Partida Rol por web

Escucha con atención todo lo que explican los líderes del Clan y las familias que lo forman. Se queda pensativa durante unos instantes ya que hay cosas que no las ve demasiado claras. Algunas de ellas, no pueden llevarlas a cabo inmediatamente. ¿No deberían estudiar el terreno? ¿Las guardias del clan enemigo? ¿Los puntos débiles del perímetro defensivo? ¿Vías de escape? ¿La condición física de los prisioneros? ¿Dónde se encuentra la comida y los recursos guardados? Y muchas preguntas más que se le ocurren. Y así lo expresa a los que están decidiendo cómo actuar en ese caso.

No cree que estén aun preparados para actuar tan a la ligera y hay que enviar también exploradores para observar el campamento sin ser descubiertos. Así lo cree, pero deberán acatar lo que se decida por mayoría, sea un plan factible o no. Las vidas de los miembros de la caravana están en juego, pero también la de los hombres y mujeres de su propio Clan. Deben atar todos los cabos antes de lanzarse a salvar a los necesitados.

Con los planes claros, o al menos lo suficientemente claros, los exploradores del clan partieron hacia la frontera con el territorio del clan Økskrig. Mientras, los lideres del clan preparaban todo para la misión principal. En el trayecto al asentamiento del clan, Astryr, uno de los guerreros con menor tiempo en el consejo planteó sus dudas sobre los eventos a llevar a cabo.

– ¿No deberían estudiar el terreno? ¿Analizar las guardias del clan enemigo? ¿Los puntos débiles del perímetro defensivo? ¿Vías de escape? ¿La condición física de los prisioneros? ¿Dónde se encuentra la comida y los recursos guardados? – entre muchas otras cosas que otros también plantearon motivados por las palabras de la joven guerrera, aunque, tal como manifestaba Troknir, casi nada de eso se podía hacer, si lo imperativo era atacar rápidamente y con contundencia. Si esperaban, probablemente ya no tendría sentido el intentarlo.

No obstante, la anciana Hvit si comprendió algo importante al instante, necesitaban ubicar el lugar donde el enemigo tenía guardado lo robado o los prisioneros. Sin eso, todo fracasaría. La anciana por ello propuso estar ella encargada del grupo que habría de realizar los incendios, a fin de previamente realizar una exploración del terreno y saber los puntos exactos de asalto; los cuales habrían de transmitir al contingente principal.

Así, mientras los preparativos avanzaban, las horas transcurrían y las noticias iban llegando poco a poco. Y a su vez, el sol iba avanzando en los cielos.

Astryr puso en voz alta algo que la mayoría se preguntaba, pero era obvio que no había tiempo. Con tiempo, se podría hacer todo lo que la mujer decía e incluso más. Pero ésta era una situación de emergencia. Sabíamos qué había pasado, sabíamos dónde y cuando, y sabíamos que si les dábamos tiempo, el Clan Ostrig se recuperaría de sus heridas en el combate y aseguraría lo robado (alimentos y recursos) y a saber qué haría con los prisioneros.

Hvit se ofreció voluntaria para recabar información liderando el grupo de distracción, y Niklas no pudo estar más de acuerdo con su idea. Al menos debían saber dónde estaban los prisioneros y dónde estaba almacenado lo robado. Si además podían saber cuántos vigías tenían, o cuántas fuerzas habían en el interior, mejor que mejor. Toda información extra a partir de eso era buena.

Niklas se preparó, como el resto, cambiando sus colores por los de cualquiera de alguno de los dos clanes, no importaba. Incluso cambiaría su ropa por la de alguno de los civiles que se quedaban como invitados, si era necesario.

Las horas avanzaban y las noticias iban llegando poco a poco, a cuenta gotas, pero suficientes como para ir llenando el abismo de incertidumbre. Los exploradores que habían partido hacia ya varias horas hacia la frontera del territorio habían cumplido con éxito su primera tarea, llegar hasta allí. Desde allí se habían dividido en dos grupos, uno adentrándose en el territorio enemigo y otro barriendo el territorio hacia el asentamiento. Cada uno encontrando sus propias dificultades. Al mismo tiempo, en el campamento los héroes del clan iban preparándose para la misión principal mientras que el grupo de guerreros liderado por Hvit partía hacia el territorio enemigo tras haber encendido una gran hoguera con la que esperaban hacer un llamado a todos aquellos que tenían esperanzas de un nuevo hogar.

