Partida Rol por web

El hombre abre mucho los pequeños ojos balbuceando algo como:-"Gente atract...cartel..."-, al momento cae en la cuenta.-¡AH SI CLARO! el anuncio de la posada, claro, claro. Pasad por favor.-

El hombre abre la puerta completamente con una sonrisa invitándoos a sentaros en una mesa que hay al lado del fuego, donde un puchero está cociendo unos garbanzos.

-Veamos...comienza.-Es que hace unos dias que están asaltando a los comerciantes y como muchos han dejado de venir pues la han tomado con nosotros y claro...dice en tono de disculpa.-Nosotros no sabemos defendernos. Creíamos que serian los propios comerciantes quienes, como llevan escolta, se encargarían de ello pero no es así.-

-Creemos que han tomado la vieja torre como guarida. Estaríamos dispuestos a pagar tres piezas de oro por cabeza y podéis quedaros con el botín que encontréis, claro está.-El hombrecillo sonríe y sus ojitos se vuelven mas pequeños todavía. 

-¡Fantástico!.-Dijo mientras se acariciaba la perilla

-¿Donde se halla la torre? Vendria bien un mapa si esta lejos pero también necesitariamos otro del interior de la torre,ya sabe, las distintas plantas de la misma.

El olor de la comida impregnaba todo el ambiente.- Que bien cocinan en esta aldea, una vez que terminemos este trabajo podría quedarme unos días para enseñar la palabra de Pelor-.

Me senté a la mesa aceptando la invitación mientras Sir Thorodan preguntaba acertádamente al alcalde y miré a éste a que respondiera.

Dench cabecea un tanto incómodo.

- ¿De cuantos salteadores hablamos? ¿Y sólo tres monedas de oro? No pienso esquilarle como a una oveja alcalde, pero esa gente va a usar armas de las que cortan. Subamos un poco más, si no es en dinero, pues no sé, alojamiento , comida y bebida durante una semana en la taberna además del dinero. Toda la comida y bebida que necesitemos. ¿No hay burdel en este pueblo? Si no tienen, deberían poner uno.

Su sonrisa se hace más amplia pensando en una semana de cerveza pagada ...

- En eso tiene razón Dench, 3 monedas de oro es una miseria. Tocamos a menos de una moneda por cabeza y nos estamos jugando la vida por sacar a esta aldea de un problema-. Le dijo al alcalde.

- Lo que les quitemos a esos bandidos está claro que nos pertenece, ya que es botín de guerra, y éste se reparte entre los participantes, pero la paga es la paga y lo que nos ofrecéis nos parece poco. ¿No es así chicos?

- La comida, bebida y alojamiento debería estar incluido en la paga, lo de las mujeres es otra cosa, aunque no lo apruebe cada uno puede hacer con su vida lo que quiera.

Me apoyo en el respaldo de la silla y miro circunspecto al alcalde.

¡Señor Alcalde!-comenzó a gritar-. ¡¿Una vida humana vale 3 sucias monedas?!

A medida que escuchaba cada una de vuestras respuestas, su sonrisa disminuía hasta llegar a borrarse de su rostro. Solo cuando el caballero terminó, hizo ademán de sonreir.-Vaya...-balbuceó-Pues...si, claro...supongo...6 estarían bien?-Preguntó al final.

Honestamente amigo ... es bastante poco para asaltar una posicion enemiga. Imagino que de dinero no estan muy bien ... por eso espero que nos compense en especie. Sobre nuestros adversarios ... ¿que sabe de ellos?

- La verdad es que seis monedas de oro parecen poco pero es mejor dejarlo así porque como le ha ido cambiando la cara al alcalde según le presionábamos para que subiese la oferta.-

- Además, no sabemos ni a quiénes nos enfrentamos ni cuántos son. Dench ya se lo ha preguntado dos veces y Sir Thorodan le ha pedido información sobre el lugar y todavía no nos ha contado nada.-

- Entre esto y lo poco que nos ofrece no sé si aquí hay gato encerrado-.

-Pues son orcos que atacan las caravanas. Se llevan todo y suponemos que lo guardan allí, en la torre, excepto los cadáveres.-El alcalde hizo una breve pausa con cara de asqueado.-También deben llevárselos esos... seguro que se los comen. Aquellos que vuelven por la mañana a recoger a sus parientes o amigos caídos no los encuentran.-Acto seguido hizo un ademán como queriendo quitárselo de la cabeza.-Yo no puedo darles servicios por que no es mío el negocio, pero les podemos dar 50 de oro. Es todo lo que tenemos, pero deben repartirlo entre ustedes.-   

-¡Orcos inmundos! Ha tardado en revelar a que nos enfrentábamos,¿no, señor Alcalde?

El hombre, un poco contrariado, tartamudea:-Ss..si, bue..no, no...no me preguntaron antes...y...los mer...caderes hablan de...unos diez orcos...   

- Bueno, ya disponemos de algo más de información. Hay que sacársela con sacacorchos, ¿verdad alcalde?.-  Le digo sonriendo para que se relaje.

- Ya sólo nos falta que nos indique el lugar donde se ubica la torre y si dispone de algún plano de la misma como le ha preguntado anteriormente Sir Thorodan.- Hago una pausa mientras miro con complicidad a mi compañero.- Díganos todo lo que sepa, no se guarde ninguna información que cuanto más sepamos mejor preparados iremos.

- Y una cuestión más, nuestros honorarios serían: 6 monedas de oro por cabeza de orco además de 50 monedas más al final del trabajo y el habituallamiento, ¿me equivoco?

Tened cuidado con las cabezas de orco que contais. La mia quiere seguir unida al cuerpo.

Miro a mis compañeros divertido durante toda la conversacion, regatear nunca ha sido lo mio es mas yo hubiera aceptado las 6 monedas, pero supongo que tiene que ver con mi modo de vida, para que quieres dinero si sabes donde obtener comida y refugio en la naturaleza, aun asi no me gusta la idea de que haya orcos merondeando estas sencillas tierras asi que se comen a los muertos..

-Yo acepto el trabajo, pero por el buen cumplimiento de ella deber revelarnos toda la informacion que posea..

Con mi experiencia encuentro normal que los orcos se coman los cadaveres? o es algo anomalo?

-No se nada más. La torre se dice que era una antigua fortaleza de guardia de la frontera con las tierras del norte pero hace mucho que está deshabitada. Yo nunca he ido a ella y creo que nadie del pueblo haya estado nunca, no nos interesa. Y solo tenemos 50 piezas de oro para que se lo repartan entre ustedes. No tenemos más por que los mercaderes ya no vienen y...por favor librenos de ellos. A lo mejor puedo llegar a un acuerdo de comida y cama durante unos días, con el dueño de la posada.-  

Veis que el hombre ya está desesperado. 

- Si eso es todo señor alcalde-. Miró a sus compañeros y vio en ellos un semblante de determinación y convicción que le dejó tranquilo.- Podremos conseguir lo que nos propongamos.-

- ¿Si tenéis alguna duda más al respecto? si no, marchemos hacia la torre y libremos de los orcos a esta aldea.

Empiezoa a examinar su bolsa, tristemente vacía. Sir Thorodan resopla.

-Podeis contar con mi espada.

Y con mi hacha.