Partida Rol por web

- Quedate y te enseñare algunas cosas que jamas has imaginado que se podían hacer -Dijo guiñandole un ojo a Yal

Absorto como estaba en la sirena, apenas presto atención al gigantón que, aunque un tanto sorprendido por conocer mi nombre, no es lo es tanto como esta maravillosa muchachita.

Así, cuando deciden abandonar la estancia, muevo la mano despidiéndome esta bien, esta bien. Yo me quedaré aquí disfrutando de la cortesía de la dama. Cuando acabeis, si no estoy aquí id a buscarme al consejo, que estaré allí.......aunque no demasiado pronto, jijiji

Con un nuevo salto, vuelvo a tirarme a la piscina, sin prestar demasiada atención a las posibles salpicaduras que puedan molestar a los clientes. Una vez en el agua, la vuelvo a golpear con las palmas, mirando a la sirena

¡plas, plas! ¿cómo me ibas a ayudar?, jijiji, te aviso que yo tengo mucha imaginación digo con una amplia sonrisa.

Al ver cómo la bella sirena se acerca, se me olvida por un momento seguir agitando los brazos y piernas, hundiéndome y tragando algo de agua. Despertando de esa situación, saco rápido la cabeza del agua Por el amor de Olidammara, a este paso me voy a ahogar antes de descubrir nada, jijiiji

¿Su pregunta respondida? Nada de eso, sólo había aclarado la mitad de la cuestión y, para colmo, achacándolo a simples pesadillas.
Pero Cedric se mantuvo en silencio sin interrumpir a aquel hombre que parecía desvariar según el momento de la frase. Lo mismo reía que tornaba a mostrar el rostro serio, pero al explorador no le importaba nada de aquello, tan solo sus palabras y el significado escondido tras ellas.

Finalmente ocurrió. ¿Un desliz? ¿O tal vez era provocado para llamar su atención? Fuese cual fuese el motivo, ese extraño se había equivocado al utilizarlo.
Demasiado frescas permanecían aún, en la mente del explorador, las argucias y trampas que les habían acechado no mucho tiempo atrás. Ni las muertes que habían sido provocadas con ellas.
Tenía suerte de seguir aún vivo, lo sabía muy bien, y pretendía seguir estándolo.
Si algo había aprendido en la tumba de Acerak es que no podía bajarse la guardia en ningún momento, pues tras cada imagen, cada ruido, cada objeto insignificante, podía esconderse una trampa mortal. Eso le había transformado, y ahora era bastante más cuidadoso......aunque paranoico describiría un tanto mejor su actitud.

Olvidada quedaba ya la tarea de colocarse bien la ropa, pues sus manos se encontraron ocupadas en cuanto aquel individuo le dió la espalda.
Como si de un acto de magia se tratara, sus manos aferraron en menos de un segundo sus espadas....unas cimitarras que había recibido, como regalo de los elfos con quien se había criado, en su camino de regreso a Aguas Profundas.
Un brillo mortal se desprendía de ellas. Quizá una muestra de ansiedad de ser usadas.....por suerte, era Cedric quien mandaba sobre ellas, y no al revés.

Les confiaría mi vida - respondió a la pregunta que le había susurrado el hombre - cosa que no puedo decir de tí. No sé qué te traes entre manos, pero tus palabras suenan falsas a mis oídos.....subterfugios simples en los cuales sólo caería un niño o un incauto.

Poco le importaba haber llamado la atención del resto del local. Ni siquiera el cómo correría el rumor de los actos del hijo del capitán de la Guardia.....tan solo le importaba conseguir respuestas, y no iría a ningún lado hasta haberlas recibido.

¿Preguntas si he tenido pesadillas? - un gran cambio estaba ocurriendo en el rostro de Cedric, pues una sonrisa, que no tenía nada de alegre, acababa de curvar sus labios. Esto le confería unos rasgos levemente siniestros - Claro que las he tenido, pero por desgracia estas surgieron cuando no estaba dormido.
Dices que mi nombre te ha sido revelado en mis sueños, pero pareces haber olvidado mencionar dónde escuchaste el de mis amigos......y el de Acerak. Sí, me he dado cuenta de que has estado a punto de pronunciarlo. ¿Acaso te envía él? ¿Eres otro de sus lacayos que ha venido a terminar el trabajo? Pues déjame decirte que no te será sencillo conseguirlo.

Sus piernas se flexionaron para bajar el punto de gravedad y así conseguir un mayor equilibrio. Las hojas de sus espadas habían comenzado un movimiento suave y de una cadencia conseguida únicamente a través de años de entrenamiento.
Su sonrisa se ensanchó......ya estaba dispuesto, aunque el lugar no fuese el más idóneo para poder desplegar todas sus habilidades.

