Partida Rol por web

Ya XD pero es que no se que dioses (buenos) pueden tener como dominio orgullo y tiempo, es lo que te preguntaba al final.

Te parece bien que me coja mystra y ya esta me parece un dios apropiado apra un teurgo al usar magia arcana.

Marco De Varien Lancea

Marco nacio en Suzail capital de Cormyr entre armas y conjuros, su madre miembro de los Dragones purpura y su padre Mago de guerra, se conocieron en el campo de batalla, de su madre apenas guarda recuerdos propios, pues murió cuando el tenia la joven edad de 4 años, poco sabe de su muerte solo que fue cumpliendo con su deber, su padre le hablaba mucho de ella de lo hermosa que era su amabilidad y su cariño y de los bonitos momentos que pasaron juntos.
Joven se crio entre cuarteles pues su padre a fin de cuentas era un soldado mágico y entre estos se crio.
A la temprana edad de 12 sus capacidades para la magia salieron a la luz, y su padre se emociono mucho con la idea de entrenar a su sucesor, y fue así como el empezó su camino en la especialización de la magia para la batalla.
Gracias a su entrenamiento Marco pasaba mas tiempo con su padre y aunque en el fondo no sentía igual que su padre que su entrenamiento era un gran privilegio para poder formar parte de las defensas de Cormyr, ya que en su interior aparecían dudas sobre el uso de la magia y su función, siguió con este para no romper el nuevo vinculo que se había formado entre ambos.
Un dia cuando Marco ya tenia 16 años su padre fue llamado para una misión antes de que Marco siquiera empezara su entrenamiento matutino, dio por hecho de que se trataba de una misión cualquiera rutinaria pero no era asi al parecer un Dragon negro habia surgido del Gran pantano se trataba por lo que mas tarde escucho un joven adulto que habia decidido salir del pantano y desatar el caos por las tierras, el grupo de magos del que formaba parte su padre habia sido enviado para luchar contra la criatura, pero al parecer esta criatura ya habia desarrollado la resistencia mágica propia de su especie y el combate fue durísimo, en el combate su padre habia sido tomado por las garras del Dragon y mientras este lo desgarraba en las alturas su padre habia liberado su conjuro mas poderoso de forma rápida y sobrepasando las barreras del Dragon lo habia herido dejándolo inconsciente para una caída de varios metros que acabo con la vida de ambos.
A los dos días de la partida de su padre uno de sus compañeros llamo a la puerta de su casa para comunicarle las noticias y entregarle la capa que perteneció a su padre, Marco asistió al entierro envuelto en ella mas no pudo ver a su padre cuyos restos permanecieron en un ataúd cerrado por resultar atrozmente irreconocibles.
Tres días mas tarde Marco tomo las pocas posesiones que le quedaban y se marcho de la ciudad dejando atrás su entrenamiento, había perdido a sus padres a causa de ese reino el no seguiría sus pasos.
Marco camino durante mucho tiempo, sin saber que hacer con su vida y su poder y sus pasos lo llbaron a una humilde ciudad donde se establecia un pequeño templo a Mystra, alli conoció al Padre Tom que le hablo de Mystra y su doctrina. Algo que le embargo, Mystra promovía un uso de la magia para el bien, su estudio y su preservación, y esto lo encandilo, junto al padre Tom aprendió de Mystra a sentir su presencia religiosa y su poder. Hasta que llego el dia en que aquella pequeña iglesia con su biblioteca ya no podían aportarle mas conocimiento, era la hora de salir de nuevo al mundo y descubrir la magia que en este albergaba usando su poder para el bien. Pero antes de partir Tom le dio un último y sabio consejo.
“Marco se que tu poder arcano, te trae un recuerdo muy doloroso, pero no debes dejar su desarrollo mas tiempo atascado, es el regalo que Mystra te ha dado, llevalo adelante y usalo para el bien pues ese es su deseo”.
Aquel dia Marco volvió a ponerse su padre desde que llegara al Templo y decidió que aunque no seria un mago en la batalla para Cormyr, si lo seria para el bien y para su Diosa.

A pesar de que el sol estaba en lo mas alto, el dia era oscuro como garganta de lobo, y sobre sus cabezas, una temible tormenta como pocas se habían visto amenazaba con poner fin a todo cuanto conocían.

El Draco, uno de los barcos mercantes mas grandes y poderosos de Aguas Profundas, se agitaba como una pequeña nuez en las manos de un Dios cruel. El barco se agitaba, saltaba, crujía y amenazaba con romperse a cada nueva ola, a cada nuevo envite. Bajo la escasa luz de los relámpagos y de las lámparas siempre ardientes del Draco, se veían a las pequeñas figuras moverse de un lado para otro con aparente desorden, la cortina de agua torrencial que caía, y el imperante viento, hacían casi imposible ver mas alla de unos escasos metros.

Beomer, el capitán del barco, del cual se decía que por sus venas corría sangre de criaturas marinas, cabalgaba, eludía o esquivaba con maestría las olas que hubieran partido su nave como si de un cascarón se tratase. Había puesto a su mejor hombre en el puesto de vigía, Remulo, el cual había demostrado ver en la mas completa oscuridad y que su oído era capaz de percibir sonidos que ningún humano podría soñar con oír.

