Partida Rol por web

-No lo se.

Dijo con respecto al incidente con Yehudith.

-Desconozco el incidente en sí y no hay manera de que sepa exactamente cuales eran sus intenciones. Aunque yo en tu lugar, no le daría demasiadas vueltas. Al igual que tu decidiste traicionar a tus camaradas para salvarme a mi, una completa desconocida, Yehudith y en general todos, tenemos nuestros motivos detrás de nuestras acciones, su importancia varía en función del punto de vista.

En otras palabras, pudo ser por aprecio, como saludo o simplemente por diversión, si realmente Lyra estaba intrigada debía preguntarselo a la propia Yehudith.

-En cualquier caso estoy segura de que si le pides que no lo haga de nuevo, no lo hará. Ella ya ha aprendido a controlarse aunque como todas nosotras, resultemos caprichosas y arrogantes a vuestros ojos.

En cuanto a mi, Yehudith se está encargando de mi alimentación hasta que aprenda el autocontrol necesario para que los humanos nos os sintais violentados o vuestra vida o integridad física se vean comprometidas. Tambien hay una serie de voluntarios humanos, la mayoría invocadores, que se prestan a servir de alimento tanto para mi como para Yehudith, la forma en la que nos dejan alimentarnos es su elección.

Lyra sabía que bastaba con un apretón de manos, aunque muchos elegían el proceso similar al sexo.

-Tu podrías formar parte de ese voluntariado si quieres. Sería una forma práctica de aprender acerca de lo que me planteas.

No entró en detalles porque no podía responder por telepatía y entendía que tal vez Lyra no quería continuar con aquella conversación si no era de esa forma. Si Lyra quería continuar esa conversación en voz alta, solo tenía que decirlo.

 Adirael sonrió ante la sinceridad de Levistus. Levantó ligeramente la mano derecha, hasta casi mostrarle la palma, extendiendo el brazo hacia él.

 - No puedes hacerme cambiar de opinión sobre lo que es imposible y lo que no.

 Adirael ya había realizado actos increibles antes, imposibles para algunos. Hasta hacía unos años el mundo pensaba que los psíquicos eran imposibles, pensaban que la robótica jamás podría crear un ser como MAGGIE, muchos otros pensaban que los humanos no podrían sobrevivir, pensaban que era imposible vencer al dragonborn, pensaban que era imposible cerrar un hellgate. Y sin embargo, allí estaban. No había nada imposible para los humanos, y menos, si gozaban de grandes aliados. Todo depende de la perspectiva, de quien nos apoye. no pensaba caer en una profecía autocumplida, Adirael se guiaría por pigmalión como modelo, esperando los buenos deseos de Afrodita o de cualquier Dios, pero hasta entonces, haciendo lo posible por creer en sí mismo y en lo que estaba construyendo.

 - En efecto... - sus manos se deslizaron hasta los bolsillos contemplando aquella vista por última vez. Era un regalo precioso. Gracias Levistus.

 - Todo eso suena como un plan. El primer paso es encontrar a tu compañera. Me pondré a ello inmediatamente.

 Una vez hecho, nuestros aliados no tendrán más remedio que ayudarnos, eso abrirá la posibilidad de cerrar los portales.

 Respecto a los generales...

 He estado formando un equipo para ello. No era necesario entrenarles, pero sí convencerles que luchen los unos por los otros, como antaño hicieron otros grupos humanos para resistir. Está hecho.

 Ahora...sólo necesitaría saber dos cosas.

 Lo miró con los ojos brillantes por las nubes azuladas.

 - ¿Qué le has prometido a Yecum? Y... ¿Es posible que el general del que pende la balanza siga sintiendo algo por ti?

-Un indulto por parte de la Orden de Kadmon para ella y su raza.

Contestó sin muestras de que revelar eso fuera un problema.

-Todas las que se mantengan fieles al equilibrio y su lucha ayude a los judicatores de Kadmon, serán indultadas si la justicia universal logra abrirse paso a través de esta traición. Eso es algo que obtendrían sin necesidad de que lo pidieran, pero Yecum parece querer asegurarse de que tanto ella como las que sobrevivan, no serán ajusticiadas por la Orden en ese futuro hipotético.

Ahora mismo todo ser del caos se enfrenta una decisión dificil, seguir ciergamente las ordenes del Rey, o mantenerse fieles al equilibrio establecido por Kadmon. Ambas opciones les llevarán a la muerte en la mayoría de casos. Yecum y las que comparten sus ideales simplemente han elegido el camino dificil por sus propios motivos. Su lucha terminará muy lejos de aqui, pero puede que sea aqui donde empiece abiertamente.