Con los preparativos de la incursión, llegaban noticias, eran muchos y todos los miembros del consejo debían hacerse responsables de tomar decisiones adecuadas, así que Niklas se concentró en atender a un explorador que había llegado jadeando con la noticia del avistamiento de mujeres y niños que se dirigían hacia unas cuevas en territorio enemigo. Si permitía que esas personas entraran en las cuevas, probablemente los miembros del Clan Ostrig los atraparían como a ratones, terminando su masacre u oscuros propósitos. Tampoco podían acercarse a alguien que estaba protegiendo a su familia de forma amenazadora, así que le dijo al explorador que partiera con órdenes de acercarse amistosamente, con los colores mayoritarios de la caravana, para explicarles quienes eran, su ardid y que si lo deseaban, serían bien recibidos en el Clan Rotensnö, donde podrían vivir en paz con su familia si trabajaban duro para ayudar al Clan y a ellos mismos.*

Pronto le llegaron noticias de cinco mercenarios que contaban una historia que no le convencía, pero no era poseedor de la verdad, así que dada su situación, decidió que era menos peligroso darles el beneficio de la duda y la oportunidad para corroborrar esas palabras por sí mismos. Por experiencia sabía que los hombres de palabra y con honor reaccionaban bien en esos casos. - Por mi parte no los voy a juzgar, sólo los actos que ustedes estén dispuestos a hacer para llegar a ése nuevo hogar que desean les juzgaran. Les ofrezco unirse a nuestro clan, encontrar con nosotros su hogar, pero para ello deberán hacer exactamente lo mismo que cualquier orgulloso y fiero guerrero del Clan Rotensnö, defender a los suyos, y en éste momento, defender a los nuestros es ir a por los que faltan y están atrapados como esclavos, privados de libertad y albedrio, y conseguir rescatar la comida y recursos que tan impunemente ha robado el Clan Ostrig, asesinando a muchos en el proceso. Ustedes deciden. Si no vienen, para mí cinco soldados que no quieren pelear no tienen utilidad ni son de confianza y deben seguir su camino, alejándose inmediatamente de nuestras tierras...pero si les hago ésta oferta es porque confío en que su honor y su orgullo de guerreros quiera vapulear y tomar cumplida venganza en las carnes de quienes les han atacado, y muestren lealtad a quienes les han ofrecido compañía durante el camino, y a quienes les ofrecen casa, comida y compañía. - **

En la mano de aquellos hombres estaba su propio destino.

Los preparativos para nuestra operación se realizan a medida que las horas pasan. Afilo mis flechas y mi hacha, esperando no tener que usar ninguna de ellas. Quiero que todo sea rápido y preciso, ojalá sin ningún enfrentamiento, donde saquemos a los prisioneros, obtengamos alimento y jamás sepan que fuimos nosotros.

Pienso en los exploradores que enviamos a buscar miembros de la caravana que no hayan sido tomados prisioneros, esperando que sean prudentes si se topan con situaciones dudosas. No siempre es lo que parece y deben tener no solo las capacidades de realizar lo que se proponen, sino también el buen juicio de medirse cuando es necesario.

Entonces aparecen estos que dicen ser mercenarios. Niklas les habla lo que ha decidido y considero que es la mejor decisión que puede haber tomado en ese asunto. Le apoyo con unas palabras:

 - "Únanse a nosotros, luchen con nosotros y consigan esta nueva familia, junto con el orgullo que hayan sentido dañado con los funestos acontecimientos ocurridos antes."

De todas formas, mantengo mis armas prestas pues sigo pensando que quizás sean espías del clan enemigo y ahora decidan declinar para ir a informar a su clan. Incluso, pienso que pueden aceptar y una vez ahí, traicionarnos. Eso es mucho más probable, considerando que siento que traicionaron a los miembros de la caravana. En mi mente, una pequeña voz me indica que quizás incluso traicionaron a esas gentes pues ya estaban coludidos con el clan Økskrig.

