Partida Rol por web

[ELdG] La Atalaya Olvidada

Aldea de Sidnar.- Día 1

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14/11/2012, 14:49

Un nuevo día, una nueva oportunidad. Por fin has llegado al sitio que tenias que llegar. El viaje no ha sido fácil. Por suerte Garzhal te adelantó buena parte del dinero, cuanto le debes a ese hombre. Ahora tienes a un grupo de hombres a tu cargo que junto a ti van a cartografiar una ruta de las Brumas. Nadie jamás había logrado tal proeza e ibas a ser el primero. Todo un logro sin duda. Y no una ruta cualquiera. Una ruta que parte de Darkon desde la Atalaya maldita de Sidnar. Tu nombre iba a pasar a los anales de la historia sin duda alguna. 

En la taberna de Sidnar te despiertas despues de una noche de sueño reparador. Puedes oir el cacharreo de Inglanar que ya se despierta nervioso por la inactividad en la que se ve obligado. Necesita algo de actividad, pero no pasa nada, porque hoy ya empezais con la primera visita al lugar. 

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14/11/2012, 17:10

No habia cantado el gallo los buenos dias y el guardaespaldas ya se había despertado. Alaster aún roncaba a pierna suelta cuando Inglanar ya estaba haciendo sus abdominales y sus flexiones como cada mañana, desde hacía tanto tiempo que era incapaz de recordarlo. Los músculos se tensaban a medida que los iba forzando, y el aliento le salía a bocanadas a cada flexión, pero sólo así se lograba que la musculatura fuese la idónea. Las palabras del contratista Garzhal aún resonaban en la mente del caliban

- Cuida bien de Alaster, es como un hijo para mi y no soportaría la idea de que le pasara algo. Adonde vais hay muchos peligros.- la voz de Garzhal se dispersaba en la mente del luchador hasta llegar al punto que le interesaba a Inglanar.- ... y te pagaré a 100 monedas de oro por cada día que esteis en Sidnar. Te adelanto la primera semana. 

700 monedas. Suficientes para tapar todos los agujeros que tenía con corredores de apuestas, patrones, y taberneros. Y aún le había quedado algo para guardar. Observó con preocupación al gnomo que les acompañaba, el llamado Dedos Largos. Si se acercaba a menos de 10 metros de su morral pasarían a llamarlo Sin Dedos. Y esperate que no lo llamaran sin brazos o sin cabeza. 

Alaster se despertaba y el resto de compañeros poco a poco. El elfo como era habitual, estaba sentado con las piernas cruzadas y la vista perdida en el vacío y el enano también estaba ya despierto. 

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14/11/2012, 17:18

¿Alguna vez alguien ha visto a una orquesta sinfónica de elefantes tocando percusión? Pues eso es lo que había en la cabeza del gnomo esa mañana. Se negaba a abrir los ojos el tio perezoso, pero el dolor de cabeza, el sabor a vómito en la boca, la ausencia de recuerdos de la noche anterior y un agudo dolor en el estómago....sonrió para sus adentros. Anoche se lo pasó en grande sin duda, pero esta mañana estaba muriendose de la resaca. Abrió un ojillo y vio a Inglanar haciendo flexiones en la habitación de la posada, a Alaster roncando suavemente en su cama, el elfo meditando y el enano que empieza a levantarse. Tocaba ir levantandose ya, pero, por el amor de los dioses, menudo mareo. 

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14/11/2012, 17:20

Este tipo de sitios no es lo más aconsejable para un sacerdote de Ra, pero cualquier cosa vale hoy en día. La aldea está muy afligida por el dolor y la pena y Mev veía la opción de poder realizar grandes obras en ese pueblucho. Sin duda podría conmover el corazón de Garzhal o Alaster para que le financiaran un templo y poder dedicar su vida al servicio de aquellas pobres gentes. Todo era hablarlo sin duda, pero tal y como iba a ser la expedición, no parecía cosa de mucho. Realizar unos mapas, sortear una torre maldita, expiar los pecados de unos pobres vistanas que murieron por la crueldad de unos hombres a los que también habría que expiar... nada que no se haya hecho antes. Hasta tenía ya preparados los conjuros que usaría por si se encontraba a algún fantasma o aparecido

Volviendo a la realidad, Mev supo que con el grupo que tenía que operar tendría bastante. Alaster era un idealista joven y alocado que pensaba que podría cambiar aquellas tierras a través de sus mapas y conocimientos, pero sólo buscaba la ambición de la fama. Inglanar estaba demasiado aferrado a sus bienes materiales y Bullipae estaba aferrado a los bienes de los demás. El elfo era más enigmático, apenas hablaba con nadie salvo con Alaster y en ocasiones con Inglanar pero se le veía que por dentro estaba atormentado por algo. 

