Partida Rol por web

Los primeros rayos de sol despuntaron y sonaron unos golpecitos en la puerta de vuestras respectivas habitaciones dentro del palacio real. Un ayuda de camara entró y os ayudó a vestiros y equiparos para partir, tras un desayuno no tan cuantioso como el de El poney pisador salisteis de la ciudad ataviados con vuestro equipo, vuestras armas y monturas. 

Espero no estar haciendo demasiado el ridiculo a caballo, hace tanto que no montaba pienso mientras monto.

¿Que tal habeis descansado?.

Pregunto en general a todos mis compañeros.

Observo a Mirwen, parece cansada seguro que ha estado ayudando con sus habilidades para la curacion.

Todo bien Mirwen?, creo que si tenemos que acampar despues deberias quedar fuera de las guardias para que descanses algo mas.

Tendremos que estar todos en perfectas condiciones para lo que nos aguarda.

La elfa cabalgaba al trote entre el resto de sus compañeros, observando con evidente aire de relajación el entorno y los alrededores, perdida en sus pensamientos estaba cuando la voz de gardar la sacó de su ensimismamiento.

- Ha sido una buena noche ¿cierto? Ahora me intriga saber exactamente hacia donde cabalgamos y lo que es mas, si hemos de rastrear los campamentos orcos ¿No deberíamos agruparnos de alguna forma en la que en caso de problemas podamos defendernos eficazmente?- aunque en voz alta, la pregunta iba dirigida hacia los dos humanos de la zona, Aranarth y Agladir.

- Nunca se sabe que le espera a uno en los caminos.-

Lostcorwen tiene razon, deberiamos pensar un poco y hablar de camino sobre la forma de proceder.

Los elfos se mueven bien por el bosque y con sigilo y yo tampoco soy malo pero no todos tenemos igual habilidad para todo.

Deberiamos hablar al respecto para ser mas eficaces.

Tras el sueño reparador y un magnifico desayuno salgo al trote con todos mis compañeros pensando en cual sera nuestro mejor plan de acción, y la pregunta de mis compañeros me hacen salir de mis ensoñaciones.
-Es verdad mi señora. Deberiamos organiarnos en un orden de marcha de acorde a nuestras habilidades, tal como bien dice el buen Gardar. Y ahora que lo peinso es verdad que no se quien de nosotros es un buen explorar, guerrero o tiene otro tipo de conocimientos. Seria un buen momento para que cada uno nos dijera que es lo que mejor sabe hacer. Despues de eso deberiamos de dirigirnos hacia las zonas donde los exploradores han divisado orcos. - y mirando a todo el mundo pregunto - ¿Que opinais, sobre todo tu mi buen amigo Agladir? -

-Excelente idea damas y caballeros - digo dirigiéndome a toda la compañía - Si me permiten les diré que soy la Maestra Cazadora de mi aldea.Mis buenas habilidades y sabiduria para la orientación,conocimiento y rastreo en los bosques está al servicio de todos ustedes.- dedico una merecida pausa al discurso - Propongo para responsable de la organización al buen caballero Aranarth ,ya que él parece tomar haber tomado iniciativa en la campaña,¿están el resto deacuerdo amigos?

La mañana transcurría tranquila, el aire no era demasiado frío aunque podía notar su frescor cada vez que respiraba. Agladir se entretenía observando el paisaje que se les presentaba. La conversación que había comenzado resultaba bastante importante, por lo que dejó sus pensamientos atrás y se centró en ella.

-Estoy de acuerdo mi buen Aranarth, desconocemos totalmente las habilidades que cada uno puede desarrollar con eficacia.- Hizo una pequeña pausa y miró al horizonte de nuevo, antes de volver a hablar.- Como bien ha dicho Gadar sería bueno que cada uno nos hablara sobre las habilidades en las que es ducho. Yo siempre he andado entre los bosques y caminos de la zona, buscando rastros, ayudando a las caravanas comerciales y demás labores de esa naturaleza. No soy torpe en el manejo del arco, aunque me siento más seguro empuñando una buena espada.

Aminoró el paso de su montura, ya que consideraba importante hablar sobre el tema aunque ello supusiera una demora en su andanza.