Las horas pasan y con ellas los preparativos para el ataque furtivo. Ya no hay margen para retroceder y tampoco pueden hacerlo. Esa gente necesita su ayuda y quizá ellos puedan ofrecérsela. Todo depende de la suerte que tengan ese ataque. Un ataque que puede salir o muy bien o muy mal. De todas formas, la suerte está echada.

Es entonces cuando un pequeño grupo, que se hace llamar mercenarios, se acercan a su poblado. No cree ni una palabra de lo que dicen. Bien podrían ser enemigos, enviados del clan Økskrig para acabar lo que empezaron y, además, acabar con el Clan Rotensnö.

Deja hablar a los líderes y está con ellos con esa decisión. Es mejor tener a los enemigos cerca, para tenerlos controlados.

La noche se aproximaba, el clan estaba listo y los vientos fríos del norte presagiaban una buena noche de cacería, solo esperaban que estuviesen a su favor. A aquellas horas había ya muchas alturas sobre todo lo acontecido con los demás grupos. De los exploradores enviados a la frontera para desde allí, explorar el territorio Rotensnö, al tener éstos un basto espacio que cubrir, y tras divisar varios rastros algo recientes en el terreno, decidieron seguir varios rastros que marchaban hacia el norte sin mucha suerte. Al final solo lograron encontrar a un par de pequeños grupos de viajeros de la caravana que habían tomado aquel rumbo. De los exploradores que se internaron en el territorio enemigo, tras dispersarse, encontraron diversos rastros de la batalla, los miembros de la caravana e incluso del propio clan enemigo. Un par de ellos encontraron una hoguera en el valle donde había dos hombres harapientos calentándose. La primera impresión les llevó a pensar que eran miembros de aquella caravana que había sido atacada, pero la extraña situación les invitó a esperar y observar; a no hacer nada hasta que estuvieran seguros de quienes eran aquellos dos hombres. Pronto se hizo notorio que había algo raro, aquellos dos hombres no se movían, simplemente estaban allí quietos, contemplativos junto a la hoguera. Los exploradores estuvieron en ese punto dispuestos a acercarse pero les instinto les obligó de nuevo a esperar y observar; he hicieron bien. Muchos minutos después, un contingente del clan Økskrig compuesto por unos seis guerreros se acercó al lugar contemplando a aquellos hombres inertes y mirando la lejanía, como si estuviesen decepcionados de algo, incluso uno de ellos en su furia pateó a uno de aquellos dos hombres y su cuerpo se estrelló contra el suelo tal cadáver inanimado. Era claro ahora, era solo un señuelo y aquellos dos miembros de la caravana ya estaban muertos y nada se podía hacer por ellos. Esto fue fructífero pues más adelante estos dos exploradores pudieron divisar a varios miembros de la caravana con vida mientras regresaban al territorio Rotensnö. Otro par de aquellos exploradores que se habían internado en el territorio del clan Økskrig se encontraron con un grupo de hombres, mujeres y niños que corrían por el valle refugiándose entre las hiervas para no ser vistos, hasta llegar a una cueva en la cual se introdujeron con el mismo fin. Ante ello, aquel par de exploradores decidió acercarse a ellos con suma pasividad y sin exaltarlos de ninguna forma, para solo entonces presentarse ante ellos y ofrecerles su ayuda. El plan tubo completo éxito pues aquellas personas, aunque no estaban armadas, estaban listas para dar su vida a la más mínima amenaza que se les presentara, y ante el comportamiento de los exploradores, comprendieron que no eran una amenaza sino más bien un milagro.

Respecto a aquellos cinco guerreros experimentados que llegaron hasta el asentamiento llamados por la gran hoguera que había sido prendida, el clan decidió ofrecerles refugio a cambio de unirse a la próxima batalla como una alianza dentro del clan Rotensnö, a lo cual, aquellos cinco hombres aceptaron sin dudarlo asegurandole al consejo del clan que no se arrepentirían y que su honor que daría demostrado en batalla.

Al caer la tarde y estar próxima la noche, todo el contingente Rotensnö avanzó hacia la frontera con el clan Økskrig. La anciana Hvit los recibió allí; ella y otros exploradores estaban próximos a partir en su misión de provocar los incendios que servirían como distracción, y tras ellos partiría un segundo grupo encargado del ataque señuelo y hostigador.