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14/11/2012, 17:25

- Has defraudado a toda tu estirpe al no haber completado la prueba del círculo de elegidos

Aquella frase martilleaba las sienes del druida un dia tras otro desde hacia ya muchos años. Nunca habia logrado pasar página aunque había aprendido a que no se le notara tanto. Lo que si bien es cierto es que aún en los momentos de soledad se enfadaba consigo mismo por no haber sido capaz de alcanzar el éxito en las pruebas que le darían el reconocimiento de druida ante los ancianos de su tribu. Ahora se había visto fuera del círculo druídico, había mancillado su estirpe, pues toda su familia había pertenecido a ese círculo de sabios y se veia obligado a vagar como un sucio mercenario en busca de unas pocas monedas de plata. 

Lo que seguía siendo un miesterio era ese humano, Garzhal. Había entablado contacto con uno de su tribu (cosa rara teniendo en cuenta que el bosque tenía acceso restringido) había encontrado un puesto donde Gris podría poner a prueba su valía y si tenía éxito en la misión, sería admitido como druida entre su pueblo, aunque no podría ingresar en el círculo, pero por lo menos su honor familiar estaría salvado. Todo un misterio como un humano había logrado manipular una red de contactos tan cerrada como su pueblo, pero esta oportunidad no iba a dejarla pasar. Y alli se encontraba, en una sucia posada acompañado de cuatro elementos a cual le daba más asco. 

El hosco caliban, con problemas económicos, había aceptado el trabajo por una suma de dinero muy importante. Si alguien le ofreciera una suma por matarlos a todos mientras duermen tendrían un problema, ya que el caliban tenia pinta de ser muy buen luchador. Por otro lado tenemos al inquieto gnomo que la noche anterior, yendo borracho como sólo un gnomo es capaz de emborracharse se metió en una pelea con unos mineros y de no ser porque el caliban  puso orden lo habrían matado. Alaster, el humano, el encargado de dictaminar si Gris había hecho bien su trabajo o no y le valdría su reconocimiento familiar y el enano que era el único que tenía un poco de sentido común y buen hacer. Menuda cuadrilla. 

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14/11/2012, 18:09

La habitación era bastante grande como para albergar a los 5 compadres. Ya se había levantando el alba y el sol iluminaba debilmente a través de la desgastada ventana. No obstante, no había ni ratas ni chinches por lo que dentro de lo que cabe no habían pasado mala noche. 

La noche anterior Dedoslargos se metió en una pelea con unos mineros, claro que teniendo en cuenta el vino que había bebido lo sorprendente es que fuera capaz de articular una palabra. Lo iban a desollar hasta que Inglanar puso orden con la mano abierta. 

Ahora que era ya de día Alaster se despertaba en su jergón, Inglanar como cada mañana estaba haciendo un poco de ejercicio en sobrecogedor silencio, el elfo apático estaba con las piernas cruzadas, la espalda muy erguida y no decía nada, pero hacía ya rato que había terminado su trance meditativo. El enano se despertó también con el gallo y tomando entre las manos el medallón de Ra musitaba unas oraciones a su dios. A través de la ventana se podía oir el ruido del pueblo al despertarse. Los mozos cargando alpacas de paja para el establo, los aromas embriagadores de la cocina de la taberna, y las voces de los padres que llamaban a la faena a sus hijos, acompañado de los gritos de las madres de que no se olvidaran el almuerzo. 

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26/11/2012, 11:53

El plan para este día iba a ser sencillo. Cruzarse media región para llegar hasta una vieja atalaya abandonada, que se decía llena de fantasmas y espiritus malignos. Allí se supone que comienza una ruta que va a través de las tierras de las brumas y va a parar nada más y nada menos que a la otra punta del mundo. El viaje parece peligroso, pero Garzhal había provisto a todo el mundo de lo mejor que pudo reunir para cada uno. Caballos para el camino, caballos de refresco, mulas y otras bestias de tiro, una pasta en forraje es lo que costaba todo aquello. 

