Partida Rol por web

Gracias Soldado, dice el pistolero tras ver la calidad de las flechas que le entrego el elfo. AL ver que la barrera se ha roto, apunta alto y empieza a disparar hacia donde esta el basilisco.

Soldados mantengan el frente mientras Xeross y yo apoyamos al flanco que se rompio.

El viejo elfo oteo el campo de batalla nervioso, hasta que la explosión hizo que su atencion se centrase en el asalto por parte de los hombres lagarto.

- Quedense aqui, y mantengan la posicion, debemos defender la cadena, les dijo a los soldados mientras avanzaba hacia el vado. - Voy a ayudar a rechazar a los lagartos en el vado, si son atacados griten y volveré a ayudarlos

Iridanae dame fuerzas, rezó rapidamente mientras se lanzaba un conjuro protector

El inesperado regalo en forma de poción hizo que el semiorco la tomara y guardara sin perder tiempo. No había que despistarse con aquello.

- Gracias soldado. Sigamos peleando hasta la victoria.

Comenzaron a suceder varias cosas, la rana pétrea, la explosión. Ver al dracolisco emerger tan cerca de Ravena y Niso le hizo estremecerse.

- ¡Ah cobarde, atacando a un niño!

Al ver a la criatura junto a tanto reptil, se desplazó buscando buena visión. En cuanto la tuvo lanzó el que creía era su mejor conjuro. Esperaba incinerar a algunos de ellos mas para su decepción impactó donde no debía, en un punto con demasiados muros alrededor, entonces el fuego de aquella bola de llamas apenas ganó intensidad.

El contraataque de los héroes de manera irónica emulo las estrategias de los atacantes, una bola de fuego estalla en medio de una agrupación de lizardfolk que avanzaba frenética hacia la posición de Niso, un alarido unisono de dolor era la combinación de 8 enemigos calcinados hasta la médula, sus cuerpos en llamas eran grotescas fogatas con formas deformes en su interior, sin duda alguna las llamas del clérigo tenían el beneplácito de su diosa.

Sin embargo la situación estaba lejos inclinarse por completo a favor de los Niso el joven semielfo que se había sumado a su cruzada trataba de ganar distancia mientras disparaba a su atacante mas cercano sin mucho éxito, los guardias que a su lid trataban de mantener la linea de manera desesperada, pero su ataques resultaban en su gran mayoría ineficaces, solamente un soldado logro acercarse al pequeño tratando de procurarle algo de apoyo, ya que los heroes luchaban por llegar a la fractura en su defensa.

La mascota de Garra mortal avanzo con cautela y con algo de ingenio considero que su aliento causaría mas daño que beneficio a su causa, mira a uno de los guaridas que gracias a la bola de fuego de xeross se había quedado sin adversario el joven mira la bestia y apretando con fuerza su espada se prepara para la embestida, pero las maquinaciones del dracolisco eran diferentes, un rayo de color verde sale disparado de sus ojos, como si el hombre presintiera su destino suelta un alarido que se entrecorta a la mitad el cuerpo del hombre se detiene un espasmo rígido y se convierte en una estatua de roca solida que sostenía una espada de acero de manera impotente.

ni lizardfolk ni humanos reaccionaron ante el despliegue de poder del dracoslico, todos y cada uno estaban en una danza mortal por su supervivencia, la superioridad numérica de los reptiles termino por cobrar una victoria a su favor neutralizando a la mayoría de la pequeña defensa, pero no sin un grupo de bajas importantes, solo Niso y uno de los guardias se quedaban solos la espera de refuerzos faltaría ver si tendrían la fuerza para resistir..

Ravenna cargó hacia Niso con la única idea de proteger al muchacho y librarle de los enemigos que le rodeaban, por el rabillo del ojo había visto lo potente de la bola de fuego de Xeross, si sobrevivían ha esto tendría que felicitarle, pero lo primero era asegurar la posición.

- Niso detrás mía y sigue disparando! - mientras descargaba la guadaña contra el hombre lagarto mas cercano, en cuanto pudiera iría directa a por el dracolisco.

La bola de fuego hizo su trabajo, eliminando a varios de los trogloditas. La pareció hasta poder olerlos desde donde se encontraba.

"Malditos sean, creímos que vendrían por más de un lugar, sin embargo se han concentrado."

Ahora todo se complicaba un poco, dada la lejanía.

- ¡Si huís podré tratar de calmar a algunos! ¡Nos encontraremos en el centro!

Claro que Rania para entonces ya había ido a salvar a Niso, lo que hacía que fuera necesario llegar hasta allí. El semiorco echó a correr, esforzándose todo lo posible a pesar de la pesada armadura.

- ¡Rana, envía al guardián!

