Partida Rol por web

Jadewo, sin más ocurrencias que aportar en esa situación, se dedicó a pedalear, impulsando el navío con sus piernas. Avanzando cuando desde la proa así se lo indicaban. 

Otra cosa tal vez no, pero aburrirse, tampoco, desde que estaba con esa gente parecía que sus días tranquilidad habían pasado. Le gustaba, la sensación de estar haciendo algo importante le motivaba.

Dos conjuros más de Aire bastaron para abrirse paso por el hielo. Mientras, Onfale ponía el barco patas arriba hasta hacer un sorprendente hallazgo: el minibar. Había unas cuantas minibotellitas de licor muy monas, y bolsitas de almendras con la superficie caramelizada. Pequeñas delicatessen que le permitieron revivir durante unos breves tragos el lujo y la sofisticación de su añorado harén.

La nave avanzó a buen ritmo. En los últimos segundos de la tercera esfera flamígera, el hielo ya no se quebraba. Es decir, no era hielo, habían alcanzado la nieve asentada sobre una isla. El barco-cisne encayó suavemente sobre tierra firme sumergida bajo un charco de agua derretida. Sabían que no se trataba de una isla cualquiera porque en lo alto, como una corona, una caverna de hielo presentaba en su entrada la misma superficie azulada transparente del campo de Galendure o del generador recogido de los restos del Barco del Caos. Eso no significaba que fuese Narantyr...

¿Bajamos a ver? No dejéis nada en el barco, cuando se cumplan 24 horas desde que lo invocamos, desaparecerá para siempre-advirtió-¿Qué? ¿A qué vienen esas caras? Pensé que lo sabíais...

¿Cuanto tiempo había pasado desde que el barco-cisne apareció? Quizás doce horas. Iba a estar muy justo, pero si no se entretenían demasiado, podrían volver a tiempo. La decisión era simple: explorar la caverna y quizás conseguir la ayuda de Kiaransalee, o dar media vuelta y aprovechar el barco para volver al continente.

Jadewo y Evea no tienen manera de saber si están ante una entrada a Narantyr u otra cosa. Cuando Ralf les ayudó, las paredes eran de hielo, sin vistas del exterior, y fueron envueltos en telaraña como un capullo. Sin visión, jamás llegaron a ver la trayectoria seguida hasta Vadrian.

- Nada de nada.- Regresó cabizbajo el perfumista y negando con la cabeza aún con restos de almendras entre los dientes. No es que se sintiera mal por no compartir con sus compañeros su hallazgo, pero es que no consideraba que tuvieran suficientemente desarrollado el paladar como para degustar todos los matices de la fina capa de dulce caramelo. Quizá Leiath, pero no quería molestarla ahora que descansaba, después de todo el trabajo que había hecho. El caso es que al regresar Aire se había ocupado de todo con su poderosa magia.- Estupendo, niña.- Su aquelarre funcionaba a la perfección.- Bajemos. Con un poco de suerte será Narantyr, pues el Estigia desembocaba en el mar congelado. - Toqueteó con los dedos los cabellos de la cabeza del niño.-¿No estás contento Loki? Tu nuevo hogar...- No estaba muy seguro de que fuera el mejor lugar para que un huerfanito se criase. Suponía que las tasa de supervivencia en una ciudad repleta de acólitos de la semidiosa drow no sería muy alta, pero en aquel plano, ¿cuál era un lugar bueno? Recogió sus cosas, cargó la ballesta y se dispuso a explorar, esperando a quien llevara el artilugio que les protegiera la piel de ese áspero ambiente.- Desde luego es un problema la volatilidad de este magnífico barco pero tendremos que arriesgarnos. Para ir a nuestro objetivo tendremos que cruzar el Estigia al otro lado.