El grupo de aventureros... lo mejor de cada casa, Garzhal no repara en gastos. Y Alaster sería mundialmente famoso si lograba su objetivo, regular la forma de poder ir de un reino a otro, algo que ningún mortal había logrado hacer, y que pocos tenían fé de que lo lograra. 

Notas de juego

Ya podeis darle. 

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27/11/2012, 01:54
Inglanar

Uegrmh grupo a modo de saludo cuando Alaster se despierta. Por suerte, ya había terminado de hacer mis ejercicios diarios, así que permanecer allí era una tontería. Hoy partiríamos, así que mejor estar preparados.

Recogiendo mis cosas, me pongo mi armadura de cuero. Cada vez me quedaba más pequeña, y si no la apretaba bien, seguramente las carnes se me saliesen por algún lado.

Quitándome un cacho de carne de la cena de la noche anterior de entre los dientes, y ya con todo a cuestas, salgo de la habitación, para dirigirme al comedor.

Una vez llego allí, a la primera camarara que veo, la digo—. Tráeme una jarra de cerveza y algo de carne. Tengo que desayunar.

Dicho esto, me siento en una silla, para esperar al resto.

Notas de juego

Con carisma 6 tengo que tener lorzas y oler mal, aparte de ser un rancio y un asqueroso. Estar to ciclao no me da un cuerpo apolíneo, solo ser un borrico.

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27/11/2012, 04:55

Mev se despertó de su cama, con el amanecer se sentaba a orar durante unos minutos para recibir así su asignación diaria de dones. Cuando todo estaba hecho y Ra estaba contento decidió levantarse de la cama.

Lo primero que hizo fue ir a lo que hubiera más parecido a un aseo o retrete en aquella posada, quería limpiarse, asearse y dejar su preciosa barba tan limpia y pulcra como siempre.

Cuando Mev se sintió preparado descendió por las escaleras de la posada para ir a la taberna. Allí ya estaba Ing, aún no entendía porque era capaz de asearse al amanecer como hacían la mayoría de los mortales. No, el tenía que seguir oliendo a la rata muerta que era. 

Con una sonrisa como siempre y ocultando los pensamientos de juicio que normalmente tenía hacia los demás saludó a su compañero.

Bien hallado eres y buen día nos ha entregado Ra. Espero que el día luzca entre estas brumas como luce en mi corazón, querido Inglanar. ¿Dónde están los demás?

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27/11/2012, 18:06

Puaj…ni siquiera había soñado, la juerga de esta noche había sido…fantástica. No tenía palabras, pero ahora estaba pasando factura, se levanto de un salto y su cerebro tintineo como si mil tambores tocaran a la vez…Uffffggg

Ayyyyyydiosmioooooo que malito estoy y que poco me lo merezco, comento al enano que se dirigía al retrete.

Ya vas a despejar al tigre eh Meva…Tu sí que sabes.

Bajo las escaleras de dos en dos y llego hasta la camarera, puso su cara más dulce diciendo, una jarra de vino dulce y carne para desayunar por favor señorita, me he levantado con los dos pies izquierdos y necesito recuperar fuerzas con su fantástica cocina.


Lanzo una pequeña sonrisa tierna y se sentó junto al grandote Inglanar...

Uahhh que brazo más desarrollado, otra vez has estado haciendo ejercicio eh. Si sigues así tendremos que comprarte otro peto, este se está quedando pequeño, si quieres déjamelo y yo te puedo hacer un arreglillo en las correas. A precio de amigo por supuesto…


Sonreía el pequeño Bullipae mientras aguardaba su desayuno incapaz de guardar silencio como siempre…

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27/11/2012, 18:16
Alaster Reckinh

Alaster se despertó poco antes de que Mevahn e Inglanar bajaran al salón de la posada para desayunar algo, por lo que pudo ver al calibán entrenarse y al enano rezar. Atontando por el sueño, Alaster remoloneó un poco más... Hasta que se levantó de golpe, recordando de pronto donde estaba. Sidnar: ¡el último poblado antes de entrar en la Senda! Hoy empezaban la última etapa del viaje en las tierras despejadas: irían hasta la llamada Atalaya Olvidada, lugar donde empieza el sendero entre la Niebla.