La respuesta a la segunda pregunta sería notablemente mas concisa.

-No, esa conexión nunca ha existido, incluso para seres inmortales como nosotros, la distancia temporal que nos separa es muy grande y el lazo inexistente. Existen otros muchos motivos, con que tengas en cuenta ese, es suficiente.

Otro motivo que Adirael sería capaz de ver con claridad era el esencial parecido que había entre el papel que Adirael había jugado con respecto a la humanidad y el que Levistus había jugado con respecto al panorama universal. Ambos eran guardianes, ambos habían roto todos sus lazos en busca de mantener un equilibrio. En ambos casos así habían sido en el pasado solo que las circustancias actuales, les estaban obligando a cambiar ese modus operandi.

- Es curioso... - comenzó su despedida.

- Si el equilibrio se reestablece gracias a tus actos, y tus palabras, querrá decir que todo ha sido gracias a un sencillo motivo. Un sencillo acto de fe.

 De confianza.

Era Levistus el que le había ofrecido ayuda a cambio de ayuda, pero Adirael no le había pedido nunca nada. No le había pedido protección, aunque era muy bien recibida si se daba, sólo había querido saber y sentir. Y ahora sabía y sentía muchas cosas que no parecían haber estado pensadas para una raza tan perdida, tan diminuta en los confines del universo.

 - Casi parece profético.

 Adirael se giró hacia Levistus, caminó hacia él y terminó por tenderle la mano con un gesto regio, sereno y disciplinado.

 - Los humanos hemos luchado muy poco tiempo, pero con tal intensidad, que parecen haber pasado décadas. Ha afectado a nuestros recuerdos y nuestra naturaleza, de tal forma, que la vuelta a atrás parece imposible, aunque mantengamos la esperanza.

 Querremos concluir esto en una generación.

 Es poco tiempo a nivel universal, me temo. Pero dudo que aguantemos mucho más a este ritmo.

 Eso significa, que el final está muy cerca para seres como tu. Pero para nosotros, será como eones de tiempo cristalizados en nuestra memoria, desgarrando el seso e hiriendo todo cuanto eramos.

 Es una buena oportunidad de convertirse en...algo más.

Existe un mito de la cuna de nuestra historia que hablaba de como un ser, algo más que un humano, afectado por ver una humanidad llena de temores, de debilidades, de oscuridad, se rebeló por encima de aquellos que controlaban su destino, y robando su poder, se lo confirió a los hombres. Estos, vencieron sus miedos, derrotaron sus debilidades y se vieron envueltos en la luz.

 Parece que la historia se repite.

 Había obviado una parte importante, la del sacrificio, algo que sin duda estaría implicito en los actos de cualquier rebelde, de cualquier revolución.

 Adirael no temía que el precio fuese demasiado alto. Si la humanidad caia, pero con ello el equilibrio se restituía, todo iría bien.

 - Es nuestra hora.

 Nuestro momento.

 Solo o con el resto, llegaré lo lejos que podamos.

 Si morimos.

Tal vez inspiremos a otros.

 Nuestro sacrificio no será en vano.

 Siempre hay esperanza.

 Incluso para Pandora. - Levistus no tendría porqué reconocer la analogía entre MAGGIE y Pandora, pero Adirael hablaba para si mismo, para infundirse ánimo. Levistus no lo necesitaba, y aún así, se esforzaba en inspirarselo también.

 Parecían haber pasado siglos sin avanzar...y aquello era, en realidad, el principio de todo.

- Gracias por el regalo.

-Asi es, eso sucede mas a menudo de lo que la mayoría cree.

Estrechó la mano de Adirael, reconociendo aquel gesto humano que si bien no compartía, si lo comprendía.

-"El errante" os creó asi por alguna razón, muchos han cuestionado sus actos, pero pocos son capaces de comprenderlos. Me ha bastando una corta andanza por vuestro mundo para ser testigo vuestro potencial, para ver renovada mi esperanza de que exista un futuro para la creación.

No creo que haya sido casualidad que acabara en este lugar.

Levistus fue asesinado por el rey demonio muy lejos de la Tierra, sin embargo su espada acabó allí, para el judicator aquello no era sino una señal que no podía ser pasada por alto.

-Kadmon Aemaet.

Se despidió finalmente, dejando a Adirael como único portador de una verdad que ya practicamente nadie en ese universo conocía.

Inma seguía sentada en el mismo asiento donde estaba antes de que Adirael perdiera la consciencia, leía un libro tranquilamente mientras esperaba. No parecía haber sucedido nada extraño durante la inmersión de Adirael.