- Nuestra principal misión es la de ubicar exactamente todos los campamentos orcos y sólo así podremos decidir cuál es más vulnerable ante un ataque. Creo que deberíamos organizar una especie de avanzadilla, nuestra prioridad es el sigilo y si vamos todos en bloque creo que fracasaremos- Miró al resto esperando una respuesta por su parte, su gesto se mantenía serio y preocupado.

Uno tras otro sus compañeros se iban presentando, a la par que hacían una brev descripción de sus habilidades o de su profesión, asi que cuando Agladir acabó Lostcorwen se irguió sobre su montura, mientras le acariciaba las crines.

-El saber arcano es mi habilidad amigos mios, los valar nos dieron grandes dotes a mi raza para ello, y ahora la pongo a vuestra disposición- mientras hablaba la elfa realizó un pequeño truco de manos haciendo desaparecer una moneda entre sus manos.

Durante unos momentos la elfa cavilaba sobre la reflexión de Agladir y añadió unas palabras.

-Como bien ha dicho Agladir, deberíamos tener a alguien en cabeza, si a Aranarth le parece bien, propongo que Eiroleen y el propio Agladir sean los que vayan destacados, ambos exploradores y uno originario de estas tierras, creo que son una buena combinación.-

Por mi no hay ningun problema en que lideren ellos el grupo en el tema de exploracion y actuar de avanzadilla, siempre y cuando solo observen y regresen para guiarnos a los demas por un camino seguro para llegar hasta ellos lo suficientemente cerca para hacer el censo o acabar con ellos.

Yo añadire algo obvio en primer lugar que no es otra cosa que decir que mi arma es el hacha que porto.

Y por otro lado no me muevo mal por el bosque y mi equipamiento no es muy sonoro.

Digo mirando a los que portan armaduras pesadas.

Asi pues puedo ser mas o menos sigiloso. Y se me da bien cocinar y preparar licor de miel como alguno habeis podido comprobar.

-No creo que les sea muy útil, yo soy un soldado del ejército de Rohan, por lo que a mi se me van bien la guerra y las estrategias, siempre que sepamos con que estamos trabajando daré lo mejor de mi para idear una estrategia de ataque y retirada si la situación lo amerite. Mi arma es este martillo y mi escudo.-Mientras los nombra señala su martillo amarrado a su cintura y el escudo que le cuelga en la espalda-. Con mi armadura de placas le seré una buena defensa a quien lo necesite, mas de una ves un mago o arquero atacaba a los enemigos de la distancia mientras yo desviaba los ataques enemigos, aunque con este equipo será mejor que valla atrás pues podría generar ruido. Por cierto, ¿tenemos una mapa del lugar donde están las acampadas de los orcos?-

Las estrellas y los árboles nos guiarán a través de esta dura senda - Ahora troto con mi yegua a la cabeza del pelotón.
Debemos ser cautos y más sabios que los orcos!! lo cual no es difícil,pero no debemos confiarnos,ellos nos estarán esperando.
Me vuelvo hacia Agladir - Señor,espero que su espada pueda cuidar de la delicada y frágil piel de esta arquera si finalmente formamos la avanzadilla.

- Agradezco vuestra preocupacion Gardar, pero estoy bien, no quiero eludir mis responsabilidades como miembro del grupo y puedo hacer guardia como cualquier otro -  sonrio al beornida con una expresion dulce - como habreis podido comprobar soy una curandera, puedo seros de gran ayuda si alguien resulta herido o magullado en alguna escaramuza, ademas conozco algunos truquitos extra que quiza puedan ser utiles, puedo hablar con los animales de la zona para ver si saben la ubicacion de alguno de esos campamentos.

Acaricio a mi yegua detras de las orejas con una sonrisa

- Pero sere franca, jamas me he entablado una batalla ni he participado en una mision como esta, por lo cual creo que no os sere de mucha utilidad si entablamos combate o hay que moverse en silencio, por eso creo que deberian sero otros los que lideraran el grupo, yo os apoyare en todo lo necesario.

Bueno al no portar ni armas ni armaduras pesadas seguro que no haces ruido. Y no temas por lo de no haber combatido antes. Al igual que tu has cuidado de mi y lo haras de todo aquel que necesite tu ayuda yo cuidare que no te pase nada.

Me gustaria tener a la noche o cuando paremos un rato charlar contigo. Conozco algunas hierbas con propiedades curativas y tal vez tu puedas darles buen uso o mostrarme alguna mas y me gustaria poner esos conocimientos en comun.