¡Date la vuelta! ¡Muestra nuevamente tu rostro!......O mejor dicho, muestra tu verdadero rostro - sentenció Cedric. Sólo necesitaba un gesto, un murmullo, cualquier cosa que considerase un peligro y la danza comenzaría.

El barbudo levantó su mano, tratando de calmar al imprudente soldado. Era evidente que la imagen que había escogido no era precisamente útil a la hora de repartir confianza.

El erudito se volvió nuevamente, de frente hacia Cedric hijo. Su rostro, denotaba cierto temor al ver la gran habilidad en manos del guerrero. Cobardemente, dio un paso atrás, con temor, pero al mismo tiempo con movimientos medidos, frutos de un gran entrenamiento.

La situación toda era completamente ridícula. El hombre, enorme, retrocediendo cobarde ante las espadas de Cedric. El guardia, impulsivo, amenazante. Y las palabras, surgiendo entre la espesa barba...

Eh! Calma!...Controle a su hijo, por favor Anthorek! Dijo mirando hacia el padre, tan sorprendido como él. Palabras sabias y misteriosas primero. Palabras cobardes, ahora, ante la amenaza del peligro.

Si es cierto que confías en ellos, entonces de acuerdo! Pueden seguirnos. Esta vez, el giganton retrocedio, paso a paso, sin dar la espalda a su ofensivo oponente.

Como es posible que actue asi! Acaso va a matar a quien puede darl....Porque me amenazas? Matarías a quien puede darte respuestas?...Tenia que ser un militar...uffff...claro...

Sobre su hombro, el blanco hamster observa la situación, y se aferra con sus zarpas a la tela. En unos segundos, corre por la gruesa espalda, hasta alcanzar el suelo. El pelaje del roedor, se oscurece un poco, y la figura se transforma levemente en la de un pequeño cachorro de lobo.

Palabras falsas? Solo te he hablado con la verdad! Pero te repito que no creo que sea éste un buen lugar...si me acompañan, os contaré mucho más. Pero ya baja tu arma, guerrero!

El soldado, todo lo contrario, comienza a danzar extrañamente, girando y moviendo las gemelas cuchillas de izquierda a derecha.

Cita :

Soy un adivino. Yo......se cosas. Susurra. El ambiente, no podría estar más tenso en la lujosa posada.

Viendo que no podrá calmar al impulsivo guerrero, el hombre se frota la barba, y tratando de mostrarse amistoso, explica.

No solo soy adivino. Soy un estudioso de los senderos del destino, noble guerrero. Te ruego que enfundes tus armas, yo no he desenfundado las mías. Sus manos, descienden ahora lentamente y señalan dos fundas, una de las cuales permanecía oculta bajo la fina capa de seda.

Si te tranquilizas, obtendrás mucho más de mi, te lo aseguro. Y yo podré lograr las respuestas que también busco....

Ven, ven aquí Yal, si Cedrik confía en ti, tendrás que dejar a las hermosas sirenas para más tarde y venir con nosotros...Además, necesitamos que traigas el papiro...
El extraño humano, arrojaba de esa manera, otra sombría luz sobre aquellos que lo desconocían por completo.

Si vamos a tratarnos con tanta descortesía, todos debemos aportar algo. Yo estoy interesado en que me cuentes sobre cierto mago que los trajo hasta mi, y que les entregó el mensaje. Cedric nos contará sobre Acerak, de quien no se absolutamente nada! Susurró las ultimas palabras mirando fijamente al danzante guerrero. Estoy seguro de que tu podrás ilustrarnos mucho más al respecto....

Y yo les explicaré quien soy realmente, y porque los estaba esperando...Pero por favor, dejen de hacer un espectáculo y vamos a mi habitación! Vamos a terminar presos por vuestra culpa Jojo.....sonríe mirando a los dos guardias, padre e hijo.

Sin decir más, enfila hacia las escaleras ascendentes. En ningún momento les da la espaldas a los cinco recién llegados, y al llegar al primer escalón, agrega.
Ya me han obligado a revelar más de lo que deseaba en este lugar concurrido. El conocimiento de un adivino no suele ser gratuito...

Ella llevo uno de sus suaves y húmedos dedos hasta el rostro de el,  apartándole el pelo y de ese modo  verle mejor el rostro. Contemplaba los esfuerzos de el por mantenerse a flote, ella se deslizo por el agua de forma juguetona, lo mismo que una danzarina ejecutaría una elegante coreografía, y aparecer a su espalda, y salpicarle de forma graciosa con el agua. Una risa que podría derretir al corazón mas frio salió de sus labios . luego acercándose a el le susurro al oído – Aquí hay mucha gente ¿ Por que no vamos a un sitio mas tranquilo?

