Partida Rol por web

Chuï se limitó a quedarse callado detrás de Xaod esperando a ver como respondía el clérigo. Él llevaba muchos años durmiendo en la calle como los más pobres pues todo lo que tenía lo dedicaba a aquellos que lo necesitasen pero sabía que el paladín no podría dormir en la calle así que rezó por que les diesen asilo en alguno de los templos.

El gnomo vio como Elvar entró en la taberna, se puso un poco tenso por si éste pudiera reunirse con él y perder un valioso aliado. Por suerte parecía igual de interesado en pasar por solitario frente a la muchedumbre. El gnomo fijó la mirada en su bebida y centró sus oídos en intentar escuchar cualquier conversación interesante.

A la mañana todos os despertais y os reunís de nuevo en la Bienvenida de la moza. Informais a Elmo de lo que habéis averiguado y Medialuna os recuerda que también había oído hablar de actividad en el templo.

Amanece el día siguiente y, tras un par de horas de descanso* y una más o menos interesante noche de estudio** salgo en busca de los demás. Antes de salir, paso por la habitación de mi hija para despertarla.

-Buenos días, pequeña.-Saludo.-Papá tiene que marcharse ya, pero Haunor se hará cargo de tu cuidado hoy. Si te portas bien te enseñaré a hacer algo de magia cuando vuelva. ¿De acuerdo? Mientras falte, reza las oraciones que te enseñé a la luna roja cada noche, ella te guiará.

Una vez saludada mi pequeña y habiéndome despedido de ella salgo a la puerta de casa y busco a los demás.

Tras la noche, el gnomo se acerca a su compañero de aventuras y se sienta para desayunar. - He descubierto algo extraño. - Deja pasar un momento para conseguir dar más dramatismo a sus habilidades para obtener información - porqué hay un pasadizo de la casa del cantero a la fortaleza? será una ruta de salida de emergencia o una entrada secreta para nobles?

Puede ser por cualquiera de las dos, yo también oí esa historia. Pero si el rumor fuese cierto y se enteran que circula por ahí, hará tiempo que lo habrán cerrado.

Elvar sonrió a su compañero.... aunque si te digo la verdad, me muero por la curiosidad.

- Si se lo contamos al paladín no se si querrá investigarlo, tal vez sea hacerlo por nuestra cuenta. Bueno tal vez el paladín considere que hay algo extraño y desee investigar. Vayamos a ver al resto.

- Buenos días a todos. Espero que hayáis descansado pues el templo nos necesita en plenas facultades, físicas y mentales. ¿No se si necesitaremos algún tipo de equipo que no llevásemos antes y que nos pueda ser de utilidad para erradicar el mal en ese lugar impío, qué decís?

Nierethi apareció descansado, no había usado casi magia en el día anterior y ahora estaba preparado. - Elvar y yo hemos escuchado una historia interesante sobre un pasadizo que va desde la fortaleza hasta la casa del cantero. Qué podría ser para salir y entrar de la fortaleza sin ser vistos. Esos nobles les gusta el misterio. - Sonríe al paladín sin más intención que molestarle.

Elvar sonrió ante el comentario del pequeño. Ya se le había casi olvidado las dos puñaladas traperas que le había dado, casi. 

Haced las compras que querías y nos vemos en una a hora aquí para partir. ¿Os parece bien? Por cierto, esto es de todos. 

Elvar sacó una bolsita de monedas y las repartió entre el grupo.

Yo estoy listo para partir ya. Sus alas y sus garras eran sus armas, no necesitaba más. Cuando estemos todos, vayamos a la casa del cantero.

Viendo que sus fondos no eran suficientes para comprar objetos que pudieran ayudarles a limpiar aquel redil de inmundicia y caos, parecía que de nuevo la desconfianza por su oscuro pasado con la bebida había sido determinante para cegar los oídos y los ojos de las gentes de Hommlet, que sin duda serían el primer objetivo cuando aquel mal saliese a la superficie, pero el Xaod, servidor de Heironeus lo intentaría y daría su vida por este cometido, como ya lo habían hecho otros compañeros como Talondra y aquel ser extraño, Questin.

Así que el paladín compró más flechas, aceite, antorchas y una cuerda. Que iba a ser muy necesrarias. Luego partió hacia ese nuevo camino que habían comentado sus compañeros, en la casa del cantero.

Yo no tengo que comprar nada, así que desayunaré fuerte y os espero en el sitio.

Elvar pidió unos buenos y jugosos platos y una buena bebida, aquel sitio era muy peligroso si hacía caso de las leyendas, y si ese iba a ser su último desayuno quería disfrutarlo. 

De paso preguntó al camarero por la localización de varios sitios importantes del pueblo, ¿el armero? ¿el herbolario? ¿el cantero?

Llego a la posada con cierta tranquilidad después de haber pasado una noche bastante más descansada que la anterior. Mis poderes están de nuevo reparados y la luna roja parece seguir favoreciéndome, así que nada o poco de lo que podamos encontrar me asusta. 

-Buenos días.-Saludo al llegar.-Creo que ya estoy listo. Cuando queráis podemos irnos. Aunque si la casa del cantero está cerca de aquí necesitaré ir a por mi hermano y algo de ayuda para traerlo. Una espada más nunca sobra, ¿No os parece?

Nierethi sonríe algo se le había ocurrido. - Si deseas introducir a tu hermano en el pueblo sin que vean que es un... poco huesudo, entonces yo podría ayudarte, se me dan bien algunos hechizos de ese campo y tengo uno preparado para casos así.

-Se agradecería.-Digo asintiendo.-Quizás algún día podamos compartir conjuros, aunque nunca he sido demasiado amigo del ilusionismo. Veo que puede tener ciertas utilidades llegado el caso.