Había que enviarlo casi todo, pues sus compañeros no iban a poder contra tantos enemigos. Niso era un niño, los guardias parecían débiles y la paladina no aguantaría contra todos. Xeross trató de acortar distancias para poder asistirles en el menor tiempo posible.

Viendo que la defensa se demoronaba por el lado del basilisco, el viejo elfo corrió a toda velocidad hacia donde estaba el combate. Tenemos que ahuyentar a esa criatura o estamos perdidos, pensó mientras se movia hacia el lado del basilisco.

- Estoy todavia demasiado lejos, dijo entre jadeos el elfo mientras buscaba un hueco para atacar a la criatura

Maldición - dice el semielfo mientras ve que su flecha pasa bastante lejos de su objetivo, y teniendo en cuenta la distancia sabe que acertar desde donde se encuentra es su única alternativa para ayudar a sus compañeros.

Al menos mientras cambia el panorama.

con rapidez los heroes se lanzan a la contongencia el clerigo corre cuesta abajo mientras trata de ponerse a alcance de los enemigo que se hallaban a la distancia

Niso trata de ganar distancia entre sus adversario y el, mientras se aleja dando tumbos uno de sus enemigos lanza un feroz ataque a su costado sin embargo el pequeño se logra escapar sin mayores daños sin embargo en su huida no se percata de un terrible impaz, manda su mano al una flecha y queda paralizado al darse cuenta que en su escape el lizarfolk logro dañar su carcaj y un sendero de proyectiles se quedaba tras de el sin dejarle mas opción que usar sus espadas o recoger sus flechas, sus mejillas estaban rojas de ira y de manera incontrolable las lagrimas se deslizaban mientras gritaba: IDIOTAAAAA

Un hombre se quedaba solo con un espadon mientras cubría la retirada del niño, escucha su grito desesperado y sin poder mirar atrás espera lo peor, agita su espadon con fuerza trazando un zurco horizontal para dar a mas de un adversarios sin embargo se nota que a penas es un recluta y lo único que logra es que se alejen por un fugaz instante, sin embargo su deseo de salvar al pequeño es tal que de manera estoica se resiste a caer desviando uno tras otro los ataques de sus enemigos que caen sobre el como una tormenta de granizo.

Miller a la distancia sopesa la trayectoria de la flecha, intuye los movimientos de su presa y tensa con fuerza el arma, la flecha vibra un poco como efecto del esfuerzo pero la mantiene firme, y la suelta en dirección a su mas peligroso adversario.

el magus se las arregla para poner pies en polvorosa y como un relámpago avanza hasta la trastienda de una desvencijada y ruinosa torre cuya única pared lo protege de la visión de los lizardfolk, pero le permite una visión aterradora del monstruoso dracolisco de dragón negro, a esta distancia casi sentía el fétido y nauseabundo olor de sus fauces.

justo a su costado la brillante armadura de ravenna atraviesa el campo de batalla como una saeta sagrada su guadaña dibuja un aro que se tiñe de sangre mientras divide a la mitad a uno de los lizardfolk que casi da a Niso, su llegada no resulta desapercibida y los reptiles furiosos le sisean de manera amenazante.

uno de los reptiles frenético trata de matar al guardia del espadón que a pesar de estar rodeado sigue dando batalla, este advierte al pequeño semielfo, NIÑO CORRE QUE VAN POR TI, pero era demasiado tarde, dos lizarfolk se las habían arreglado para romper la linea, corriendo hacia el niño con sendos garrotes caen sobre el niño, el pequeño trata de esquivarlos pero a la distancia se pueden escuchar los crujidos de los huesos que se rompían mientras las masas caían sobre el sin piedad, a pesar del tremendo el castigo Niso estaba con vida, pero seguramente otro ataque así y estaría muerto.

El elfo intenta prestar ayuda al pequeño con una reacción rápida saca 2 flechas de su carcaj apunta a los atacantes y pasan volando a toda velocidad, uno de sus atacantes se hace a un lado pero el otro es estacado por el proyectil este ruge de dolor mas no cae.

El Dracolisco había se preparado para saltar sobre sus enemigos mas cercanos, pero una senda flecha había llegado justo en el momento indicado, como un animal salvaje el monstruoso híbrido se retuerce y sisea como un animal herido, sus instintos mas básicos se apoderaban de el, el proyectil se había clavado en una de sus patas el cual agitaba incomodo mientras la punta de la flecha salia por un extremo y la cola se asomaba por el otro, molesto y ofuscado el enorme reptil ruge de dolor y en un gran vendaval se aleja volando a la espesura de la noche buscando seguridad.

rana también se las arreglaba para avanzar y con ella el guardián con pesados pasos, la gnoma dejaba escapar lagrimas de ira de sus ojos al no poder ayudar el pequeño semielfo y en medio de la desesperación da una orden al guardián,LANZAME AHORA, la mole de rocas y planta la toma y con gran fuerza la arroja sobre uno de los enemigos, la pequeña humanoide aterriza a un lado dando tumbos y sufriendo algunos raspones por la caida, pero por lo menos ya estaba juntos ellos

Ravenna vio como Niso andaba en problemas, pero ahora no podía hacer nada, debía despejar esta zona antes de intentar algo o terminarían rodeados, ahora sólo podía golpear a los mas cercanos y cuanto pudiera acercarse a Niso.

