Partida Rol por web

- Tal vez el fuego cauterice sus heridas y le impida regenerarse.

 Mientras tengan un maestro serán más fuertes de lo que normalmente son. Hay que dar tiempo a los demás. - No le preocupaba tardar demasiado porque confiaba en el otro el equipo y en que Raven y Saryn harían un buen trabajo. Geralt estaba acostumbrado a llevarse golpes y Alicia era fisicamente un cascaron metálico reemplazable. Podían darles mucho tiempo y no sufrir demasiados daños.

 - Alicia cuidado con los minions. Encargate. - le señaló mientras el dragonborn utilizaba su espada. Adirael le echaría una mano, por supuesto, él era un apoyo en todo esto...

 ¿O algo más?

 ¿Realmente era el líder de algo? O sus soldados podrían volverse contra el en cualquier momento? Un poseído y una máquina. ¿De verdad podía confiarles aquel peso y pretender que no le traicionasen llegado el momento?

 - Nuestra prioridad es llegar hasta esos minions y neutralizarlos. Tal vez Aiedail pueda echarnos una mano. - sugerí al señor de dragones.

 En ese momento, cuando Geralt terminó de golpear Adirael saltó a su lado relevandolo. Golpear a una abominación era como empeñarse en derribar un saco de arena, daba igual cuanto lo golpeases...pero Adirael pensaba golpear todo lo que podía en una lluvia de golpes muy precisa pero aparentemente poco efectiva, no en vano golpeaba con la punta de sus dedos sistemáticamente.

Mis golpes no fueron tan certeros ni potentes como esperaba, pero eso no haría que me desanimara.

Tras recibir un fuerte impacto por parte de la Abobinación volví a cargar contra el, esta vez con un tajo descendente en diagonal pero antes de lanzar otro corte di unos pasos hacía atrás lo mas rápido que pude y centre mi vista en aquel ser.

-Esperemos que si capitán.- Le dije antes de que aquella bestia comenzara a arder de repente.

Iba a avisar a Aiedail para que se centrara en los Minions pero tendría que hablar muy alto y aun así era posible que no me escuchara, además de que podía alertar a otros demonios que un no hubieran reparado en nuestra presencia. Confiaba en que la dragona se diera cuenta de que demonios podían ser mas peligrosos y se centrara en ellos.

Tras el ataque de Geralt la abominación comenzó a arder, tenía la capacidad de regenerar quemaduras, pero no muentras la carne estaba siendo consumida por las llamas, lo cual daba una clara oportunidad a los presentes. Alicia y Raven trataron de disparar a los minions apostados, pero sin exito, los demonios tenían la posición ganada y una buena estrategia defensiva. En el fuego de respuesta Alicia fue alcanzada y Adirael tambien si no se movía con rapidez.

-Alicia- Capitan, sugiero que Aiedail y Geralt se encarguen de los no-muertos, si los devoran o los queman no podrán levantarse de nuevo. Desde aqui no tenemos un buen angulo de tiro contra los minions apostados. Sería mas eficiente si saltamos a lo alto de las barricadas, eliminando asi su ventaja de cobertura.

Al igual que Adirael Alicia podía realizar saltos imposibles para un humano corriente.

Mientras tanto, Aiedail fue cosida a tiros por los cuatro comandos, tal vez por eso su siguiente bocanada de fuego fue mucho mas grande que la anterior, icinerando a los comandos y prendiendo en llamas a los minions. Los zombies por su parte se avalanzaron sobre Adirael torpemente a base de golpes y mordiscos.

- Alicia, adelantate. Intenta proteger tu integridad física y no la pongas innecesariamente en riesgo. Tenemos que soportar mucho más tiempo.

 Desde arriba Alicia podría controlar mejor a los minions y acabar con los comandos que fuesen llegando. Adirael se estaba preparando, aunque más bien, parecía avasallado por los zombies que se habían agolpado sobre él. Empezaban a golpearle, y aunque algunos no tuvieron suerte su número había obligado al psíquico a retroceder y a tomarse aquel asunto con aún más calma.

 - Yo... - dijo con cierto esfuerzo a Geralt - me encargo de estos.

