Partida Rol por web

El profesor Rogers y el policía se dirigieron a la universidad de nuevo. Parecía que el director de la universidad era un hombre con una agenda complicada pero debía tratar de encontrarlo. El podría tener un libro que diera algo mas de información al asunto que se traían entre manos, aunque parecía difícil de creer. Al fin y al cabo lo que fuera que estuviese pasando en aquella granja no parecía real y no había sido mucha la información que habían encontrado en los otros libros.

La universidad estaba en el centro y no tardaron mucho en llegar hasta ella.

Michael se alegró de estar por fin en camino hacia un nuevo paso en esa historia. Tenía ganas de enfrentarse cuanto antes al peligro, como le pasaba cuando sabía que había un delincuente en una casa. La espera era peor que el propio peligro.

- Bien, ya estamos aquí -dijo-. ¿Tiene algún plan para que el buen Dr. Armitage colabore por las buenas?

- Si, claro. - le digo. Lo primero localizarlo y después hablar de nuestro conocido en común, Rupert, para ver si le puedo tocar la fibra sensible.

- A partir de ahí supongo que iré improvisando un poco.

Al entrar de nuevo estaba la recepcionista. Con una sonrisa os saludó cuando os acercasteis al mostrador.

- Saludos señorita. - le digo dedicándole una cálida sonrisa. Soy el Profesor Steve Rogers de la Universidad de Boston. Me acompaña el Agente Parker. - añado señalando con la mano al policía.

- Querríamos ver al Dr. Armitage.

-¿Al Doctor Armitage?-Pregunta con voz incredula- Me temo que es imposible. Puedo concertarles una cita con el si ustedes quieren-se ofrece.

La negativa no sorprendió demasiado a Michael, aunque si lo irritó un poco. "Dios... ¿por qué tiene que ser todo tan complicado en este asunto?", pensó.

- ¿Cómo es que no podemos verle, señorita? -preguntó con tono hastiado-. ¿Es que está tan ocupado que no puede recibir a un agente de la policía de Boston?

Aquello siempre solía dar resultado, aunque puede que un hombre como Armitage no se amedrentase demasiado. Además, no es que el asunto fuera poco importante, así que tampoco se sentía mal por recurrir a su as en la manga.

Sonrío ante las palabras del Agente Parker.

- Veamos como sales de esta. - pienso.

Oh-exclama visiblemente nerviosa por el tono del policía- no quiero decir que no pueda verles, no puede verles ahora. El Doctor Armitage salió esta mañana hacia una excavación, cerca de Maine. Últimamente se interesa mucho por las excavaciones y allazgos arqueologicos, volvera dentro de 4 días contando hoy. Si quieren les puedo dar cita para cuando regrese...-sugirió la mujer.

- En verdad estamos buscando un libro de los que sacó recientemente de la Biblioteca. - le digo a la secretaria. Es en relación a una investigación en curso que está llevando a cabo el Agente y en la que estoy colaborando como entendido.

Tras esto hago una pequeña pausa para proseguir. ¿Sería usted tan amable de abrirnos su despacho para poder coger el libro? - le pregunto enarcando una ceja.

Uy, verá-dijo la mujer nerviosa tratando de disculparse- me temo que eso no es posible. Es decir, la universidad colabora con la policia por supuesto pero para ello antes debería enviarle un telegrama al director o si no deberán tener una orden, si no yo no puedo dejarles acceder al material de estudios del doctor...-dijo la mujer bajando la mirada como si se sintiera culpable por no poder ayudar.

Michael torció el gesto. La verdad era que, en eso, la mujer estaba en lo cierto. No podían simplemente entrar por las buenas en el despacho del doctor Armitage, por muy agente de policía que él fuera. Y para pedir una orden tendrían que dar mil explicaciones, aguantar todo el rollo burocrático y perder un tiempo precioso.

- ¿Y no hay ninguna manera más rápida de localizar al doctor? -preguntó-. Un número de teléfono, o algo parecido...