Si, podemos bajar. Dijo meditabunda. La maga estaba tratando de recordar que sabía sobre Narantyr. En el inframundo había criaturas de todo tipo, alguna de ellas muy quisquillosas. Había leído libros donde hablan de demonios que odiaban la “e” y había que hablar con ellos sin pronunciar dicha vocal. Acción muy difícil.  Otros odian el olor a ajo, a los humanos… ¿Qué le podemos ofrecer a la diosa oscura? Porque no creo que sea de buenos invitados ir con las manos vacías. Luego miró a Loki, y comprendió porque  Onfale le acariciaba el pelo y lo trataba en ese momento tan bien. ¿Querría el perfumista ofrecer a Loki como presente?

La magia de Aire la había funcionado perfectamente, y antes de que se redujera en su organismo, deseó que un enemigo poderoso no se presentase en esos momentos... Pero no tardó en desaparecer de su mente mientras cogía a Aristóteles y lo lanzaba por los aires.

¡Ya está! ¡Y lo he hecho yo sola... Bueno, sí, tu también has ayudado, me has dicho el conjuro al oído. ¡Pero yo más! Jijiji.

Miró la cueva que se presentaba ante sus ojos, y abrió la boca ¿Creéis que tendrá tesoros? Nos podríamos llevar un cuadro, o un vestido bonito y calentito.

Flame recogió todas sus pertenencias, felicitó a Aire pro su excelente trabajo y acompañó al resto hacia su objetivo. Se quedó pensando en lo práctico que hubiera sido su aliento, pero sabía que además de que tardaba tiempo en recuperarlo, habría terminado muy cansada. Así que, en el fondo, prefería que, una vez más, Aire se llevase todos los méritos pues era una nueva victoria para  la hechicera de los ojos negros.

Leiath seguía durmiendo en su improvisado camastro. Su cuerpo parecía no haber encontrado el descanso necesario durante las horas navegadas por el helado río (quizás las explosiones del hielo no había ayudado) y aún reposaba con la esperanza de recuperar las fuerzas místicasperdidas.

Si el grupo quería que la bruja fuese con ellos, habría que despertarla. Quién sería el valiente?

La verdad... no se acordaron de Leiath para despertarla. No porque nadie le tuviese en estima, había quién sí valoraba su poder y se pegaba a ella cada vez que la situación lo requería, sino porque formaban un numeroso grupo de casi una docena de personas, y alguna siempre se podían dejar atrás. A medida que la máquina de entorno, generador de campos, o el chirifostio, como quiera que prefieran llamarlo, se movía con Alice, mayor porcíon de barco se quedaba fuera de su protección contra la energía negativa. Y finalmente, lo que quedó fuera fue la cama de Leiath.

¡AAAAAAAAAAAH!

¡Ostras! ¡Nos olvidamos de Leiath!

Alice dió un par de zancadas cuesta abajo, de modo que el campo les cubriese a todos. Becky fue al barco a buscarla, y ambas chicas volvieron con el grupo minutos después. Con todo el mundo reunido, atravesaron el escudo mágico de la entrada de la cueva. Por dentro, las paredes eran de hielo, y se alzaban hasta perderse de vista en la oscuridad. La luz de luna del exterior no iluminaba muchó más de la entrada, pero Alice pudo reafirmar sus suposiciones sobre aquel lugar. Kiaransalee era una diosa menor semidrow, de esas que se supeditaban a la diosa araña Lolth. En consonancia, tendría sentido que aquello fuese Narantyr, porque el extremo inferior de varias telarañas se pegaban a las paredes, en lo alto. Era lógico pensar que la corte de Kiaransalee estaría formada por demonios, arañas gigantes, drañas, drows y demás monsergas.

Mientras los otros necesitarían luz para continuar, los ojos diabólicos de Tybalt le mostraban algo más...

 No hay enemigos en sesenta pies a la redonda, pero no soy capaz de ver el techo de la caverna. Esta cámara es como un cilindro irregular de hielo de cuarenta o cincuenta pies de diámetro. En frente a la derecha, el cilindro se abre como un desfiladero, pero... Hay una esfera de oscuridad dentro de la oscuridad. Para atravesar el desfiladero tendremos que adentrarnos en una oscuridad mágica que mis ojos no son capaces de escrutar.