-Inma- Mmm... ¿ya has vuelto? no pareces poseido por ningun demonio, aun asi espero que haya merecido la pena el riesgo.

No le pediría información específica acerca de lo que había descubierto, sabía que si Adirael lo consideraba necesario, lo compartiría y sino, no.

-Inma- Llevas un par de horas ahi dentro, ha llegado un mensaje de Alicia, Jason ha solicitado hablar contigo, desde la carcel. Quiere que vayas a hacerle una visita ya que él no puede moverse de allí. Por lo visto te ausentas un momento y a tu peculiar grupo le falta tiempo para buscarse problemas.

Cerró el libro que estaba leyendo y aguardó a que Adirael se incorporara sin prisa alguna, el cambio de una realidad a otra era siempre duro y confuso para la mente, incluso para una tan entrenada como la de Adirael.

- ¿Se sabe que le ha pasado esta vez...? - dijo con tono cansado mientras se sujetaba las sienes con la diestra. No lo decía porque no le extrañase, más bien por el salto del paraiso a la Tierra.

 Dos horas...

 El tiempo pasaba de una forma peculiar en el mundo que recordaba Levistus. Más bien..en aquel universo. No sabía si sentirse pleno y dispuesto, o ahogado por la vulgaridad que ahora le tocaba vivir. En cualquier caso no le costaría encontrar sus ganas de terminar con todo aquello de una vez por todas. él estaba dispuesto a pagar un alto precio, como hope antes que él...pero, ¿los demás?

Ese podía ser un buen motivo para estar en la carcel.

 - Espero que no me metan allí dentro también... - se acarició la cabeza, pensativo, y miró a Inma.

 - Entre nosotros podemos solucionar las cosas a través del diálogo, espero que no tengas que intervenir...pero, recuerda una cosa.

 Hay que tener esperanza.

 Siempre.

 No venía al caso...o quizás sí. Debía tener presentes aquellas palabras.

 - Me gustaría ser un añadido a tu forma de combate. - dijo en otro orden de cosas, aún con el ceño algo fruncido por el cambio de entorno - tal vez podamos probar algo...nuevo. Ellos ya saben como luchamos, somos predecibles.

 Sólo luchando como uno podemos sorprenderles de forma definitiva.

 A solas, como Elena, podiamos sorprenderlos y hacerles ver que teníamos algo de poder...pero eso era completamente insuficiente cuando se trataba de demonios mayores.

 - y...si ves a ese que vino a vernos... - se refería al "hermano" de Levistus - simplemente...no le provoques. Bajo ningún concepto.

 Aunque más valdría que fueses sincera con él.

 era un consejo que podían adoptar todos los que estaban por debajo y por encima de Inma.

Adirael se intentó levantar.

 - Está bien.

 Veamos que le ha pasado a Raven.

 Gracias por cuidar de mi cuerpo, Inma.

-Ya la perdí una vez y tu me la devolviste en el último momento, no tengo intención de cometer el mismo error dos veces.

Aclaró con respecto a la esperanza. Inma era alguien que había vivido un infierno y había vuelto cuerda para contarlo... hasta cierto punto.

-Da igual donde te lleven o encierren, yo iré a buscarte. Tu sigue avanzando y no te detengas ante nada, te apoyaré siempre que lo necesites.

No le ayudó a levantarse, pero si se puso a su lado para evitar que cayera, aunque tampoco fue necesario. Le acompañaría hasta la salida de la catedral.

-Aun tengo que enseñar a esos novatos como usar una espada reliquia, no es algo que se consiga fácilmente si una guía. Ven a la catedral cuando quieras poner a prueba cualquier nuevo estilo de combate, hasta entonces yo pondré al dia a los mios, y tu deberías poner al dia a los tuyos. Y por lo poco que sé, tu tarea se antoja bastante mas complicada, las habilidades de los que has elegido son proporcionales a su capacidad para meterse en lios. Si tu no puedes sacar nada en claro de ellos... creo que nadie puede.

Respecto al incidente de Raven no se los detalles, pero esta acusado de negligencia en primer grado durante una misión. Seguramente quiso hacerse el heroe y terminaron teniendo que ir a recatarle, lo de siempre.

Llegados a la puerta Inma se detuvo y se despidió de Adirael hasta su proximo encuentro que esperaba fuese pronto.

-Tendré en cuenta tu consejo, aunque me va a resultar complicado la verdad.

Sonrió de manera irónica, pero no lo cuestionaría.

-Cuidate, hermanito.

