Partida Rol por web

Ante el aviso del mago, que les transmitió la información de su halcón, Zurkor interrumpió su caminata a través de las paredes y volvió junto a sus compañeros - Si no podemos ocuparnos de los guardias entonces deberemos encontrar algún orco distraído en alguna sala -

La propuesta del sonriente humano, por un momento lo hizo tentarse, pero finalmente, y con esfuerzo entró en razón - No lo se. Si lo matamos es seguro que los orcos se darán cuenta - contestó el mediano dubitativo - reconozco que es tentador, pero si se dan cuenta que hay intrusos será mas dificil moverse -

- Quizás debamos ver por allí - señaló hacia la muralla norte - Con suerte encontramos un acceso a las mazmorras. O un orco medio dormido que esté dispuesto a informarnos cono acceder a ellas -

Veo muy improbable que podamos acabar con el sin provocar un altercado y llamar la atencion de algun oco. De momento, volvamos a bajar para planear nuestro proximo movimiento sin riesgo a que nos descubran. Mi propuesta es ir al Sur. Podemos cruzar el puente con Kell y la varita. Creo que alli es donde tendremos mas probabilidades de encontrar un descenso a los calabozos.

La semielfa negó con la cabeza a la sugerencia de Jairee. Lo había visto en acción y era posible que eliminase aquella amenaza antes de que los guardias se diesen cuenta, incluso podían no darse cuenta después si la herida mortal no era muy visible pues tanto dormido como muerto el ser no se movería, pero no debían tentar a la suerte.

-En cuanto encontremos a los jóvenes es todo tuyo. -le susurró antes de asentir a la idea de bajar para no estar expuestos.

Una vez en las escaleras, a salvo de ojos y oídos enemigos, Xanaphia volvió a hablar.

-Nosotros hemos revisado todas las puertas excepto las del sur. Al este hay una sala que hace las veces de taberna y unas escaleras ascienden, supongo que a las almenas aunque no lo pude comprobar debido a la cantidad de orcos que había.

Tras escuchar las palabras de sus compañeros Zurkor dudó un momento, reacio a dejarse convencer. Sin embargo, si realmente ya habían investigado esa zona, estaba claro que no tenía sentido volver a hacerlo - Sea, vayamos entonces al sur - aceptó preparándose para emprender la travesía del "puente" que separaba el derrumbe de las murallas

- Jed conoce una buena manera para que lleguen allí sin que nadie los vea - les explicó a los nuevos integrantes del grupo - Pero yo prefiero llegar por mis propios medios - sonrió mientras volvía a arrastrarse por las paredes, como si de una araña se tratase, buscando una sombra tras otra, para que nadie lo pudiese ver

Antes de alejarse añadió - En cuanto llegue les hago señas si veo que es seguro -

Jairee se encogió de hombros. Bueno vale... como querais, decidme si puedo ayudar en algo...

Tan rapido como se motivó volvió a la extraña apatía que llevaba mostrando desde hace un rato.

Dreyden , con los brazos en jarra, negó con la cabeza mientras Zurkor volvía a arriesgarse tontamente. El mediano era extremadamente hábil y escurridizo pero confiaba demasiado en sí mismo. Él no lo entendía pero la vida es cambio y éste llega cuando menos te lo esperas. Algún día el cambio iba a pillar a Zurkor en una situación complicada y a él le apenaba que no fuera más cuidadoso.

-Está bien -dijo suspirando. Cuando Zurkor de la señal esto es lo que haremos. Haré volar a Kell al otro lado del puente y usaré la varita para intercambiar la posición de Xanaphia con la suya, después lo repetiré conAtara,  Jairee y, luego, conmigo, hasta que estemos todo al otro lado sin peligro.

La mujer asintió a la explicación del hombre y se acercó al joven rubio.

-No te pongas así, tu látigo es tan necesario como tu sonrisa. -le susurró guiñándole un ojo. 

No era bueno que la moral de nadie cayese, y menos la de quien había demostrado ser un hábil luchador.

Una vez junto al puente, Dreyden se dió cuenta de lo evidente: era absurdo seguir hacia el Sur. Lo más probable era que la dirección correcta fuera la Norte.