La anciana y su grupo ya había divisado los puntos de ataque y eso informó al clan. Los guerreros del clan Økskrig habían concentrado toda la mercancía en un punto central donde habían acampado aquella noche, y probablemente moverían sus cosas hacia su asentamiento principal al día siguiente, por lo que el ataque no debía demorar. Al parecer llevaban prisioneros, pero esto no era cien por ciento seguro, y menos aun lo era el fijar un número de prisioneros.

Hvit les dijo que para ella era obvio que los guerreros del clan Økskrig estaban muy confiados pues si bien habían buscando un punto alto para acampar, no habían tomado prácticamente precauciones para elegir el terreno y menos aun para defenderlo. El único problema era que en aquel campamento había al menos una veintena de guerreros sin contar a civiles y a cualquier otro grupo de guerreros que pudiese estar en los alrededores.

La misión estaba por iniciar, tal como se los hizo saber la anciana. Si iban a detenerlo todo y retroceder, ese era el momento, si iban a cambiar sus objetivos o sus planes, ese era el momento.

Con la noche ya casi encima, la hora de la verdad se aproximaba y los planes trazados ya seguían su inexorable rumbo, ya no había tiempo para nada más que para ir adelante con todo, con algún pequeño cambio de última hora, o retirarse.

Los informes de los encuentros de los exploradores fueron bastante esperanzadores, y Niklas agradeció en su fuero interno que el sentido común y las buenas decisiones acompañaran al clan, y la fortuna, también había que decirlo. Entre el grupo de personas en las cuevas, habían encontrado varios guerreros, pocos a su parecer, y unos cuantos civíles que aumentarían las posibilidades de supervivencia del clan en conjunto. También tenían de su lado a los cinco guerreros que, juraban y perjuraban recuperar el honor perdido en la anterior batalla, así que no eran sólo ellos los que pensaban que se habían "escapado" afortunadamente de aquel combate, si no que los propios mercenarios parecían lamentar esa situación y parecían querer hacer algo para arreglarlo. - Veremos - pensó Niklas.

Era una jugada muy arriesgada, pero al menos la estaban haciendo lejos de su pueblo, por lo que tenían algún margen de error, aunque en su fuero interno deseó que en realidad fueran tan honorables y fieros como parecían, no estaban para más sorpresas o traiciones, no con el invierno tan cerca.

Hvit les dijo las opciones que tenían, y aunque el número de guerreros era grande, Niklas pensó que nunca más tendrían una oportunidad como aquella. La sorpresa y la proximidad del anterior combate les daban una ventaja inmejorable. La distracción se llevaría unos pocos guerreros lejos a investigar, y el primer embite debía ser silencioso y eficaz, derribando a cuantos más mejor antes de que el resto se diera cuenta. La distracción final debería retrasar a unos pocos, o al menos confundirlos, antes de que empezaran a perseguirlos al huir.

Esto era sobre el papel, ahora, debían adaptar el plan según se produjeran los hechos.

- Creo que debemos seguir tal cual tenemos planeado, solo que el primer ataque nuestro debe ser muy contundente, quizás entre eso, la distracción y el reciente combate que tuvieron, salgan corriendo y nos den suficiente tiempo para huir con todo lo que podamos salvar. Luego, el grupo de distracción final debe intentar atraer su atención a otro punto, para desviarlos y darnos más oportunidades de poner tierra de por medio, y así que los exploradores expertos en disimular huellas puedan hacer su trabajo o creen unas nuevas orientadas hacia otro lado. -

Por su parte, estaba todo dicho, sólo quedaba ir a por todas.

Cuando la oscuridad nos rodea, sabemos que es el momento de comenzar con nuestra operación de rescate y recuperación. Los exploradores nos dicen que el otro clan se ha confiado completamente en su número y en la habilidad de sus hombres, por lo que tenemos más fácil comenzar pero no necesariamente conseguirlo.

Niklas habla y le doy una idea:

 - "Quiero sugerir hacer todo lo que estaba planeado, tal como dices, pero primero hacer un pequeño barrido alrededor de su campamento para identificar y eliminar cualquier patrulla. No nos tomará más de una hora pero nos aseguraremos de no tener sorpresas desagradables."