Nada mas salir de la catedral, a pocos metros del portón, Adirael se encontró con Geralt que caminaba en la dirección contraria. Puede que el psiquico tuviese otro destino, pero para Geralt fue un encuentro tremendamente oportuno, no tendría que indagar acerca de donde se encontraba exactamente el psiquico.

Encontrarme con Adirael fue una suerte, al menos así ahorraría algo de tiempo en averiguar donde se encontraba, cosa que debía hacer cada vez que quería hablar con él.

-Cuanto tiempo Adirael, eres justo la persona a la que andaba buscando.- No había alegría en rostro ni en mi voz, solo un tono y una expresión seria. -Me gustaría robarte algo de tiempo.- Mejor el tiempo que otras cosas.

-Veras, resulta que he estado hablando con Irera y me la he encontrado todavía desarmada.- Eso era algo que por supuesto, él ya sabía. -He estado dándole vueltas y creo que ya es hora de que tenga un arma que pueda usar, quizá nos vendría bien contar con ella para alguna escaramuza o para conseguir objetos de lugares complicados.- Aquello de volverse intangible podría ser de mucha ayuda. -Así que había pensado que no seria mala idea devolver el puñal de fase que se que tienes, o que al menos sabes donde esta, a su legítimo dueño porque aceptémoslo, ni el puñal ni Irera nos sirven de mucho por separado.-

Eso sin contar que verla en acción debía de ser todo un espectáculo y que teniéndola allí retenida como una simple biblioteca era desaprovechar el resto de talentos que sin duda tenía.

- ¿Eso quiere decir que confias en ella? - preguntó, porque Adirael siempre intentaba no dejar cabos sueltos si era posible. - ¿O que las ha pedido sutilmente? - realizó una hipótesis que no era tan arriesgada.

 - Me parecería una buena idea. - adelantó, para no cerrarle la puerta a la petición de Geralt. Adirael no era el único responsable de aquellas pertenencias, de hecho, en Elysium, tenía poco que hacer.

 Nada para mantener a alguien en una prisión como hacer que sienta que no está realmente atado.

 - Pero aún mejor darle una misión adecuada. - tener un arma no cambiaba nada si ese arma no era empuñada por alguien con un fin.

 Matar demonios por matarlos no era una misión idónea. Ayudar no era una misión ideal. Había que encontrar otra cosa...

 - Si no me equivoco, pronto tendremos una reunión. - era habitual allí, parecía que todo se discutía, aunque fuese una mentira.

 - Podemos proponerlo allí formalmente.

 Pero...

 antes quiero preguntarte algo Geralt.

 Me crucé de brazos, y lo observé. Alto, duro, severo, determinado. Sus musculos le doblaban, era una figura imponente para cualquiera. tenía una mirada atroz, de aquellos que lo han perdido todo. Esta vez, con un brillo especial, o eso quería ver Adirael, el brillo de la esperanza, de haber recuperado parte, sino toda, su humanidad. ¿Había expulsado todos sus demonios? Quizás los externos, la verdadera batalla se libraba ahora, cuando era dueño de sus actos, cuando sus demonios tenían su propio rostro.

 - Si todo cuanto conoces se tambalease. Si todo pareciese nublarse, y los unos nos volviesemos contra los otros.

 Dime...

 ¿Podré contar contigo?

 La pregunta era demasiado crítica, demasiado seria. Significaba que...si Adirael tomaba una mala decisión, o una decisión que implicase que la gente muriese, que Elysium cayese por sus creencias, aún así, ¿Geralt estaría ahí para apoyarle? o..¿intentaría ser su verdugo?

 Buscaba su lealtad sincera. La pregunta buscaba una respuesta de confirmación o de negación, geralt era suficientemente honesto y directo como para que no le importase contestar que le debía lealtad a otros. La lealtad, de todos modos, no era algo que se comprase o se pidiese, era algo que uno tenía que ganarse. La pregunta trataba de eso...¿Adirael se había ganado su lealtad? ¿su hermandad?

 Podría pensar que...tenía un buen as bajo la manga. Ambos protegían, casi por encima de todo, a Eva.

Aquello me pareció demasiado fácil, suponía que Adirael me pondría alguna pega, pero no fue así, algo que me alegraba.

-Esta vez me temo que es cosa mía.- Dije ahora si, con un sonrisa. -¿Si confío en ella?.- Ella fue la que me dijo como mejorar a Colmillo de Ragnarok, pero, ¿intentara escapar si tiene la posibilidad de ello? -Es una de las cosas que quiero averiguar.- ¿Por que se a quedado en Elysium?¿Por que no huyo de Yecum? A ella desde luego le era posible huir de cualquier sitio, pero ya nos había dicho que no tenia a donde ir.