Con los músculos descansados, Alaster se incorporó en el catre. Ese delicioso baño que me di anoche fue realmente efectivo. El dinero de Garzhal, ese bendito hombre, le había permitido quitarse el polvo y el cansancio del camino. Estaba listo para... ¡Mierda, mis hechizos! El mago miró por la ventana y pudo ver que aún acababa de amanecer. Tenemos tiempo. Cuando Alaster se dirigió al salón, pasó junto al druida, que se hallaba en trance de meditación. No le dijo nada, para no desconcentrarle. No vio ni rastro de Dedoslargos, aunque tampoco buscó debajo de todas las camas. A lo mejor está peleándose otra vez con la gente del pueblo.

*   *   *

En el comedor, Inglanar se había acomodado en una silla y miraba por la ventana con desdén los primeros ires y venires de los campesinos, comerciantes y artesanos del pueblo. En otra de las sillas había una especie de bulto. Mevahn acababa de llegar a la sala, probablemente después de pasar por el aseo.

-¡Buenos días, "mes amies"! -dijo a sus compañeros con su mejor sonrisa, avanzando hacia la barra y apoyándose en ella-. ¿Habéis dormido bien? La habitación no estaba mal, ¿verdad? Hoy nos espera un gran día de viaje... -Se fijó en el bulto junto al guerrero. Era el endiablado Bullipae.- Hm. Hola, Bullipae.

Cuando una de las hijas del posadero salió de la cocina, Alaster le dijo:

-Buenos días, querida: si eres tan amable, haz el favor de llevarme una palangana de agua y algo de desayunar a la habitación, ¿sí? Gracias, bonita.

Antes de que la chica desapareciera de nuevo, el mago se volvió a los otros dos.

-Acabo de despertarme y necesito preparar mis conjuros. Calculo que me llevará una hora. Podéis ir preparando a los animales, si queréis. Pero si movéis las bolsas en las que llevo mi equipo de medición, tened cuidado, por favor... -El culo de la hija del posadero le desconcentró cuando esta volvió a aparecer en la barra para coger algún cacharro. Volvió a concentrarse cuando el culamen se perdió de vista.- Uno de los cuadrantes estaba ayer por la noche totalmente inutilizado. Sospecho que de la pelea de anoche, maese gnomo... Hay que andar con más cuidado. -De repente cayó en la cuenta de que no estaba esperando nada.- Ups. En fin, me voy: intentaré no tardar mucho.

Y desapareció en dirección a la habitación, igual que había aparecido.

*   *   *

En la habitación, el druida seguía meditando. Tras abrir su libro, Alaster comenzó a leer y a realizar los ejercicios mentales que canalizaban las fuerzas de los conjuros dentro de sí. Ni siquiera se dio cuenta cuando la chica, entrando temerosa en la habitación donde estaban los dos magofantes* meditando, le trajo un cuenco de vino especiado caliente, algo de fiambre y pan.

Notas de juego

* Magofante (magia + fante, "que se muestra", como en "epifanía"): usuario de la magia, "el que hace que la magia se muestre"; magos, hechiceros, clérigos, druidas... Bardos, exploradores o paladines, no: más bien, algo "profesional". He pensado que no estaría mal darle un poquito de "sabor" a la ambientación. "Usuario de magia" es muy técnico.

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27/11/2012, 21:35
Inglanar

Cuando el enano me pregunta, sólamente me encojo de hombros. Ni lo sabía, ni me importaba, y si lo sabía no quería hacer memoria para recordarlo. Mejor pensar en el desayuno que no me habían traído.

Como si con la cháchara incesante del enano no fuese bastante, aparece el gnomo, que raja como cuarenta veces más que el otro. Si el primero era insoportable, el segundo ya era para morirse. Y cuando dice lo de que si me apaña la armadura, ya colma el vaso.

¿Quieres seguir llamándote Dedoslargos? Pues cállate y apártate de mi armadura o de cualquier cosa que sea mía —termino diciendo mientras sigo a lo mío, que viene a ser algo así como mirar como las moscas copulan entre ellas en los ventanucos de la posada.

Para rematar la faena, llega el mago, que se algo así como la princesa de un gran palacio, o algo así. No obstante, a éste decido ni contestarle. Estoy aquí para protegerle, no para cargar con sus trastos.