Onfale se golpeó con la mano en la frente cuando se dieron cuenta de que se habían dejado a Leiath atrás. Bueno, nada que no pudiera curarse con unos auto.mimos de la bruja. Pelillos a la mar. Ahora su concentración estaba dedicada a la estructura en la que se adentraban.

- Uff como si no fuera suficiente con l anormal. Yo ya no veo nada.- y tampoco había preparado hechizos de luz. Las telarañas inquietaban al perfumista quien miraba al techo con desconfianza, como si una araña les fuera a saltar en cualquier momento. Ballesta cargada a la espalda y estoque en su funda preparado para hacer silbar su acero esperó a ver qué hacían los demás.

- Puede que haya que tratar con seres despiadados y malvados para conseguir la ayuda que necesitamos para llegar y romper la Rosa de Laón. El fin justifica los medios así que, por favor, nada de echarse las manos a la cabeza y joderlo todo.- Aunque Leiath podía ser un problema al respecto,las palabras del mago iban dirigidas, básicamente, a la pareja formada por Jadewo y Evea.

Pues yo quiero un vestido largo y blanco sentenció Aire, que seguía a lo suyo, agachándose para coger nieve y lanzársela a los demás... Con pésimo resultado, pues ya era una capa de hielo sólida. Así que, refunfuñando, y golpeando con Aristóteles el suelo, se incorporó y avanzó junto a los demás.

¿Y tienen que ser siempre bichos malos? ¿No pueden ser feos, pero amables?

Flame seguía junto a sus compañeros sin tener una idea clara a tomar. Alzó la mirada al techo mientras miraba al tiflin. Si quieres podemos trepar la pared e investigar qué hay más arriba. Yo soy tus pies y tú eres mis ojos, así podremos saber si hay algún posible enemigo esperándonos allá arriba. 

Luego miró al resto de brujas, Onfale no tiene conjuros de luz, pero ¿vosotras?

La bruja estaba de mal humor. Para qué iban a despertarla con un 'besito' si podía despertarla con un latigazo de dolor! Menudo rebaño de desagradecidos! Además no se sentía descansada, y cuando alguien no ha dormido como es debido y encima ha despertado con mal pie...

- Qué bién, al menos no veremos lo FEOS que son!

Tratar con criaturas malvadas... Eso era el día a día de aquel grupo. Qué había hecho ella para que Hala la castigara de aquella forma? (Quizás destruir una ciudad entera en su Mundo?)

Llena de rabia se puso delante del grupo y gritó a pleno pulmón:

- Si hay alguien escondido en esa oscuridad que salga ya, que aquí hace mucho frío y no quiero quedarme todo el día! Venimos a comerciar!

En caso de necesidad extrema tengo un Luz del día. Pronuncio el nombre del conjuro en voz baja, no quería que ninguna criatura adoradora de la diosa que amaba la oscuridad escuchara el nombre del hechizo. Pero creo que sería mala idea ir con ese hechizo como presentación. Imaginaros, sería como entrar en casa de un carnicero gritando que eres vegetariano. Una situación cómica, pero que seguro que no acaba bien.

El aquellarre aunque numeroso parecía falto de recursos básicos. Entonces el perfumista se quedó mirando a Becky. La rubia solía ser la panacea ante cualquier necesidad de conjuros que nadie más utilizaba.

- Estaría bien para que no nos caigan de arriba por sorpresa.- Contestó a Flame, aunque no veía quién podría cargar con el enorme Tybalt a las espaldas. Él no desde luego, pero es que Flame tenía más músculos en un sólo brazo que el delicado perfumista en todo el cuerpo. Asintió a las sabias palabras de la Maga Roja sin poder ocultar una ligera sonrisa pro el chiste realizado.- Si vamos a comerciar...- Dijo sopesando las palabras de la enojada Leiath.- Habrá que pensar con qué. Es indudable que romper la Rosa de Laón debilitaría a Orcus, esperemos que sea suficiente con eso. Pero debería parecer creíble que un grupo como el nuestro pueda hacerlo.- Sólo podía pensar en lo patéticos que parecían a veces con todas sus peculiaridades.- Así que, por favor, comportaos.- La imagen era muy importante y, como responsable de un harén en el pasado, Onfale sabía actuar según la situación. Por si él fuera a Aire la hubiera amordazado y , de paso a Leiath y Jadewo también , por otras razones, éstas más santas.