-Si quisiera largarse de aquí esta claro que ya lo habría echo, ¿por que no sacar provecho de que este con nosotros?-

Mire directamente a Adirael a los ojos.

-Si la devolvéis su arma, me iré con ella a los laboratorios de XCORP, solo nosotros dos y un dragón que nos lleve, intentaremos traer todo lo que podamos de allí, si regresamos quedaría claro para mi que se puede confiar en ella.- 

En el caso de que lo que el decía sucediera ¿le apoyaría sin dudar? No, estaba claro que dudaría, ambos nos habíamos ocultado cosas mutuamente y eso no había ayudado a que tuviéramos un relación perfecta, pero a la hora de la verdad sabía que si podía contar con él. 

-Te apoyaría, si. Pero solo si es lo que considero correcto, si veo que lo haces para arreglar las cosas. Se que esperas un si o un no, pero sabes que todo es mas complicado que eso, sabes que siempre hay "peros".- 

La cuestión que me planteaba era complicada y sabía que no se podía responder con un si o un no, no en ese momento, no sin saber que circunstancias provocarían una situación en la que lucháramos entre nosotros.

- Me parece bien.

 Admitió Adirael, aunque Geralt aún no fuese consciente de lo que eso implicaba para ambos. Era una confianza plena en el que llamaron Dragonborn.

 Se explicó:

 - Sé como devolver a la "vida" a la hija de aquella a la que sirve Irera, Jubileus. - decir aquello en voz alta sólo se lo permitía cerca de la catedral - eso se traduce en una ayuda más, determinante quizás, para la humanidad y para el equilibrio del universo. No en vano esa criatura del orden es una representante del equilibrio y una de las últimas esperanzas de la orden de Kadmon.

 Para llegar a Jubileus, necesitamos un guía. Y la única que puede guiarnos es Irera.

 Si Irera muere, nuestras esperanzas se desvanecen. Si es herida de gravedad, un retraso, puede ser fatal para el conjunto del universo.

 Es una misión que, creo, Irera no rechazará.

 Pero aún no se como reaccionará Alyssa.- no hablaba del consejo, sólo unos pocos se opondrían a algo que dijera Alyssa, o ...ninguno.

 - Cuanto antes se lleve acabo...mejor. Pero no será un camino de rosas, e Irera deberia estar en forma. Seguro que allá donde nos lleve hay más muerte y más lucha. - supuso.

 - ¿Puedo contar contigo y tus aliados dragón para que se desoxide en combate y la mantengas a salvo? - ahora es la pregunta inversa, el se fiaba de Adirael con "peros", ahora debía justificar si Adirael podía confiar en Geralt pero, esta vez, sin ninguna objección, pues la carga sobre sus hombros era el universo entero.

 - He visto que tienes un nuevo amigo. - se refería al dragón blanco.

 - Estoy seguro de que el precio de conocer el futuro es alto. Pero podría sernos útil si con alguno de nuestros sacrificios podemos conseguir un bien mayor.

 Le tendí la mano.

 - Si estrechas mi mano tienes mi fe puesta en ti para ese cometido. - sino...podrían buscar alternativa o directamente no dejar que Irera fuera a ninguna parte.

 -  Eso sí - matizó - debeis ser lo más discretos posibles. - adelantó una posible confirmación.

Eran pocas la veces que había oído hablar de Jubileus o la orden de Kadmon, y aun no tenia muy claro lo que era, pero si Adirael estaba tan empeñado seguro que era algo importante.

Me quede observando la mano que me ofrecía, algo que hacia a menudo. Sabía que era algo arriesgado, que todo lo que proponía podía salir mal, que todos podíamos morir en el proceso y que correríamos mucho peligro si salia bien. Pero en nuestra situación, ya corríamos peligro constantemente. ¿Por que no intentar conseguir algo mejor si era posible?

Estreche la mano del psíquico. -Mientras Eva no corra mas peligro del que ya corre...- Deje la frase en el aire, no era necesario terminarla, no con Adirael.

Volví a mirale a los ojos. -Devuélvele el puñal a Irera y la pondré a prueba para ver si necesita entrenar.- Primero iríamos a recuperar lo que había en XCORP, así vería si realmente la hacía falta entrenar y en que. Después intentaría conseguir otro dragón.

- Estoy seguro de que lo hareis bien.

 Si necesitas ayuda puedes contar con Raven y conmigo. - aquello sonaba dificil incluso para alguien como Geralt. - o llevarte alguien que pueda cubrirte las espaldas. - los templarios estaban muy ocupados, pero otras escuelas se prestarían.