-Amigos, creo que esto no nos lleva a ninguna parte. Me temo qu ehabrá que dirigirse al Norte, donde las posibilidades son mayores.

Xanaphia se encogió levemente de hombros, ella tampoco creía que fuese por el sur pero había querido descartar todas las opciones, y eliminar posibles enemigos, antes de internarse más. 

-Pues adelante, como dije la primera puerta puede ser la que dé a la habitación en la que cuatro orcos estaban jugando a dados. Si entramos por ahí, hay que tener mucho cuidado pues un orificio en el suelo da a la sala grande de abajo y cualquier ruido se puede oír, aunque también podríamos probar a atacar por dos flancos... quizás podrías enviar a tu halcón para "ver" si hay algún otro acceso más adelante.

Lo último lo dijo mirando al hombre y haciendo referencia al vínculo que parecía tener con su animal.

Tras darse cuenta del pequeño tamaño de la zona que se encontraba tras el puente, Zurkor volvió sobre sus pasos y escuchó las palabras de sus compañeros

- Yo estoy dispuesto. Si debemos ingresar a esa sala, podemos hacerlo, pero si hay un agujero con la sala inferior no creo que también haya escaleras hacia las mazmorras -

El mediano sonrió. Los orcos eran tontos, y él ya lo había demostrado. Quizá hacerse pasar por su dios anteriormente no había sido la idea más inteligente que había tenido. Pero el huargo le había dado la clave de por dónde atacar, y esa sí que había funcionado.

Pues sí que están locos estos orcos susurró mientras contemplaba las tres puertas, decidiendo cuál atravesar primero.

Estaba claro que la que custodiaban era la importante. Siguiendo por ella estaba totalmente convencido que llegaría a los humanos a los que habían venido a rescatar... Pero también habría más peligros. Miró hacia atrás. ¿Dónde se habrían metido sus compañeros? Le interesaba que le sirvieran, que le defendieran y evitaran que le golpearan más veces.

También había otras dos puertas... ¿Qué ocultarían? Seguro que eran cosas de poca utilidad para ellos, pero quizá a un mediano como Eulendileas le venían bien. ¿Qué había de malo en echar un ojo?

La mujer miró al mediano sigiloso y meneó la cabeza negativamente.

-Me he explicado mal. Hay un agujero que está en la unión de cuatro salas, tres de ellas vacías y una con cuatro orcos, el agujero es un derrumbe por lo que debe haber unas escaleras que suban hasta allí desde la sala de la reunión. Y si unas suben puede que otras bajen... o no.

Dreyden ladeó la cabeza y contestó:

-Pues no es mal sitio para empezar. Bajamos y sorprendemos a esos 4 orcos. Si conseguimos capturar a alguno, lo interrogamos para averiguar donde está la condenada escalera.

Kell sobrevuela la fortaleza para informar a su compañero de las posibles puertas que pudiera haber. A primera vista había una puerta, la misma que podían ver todos, la que daba al oeste, la que había comentado Xanaphia, después había una varios metros más hacia delante, pero un guardia se encontraba cerca, por lo que habría que moverse con mucho sigilo para no llamar su atención. 

Detrás del edificio había dos guardias más cercanas a otra puerta, pero esta estaba al otro lado de la fortaleza y parecía más improbable poder acceder a ella. 

Una vez que el mago les explicó las opciones que su halcón había detectado, el mediano lo pensó un momento y comentó - Llegar a la más lejana parece muy complejo, incluso teniendo practica en ocultarse en las sombras, pero esa que está a media distancia... supongo que deberemos empezar por allí -

- Esperemos que el orco no me vea - completó mientras buscaba la forma de acercarse a la abertura sin ser descubierto por el guardia, trepando por las paredes y moviéndose, o intentando moverse, por donde se suponía que nadie podría hacerlo

Xanaphia escuchó las explicaciones que daba el hombre de lo descubierto por el ave, asintió al mediano y se preparó.

-¿El mismo plan de antes con la varita? 

Dreyden la sacó de su cinturón y asintió en silencio a la mujer.