Y, para colmo, todavía no me han traído ni la comida, ni la bebida. ¡Menuda birria de sitio!

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28/11/2012, 00:21
Grischler

Antes de que la luz llegara a la habitación, ya estaba despierto. No tuve ni un momento para imaginar un lugar mejor, rodeado de mi gente. El asqueroso olor de mis compañeros me ayudaba a mantenerme en la realidad. Podía haberme levantado, podía haber salido de aquella posada, pero no lo hice. Decidí quedarme en la cama, con los ojos cerrados, meditando y reflexionando una vez más cómo había llegado allí.

Pero el silencio duró poco. Uno a uno esos imbéciles se iban despertando. Y podían moverse más silenciosamente, pero era mejor ir pisando fuerte, demostrando su falta de personalidad y su complejo de inferioridad haciendo saber a todo el mundo que ya estaban despiertos ante un nuevo día.

Menuda panda de garrulos

Pero eso es lo que le tocaba vivir en esos momentos. Pasaría un mal trago durante un tiempo, ¿y qué? la vida del elfo era larga, lo suficiente como para ayudarme a borrar todo esto y pensar en lo bueno de la vida... Que esperaba que comenzara al terminar ese trabajo.

Cuando Alaster volvió a la habitación, ya no pude aguantarlo más. Lo mejor era meditar para pedir al dios Lobo ayuda mágica en el día de hoy, fundirse con la naturaleza.

Y, cuando terminé, abrí los ojos. No quise molestar a Alaster, así que salí y fui en busca del resto de mis compañeros

Hola a todos dije a punto de sentarme en el gnomo. Lo vi a tiempo para moverme a otra silla y quedarme allí plantado.

Para mí algo de vino dulce y un poco de carne

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28/11/2012, 14:42

La camarera se presenta con una bandeja llena de carne, olorosa y humeante y con 4 jarras, unas con vino y otras con cerveza. Las coloca en la mesa, así como los cubiertos y la vajilla de barro cocido. Ante las palabras de Alaster de que le lleven la comida a la habitación se queda mirando a su marido el tabernero, el cual, en un gesto mudo, niega con la cabeza. La camarera se encoge de hombros, si el mago quiere almorzar, que lo haga con el resto de su tropa. 

Esa mañana ningún parroquiano de los habituales. Sólo uno se ha asomado, que conforme ha visto a Inglanar desayunando ha mascullado algo por lo bajo y se ha ido. Los aventureros que están almorzando ni se han enterado, pero a juzgar por la cara del tabernero si que le ha quedado claro, esos tios le espantan a la clientela. 

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30/11/2012, 12:19
Alaster Reckinh

Mientras sus compañeros (forzosos) daban cuenta del nutritivo desayuno, Alaster trabajaba en la habitación con su libro de conjuros, preparando los que pensaba que les serían más útiles. Tan absorto estaba en su trabajo que no se enteró cuando el druida elfo salió de la habitación. Tampoco se percató de que nadie le había traído nada para comer. Su estómago se encargaría de avisarle más tarde.

Notas de juego

Veo que me excedí al hacer que un PNJ hiciera algo... Pensé que no era algo importante y quería colaborar, pero me controlaré la próxima vez.

Por cierto: dejo este comentario en plan "pasopalabra" para que podáis comentar algo más antes de que Alaster se presente de nuevo en el comedor, estén allí todavía o no vuestros PJs cuando lo haga. Como Alaster tiene que dedicar una hora al estudio, creo que os da tiempo a hacer más cosas.

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01/12/2012, 02:22
Grischler

Gracias respondí con sequedad a la tabernera. Era divertido hacer que no les estaba prestando atención, pues se podía deducir muchas cosas de las miradas de los humanos.

Y lo mejor de todo es que no tardarían en pedirnos que nos fuéramos y no volvieramos. ¡Ni que oliéramos mal! Bueno, alguno que otro sí, pero lo que era yo...

Bebí un trago de vino y solté la copa con un poco de fuerza, la suficiente para que algo de vino saliera y me cayera en la mano. Sin hacer mucho caso de ello, di un buen mordisco a mi comida, pensando qué era lo que nos iba a deparar el día de hoy y si conseguiría mi objetivo final

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01/12/2012, 12:23

Notas de juego

En la taberna no entra nadie a estas horas de la mañana. Cuando querais salir decidlo y os escribo lo que ocurre a continuación. 