 - Aunque Raven ha vuelto a tener problemas.

 Creo que está en el calabozo.

 Negué con la cabeza, no creia que el hubiese hecho nada suficientemente inapropiado, pero tendría que estudiar la situación.

 - Puedes acompañarme a buscarlo o ir al laboratorio de investigación, si no estoy equivocado o Kesner o Scott tendrán acceso a las armas.

 Puedes decirle que vas de mi parte, Alicia podrá confirmarlo si hace falta contactando conmigo directamente. Si se necesita algún papeleo te lo dirán allí. En el peor de los casos se debatirá en el próximo consejo y no demorareis mucho vuestra escapada.

 Le daría todas las facilidades que podía.

 - Ahora..creo que será mejor no hacer esperar a nuestro único segador. Es un recurso muy útil para esta guerra, y se las ha ingeniado para convertirse en un amigo imprescindible.

Como en tantos otros aspectos era más fácil decirlo que hacerlo y, en un mundo lleno de incógnitas como en el que Lyra se estaba desarrollando el incidente con Yehudith solo podía sumarse a su lista de preocupaciones. No podía simplemente no pensar en ello. Tendría que meditarlo y sacar sus propias conclusiones en cuanto encontrara la ocasión propicia. En todo caso, preguntar a la súcubo al respecto no entra dentro de mis planes más inmediatos. 

Por el momento lo más oportuno parece dejarlo correr. 

Lyra - Ya es la segunda vez que escucho definir a las súcubos como caprichosas y arrogantes - comentó frunciendo el ceño - no voy a negar que un poco sí o al menos que dais esa impresión - dijo como si no tuviera importancia - sin embargo eso está condicionado a la inevitable perspectiva humana, en este caso. Es otro estereotipo. Así como también nos encanta clasificarnos y generalizar dentro de nuestra propia especie bien sea por motivos de raza, sexo, físico (o cualquier otra categoría que quieras añadir) - eran datos que sin duda Andrastia debía conocer si había estado investigando sobre ellos - lo mismo ocurre con vosotras, en mi opinión y, como con todo, hay que querer ver más allá de esa impresión.

Ese, para la Psíquica, era el punto clave. Mientras como especie se negaran a interactuar y conocer al resto de especies con quienes compartían el Universo, seguirían llevando una venda en los ojos que les impediría apreciar la infinita complejidad del mundo, como partes individuales del mismo y como un todo. 

A mi me gustaría poder formarme un juicio más allá de lo que pueda parecer que sois para poder decidir si comparto o no esa extendida visión de vuestra prepotencia. Tu ahora conoces nuestra historia, la de este mundo, y eso en cierta manera ha de haberte enriquecido a la hora de comprendernos socialmente. Yo, por el contrario, sé muy poco sobre el vuestro. No más de lo que me contaste en la celda en realidad y me gustaría que me contaras vuestra creación y desarrollo, sobretodo en el ámbito... religioso, por decirlo de alguna manera. Aún no he encontrado un término que se adapte a las nuevas circunstancias - comentó compungida. 

Después valoraré si acceder como voluntaria a tu... alimentación - confirmó convencida, aunque en el fondo ya tenía la decisión tomada. No únicamente por lo que pudiera aprender, también porque Andrastia estaba allí por ella y era lo menos que podía hacer para que se sintiera cómoda ¿o no? O tal vez, una pequeña parte de Krasnaya deseaba demostrar que no era como sus compatriotas, que, en realidad, y a pesar de su pasado como Insomnia se podía confiar en ella. Relativamente. Eventualmente.

No añadió nada respecto a la comunicación mental. Si Andrastia no se comunicaba con ella en ese ámbito o bien no podía o bien no quería. En cualquier caso cualquiera de las dos desembocaba en las mismas consecuencias. No debía salirse del sendero seguro, no con Alicia escuchando. 

Andrastia guardó un breve silencio, puede que en ese momento se le pasara por la cabeza que la magnitud de lo que pedía Lyra era demasiado para una sola conversación. Pero en realidad no, en ese momento Andrastia cayó en la cuenta de aquella obvia diferencia. Una sola conversación bastaba, en camparación con la humanidad que había pasado por tantas fases en un perido tan ridiculamente pequeño a ojos de un inmortal, la historia de las sucubos era tristemente facil de resumir.

Pero había que empezar desde el principio. Haciendo un gesto natural, realizó una invocación en miniatura, en la misma mesa en la que se encontraban. En ella se materializó un tomo grueso, el cual abrió y leyó.

