introducido. También le dolía la cabeza horrores ¿Qué había pasado? Ah, si. Alguien le había golpeado por detrás dejandole inconsciente e impidiendo su justa venganza. Pero también y, con toda seguridad, salvándole la vida.

Nada mas salir Corvino de la celda el perro se incorporó y meneó la cola de alegría hasta recibir unas tranquilizadoras palmaditas en la parte superior de su cabeza por parte de su amo. La confundida mirada de Corvino vagó sucesivamente entre el autoencerrado individuo y su fiel mascota antes de exclamar: —¡Pero qué demonios...!—

Miró hacia las escaleras de salida de los calabozos en busca de respuestas; la razón por la que ese individuo mostraba tanto pavor; pero no vio nada. ¿Qué habría afectado tanto al guardia del castillo? Mejor preguntárselo directamente al tembloroso hombre: —¿Qué te ocurre? ¿Por qué no me cuentas lo que está pasando ahí arriba?— Mientras hablaba se dirigió hacia sus pertenencias con intención de recuperarlas. —Si me lo cuentas, tal vez pueda hacer algo al respecto.—

Lo primero que buscó entre sus cosas fueron sus fieles hacha y escudo ligero. Quería estar preparado por si lo que fuera había asustado al tipo bajase por las escaleras. Se puso a un lado, en un rincón entre las sombras, intentando ocultarse a la espera de cualquier amenaza, mientras esperaba la respuesta del tipo.

Se mordió el labio intentando aguantar el malestar. Estaba aún dolorido y algo mareado por el golpe en la cabeza y por la herida en el pecho.

- Tiradas (3)

Motivo: Diplomacia (sonsacar información)

Tirada: 1d20

Resultado: 3

Motivo: Esconderse

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+1)=6

Motivo: Escuchar (por si alguien baja)

Tirada: 1d20

Resultado: 10(+7)=17

Notas de juego

Siento la tardanza en contestar.

PD: Viendo las tiradas parece que dando hachazos Corvino es el amo, pero en todo lo demás un patán.

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10/03/2018, 11:21
Alarico Maldonado

No se ofendió Gabriel por las palabras de Alannis. Por el contrario, le pareció divertido. Y entrañable.

- Querida, porque ya que me pedís compartir cama espero que no os moleste que os llame así, temo que no es el lugar más idóneo para la intimidad que vuestras palabras harían deseable-  había un brillo en los ojos del sacerdote quien, no obstante, negó con la cabeza- Dicho lo anterior, y dado el lugar donde nos encontramos, por supuesto, podéis descansar a mi lado.

Tras esto dejó que la joven se tendiera, e incluso que usara su abdomen como almohada. Aunque el gesto de confianza implicó que, con igual confianza, el sacerdote aprovechara para acariciar el pelo de la mujer.

- Confianza con confianza se paga- dijo en un susurro, para finalmente, concluir- Descansad. Mañana veremos si hay posibilidad de ganancia y negocio en este lugar. Más allá de las 10 monedas de oro recibidas.

Al contrario que a Alanis, al sacerdote le costó bastante más conciliar el sueño. El espectáculo de Corvino le había molestado, casi tanto, como los insultos al señor del lugar. ¿Vampiro? Bueno, pongamos en que lo fuera, ¿y qué? ¿es que acaso iban a combatir contra toda la guardia y contra un vampiro? Para Gabriel era algo mucho más sencillo y básico: era el señor del lugar, y por tanto, una posible fuente de trabajo y de prestigio.

Aunque claro, tras lo de hoy, va a ser mucho más difícil. Tal vez el conjuro lanzado sobre uno de sus guardias nos devuelva algo de interés a sus ojos. Tal vez.

Tras esto se quedó dormido, y dormido estaba cuando el grito de la cercana Alanis le despertó. Por un segundo se sintió otra vez en el templo, y su mente lo convirtió en lo que una vez había sido. Un espasmo de terror deformó sus normalmente tranquilas facciones. Aunque con la misma velocidad reprimió el miedo.

Ya no temería. A él lo temerían. Y las formas en que le iban a despertar, en el futuro, mujeres tan hermosas como Alanis, iba a ser sin duda más agradable.

- Tenemos que hablar de esa forma de despertar- murmuró entre dientes, recuperando el buen humor, mientras asía su símbolo sagrado, y miraba a los guardias- ¿Qué ocurre?