 Instandole a que siguiese con la abominación.

 Pronto te ayudaré.

La abominación volvió a golpearme con fuerza, nada que yo no pudiera resistir, pero prefería que dejara de golpearme. Aquello solo era la antesala del autentico combate.

Al ver que Adirael se quedaba para encargarse de los zombies centre toda mi atención solo la abominación.

Volví a correr hacia aquella extraña criatura esperando que esta vez terminase con ella.

Cogí todo el aire que pude y después procedí a gritar por encima del ruido de la batalla. -Aiedail, ayúdanos con esto y luego céntrate en los Minions.- -Esto nos esta retrasando demasiado.-

Tras los dos espadazos de Geralt, la abominación quedó casi completamente mutilada, el fuego se encargó del resto. Mientras tanto, Aiedail, obedeciendo las ordenes de su invocador descendió y lo primero que hizo fue agarrar con las fauces a un zombie (algo que Adirael pudo aprecier muy de cerca) y lo engulló en un segundo. Estaba claro que ese zombie no volvería a molestar, Aiedail necesitaba unos segundos de descanso para usar su hálito de fuego.

El resto de zombies siguieron en su torpe intento de golpear a Adirael, el segundo minion tambien aprovechó su posición ventajosa para disparar al psiquico. Sin embargo Alicia con dos potentes saltos aterrizó cerca del primer minion y lo primero que recibió fue un disparo de lleno. Su cuerpo de titaneo elástico aguantaría por el momento, pero los daños eran evidentes, mientras la carcasa resistiese todo iría bien.

-Raven- Le dejo el resto capitan, voy a infiltrarme junto a mi equipo.

Jason consideró que podrían lidiar con lo que quedaba en la entrada principal y se dispuso a seguir los pasos de Alysa, Saryn y Yehudith.

-Aiedail- Agh... no tienen buen sabor...

 - Geralt, te costaría demasiado llegar arriba. - asumí mientras combatían. Adirael se movía por el campo de batalla luchando contra multiples enemigos mientras el dragonborn se encargaba principalmente de la abominación.

 Sentir el aliento cálido de Aiedail cerca del rostro era una presión más para el cuerpo al límite de aquel guía. No era un soldado, era un monstruo...uno que pasaba bastante desapercibido si consideraban los que estaban a su alrededor entre ellos, el peor de todos...ese con la gran espada. El viento de las alas golpeaba su piel y hacia elevarse sus cabellos y su coleta mientras se movía hasta que activaba sus protecciones telequinéticas, aislandose casi por completo de todo cuanto pudiese ser un problema. Una protección invisible que aún así no le privaba de todo daño.

 - Rápido. - Exigía el psíquico.

 - Salta sobre mis hombros. - eludiendo con una velocidad inigualable el disparo del minion Adirael casi rompe la barrera del sonido, un pequeño estruendo de tierra le colocó casi al lado de su compañero de batalla, con una pierna extendida hacia adelante y la otra flexionada, no sería dificil saltar sobre él.

 Estaba preparado para saltar e impulsar a Geralt.

 ¿Te fías?

 La confianza era lo de menos en aquella situación.

 Luego sólo tendría que tratar de zafarse de los zombies y acabar con ellos para darles tiempo a los demás. Él podía esperar abajo mientras la máxima potencia de fuego se concentraba en lo alto de las barricadas.

 - Cuidado con la sangre. - Recordó.

Lo que Adirael proponía era arriesgado para el pero con la Abominación muerta los zombies ya no eran un problema tan serio y los minions eran los que mas problemas estaban causando.

-Puede que sea la mejor idea, además Aiedail puede encargarse de ellos después.-

-Nos vemos arriba capitán.- Le dije a Adirael mientras comenzaba a correr hacia él. Salte hasta sus hombros y desde allí me impulse para subir a lo alto de la barricada.

Nada mas que mis pies tocaron suelo de nuevo, me lance contra el minion que estaba mas cerca lanzando una estocada directa hacia su pecho esperando que la sorpresa no le diera tiempo de reaccionar.