-Hace mucho tiempo, antes de las sucubos incluso, la guerra universal se llevaba a cabo de manera diferente, era mas brutal, mas destructiva, una guerra entre creadores que pronto paso a ser una guerra entre creaciones.

Había que remontarse muy atrás para comenzar.

-El rey demonio, consciente del gran poder de los doce arcangeles que comandaban las fuerzas del orden, quiso crear nuevos hijos, numerosos y poderosos como para hacerles frente y mantener el equilibrio. Entre sus intentos mas destacados, los primeros fueron los saerbas*, maestros de la hechicería y la nigromancia. Estos marcharon a hacer frente a las huestes celestiales... y vencieron, vencieron en innumerables ocasiones. Sus bestias y abobinaciones se alzaban una y otra vez, la corrupción apagaba la luz de los seres del orden y los transformaba en títeres que se unían a los vasallos de los saerbas. Hasta que la tercera arcangel, Celestia, comandó las pocas fuerzas restantes del orden, escoltada por el cuarto y la septima, Metatrón y Jubileus.

-Entonces cantó, la melodía que entonó Celestia llenó las mentes de los no-muertos impidiendo escuchar incluso la voz de los saerbas. Las legiones de titeres y no-muertos detuvieron su imparable marcha y sin la protección de sus vasallos, los saerbas cayeron ante el poder de Metatrón y Jubileus. Debido al gran esfuerzo, Celestia se sumió en un sueño que se antoja eterno y descansa en las entrañas del monte que lleva su nombre y da nombre a todo un reino entero del orden: Monte Celestia.

Los saerbas, incapaces de admitir su derrota, se culparon los unos a los otros y se sumieron en una guerra interna, en la que uno en especial salió ganando: Balban. Un tercera generación que logró engañar y asesinar al primera generacion y al segunda, incluso trató de engañar al mismisimo rey demonio para derrocarle. Como castigo por tal acto, el mismo rey demonio decidió encadenar a Balban a su trono, sirviendole como vasallo y prisionero para toda la eternidad. Balban podía manejar cuerpos ajenos, titeres, pero su cuerpo verdadero yacería por siempre como eterno prisionero.

Entonces el rey demonio admitió su fracaso, los saerbas no eran su mejor creación, por mucho que estos se negaran a aceptarlo.

Decidido a intentarlo de nuevo, el rey demonio creó a los dragones, grandes y poderosos, fuertes en magia y contra ella, fuertes fisicamente y grandes como titanes, pero tambien orgullosos y sin temor alguno.

A pesar de su aparente invencibilidad los dragones resultaron ser el mayor fracaso del rey demonio en la busqueda de la perfección. Pues no cayeron en la lucha contra los arcangeles, sino que los dragones pelearon entre si, entre sus diferentes castas ligadas a los elementos, las primeras generaciones se comieron a Ragnarok, el primer dragon, mientras que en las sombras, Balban, decidido a sacar provecho de la autodestrucción de aquella poderosa raza y reestablecer la gloria de los saerbas, elavoró la maldición mas poderosa de todas, la maldición de esclavitud eterna.

Los dragones, ocupados matandose entre ellos, no se dieron cuenta hasta que tras su muerte, sus padres y hermanos volvían a las ordenes de los saerbas como invocaciones. Balban demostró al rey demonio que ellos seguían siendo su mejor creación.

Y el rey demonio lo admitió, abandonando a los dragones.

Decidido entonces a cambiar su forma de concebir a sus hijos, optó por algo diferente, en vez de decidir él la forma de ser de sus creaciones, dejó esa libertad a las mismas. Asi nacieron las sucubos, mas pequeñas que los anteriores, pero inteligentes y adaptables, de forma que pudieran desarrollar el poder que fuera necesario en función de sus necesidades. Les otorgó la habilidad de ver y absorever la energía, para que con ella hicieran cuanto estuviese en su imaginación.

Creó a Valrave, la princesa de los demonios, la primera sucubo, con mimo y esmero y la atesoró como una de sus obras mas refinadas. Y asi fue. Valrave pronto creó a las siguientes generaciones, ella era capaz de llevar a cabo a la perfección cualquier arte, pero consciente de que las generaciones venideras no serían igual de poderosas, les otorgó una especialidad a cada una, creando las familias de sucubos, como las Naara, grandes guerras ; las Yecum, maestras forjadoras ; Arion, expertas hechiceras, y asi sucesivamente.

Y marcharon... imparables.