El capitán luchaba por hacerse oír y repartir las ordenes entre sus hombres gracias a sus segundos, y pese a tener a la mejor tripulación conocida, esta vez no las tenía todas consigo de poder sacar a sus hombres de esta. Sabía que los pasajeros estaban aterrorizados y mareados, pero ahora no podía preocuparse de eso, le importaba una mierda que el senador le hubiera amenazado si no solucionaba esto, si tymora no le echaba una mano no se tendría que preocupar por nada. Uno de los palos se había roto y había habido suerte de que el daño no hubiera sido mas grave.

Marco observaba como todo aquello que no estaba atado había caído al mar, barrido por las enormes olas que a cada momento recorrían la cubierta del barco. Nunca había sido un hombre ocioso, y no le gustaba quedarse de brazos cruzados mientras otros  solucionaban los problemas, así que había subido a cubierta para ayudar en la medida de lo posible. Estaba empapado, y sentía un frío terrible que le dificultaba cualquier acción,, se pregunto como esos hombres se las apañaban para moverse como lo hacían bajo tales circunstancias. En un momento dado le pareció oír la voz del vigía, aunque no supo lo que le estaba diciendo.

Beomer alzo la vista intentando ver lo que Rémulo le había indicado, debía ser una broma, ya que eso no era posible, pero hacía demasiado tiempo que le conocía y habían pasado demasiadas aventuras juntos para no confiar en el. Ahí estaba, como si la tormenta no le afectase en absoluto.

Marco que estaba al lado del capitán, y no pudo dejar de darse cuenta de la cara de sorpresa del mismo. Siguió la dirección de la vista de Beomer y entonces lo vio, un barco negro, de velas negras estaba surcando el aire, era como si la tormenta no le afectase en lo mas mínimo.  Rémulo seguía diciendo algo en una lengua que marco no conseguía entender. El ruido de la tormenta dificultaba enormemente captar bien lo que decía , ya no solo entenderle, ya que hasta el mismo Beomer parecía tener serios problemas para ello, lo que si se oyó claramente fue la voz asustada de Rémulo.

-          nos han visto. ¡Por las escamas del Gran Draco! ¡Hemos de huir!

Hasta al cabo de un minuto no se dieron cuenta del alcance del aviso de Rémulo, unas figuras humanoides descendieron de forma grácil hasta el barco, como si la noche fuera serena y clara, solo sus ojos rojos como ascuas ardientes y sus garras en lugar de manos hacían ver que no eran humanos, sus movimientos eran rápidos, certeros y mortales. Antes de que se diera cuenta la cubierta era un campo de batalla, aunque a marco le pareció una carnicería, ante el tenía  ala misma muerte y la misma segaba vidas como el payes siega el trigo en la época de cosecha.

Su experiencia le había hecho dado cuenta de varias cosas, y ninguna de ellas le gustó, la primera era que esas criaturas tenían mucha experiencia en batalla y que sabían lo que se hacían, la segunda es que gracias al entrenamiento que había practicado con su padre reconoció cual de ellos era el lider del grupo, y la tercera cosa era el saber que eran esas cosas, eran Vampiros, y muy poderosos .

Se encomendó a su Diosa, a la cual creyó que vería pronto, pero era su deber, debía hacer algo o todos morirían, así que se decidió  a atacar a su lider – Quizás si le elimino  el resto se marchen.  Empezo a murmurar un conjuro que acabara con esa cosa, pero el lo oyó se giro, y por primera vez le vio su demacrado y blanquecino rostro, se dio cuenta de que en algún momento de su existencia había pertenecido a la raza de los elfos, la raza de la luz y de la belleza - ¿Qué puede hacer cambiar asi a una criatura? …

La lucha fue encarnizada, pero para Marco era evidente que sus posibilidades se acababan, su magia no era  capaz de sobrepasar sus defensas mágicas

Se maldijo asi mismo por no estar preparado ¿ pero como podía saber que tendría que enfrentarse a una pesadilla como esta? Entonces se dio cuenta de que ya no había casi nadie que opusiera resistencia, la mayoría había caído y los que no,  estaban deseando que lo hubieran hecho.  Mientras su líder se enfrentaba a el, el resto se estaban llevando a los pasajeros a su nave voladora. Cuando vio a la pequeña Joanna, una niña de unos 50 6 años con la que Marco había trabado amistad, ahora con su cara desencajada por el terror su pelo negro largo y rizado ahora se le pegaba al rostro a causa de la lluvia torrencial que caía. A pesar del ruido de la tormenta podía escuchar de forma clara los gritos y sollozos de la niña. Se preguntó si sería imaginación suya, o es que había establecido algún tipo de conexión con ella, o un mensaje de su diosa.

Marco tomo una resolución, que se hiciera la voluntad de la señora de los misterios, el por su parte iba a salvarla aunque le costase la vida.

Concent todo su poder y esperanza en un último conjuro. Cuando acabo de pronunciar las palabras del conjuro, las risas de sus atacantes cesaron de pronto, esta vez si que había conseguido penetrar sus defensas mágicas, aprovechando el momento de desconcierto que se había provocado, corrió hacia la niña, y cuando la hubo agarrado se lanzo al mar.