Aire se acercó a Aristóteles al oído y asentía repetidamente.

Aristóteles dice que yo se el conjuro de llama contínua. Pero que también duda que sirva para algo. Y que deberíais peinaros todos, que no son formas de presentarse a un nuevo reino si queremos caer bien.

Antes de que Aire acabara su frase, el perfumista ya estaba arreglándose el negro y largo cabello  para peinarlo en forma de funcional y estética trenza.

Bueno, pues a mí no me miréis para un conjuro de luz. Ya sabéis la tirria que le tengo a la magia de evocaci...

JijiJijijijiJijiji...

La risa que interrumpió a Becky resonaba por el eco en toda la caverna, pero parecía proceder de lo alto del acantilado de hielo. De allí también procedió un rayo helado que sobrevoló sus cabezas. A sus espaldas, el rayo convirtió la humedad del aire en hielo, formando un muro de escarcha que taponó la salida... y con ello, la luz de luna llena que se filtraba desde el exterior.

Luzluzluzluzluz...-clamaba nerviosa Becky, hasta que la luz se hizo, pero mostrando un rostro espeluznante tras ellos.

La araña gigante, de ocho pies de largo y setenta libras de peso, hundió sus colmillos en Loki.

¡AAAAAAAAH!

En un visto y no visto, la araña desapareció tras varias fases transparentes y traslúcidas, dejando tras de sí el cadáver de Loki tumbado en el suelo, como dormidito.

Al frente y a la izquierda de su posición, dos voces femeninas pronunciaron unas palabras mágicas de oscuro y solemne ritual. De efectos desconocidos, el único cambio visible en el entorno fueron los pasos que Tybalt, como si estuviese ido, empezó a dar para adentrarse en la oscuridad...

Y como guinda, una araña gigantesca, de dieciocho pies de largo y una tonelada de peso, avanzó hasta asomar su horrible aspecto al tililar de la luz mágica conjurada por Becky.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

Por el tamaño, seguramente estaba oculta en el conjuro de oscuridad del desfiladero.

- Jadewo tenía...- Iba a cortar a Becky para decirle que no la necesitaban pues Jadewo tenía un objeto de luz permanente cuando se vieron atacados, y de qué manera, por las seguidoras de la semidiosa Kiaransalee. - ¡Aaaaaaaah! - Onfale profirió un grito desgarrador de terror al ver a la araña clavar sus colmillos en el blando cuerpo de niño de Loki.- ¡VENIMOS A HACER UN TRATO!- Gritó  con la voz cargada de desesperación.- ¡OFRECEROS A ORCUS EN BANDEJA!- Pero por si no sirviera de nada platicar, quizá quisieran ver qué poder tenían el grupo de aventureros, se preparó para combatir. Su rápida mente escrutó a las diferentes arañas para determinar sus propiedades y trató de identificar el conjuro que había hecho que Tybalt cayera en sus garras.- ¡NO TENDREIS UNA OPORTUNIDAD COMO LA QUE VENIMOS A OFRECEROS EN DECADAS!- Seguía gritando.

La maga se puso rápidamente a la defensiva, la situación se ponía complicada. ¡Mierda! Mascullo entre dientes Alice. Parece que por estos planos no se siguen las leyes de la hospitalidad. La muerte del crio no era un impedimento, casi era una bendición, pero esos pensamientos no se podían decir en alto. Mientras tanto la maga lanzo una armadura mágica sobre su persona.