El elfo sale de su escondite mientras conjura rapidamente magia protectiva, VAMOS LAGARTOS, ESTAMOS AQUI grita con todas sus fuerzas, mientras su imagen se desdobla no una, ni dos, sino cuatro elfos ahora avanzan desafiantes empuñando su cimitarra.

ACABAREMOS CON VOSOTROS, GUARDIA DE NOROLUN, AL ATAQUE ! El elfo esperaba que la boutade surtiese efecto, mientras avanzaba a toda velocidad hacia el combate. Ahora que el basilisco habia huido y los hombres lagarto no tenian el apoyo de la bestia los hombres lagarto estaban rodeados aparentemente

Los pasos de Xeross apenas le permitían avanzar, tal era el peso de su propia armadura, sin contar que las trampas a su alrededor se volvían un estorbo al tener que esquivarlas. A lo lejos podía ver a Niso sufriendo, así como sus otros compañeros.

"Pensé que el dracolisco vendría a uno de los templos. ¿Vendrá si dejamos alguno abandonado?"

Los planes de los enemigos parecían ser venir en fuertes olas, dispuestos a llevárselo todo por delante, incluso a los niños.

- ¡Niso, aguanta! ¡Amigos, resistid, todavía tengo magia!

Iban a necesitar una ayuda extra para poder librarse de tantos oponentes y así asistir al semielfo. Xeross había orado dos conjuros dañinos además de la bola de fuego, era el momento de llamar ahora a una de sus bolas de luz. Esa magia cegaría a los reptiles, quizás incluso los haría arder, pues debían de ser entes malvados según el comportamiento que estaban siguiendo.

Orando a su diosa para que le concediera la ayuda que tanto necesitaban, el clérigo habló con voz grave, alzándola con solemnidad. Tenía que hacer uno de sus mejores despliegues para conseguir la ventaja para sus amigos. Tenían delante un ser letal, el dracolisco, ya eso les pondría al límite. Pronto una luz emanó desde sus brazos, los cuales extendió para dar vida a un haz brillante que viajó a gran velocidad, cubriendo toda la distancia entre él y los hombres lagarto en lo que tardó en parpadear. Luego, toda aquella luz estalló alrededor de los atacantes. El semiorco contuvo el aliento, deseando que el conjuro causara gran malestar y ardientes heridas.

al menos por ahora se habían librado del basilisco y solo debían encargarse de los lagarto, pero desde la distancia y su posición Miller tenia un panorama muy diferente del campo de batalla, oía la preocupación de todos sobre los golpes que había recibido Niso y podía intentar ayudarlo, sin embargo ve algo que parece nadie estar notando y grita con todo lo que sus pulmones le permiten:

- NISOOOO!!! RANAA!!! EL GUARDIAAN!!!. estaba a unos pasos y si lograba refugiarse tras él los lagartos la tendrían difícil.

Tras eso suelta otra flecha que atraviesa el campo y se entierra en el cuerpo de uno de los lagartos que acaba de golpear a Niso, como si de una venganza se tratara.

un estallido de luz inunda el campo de batalla cuando la plegaria del semiorco fue concedida por la benevolencia de su diosa, el guardia en medio de la marabunta se alcanza cubrir los ojos y evita quedar cegado por el encantamiento, sin embargo sus atacantes no cuentan con los suficientes reflejos desesperados se cubrían los ojos en alaridos de frustración.

En tanto Niso luchaba para mantenerse consiente a pesar de sus heridas, con fiereza se aferra a su espada mientra mantenía sus ojos bien abierto y preparado para evitar cualquier ataque enemigo, las sombras de los dos lizardfolks se cernían sobre el efecto del conjuro del clérigo y esto los hacia ver mas aterradores y grandes, el pequeño sentía como su corazón se llenaba de miedo, si moría esta vez no podría regresar, los nudillos del pequeño semielfo estaban blanco de la presión que este ejercía sobre su arma, mientras los ojos de los lizardfolk parecían estudiar como poner fin a su vida.

El guardia lanza una estocada contra sus adversarios sin embargo el enemigo se sacudía de un lado a otro y ya fuera por suerte o falta de pericia del espadachín su espada erra en el ataque y sus enemigos seguían superándole de manera significativa en numero.