La espada de Geralt atravesó primero la armadura demoníaca de aquellas bestias y luego su pecho de lado a lado fulminandola al instante y haciendo saltar su sangre oscura. Alicia se movió de forma acrobatica por lo alto de la barricada y de sus antebrazos salieron dos sierras mecanicas que silvaron al activarse, el minion logró zafarse de una de ellas pero la segunda le produjo un corte y consiguiente desgarro, aquellas armas de la androide era tan peligrosas o mas que el resto de armas del grupo.

El minion restante disparó a Geralt casi a la desesperada, como si ya solo intentara llevarse a alguien con él tras su muerte. Aiedail por su parte daría cuenta de los zombies.

-Aiedail- Aparta humano, acabaré con ellos de una vez.

Dijo la dragona con voz autoritaria. En raelidad Aiedail podría envolver a Adirael en llamas y no quemarle, pero solo tendría tanto cuidado con su invocador, no era tan delicada con el resto de humanos, en cualquier caso lo zombies arderían sin peligro para Adirael aunque su uniforme si recibiera alguna marca de las llamas.

Hacía ya un buen rato que las fuerzas que defendían la barricada no recibían refuerzos, ningun otro comando había salido del interior del edificio. Adirael y el resto podían confiar en que el segundo equipo había tenido exito en su tarea.

 Adirael se cubrió el rostro con el brazo derecho en alto mientras las llamas lo rodeaban todo. No era tan sencillo perder la cordura viendo como aquellos aliados luchaban a su favor por el momento. Pero estos no luchaban por el mismo motivo que la raza humana. Había más en juego que la supervivencia, pero los que un día eran "amigos" otro día podían convertirse en el peor de los enemigos. Podía observar por debajo de mi brazo, en lo alto a Geralt. Mientras los zombies agonizaban a punto de no volver a levantarse, es posible que aún les costase, resistiendose a morir, caer en la tierra humeante.

 Un observador vigilante, un custodio de un mal que debía estar bajo atención constante. Algo que les explotaría en las manos llegado el momento. Un momento en el que todos se lamentaría por no haberlo predicho. No obstante. ¿Cuál era la alternativa? ¿Matarlo? Destruir el contenedor mortal del alma de Geralt podía llevar a un mal aún más dificil de erradicar. Era adecuado no tomar una decisión precipitada. Con su vida suponía una variable que determinaría parte del futuro, para bien...o para mal. Sesgar su vida de este mundo sólo reduciría las posibilidades...y eso, era algo que no podían permitirse.

 Siguiendo la estela del dragón Adirael comenzaría una corta carrera que le serviría para impulsarse de forma sobrehumana hasta arriba. Alcanzando así a sus camaradas. Los miró con un movimiento rápido de cabeza mientras su flequillo bailaba lacio por delante de su rostro sin ocultar su intensa mirada que se clavaba como una flecha que impacta de lleno en la carne y la atraviesa hasta el corazón.

 - Acabad con esto. - Sugirió señalando al minion. Predispuesto a reunirse ya con sus compañeros que les habrían facilitado el asceso.

 Entretanto adoptaba un perfil bajo, defensivo, que podría asistir a cualquiera que lo necesitase.

 El traje ennegrecido por el fuego y clareado por las cenizas impedía ver que el cuerpo de Adirael estaba particularmente magullado, con alguna que otra hemorragia leve y un claro dolor por los golpes toscos de los zombie. Pero el psíquico se mantenía en una posición tan estricta y estoica que sólo inspiraba invencibilidad. Cualquier herida física parecía poder sanarse sin esfuerzo mientras el ideal y el espiritu de salvar a su amiga condujese a que todo aquello terminase bien.

Las sierras de Alicia silvaron en tijera y cortaron la cabeza del minion en una autentica orgía de sangre, en la androide no había signos de cansancio o piedad, era implacable. Su piel de titaneo elastico mostraba daño de los disparos, pero no sentía dolor, era tal vez el arma mas peligrosa del grupo, mas por lo que no era, que por lo que era.

Salpicada hasta gotear sangre de demonio por doquier, Alicia se reagrupó con el resto ante el hall del edificio, no quedaban mas enemigos en el exterior. Aiedail aterrizó sobre la barricada y miró al restó.