 Se acerca a Mirwen -Pues si nunca haz estado en un combate contra orcos toma este consejo, mantenga los labios sellados si hay sangre de ellos cerca de su persona, no conozco el efecto en elfos pero puedo asegurarle que esa sangre es uno de los venenos más tóxicos que hay y pueden derribar a un hombre sin importar su tamaño o resistencia-

-Señora, desgraciadamente para nosotros, todos tendremos ocasión de demostrar nuestra valía. Llegado el momento podéis contar con mi espada, no lo dudéis.- Respondió a Eiroleen.

Agladir continuaba montando lenta y tranquilamente. La situación era urgente, pero era más importante llevar a buen puerto aquella conversación.  Tras las palabras de Mirwen, el rastreador le sonrió y asintió lentamente con la cabeza. Sabía que las habilidades de la elfa eran sin duda importantes, a pesar de que jamás había entrado en batalla.

-Ya que lo mencionáis– Miró a Gadar y a Bardock, pues ellos habían hecho mención a la sonoridad del equipo.- pienso que deberíamos movernos a pie. Con la montura ganaremos en rapidez, pero perderemos en sigilo y no será tarea fácil maniobrar cuando nos encontremos en pleno bosque.- Mientras decía aquellas palabras acarició a su montura y le dio unas pequeñas palmadas-  Podríamos buscar o incluso facilitarnos un refugio improvisado a una distancia prudente de las zonas que nos han marcado los exploradores del Rey. Ahí podrían descansar tanto nuestras monturas como nosotros, además nos sería bastante útil…

Agladir parecía estar pensando en voz alta, aún concentrado y preocupado por la tarea que les había sido encomendada.

Me parece una buena idea Agladir y no lo digo porque sea muy torpe montando.

Rie Gardar.

- Conozco el poder de las hierbas curativas, ademas parte de mi formacion fue encontrarlas en campo abierto, sera un honor intercambiar nuestros conocimientos en lo que a hierbas curativas se refiere maese Gardar - miro a Bardock que se acerca en su montura y saco la lengua en una mueca de asco al pensar en el sabor que debe tener la sangre de orco - Gracias por el consejo Bardock, lo tendre muy en cuenta, no me gustaria acabar mis dias con un regusto tan horrible, mantendre la boca cerrada e intentare mantenerme, a su vez lejos de los filos orcos.

 -Me parece buena idea Agladir, de todas formas todos los que manejamos algún arma de cuerpo a cuerpo sabemos pelear a pie y será mas fácil hacer maniobras-. El caballo agita la cabeza y relincha de forma disgustada, Bardock lo calma con una caricia detrás de las orejas.-Pobre, a este caballo le gusta aplastar orcos con sus coces y parece que se ha enterado de la mala noticia-. Se ríe.

Moinar cabalga con el grupo escuchándo la conversación y los planes que tenían en mente, parecía haber buenos exploradores lo cuál reconfortaba al enano, que no le gustaba andar por andar.

Caballeros... y señoritas, los enanos somos conocidos por ser peligrosos en las distancias cortas, la batalla es mi vida. Ponedme delante unos cuantos orcos y los aplastaré con mi martillo. Moinar hacía como que empuñaba su martillo y escenificaba la escena muy metido en el papel.

Me parece buena idea la del caballero Agladir, una pequeña avanzadilla conforme nos acerquemos a los campamentos de los orcos para saber su posición y número para luego poder ingeniar una buena emboscada.

- Los enanos somos conocidos por ser peligrosos en las distancias cortas...-

Aquella frase provocó una escueta risilla de la elfa, quien no dudaba de aquella afirmación, la fama guerrera de los enanos era mas que conocida, pero sin saber por que la situación le resulto algo cómica. De hecho, le pareció ver brillar un destello de ansia en los ojos del enano. Finalmente habían hablado todos menos, solo faltaba que Aranarth tomara la decisión de quien iría en cabeza, poco a poco el grupo se iba cohesionando.

Espoleó un poco a su montura hasta ponerse a la altura de Agladir y Eiroleen.

- Llegado el momento, podría haceros invisibles para así poder explorar cualquier campamento, multiplicando las posibilidades de éxito y frustrando una posible detección por parte de los orcos.-