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03/12/2012, 21:46

Mmm No, me gustan mis deditos tal y como están comente deleitándome con mis pequeñas y perfectas manos…pero gracias por el ofrecimiento conteste de nuevo con una profunda sonrisa.


La camarera entro en escena con una maravillosa bandeja de manjares, alcance mi plato y devore la carne mientras la hacía pasar con traguitos del vino.

Cuando termine la carne empecé a juguetear con las migas del pan, al poco tiempo me aburrí y baje de un salto de la silla…


Uahhh bostece, bien voy a estirar las piernas mientras vosotros termináis lo vuestro.

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04/12/2012, 12:41

En la calle hace un frío de escándalo, pero no por clima sino por viento, que viene directo de los páramos helados, o algún sitio igual de frío. Lo notais cuando dos hombres del pueblo entran en la taberna y por la puerta entra una corriente de aire que corta el aliento al más pintado. Uno de ellos es reconocible, no por el nombre, pero si por el ojo morado a intervalos que coinciden con el puño del bárbaro. Su amigo se sienta con él en la barra y piden alguna bebida caliente para pasar el frío. Ni miran a los aventureros. 

Habiendo terminado el desayuno se acerca la hora de partir. En la habitación teneis la parte más delicada del equipamiento para esta aventura, mientras que en los establos teneis a las monturas y las bestias de carga, junto con un carro. 

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04/12/2012, 12:58
Alaster Reckinh

El ruido de su estómago sacó a Alaster de su estado de concentración. ¿Dónde se habrá metido esa mujer? Me muero de hambre... Sentado con las piernas cruzadas sobre la cama, unos ligeros golpecitos en la ventana llamaron su atención. Era Vyechislav.

-No seáis impaciente, Vyechislav... ¡No es tan tarde! -protestó Alaster mientras se ponía en marcha, comenzando por ponerse las botas-. En unos instantes estaré con los demás y preparemos a los animales. No te vayas muy lejos y estate listo para partir -terminó en tono seco y severo.

La comadreja emitió un breve chillido* al otro lado cristal y desapareció por donde había venido. Alaster le había ordenado que esa noche la pasara en algún lugar fuera de la vista de la gente, a su aire.

En un par de minutos, el mago había comprobado el estado de su instrumental (especialmente el del más delicado) y lo había guardado en las alforjas que llevaría su burra. Sin más que hacer, cogió sus cosas así como el resto de su equipaje (que cargaría en el carro), y se dirigió hacia el comedor, lastrado por todo el peso.

*   *   *

En el comedor estaban Mevahn, Inglanar y Grischler levantándose ya de la mesa. No había ni rastro del gnomo, cosa que hizo que se le dibujase un esbozo de sonrisa en la cara. En el extremo opuesto de la barra se habían sentado dos paisanos que reconoció del alboroto de anoche. Por los Cien Mil Soldados del Reino Gris, que no quieran la revancha, por favor..., rezó mentalmente Alaster, mientras miraba de reojo a su compañero calibán. El posadero se le acercó:

-Le pedí a su hija que me trajera algo de comer a la habitación -protestó, molesto-. En fin... No importa. Sírvame un trozo de pan, un poco fiambre y algo de vino, si me hace el favor. -Observó distraidamente a los dos aldeanos unos segundos.- Por cierto: anoche le pedí a una de las mujeres que dejasen preparados un barril de carne curada, uno de vino, uno de agua y media docena de hogazas de pan. ¿Está todo en el carro?

Si las vituallas no estaban cargadas, pagaría a alguien para que lo hiciera, aunque fuera a regañadientes; pero si las vituallas no estaban ni preparadas, tendrían que esperar, y eso ya sí que sería un retraso importante.

Mientras esperaba la respuesta de aquel bruto de gesto torcido, contempló a sus compañeros. Un elfo racista, una aberración de la naturaleza con malas pulgas, un maldito gnomo busca-problemas... Garzhal le habría conseguido un equipo muy capaz, pero no destacaban por su amabilidad, precisamente. Se detuvo para observar atentamente al clérigo de Ra, toda una rareza en Darkon, aunque no hablaba con acento ni nada. Al menos está él, con esa sonrisa tan cálida que tiene siempre, afable y bienhablado... Un buen tipo, sin duda.*