-Aiedail- Yo no puedo entrar, Dragonborn, los espacios cerrados no son lo mio.

Dijo, esperando la orden mas probable, la de retirarse. Al mismo tiempo, del hall salió una figura humanoide y dejó las puertas abiertas, era Alysa, había sangre oscura en su estoque y en su gabardina, pero parecía estar perfectamente. Observó los alrededores y luego se acercó al grupo.

-Alysa- El interior está depejado hasta la entrada de la camara principal, Yehudith nos ha confirmado que nuestro objetivo se encuentra allí.

Fue directa al grano, les guiaría hasta el punto de reunión en el interior.

Los demonios parecían tener siempre un gusto especial por las salas grandes y amplias, cualquier edificio remodelado por ellos recordaba a una catedral. Todo estaba lleno de cadaveres, la masacre había sido mayuscula tambien en el interior, grupos enteros de comandos y minions muertos, la mayoría mutilados por cortes limpios.

-Alysa- Gracias al talento de nuestra aspirante a synphogear hemos logrado una emboscada efectiva.

En medio de los cadaveres, como una sombra encapuchada, estaba Saryn, que cada vez recordaba mas al porte de la antes conocida como Dianeira. Aunque sus personalidades fueran tan dispares, había una compatibilidad casi mística y una esperanza clara de que Biná fuese empuñada de nuevo.

-Alysa- Hemos registrado el resto, no hay mas accesos a la sala principal que ese portón sellado.

Jason, Yehuith y Saryn finalmente se reuniron con el resto.

-Yehudith- Es un sello de sangre, le pasaran cosas malas a quien intente abrir el portón a la fuerza, pero creo que no pasa nada si llamamos a la puerta y solicitamos una audiencia. Y si eso no funciona siempre puede encargarse Alicia, es practicamente inmune a la magia de sangre.

La ultimas instrucciones le correspondían a Adirael. Era mucho mas que fuerza bruta lo que iban a enfrentar ahí dentro.

Observe como Alicia daba cuenta del ultimo enemigo dejándonos en una relativa pero inquietante calma. Deje que los músculos de mi cuerpo se fueran relajando hasta recuperar su tamaño normal, mientras nos reagrupábamos frente a las puertas del edificio que comenzaban a moverse.

-Lo se Aiedail, por eso quiero que te quedes aquí y vigiles la zona. Prefiero que no tengamos sorpresas externas una vez dentro o que intenten frenarnos al salir.- Usar un dragón como vigilante me parecía un desperdicio, pero al no poder usarlos dentro de edificios prefería no encontrar sorpresas desagradables a la salida de estos.

Mientras la presidenta hablaba y los demás miembros del equipo iban apareciendo, guarde la espada y masajeé un poco mis hombros. -Tendré que practicar con ella si quiero ser efectivo en el futuro.-

-Jajajaja, sera divertido pedir una audiencia después de la que hemos preparado aquí afuera.- Dije mirando alrededor. -Pero es posible que solo por curiosidad nos la conceda.- Aunque dudaba que eso nos librase de otros combates en el interior.

Mientras en el exterior del edificio se cometía una feroz batalla, dentro del edificio pasaba algo similar pero con una gran diferencia táctica, Saryn y Alysa se ocuparon prácticamente de todo mientras yo me dedicaba a ser un seguro de vida, un francotirador preparado para proteger a mis aliados desde la distancia, al acabar con todos los que estaban dentro y abrir las puertas la única que estaba más manchada de sangre demoniaca era Alysa, y los demás leves gotas de sangre, mas yo solo tenía alguna que otra del cualquier demonio que me enfrentase a una distancia en la que mi rifle desmembrara su cuerpo y gotas de sangre cayeran en mi traje.

Mire a los demás parecían levemente agotados pero estaban acostumbrados así que me acerque junto con Yehuith y Saryn, al resto.

-¿abrir la puerta al a fuerza o solicitar la audiencia...?- pensé mientras cruzaba los brazos y observaba la puerta -¿Y si la destruyera con un calibre mayor?- algo que generalmente se hacía pero no concebía los conocimientos de la magia de sangre por lo que me quede observando la puerta "maldita".