Mantengo mi arco en mis manos, listo para soltar la primera flecha cuando llegue el momento. El ataque es inminente y puede que hoy consigamos un gran avance para nuestro clan o firmemos la condena del mismo.

Niklas asiente ante la idea de Erik. Sólo tendrían una oportunidad, y si querían hacerlo bien, debían asegurarse al menos de que una parte de las patrullas exteriores fueran abatidas. - Está bien, pero no podemos hacerlo con todas las patrullas, sólo con las que estén en la parte desde la que vamos a atacar, el resto serán distraidas por las distracciones montadas, y ten en cuenta que cada minuto que pasemos ahí, o con cada ataque furtivo, podemos cometer un error, o que alguno de los de las patrullas avisen, y ya no tendríamos la sorpresa de nuestra parte. - la idea no era mala, pero si en lugar de ocurrírseles a última hora, la hubieran pensado antes, quizá podrían haber conformado varios grupos de limpieza, ahora sólo podían hacer cambios menores, o la totalidad de la operación se vendría abajo. Con limpiar el camino que iban a utilizar de entrada y de salida, tendría que ser suficiente.
 

La hora ha llegado y todo está en posición y en marcha. No falta mucho para que se inicie todo el plan y aun hay cosas que están por decidir. Tiene la sensación de que todo va a ser tan precipitado que no va a ir como ellos creen que irán. No saben nada de lo que les espera al otro lado. Pero se queda sus dudas para ella e intenta calmarse. Intenta pensar que todo va a salir bien y que conseguirán rescatar a los prisioneros y conseguir la comida necesaria para el invierno.

Controla que su arco esté bien tensado y en buenas condiciones y que las plumas de las flechas están equilibradas para no fallar en su objetivo. 

El atardecer llegó con un fuerte y frio viento procedente del norte. La oscuridad les cobijaba mientras avanzaban a pasos ligeros y el sol confundía sus siluetas

El atardecer llegó con un fuerte y frio viento procedente del norte. La oscuridad les cobijaba mientras avanzaban a pasos ligeros y el sol confundía sus siluetas entre la hierba y las sombras. Se habían dividido en tres grupos principales, el primero de ellos se había infiltrado en el terreno enemigo más allá del campamento donde se encontraban los prisioneros y los recursos, y habría de fungir como el grupo señuelo que habría de actuar una vez que los incendios hubiesen aparecido. El segundo grupo, era el grupo encargado de los incendios, el cual se había dividido en dos grupos, avanzando en flancos distintos para generar incendios conforme avanzaban por el terreno.

El último grupo era el encargado del asalto principal, el cual habría de efectuarse solo una vez el grupo señuelo hubiese actuado y cuyo objetivo consistía en rescatar a todos los prisioneros de forma rápida y eficaz, procurando evitar los enfrentamientos. Mientras que al mando del grupo señuelo estaba Eskol y al mando de los grupos de incendios estaban Astryr y Gerda (cada una en un flanco), en el grupo de ataque principal Nikklas era quien lideraba el ataque, aunque la acción ejecutara del asalto inicial la lideraría Erik.

Avanzando con sigilo bajo el amparo del atardecer, el grupo señuelo liderado por Eskol flanqueo el campamento enemigo para tomar su retaguardia y preparase para el ataque señuelo que habrían de realizar a modo escaramuza.

Avanzando con sigilo bajo el amparo del atardecer, el grupo de incendios liderado en cada flanco por Astryr y Gerda respectivamente flanqueo el campamento enemigo para tomar empezar con la operación y dejar todo listo para el ataque señuelo que habría de venir después. A la distancia pudieron observar el movimiento de dos pequeñas patrullas del clan Økskrig que vigilaban el perímetro exterior de su campamento.

Manteniéndose ocultos bajo el amparo del atardecer, el grupo que realizaría el ataque principal, liderado por Nikklas permaneció firme y a la espera frente al campamento enemigo. Habrían de esperar el ataque señuelo para solo entonces realizar el ataque principal, el cual a si mismo habría de venir solo después de iniciados los incendios.