Partida Rol por web

[ELdG]Brumas en lo más profundo

Día 5 del Éxodo - Guarida del Horror Diletante

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27/10/2014, 11:39
Alice

Se puso la túnica lo más rápido que pudo, aunque se seguía sintiendo desprotegida, no tenia su bolsa de componentes para lanzar su hechizo.

Escucho las palabras del “esclavo demonio” no entendía muy bien a que amo se estaba refiriendo si al que tenían delante o a otro. Pero tampoco le quería preguntar mucho mas, parecía que las preguntas le habían ofendido.

Entonces apareció “eso” la mente de la maga ya estaba destrozada por todos los sucesos que había vivido en tan poco tiempo: la caída al precipicio, la muerte del caballo por su rayo de hielo y su propia muerte. Su mente estaba tan  destrozada que la simple aparición del monstruo hizo que su voluntad se quebrara totalmente y los instintos más primarios se apoderaran de ella. Salió corriendo, como un cervatillo que huye del peligro, si preocuparse a donde se dirige, si saber que al huir se dirige a una trampa.

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28/10/2014, 02:47
Flame

Flame contempló atónita los objetos de sus compañeros. ¿Por qué narices tendría aquella mujer sus pertenencias? No pudo más que pensar en que quizá habría ocurrido algo horrible a sus compañeros, y por unos instantes, la codicia le pidió que recogiera el montón de objetos y saliera corriendo de allí. Estaba únicamente vestida con una túnica, y lo único que podría hacer sería escupir su chorro de ácido, y quizá usar algún brillo de su escama, pero por lo demás era tan inútil como el bardo de El Miseria.

Pero a Alice le seguía debiendo la vida, aunque ya la hubiera perdido, ella también. Por lo que aún seguía estando en deuda, y ahora que no poseía su pesada coraza, sabía que si se esforzaba al máximo podría darla alcance. Tan solo tendría que correr un poco más que ella.

Notas de juego

Las reglas creo que no lo contemplan, pero como imagino que debo de tener más constitución que Alice, me gustaría salir corriendo más rápido que ella para adelantarla.

Por cierto, máster. He de avisarte que durante las próximas semanas seguramente solo postee de lunes a jueves, o de martes a jueves. Tengo los fines de semana muy liados y no voy a pasar apenas por casa, así que no podré postear. Siento haberme saltado el turno anterior, debería haber avisado. :S

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29/10/2014, 11:34
Director

Con Flame y Alice huídas, el Horror Diletante hundió su maxilar inferior en el suelo, comiéndose los objetos mágicos que correspondían a su parte. El tesoro quedó flotando en su tripa transparente e incorpórea. Pero Artho seguía paralizado de miedo. Uno de los bigotes del monstruo le alzó, y notó como empezaba a perder movilidad muscular. La criatura se hundió en una pared, con él apresado. Lo siguiente que notó es su espalda golpear con una pared sólida, y oscuridad. Oscuridad en todas direcciones.

Angustiado, palpó a su alrededor. En el suelo había cantos rodados y piedrecillas. Estaba atrapado entre dos paredes de solo tres pies de separación. Cuando Artho alzó la mano, no alcanzó techo alguno, que seguro que debía de estar muy arriba sobre su cabeza. Gritó, para comprobarlo, y efectivamente volvió el eco de aquel lugar estrecho y a la vez enorme.

El siguiente paso fue explorar ese pasillo, en completa oscuridad. Hacia la derecha terminó por encontrar una pared sólida, o puede que fuese un pilar de la estructura interna de la edificación. Hacia la izquierda, tropezó con algo y cayó. El tacto se hizo un elemento fundamental para conocer su entorno. Llegaba el momento de identificar con qué había dado. Palpó la superficie de otro canto rodado. Eso pensó hasta que sus dedos llegaron hasta las cuencas oculares del cráneo. El esqueleto estaba completo, y pertenecía a algún tipo de humanoide.

Bajó por el húmero. Por el cúbito. En la mano de su antecesor en aquella prisión, Artho halló una lasca, uno de los cantos rodados que había en el suelo, y que el difunto había tallado a base de pedradas hasta hacer un primitivo cuchillo. De inmediato, tomó la lasca con ambas manos y la golpeó contra el muro tratando de hendir la piedra para empezar a cavar su salida. La punta afilada se destrozó. El utensilió quedó destrozado. No estaba hecho de materiales lo suficientemente duros.

Siguió un poco más, y se topó con una nueva columna que le impedía el paso. Midió el espacio del que disponía. Su estrecho pasillo medía ciento cincuenta y siete pies. Ciento cincuenta y siete. El siguiente paso para su huída fue tirar piedras a lo alto, intentando comprobar si a cierta altura las paredes disponían de huecos para poder fugarse si lograba trepar. El cansancio y el hambre terminaron con sus numerosos intentos infructuosos.

Pasó el tiempo. Un sonido fantasmagórico alertó a Artho de la presencia del monstruo que le había emparedado vivo. Silencio otra vez. Luego sintió que algo le atravesaba el alma, y que las fuerzas le flaqueaban. Terminó tirado en el suelo, con los músculos agarrotados, pero el Horror Diletante no acabó con su vida. Solo le dió un par de días para que se recuperase antes de volver a devorar un poco más de Artho.

La situación era agónica. El hambre empezaba a hacer mella, pero aún mantenía la esperanza de que Flame y Alice regresasen a salvarlo. Un pequeño truco, rompiendo con un canto los huesos de su calavérico compañero de celda, le permitió alimentarse del tuétano una temporada. En cuanto al fantasma, seguía haciendo sus visitas intermitentes para drenar sus fuerzas.

Sin casi movilidad, Artho al fin comprendió la función de la lasca que había encontrado el día en el que acabó aquí. El esqueleto no estaba haciendo un punzón para fabricar una salida, sino para hundirla en su ojo y matar su cerebro. Solo el suicidio acabaría con esta tortura.

Movió los dedos con dificultad. Cada mano se arrastró por el suelo y sujetó un canto rodado. Reunió todas sus fuerzas para alzar un brazo y dejarlo caer para que una piedra golpease a la otra. Las esquirlas saltaron y sonó el impacto. Los labios de Artho sonrieron. En su actual estado le quedaban laboriosas horas por delante antes de alcanzar la paz, pero lo lograría. Claro que lo lograría. El alma de los hombres solo necesita una finalidad. Aunque esa finalidad sea el suicidio.

- F I N -

Notas de juego

Lamento resucitarte para un momento tan breve, pero al final no pusieron dinero suficiente para la resurrección de todos. Además, así Artho recibe un final más dramático que la decapitación por un pollo gigante.