En cualquier caso la decisión era de Adirael el cual parecía herido aunque con una figura inamovible y Geralt quien estaba aun lado riéndose de nuestra próxima decisión aunque sus comentarios podían tener algo de razón y ¿si nos abrían la puerta?, ¿que nos encontraríamos?.

-La calma antes de la tormenta- murmure citando un antiguo refrán, con cuerpo firme y mente centrada mientras se planificaba el próximo movimiento.

 - Tendrán que disculpar nuestro desconocimiento del protocolo para pedir audiencias. Su bienvenida ha dejado claro cual es su posición al respecto.

 De cualquier modo, no descarto que podamos hablar. - Aún así, habían venido allí para otra cosa y si matando a ese sujeto lograban salvar a su amiga ¿Estaba justificada su acción, aunque fuese terriblemente violenta y caótica? Si eran seres del orden, debían proceder como tal...afortunadamente el Errante había dotado de albedrio a los suyos. Tenían la opción de decidir, de sopesar que era lo mejor.

 Alzó el puño mostrandoselo a Saryn y le indicó que avanzase detrás con el camuflaje activo, ella sería su ejecutora si sus movimientos se limitaban por las palabras o caían en una trampa.

 Miré a Raven entonces.

 - Eres el que mejor puntería tiene. Si llegamos a un callejón sin salida o si resolvemos esto y crees que tienes un disparo certero, tienes libertad para realizarlo. Intentaré llamar su atención para darte un blanco llegado el momento.

 Geralt, tal vez necesitemos reducir a lo que espera detrás de la puerta. Cuento con tu fuerza.

 Era una aprobación al respecto de tener las armas a mano, si quería ir con la espada desenvainada a Adirael le parecía perfecto, aunque fuesen a charlar en primera instancia.

 - Alicia encargate de la puerta. Trata de tener la máxima precaución, no quiero que tu exoesqueleto esté expuesto al control de otros, de modo que extrema las precauciones, a la mínima señal de que tu sistema esté comprometido quiero que nos lo adviertas. - Adirael le dejaba a Alicia el trabajo duro, pero se adelantaba a un posible ataque informático, no sería la primera vez...

 - Yehudit, ve detrás. Asegurate de que está despejado. Te cubriré. Después me seguirá Geralt y Alysa.

 Adirael tuvo un momento de reflexión...no sólo había que pensar en entrar...

 - Aiedail, ¿crees que tu fuego podría derretir el techo? Necesitamos una salida rápida si esto se pone feo, y estoy seguro de que sería una distracción interesante si se le cae encima mientras nosotros nos vamos.

 Eso era si aquello que les esperaba sobrevivía.

 - Alysa, asegurate de que Raven no tiene dificultades en el cuerpo a cuerpo. - Si Saryn guardaba silencio, mejor, su voz podía atraer atenciones.

 - ¿Entendido? - les preguntó. Tenían sus funciones, entrarían, se colocarían en posición y ....¿hablarían?

Aiedail se encontraba fuera del edificio en ese momento, pero incluso desde el exterior, Aiedail podría saber la voluntad de su invocador, si Geralt quería que la dragona rompiera el techo, lo intentaría inmediatamente. El resto del equipo precedió de acuerdo a las instrucciones de Adirael tras un "entendido".

Alicia se acercó al portón y comenzó a cortar un hueco de un metro y medio de alto por uno de ancho aproximadamente, el contrachapado era grueso y duro, pero poco a poco Alicia lo conseguiría. Mientras cortaba, el sello de sangre se mostró en forma de un pentagrama pintado con sangre de un color rojo cada vez mas intenso.

Yehudith enseguida comenzó una especie de ritual pequeño para invocar su propia armadura, mas piezas a parte el escaso recubrimiento que le proporcionaban las que ya llevaba, no era muy frecuente, pero rapidamente Yehudith se equipó con un casco que le ocultaba el rostro y la gran mayoría de su cuerpo. Alysa miró de reojo a Yehudith y lo que hizo fue simplemente ponerse la capucha. ¿Sería la única que había captado el mensaje de que aquel proceder no iba a ser algo "limpio"?.