Sus conquistas pronto ensombrecieron a los logros de los saerbas y Balban y los suyos no estaban dispuestos a aceptarlo, asi que antes de que las sucubos marcharan sobre el mundo natal de los "Guardianes". Balban les avisó y les proporcionó información acerca de las habilidades de las sucubos. Los guardianes, grandes guerreros en el campo de batalla, plantaron cara a las sucubos y se produjo una autentica masacre entre ambos bandos. Aprovechando semejante batalla y la distracción de Yehudith, Balban profirió de nuevo la maldición de esclavitud eterna y las sucubos caídas fueron victimas de la esclavitud eterna. Yehudith era fuerte y poderosa, pero agotó sus ultimas fuerzas en abrir un portal lo suficientemente grande y duradero como para que una pequeña parte de sus hijas escapara con vida. Debilitada, cayó en manos de los saerbas y fue ejecutada.

El rey demonio tuvo que admitir de nuevo, que las sucubos tampoco habían superado a los saerbas y tampoco a los dragones.

Andrastia cerró el tomo y este se desvaneció. Aquello último era una versión mas acotada de lo que Andrastia ya había narrado una vez. Pero lo mencionó igualmente para que la historia no quedara inconexa.

-Yo fui una de las supervivientes, tambien lo es Yecum y otras muchas que fueron absorvidas y abandonadas a la voluntad de las legiones del caos hasta que las ultimas que quedamos con vida desaparecieramos. Un aciago destino contra el que obviamente luchamos, al igual que vosotros.

Fuimos credas para como herramientas para esta guerra, nacimos con un propósito bien definido y ni nuestros origenes ni nuestra historia se desvía de ese propósito. Algo que soprendentemente difiere mucho de vuestro caso. Nisiquiera erais conscientes de la existencia de esta guerra ni del orden universal, la verdad se perdió a lo largo de vuestra historia y vuestra corta vida.

Nuestras creencias, lo que vosotros llamais "religión", para nosotras y para la mayoría de razas del caos y el orden conocidas no es una cuestión de fe, es algo mas real y tangible. Supongo que a vosotros, que no habeis sabido nada de vuestro creador hasta el punto de verlo como uno o varios dioses, pueda resultaros extraño que otras razas tengan un contacto directo con ellos o que como en mi caso, sepa yó mas de Él que vosotros mismos.

Sin embargo, creo que esa ignorancia os ha hecho... distintos, ha logrado que tengais un punto de vista diferente. Tal vez sea eso lo que necesita este universo ahora mismo.

¿Qué mas había que contar? poco, por no decir nada, su raza dedicó su existencia a luchar junto a otras o contra otras. Lyra no necesitaba saber a cuantas civilizaciones habían borrado del mapa ni cuantas sucubos habían perecido por el camino.

-Respecto a nuestra sociedad, nosotras nacimos con un vínculo mucho mas íntimo las unas con las otras que los vínculos que podeis formar los humanos u otras muchas razas. Nuestro pueblo nunca tuvo guerras internas porque entre nosotras no existe el engaño. Nuestra capacidad de ver, absorver e intercambiar la energía no da pie a la mentira. Somos capaces de sentir y amar como vosotros, pero el vinculo que formamos con nuestras semejantes y podemos llegar a formar con otros seres va mas allá de lo físico.

Puede que en realidad ese fuera el mayor regalo del rey demonio a Valrave y lo mas valioso que nos dejó ella como legado a sus hijas.

Tal y como lo decía, parecía algo dificil de alcanzar incluso para la imaginación ¿cuan profundo podía ser ese vínculo?, almenos era lo suficientemente fuerte como para que una civilización entera no hubiese conocido el conflicto entre semejantes. Solo eso ya sonaba utópico a oidos humanos.

En mi cara se reflejó sorpresa al escuchar sus palabras. -Que estuviese haciendo algo que no debía no me sorprendería mucho, pero no creo que fuera necesario encerrarlo, seguro que si esta allí es mas como advertencia que como castigo.- Me extrañaba mucho que fuera algo excesivamente grabe.

-De todas formas eso te lo dejare a ti, prefiero ir al laboratorio he ir acelerando el proceso tanto como pueda.- Si había que hacer papeleo seria algo que llevaría tiempo, por eso era algo que no me gustaba, pero a veces no quedaba mas remedio, y si el papeleo ya estaba cuando se celebrara la reunión del consejo todo seria un poco mas rápido.

Aunque sentía cierta curiosidad por saber que había hecho Raven había cosas mas urgentes que unos cotilleos. -Bueno Adirael, nos veremos pronto.- Después de todo estaba en su equipo, no pasamos mucho tiempo sin vernos. Si no tenia nada mas que decirme partiría hacia mi siguiente destino, el laboratorio.