Sin ni siquiera mirar al barbudo hombretón, muevo la mano mientras asiento, mirando fijamente a la sirena

Si, si, id yendo. Yo iré en un rato. Tengo entumecidos los músculos y necesito estos momentos de relax, jijijiji

Dejándome llevar, me agarro al espectacular torso de la sirena mientras mi imaginación vuela

¿tú vives bajo el agua? ¿y cómo sujetas los muebles al suelo? jijijiji

Algo no cuadraba en toda aquella escena, o al menos eso le parecía a Cedric pues, cuando miraba al hombre que tenía delante, no encontraba más que contradicciones en él.
Por un lado veía y escuchaba el temor del individuo ante sus espadas, pero había algo en su forma de moverse que parecía indicar que era más peligroso de lo que aparentaba.
No, sin duda algo estaba mal. Un hombre de esa estatura seguramente se había visto envuelto, con frecuencia, en bastantes trifulcas......nunca faltaba el típico bravucón que pretende demostrar ser el más fuerte, y no cabía duda de que el supuesto "adivino" era un objetivo bastante fácil de encontrar.

Entonces ¿por qué retrocedía? ¿Acaso quería llevarle a su terreno? Sí, seguramente era así, pero quizá también había visto en los ojos del explorador que no era de los que derraman sangre alegremente.
Cedric no podía negar que le atraía la promesa de respuestas. Justamente al contrario que perseguir, escaleras arriba, a aquel hombre con las espadas enarboladas preso por la furia.
Sus manos fueron frenando sus movimientos lentamente, al tiempo que se erguía en toda su estatura....el momento de entablar combate había pasado, al menos por el momento.

Rogan - habló el joven Anthorek en dirección a su amigo - ¿puedes encargarte de que Yal no se meta en problemas y traerle cuanto antes?

Enfundó sus cimitarras y comenzó a caminar hacia las escaleras, pero no lo hacía de modo descuidado, sino que se encontraba preparado para reaccionar a la menor señal de peligro.
Grok - llamó al segundo de sus compañeros - te agradecería que me acompañaras. Tú también estuviste allí y, sin duda, podrás ayudarme a desvelar las incógnitas que ese desconocido presenta.

Cuando ya había ascendido un par de escalones, pareció darse cuenta de la otra figura que se encontraba abajo. Su padre le había acompañado hasta allí y se había encontrado con una situación que seguramente no esperaba.
Pero el capitán de la guardia ya tenía suficientes cosas en la cabeza como para preocuparle con otras. Era mejor mantenerle al margen.

En seguida vuelvo - le indicó a su padre - ¿Por qué no comes algo mientras regreso?

Era una pregunta, pero tampoco esperaba una respuesta. Se giró y continuó su ascenso en pos del desconocido.

- Esta bien, aunque no creo que le guste, parece estar pasándolo realmente bien con esa sirena -Dijo divertido. - No te preocupes, voya  buscarle y vuelvo enseguida. -Rogan se dió la vuelta y empezó a descender las escaleras

- Quizás sea mejor que vayamos a algún sitio mas intimo, no sabemos quien puede estar escuchandonos, y como ignoro de que quiere hablarnos prefiero hacerlo en un sitio mas intimo

- En ese caso decidme donde vais a estar para que Yal y yo podamos reunirnos con vosotros. 

- Aqui hay demasiada gente ¿Por que no buscamos un sitio mas íntimo? -Ella dejo que el siguiera abrazándola, le miro a los ojos y tras sonreir un momento le beso, fué algo rápido, como el adelanto de lo que le esperaba, y deslizando su mano hasta las partes pudentas de Yalashad. - Parece que te alegras de estar conmigo 

El velludo humano, de frente hacia quienes demandaban sus respuestas, escucha atento las propuestas que Cedric les hace a Grok y a Rogan. Cuando parecen ponerse de acuerdo, se dirige a Rogan, quien parece dispuesto a permanecer en el estanque de agua custodiando al mediano.
Estaremos en mi habitación. Esperen entonces aquí, pues no tardaremos mucho en regresar.
Sin quitar los ojos del impulsivo guardia de Aguasprofundas, comienza a subir las escaleras hasta el segundo piso.
Una vez allí, utiliza la llave que mostrara anteriormente, abriendo la puerta de la lujosa habitación.

Ven, pasa amigo, y deja afuera tus dudas sobre este pobre estudioso. dice al tiempo que toma asiento sobre una hermosa cama cubierta de sedas y almohadones de pluma.

El pequeño lobito, quien había correteado entre las piernas del barbudo amo, se alza en sus patas traseras, apoyándose en la falda del enorme humano.
Éste lo alza entonces hasta su falda, y viendo a Grok y a Cedric entrando al fin, aunque con desconfianza, se levanta nuevamente, y dirigiéndose a la ventana la abre de par en par dejando al cachorro en el alfeizar.