En efecto, cuando Alicia terminó de cortar el enorme pentagrama de sangre estalló, salpicando litros y litros de sangre de olor putrefacto, la androide quedó literalmente cubierta.

-Alicia- Esto es desagradable, incluso para mi... No se han detectado anomalías en el sistema.

Entonces Alicia entró por el hueco abierto, luego Yehudith con algo de dificultad devido a su altura, desde dentro se escuchó la voz de la sucubo.

-Yehudith- Bueno, espero que hayais hecho ya la digestión, podemos seguir, de momento.

Había un pasillo amplio y con algo de pendiente hacia abajo, el suelo estaba encharcado en sagre y lo que parecía mantener esa sagre fluyendo, era la fila de zombies empalados en la pared a lo largo de todo el pasillo. Se movían, gemían, pero no podían hacer mas. Era una visión cuando menos horrenda y asquerosa, eran zombies humanos, unos mas putrefactos que otros, pero todos se movían, todos estaban bajo los efectos de la nigromancia.

-Yehudith- Y esta es una de tantas razones por las que a las sucubos no nos gustan los Deathmasters: su escaso gusto en decoración.

El pasillo era amplio, pero no muy largo, el grupo no tardaría en llegar a lo que a todas luces, pretendía ser un pequeño anfiteatro, tras cruzar el umbral pudieron distinguir al otro lado, a su misma altura, una abominación fruto una nigromancia que definitivamente, estaba a otro nivel, no era como ninguna que hubieran visto hasta el momento.

Aquel engendro permaneción inmovil incluso tras el acceso al anfiteatro del grupo. Mas arriba, presidiendo el lugar en un trono elaborado con huesos y piedra se encontraba el que sin duda era el anfitrión, el deathmaster que habían venido a buscar. A su lado había una figura humana encapuchada y completamente cubierta, probablemente otro de sus secuaces o guardaespaldas.

-No sois bienvenidos aqui, humanos, pero ya que os habeis esforzado tanto en llegar hasta mi, no veo otra opción que dedicaros algo de... tiempo.

No solo Geralt tendría la certeza de que aquel no era Balban, sino que todos notarían la gran diferencia en la forma de hablar, su voz era grave y pronunciaba bien incluso el ingles, hablaba de forma pausada y el tono no resultaba exasperante como el usado por Balban.

-Mi nombre es Engel, decidme, a que se debe esta descortés intrusión en mi casa.

Su oscura mirada se posó en Yehudith unos instantes.

-Aunque las evidencias hablan por si solas. He de reconocer que habeis creado un golem ciertamente útil, sobretodo a la hora de visitarme a mi.

Aguardó observando a los presentes con la confianza de alguien que tiene todo bajo control a pesar de los acontecimientos.

Yehudith, mantuvo silencio, su casco no pemitía ver su rostro, pero el silencio era algo poco frecuente en ella. En otras circustancias puede que Alysa hubiese sido la primera en tomar la palabra, pero de momento dejaría trabajar a Adirael y el resto del equipo, no estaría arriesgando su vida con ellos si no confiara en su proceder.

Le di unas palmadas a la dragona en la pata antes de encaminarme junto a los demás, tanto por el trabajo realizado como el que aun podía quedarle por hacer.

Espere pacientemente a que Alicia terminara con la puerta y después emprendimos la marcha, mientras me intentaba quitar la sangre que nos había saltado encima. 

-Entre lo que se ve aquí, lo que se huele y la capa de pegajosa sangre que nos cubre, no se como seguimos todos con el estomago de una pieza.- La vista era horrible y el olor daba la impresión de que se podía saborear, y francamente, no tenia un sabor agradable. Pero no podíamos detenernos, aquello era algo importante.

Con el recuerdo de Lilith en mente me prepare para lo que pudiera acontecernos.

Seguimos adelante hasta entrar en una sala mas amplia, donde lo primero que pude ver fue un ser parecido a una abominación, o al menos esperaba que lo fuera. Se parecía mucho a ellas pero no en su apariencia física, parecía mas rápida que las normales, y aquel era mi objetivo. Como siempre la charla se la dejaría a los demás, yo me centre en observar la sala, al deathmaster que nos hablaba y a aquella abominación buscando puntos débiles.