Aunque si aquél tipo estaba en una excavación, iba a ser difícil que tuviera un teléfono a mano.

No nos dio ningún tipo de teléfono, creo que la excavación será al aire libre pero dejó esta dirección postal para que le enviásemos cualquier mensaje-dijo la mujer enseñandoos un papel con una dirección en Maine- de todas formas, si no es molestia, ¿que ha ocurrido para que necesiten la colaboración del director?

- Realmente no es la colaboración del Doctor Armitage lo que necesitamos sino uno de los libros que cogió de la Biblioteca. - respondo a la secretaria.

Oh vaya-dijo la mujer sin entender muy bien- Pues me temo que hasta que no vuelva no podemos hacer nada. De todas formas estoy seguro de que si le envían un telegrama les responderá gustoso lo antes posible. No es la primera vez que el director se pone a disposición de la policía-se queda unos segundos en silencio como debatiéndose consigo misma pero al final la curiosidad la venció- Oigan... ¿se puede saber que es lo que ha ocurrido?

Michael se movió la gorra de policía, incómodo. Aquello tenía visos de durar más de lo previsto, y por si fuera poco, aquella señorita se ponía a curiosear sobre un asunto del que era mejor que no supiera nada.

- Discúlpenos un momento -dijo, tomando del brazo al profesor y alejándose un poco.

Cuando estuvieron apartados, habló en voz baja para que sólo su compañero pudiera oírle.

- ¿Qué hacemos? ¿Mandamos ese telegrama o pedimos una orden de registro? Aunque para eso habría que hablar con un juez y explicar qué demonios hacemos aquí... Quizá sería mejor que intentásemos colarnos, o algo parecido.

Michael no habría propuesto jamás algo así... antes de que un engendro demoníaco hubiera intentado devorarles en el sótano de una casa abandonada. Pero ahora la situación era muy distinta y lo que estaba dispuesto a hacer también.

- Entretengala. - respondo al Agente Parker. Haga que se centre en usted y que esté de espaldas al despacho. - añado.

- Y si puede llevársela lejos de aquí mejor.

A Michael le sorprendió un poco aquella respuesta, pero decidió que el asunto era demasiado importante como para pensar en posibles denuncias posteriores por robo. Se encogió de hombros y miró al profesor.

- Más vale que se dé prisa... -dijo.

Luego se dio la vuelta y volvió a dirigirse a la mujer.

- Veamos, señorita -empezó con tono oficial-. Hemos recibido algún soplo de que hay individuos que planean irrumpir en el despacho del doctor Armitage para robar objetos de valor. Le ruego que me acompañe para poder darle unas nociones de seguridad que usted misma podrá aplicar hasta que el doctor vuelva y podamos hablar directamente con él.

Se inclinó y habló con toda la intensidad de que fue capaz.

- Estoy seguro de que su jefe se disgustará mucho con usted si los ladrones actúan durante su ausencia y se entera de que usted no ha puesto todo de su parte para evitarlo...

Oh, pero tenemos personal de seguridad en la universidad. Hay varios guardias de seguridad y es con ellos con quien debería hablar, yo no estoy aqui por las noches señor agente-dijo la mujer, aunque parecía sentirse algo culpable por ello- de todas formas si es así avisaré lo antes posible al director para que vuelva lo antes posible o me diga que debo hacer con sus libros. Espero que no pase nada antes de que me responda...-dijo la mujer algo asustada.

Michael no se inmutó ante aquellas palabras.

- Entiendo lo que dice, señorita -dijo con solemnidad-, pero sin duda parte de su trabajo es mantener la integridad del despacho del doctor Armitage y será usted la que esté más tiempo cerca de esta sala. No dude que hablaré con el personal de seguridad también, pero aún así me gustaría darle algunas indicaciones.

Le hizo un gesto para que lo siguiera.

- Acompáñeme un momento -pidió con serenidad pero con firmeza-. No tardaré más que un par de minutos y no dude que me encargaré de que el doctor sepa lo dispuesta que ha estado a colaborar con nosotros en todo momento.