Quédate aquí Cartucho, quizás veas a un hombre con un lobo enorme llegando a la posada...
El lobizon, al correr por el pequeño reborde exterior de la ventana, se aleja demasiado de su amo, regresando entonces a su forma normal de hamster, blanco como la luna.

El cachorro de lobo, se aleja entonces trotando por el reborde externo de la ventana.
Su amo, se vuelve nuevamente hacia Grok y Cedric, quienes desconfiados le observan con frialdad.
Bien, al fin tenemos algo de privacidad para lo que debemos contarnos. Es una pena que el pequeño Yal no se haya resistido a las bellas sirenas... dice con voz grabe el gigantón. Al mismo tiempo, su cuerpo parece encogerse unos centímetros, y su rostro regresa a su forma real. Ahora si, las finas ropas dignas de un noble o un rico comerciante, parecen más acorde con quien las viste. El joven, que tendrá aproximadamente poco más de treinta años, lleva el mentón completamente afeitado, un cabello corto y castaño, y unos ojos chispeantes entristecidos tan solo por las enormes ojeras, delatando sus largas horas de vigilia y estudio a la luz de las velas.
La voz, continua hablando, ésta vez sin la extraña y grabe tonada, a la cual ni siquiera el mago estaba acostumbrado.
...en verdad es una pena, ya que éste hubiera sido un buen lugar para estudiar el pergamino que porta.
El erudito hace una reverencia quitándose un lujoso sombrero que acaba de aparecer en su cabeza como parte de la transformación, y regresa a la confortable cama.

Les cedo el placer de preguntar primero, Grok...joven Anthorek....Pero les advierto que la ciencia de la adivinación, no es una ciencia exacta, y numerosas veces, trae más dudas que respuestas.
Respecto a Acerak, no se nada sobre él. Mis visiones solo me han traído hasta ustedes, y al parecer, siendo que saben mucho más de él que yo mismo, no estaban tan erradas. Espero que aclaremos nuestras dudas. Luego podremos ir a buscar el pergamino, si es que Yal ya ha saciado su lujuria. El consejo tendrá que aguardar por nosotros.
El mago, hace una pausa observando la reacción de sus huéspedes.
Solo hay algo que no les he contado aun, susurra ahora el adivino, recordando con dolor a los jóvenes aprendices, y es simplemente porque no ha sido realizada la pregunta correcta.

Pese a las dudas que aún dominaban la razón de Cedric, este entró en la habitación del desconocidos, con Grok por única y suficiente compañía.
Si había algún peligro y aquel hombre intentaba algo, no podría con ellos dos juntos, por muy poderoso que fuera......a no ser que fuese algún engaño por parte de Acerak. Si era así, el futuro próximo era una verdadera incógnita.

Podrías comenzar por revelar tu nombre - pidió el explorador, el cual había lanzado una mirada rápida a toda la habitación, para conocer el entorno, pero permació de pie junto a la puerta.

Esperó a que el hombre dejara de "jugar" con su mascota, la cual se mostraba ahora diferente que la primera vez que la había visto.
No tenía dudas de que aquel hombre era algo más que un estudioso, o mejor debería decir que lo era de una materia que le era bien conocida a Cedric.
Demasiadas semejanzas con el amigo perdido en la tumba.

Entonces el hombre sufrió un cambio de apariencia y ya no le cupo ninguna duda de las artes que manejaba, pero no había razón para profundizar en eso por el momento, sino en las palabras que había referido.

Y por lo que a mí respecta - continuó el explorador - no tengo ningún conocimiento al respecto de ningún consejo. Estoy en Aguas Profundas porque es donde vivo, no por haber sido llamado para nada en especial.

Lo se, lo se...quizás yo pueda ilustrarte algo sobre ese asunto. Dice el mago. Aunque seguramente, sea Grok la persona indicada para hacerlo, ya que fue a él a quien enviaron como mensajero y no a mi.
El mago, observa un instante al compañero de Cedric, como juzgándolo antes de continuar.
Mi nombre es Malkar. Se presenta al fin, volviendo la vista al famoso guardia.
Y ya que ahora me toca preguntar a mi, intentaré borrar algunas de sus dudas joven Anthorek.
Volviéndose a Grok, pregunta entonces...
Cuéntale a Cedric la misión que les encomendaron, háblale sobre mi colega arcano, y revelale lo que sepas acerca del pergamino...
Intuyo que no lo han leído aun verdad?
El erudito, esperando entonces las aclaratorias palabras, abre una cartera que lleva a la cintura, y tras observar su interior, frunce el ceño y espera la respuesta de Grok antes de continuar...

jijii, ¿y a dónde me vas a llevar? digo mientras mis manos van subiendo por los costados de la sirena