Ante este fracaso los lagartos caen sobre el guerrero con todo su ímpetu, sin embargo el humano se las arregla para burlar la muerte, un salto a un costado, un bloqueo con el espadón que suelta chispas al impacto, o el hecho de que la mayoría de los reptiles estaban cegados por el conjuro y lanzaban sin tener muy claro a donde, un ataque tras otro fallaban, entonces el hombre se confía y descuida su espalda, el único de los adversarios que había logrado burlar el conjuro se lanza en una feroz mordida se incrustar en su clavícula del humano. este suelta un grito ahogado al tiempo que aprieta los dientes.

En tanto uno de las atacantes del pequeño Niso levanta su arma de manera definitiva sin embargo no alcanza a descargar su estocada mortal, una flecha había atravesado el campo de batalla de lado a lado y de igual manera el cráneo de lizardfolk que se desploma como un títere al que le había cortado los hilos. el otro atacante mira sorprendido sin poder dar cuenta de quien era el responsable, en tanto a la distancia el pistolero cargaba otra flecha en el arco y se preparaba para buscar otro blanco.

del sur aparece la inesperada tropa de elfos 5 en total a los cuales miran con desconcierto los lagartos no había notado su presencia, incluso aquel que tenia en su fauces al valiente humano que luchaba contra la horda flaqueo, situacion que la guadaña de ravena no paso por alto y con una precisión quirúrgica parte la cabeza del animal en la unión de la manipulas, los ojos del lagarto se ponen en blanco y aflojando la mordida se desploma en un desagradable siseo.

niso ve entonces cuando una garra se proyecta a su rostro el chica da una voltereta para atrás dejando por lejos la garra tras de si, sin embargo los dientes de la bestia por poco le atrapan uno de los brazos el pequeño semielfo se las arreglaba para mantenerse con vida, sin embargo se notaba que estaba en problemas, la bestia la enseña los dientes amenazantes sin embargo otras flechas salen de centro del campo de batalla y se incrustan en su pecho empujándolo hacia atrás, cayendo tendido y muriendo en medio de un charco de su inmunda sangre.

rana que aun se sacudía la tierra de su desastroso aterrizaje se las arregla para llegar al semielfo y haciendo uso de sus habilidades druidicas sana al joven semielfo lo mejor que puede.

en tanto el guardián recoge un escombro y con toda su fuerza lo tira sobre los enemigos sin embargo se nota la falta de pericia en esta labor.

Desde lo alto Miller trata de divisar el campo de batalla y ve como al sur los empiezan a superar en numero, entonces le grita a uno de los guardas que estan cerca a su posición en la empalizada - Soldado, reuna las tropas que estan
cerca a la entrada sur de la empalizada, incluyendo los que estan en la casa y aguanten a los lagartos desde allí. - Luego viendo los aprietos en que estan sus compañeros, dispara al lagarto que esta junto a Ravenna, pues al menos por ahora Niso ya se encuentra a salvo.

La presura de su disparo falla el blanco y la fecha cae lejos de su destinatario.

Una vez metida en medio de la refriega Rania estaba en su elemento, Niso se las había apañado para sobrevivir y ahora podían centrarse en acabar con todos los enemigos, lo bueno de que todo el mundo se hubiera lanzado para salvar al muchacho es que habían tomado la iniciativa, ahora tocaba seguir presionando para que los hombres lagarto se lo pensaran antes de atacar.

Con un movimiento fluido hizo un profundo corte en uno de los hombres lagarto y con un rápido giro impactó sobre otro de los que acosaba al soldado.

- Adelante seguid luchando con valor!

El fragor del combate ya se alzaba, se escuchaban los gritos de muerte, incluso creía ser capaz de oler la sangre de los muertos y los heridos. Deseaba estar más cerca para poder asistir al resto, pero no podía moverse de ahí. El dracolisto se había elevado y caería en otro lugar, por lo que lo oportuno era mantener las posiciones aguantando la presión.

Tomando la ballesta pesada buscó uno de los lagartos que estuviera a la vista, podía ver a Rania usando la guadaña, por lo que podía ayudar en esa lid. El arma a distancia era su mejor opción ahora pues con los enemigos cegados tenían todos más opciones de matar.

Apuntó, deteniendo la respiración para que su propio cuerpo no se moviera, entonces liberó el virote con el que esperaba acertar, por la satisfacción de haber causado dolor a uno de esos desalmados a los que se enfrentaban.
 

Moviendose con celeridad el viejo elfo ataco con certeza a un enemigo que rodeaba al heroico soldado, A mi, a mi la guardia ! gritó el elfo mientras golpeaba con furia al lagarto distraido por la ferrea defensa del humano.

- Acabemos con ellos antes de que vuelva el dracolisco, grito mientras su ensangrantada espada brillaba con la luz de la refriega