La fría agua del mar le causaba punzadas de dolor, y el mar le zarandeaba y alejaba del barco. Sorbos de agua salada entraban en su garganta ey en la de  Joanna provocándole arcadas, Joanna estaba cogiendo un peligroso tono azulado, asi que sin pensarlo se saco un medallón y se lo puso alrededor del cuello de la pequeña. El medallón brilló con intensidad y mientras luchaba por no perder la conciencia, lo que sería causa segura de su muerte, pensó en la última maldición que le había lanzado esa criatura del averno, y como su carne empezó a quemarle.

…Oscuridad…..frio…..Dolor….- No debo soltar a Joanna –dijo agarrando con fuerza el vestido de ella…

Cuando recobro la conciencia y abrió los ojos vió que estaba en una habitación de paredes blancas y muy iluminada, el estaba acostado en una cama y a pesar de la cantidad de mantas que le cubrían tenía frio y se sentía cansado, pero una pregunta vino a su mente ¿ como había llegado hasta aquí?  ¿Dónde estaba?

Solo le vinieron a la mente imágenes inconexas de una barca y de unos pescadores,  luego un hombre que le vino a ver alguien importante un tal Anthorek, que le dijo que volvería a venir a verle ¿ cuanto hacía de eso?

Se incorporo en la cama, aunque el frio y el cansancio le instaban a quedarse entre las mantas. Tenia preguntas que resolver, la imagen de la pequeña vino a su mente, ¿donde estaría ella? ¿habría conseguido salvarla?.
Con una de las mantas sobre su cuerpo se levanto tambaleante en busca de la puerta y de las personas que habrían de aclarar sus dudas.

Cuando estaba saliendo por la puerta una voz femenina le interrumpio.

- Veo que opor fin os habéis despertado, auqneu sois un imprudente, en el estado que estáis no deberíais levantaros . -Era una matrona, mujer ya entrada en años, y por su aspecto era evidente que había visto de todo

Mi estado es algo de lo que ya me preocupare mas tarde, dice con voz solemne Ahora lo que me preocupa es saber donde me encuentro y como llegue aquí, y lo mas importante, saber como se encuentra la pequeña, por favor añade un intento de sonrisa al final.

-   Se encuentra en Aguas Profundas, en uno de las casas de salud que hay en la ciudad. Lo que encontraron unos pescadores, respecto a la niña bueno, digamos que esta viva. La magia que la protegía era fuerte, pero aún no entendemos como no perecieron los dos, en fin es una suerte.

-   No se como decírselo, su hija  no habla, no sabemos si es un problema que ya tenía de antes, aparte de que siento un miedo, no mas bien terror a la oscuridad, literalmente la hemos encontrado temblando de miedo.

Suerte...
So voz suena como si no estuviera deacuerdo, mira a la matrona.
Por favor me podria traer algo de ropa sencilla, voy a ir a verla.
Y sin esperar la respuesta extiende la manta que tenia en los hombros por el suelo y se sienta sobre ella dispuesto a rezar a su Diosa.
Mi señora, ni siquiera se cuanto tiempo ha pasado, espero haber obrado bien, parece que Joanna esta bien pero ambos hemos salido mal parados, prestame tu poder para curar nuestras heridas fisicas...

Los rezos continuan sabiendo que, aunque podría curar las heridas de la niña no sabría como enfrentarse al terror que la pesadilla que habían vivido había implantado en ella.

A medida que Marco se imbuía en su meditación, empezó a notar la presencia de su Diosa, y como esta le llenaba con su poder, ni siquiera noto la presencia de la matrona cuando esta volvió.  Cuando salió de sus oraciones se notaba ungido con el poder de la señora de los misterios, y ahi delante suyo estaba la matrona con su ropa

Sonríe levantándose tras las plegarias mientras uno de los sanares restaura su cuerpo fatigado.
Muchas gracias, toma sus ropas y comienza a vestirse sin problemas de pudor alguno, aquella mujer ya habría visto todo lo que había que ver.
Bueno, donde se encuentra la pequeña Joanna, quisiera verla.
Su aspecto ahora es distinto mientras se hecha el pelo hacia atrás, mas energético y dinámico.

- Venid conmigo. –dijo la mujer. – La mujer os llevo hasta una pequeña y austera habitación en la que solo había una cama y un pequeño baul para guardar los enseres personales. Sobre la cama acurrucada había una niña asustada de enormes y cándidos ojos, que rehuía de la enfermera que le quería dar de comer. Cuando la niña vio a Marco, saltó de la cama y se abrazó a el como si la vida le fuera ello, y empezó a llorar

Toma cariñosamente a la niña abrazándola susurrándole de manera tranquilizadora mientras deja que se desahogue llorando.
Tranquila... ya paso...
Mientras que un par de la grimas bajan por sus respectivas mejillas , al sentir el alivio de ver por fin a la niña sana y salva.
Cuando por fin la niña se calma un poco la levanta llevándola de vuelta a la cama donde se sienta con ella.