Partida Rol por web

Michael giró rápidamente la cabeza, extrañado. Por un momento, estuvo tentado de preguntar algo al grupo... pero se contuvo a tiempo. No quería distraerlos de su cometido. Se acercó hacia una de las ventanas para observar el exterior.

Se acercó despacio a la ventana más próxima para tratar de ver si podía distinguir a alguien fuera. Había olvidado por completo que había habido desapariciones. ¿Sería casualidad que de pronto esa mujer estuviera ahí, o había algo más siniestro en todo aquello? ¿Y por qué necesitaría ayuda?

Puedes ver como a unos cincuenta metros hay una mujer que avanza trastabillando en dirección a la granja. Cuando levanta la cabeza puedes ver que tiene la cara llena de sangre. Evidentemente está herida. De nuevo vuelve a pedir ayuda.

-¡Por favor, ayudenme!¡Socorrooo!

Michael miraba por la ventana, y su gesto no era nada agradable.

- Joder... -murmuró.

Negó con la cabeza y volvió a su sitio, junto al grupo que continuaba con su letanía.

Concentrado estaba recitando los cánticos cuando unas gotas caen encima de mi cabeza.

¡¡Ácido!! y quema como un demonio, nunca mejor dicho.

- Ahhh. - digo llevándome las manos a la cabeza. La puta que lo parió. Maldito hijoputa de bicho.

Cuando al final consigo reponerme vuelvo a recitar los cánticos. Tan sólo espero que no sea demasiado tarde.

Al oir el exabrupto de Michael y las exclamaciones del profesor y su piel palideció. Algo pasaba o el policia no estaría mirando por la ventana. Tan solo esperaba que fuese lo que fuese pudiesen terminar antes con lo que estaban haciendo.

¿Cuanto faltará?...No mucho espero

Al cabo de unos minutos todos lo podéis oir claramente. Una mujer fuera de la casa esta pidiendo ayuda. Os acordais todos de la mujer que desapareció hace un par de noches del pueblo. Se acerca a la ventana por la que ha mirado el agente Parker, os mira suplicante mientras pide ayuda. LA cara esta manchada de sangre, claramente se encuentra herida.

-¡Por favor, ayudadme!¡Me va a matar!

Michael no lo dudó un sólo instante. Se dirigió a la ventana mientras se volvía hacia sus compañeros.

- Ustedes sigan -dijo con voz firme-. No se detengan pase lo que pase. Tenemos que acabar o todo se irá al carajo...

Llegó hasta la ventana, pero sin acercarse demasiado a ella, y habló a la mujer que estaba fuera.

- ¿Qué le ha pasado, señora? No se preocupe, enseguida saldré para ayudarla...

Se sentía estúpido diciendo eso. Sabía muy bien lo que ocurría, pero no podía arriesgarse a dejar entrar a aquella mujer para que todo se arruinase justo en la línea de meta, y tampoco podía salir para ayudarla. La única salvación era terminar cuanto antes el ritual. Tenía que ganar tiempo.

-¡Dejeme entrar! ¡Si nos atrapa aquí nos matará!-dijo la mujer poniendo las manos en el cristal desesperada.

Alexander tenía la moral completamente arruinada. Allí seguía él, entonando un texto pagano para expulsar a una criatura aún más extraña, mientras una mujer pedía auxilio. Y él sentado, sin hacer nada para ayudarla.

Qué clase de sacerdote soy. ¿Siempre me he comportado así?

- ¿De qué está hablando, señora? ¿Quién o qué nos atrapará? -exclamó Michael por encima de la letanía.

Sabía perfectamente a qué se refería la mujer, pero quería oírselo decir. Tal vez ella les pudiera dar alguna pista más sobre a qué se enfrentaban. De ese modo quizá, y sólo quizá, pudieran hacer algo en caso de que irrumpiera en la sala.

Michael tragó saliva, comprobó que tenía el revólver dispuesto, y esperó una respuesta.

La mujer empezó a dar golpes contra la ventana y a gritar desesperada.

Sybill no pudo aguantar más. Desde que la mujer había hecho su aparición había una idea en su cabeza. Una idea absurda como todo lo que estaba pasando ¿Podría la criatura "controlar" a la gente? Además esa mujer llevaba desaparecida dos días...y lo más importante...

Tras unos segundos que se la hicieron eternos, Sybill decidió parar el cántico para dar una única frase de advertencia contra aquella mujer, fijandose muy bien que sus compañeros siguiesen con la macabra des-invocación.

Michael...eso está arriba y dentro-murmuró para volver rapidamente a centrarse en su tarea

Así era, aquel ser estaba dentro, había provocado una especie de terremoto, les había volvado ácido encima...¿Cómo iba a estar fuera a la vez atacando a alguién?

Michael escuchó la frase de Sybill y tragó saliva. Una parte de él era consciente de eso, y estaba deseando dar cobijo a esa mujer... pero por otro lado, sabía que era tremendamente arriesgado.

- No sabemos de lo que es capaz esa cosa, Sybill -dijo Michael sin dejar de vigilar a la mujer a través del cristal.

Sentía un acceso de náuseas al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Pero si dejaba entrar a esa mujer y la criatura de algún modo se las había ingeniado para apoderarse de su cuerpo, o había salido del desván y estaba fuera esperando la ocasión de caer sobre ellos...

Una gota de sudor frío resbaló por su sien.

Concentrado estaba con la letanía cuando de repente oigo un ruido fuera de la casa.

- Por todos los Dioses Agente Parker. - le digo. Haga callar a esa mujer de una puñetera vez y sobre todo que no entre ni Dios en esta puta casa.

Dicho esto vuelvo a recitar la letanía siguiendo al Padre Alexander que por el momento es el único que mantiene la concentración.

Alexander no se inmutó. Siguió con su letanía, apenas se fijó en nada de lo que ocurría a su alrededor. Apartó su conciencia a un lado para seguir con aquella blasfema pantomima en la que se estaba convirtiendo el ritual.

Os dais cuenta de que la mujer no solo está herida. Podeis ver como las heridas supuran sangre del cuerpo hinchado mientras grita junto a la ventana y la golpea con los puños. Parece como si el cuerpo reanimado de Maggie hubiese vuelto para entrar en la casa.

La mujer golpea la ventana enfurecida y desesperada mientras grita tratando de entrar.