Partida Rol por web

Estás convencido que lo que ha dicho el buen doctor no se lo cree ni él, pero que ya le gustaría que fuese cierto

Estás convencida que lo que ha dicho el buen doctor no se lo cree ni él, pero que ya le gustaría que fuese cierto

-Antes de que abra Vd. esa puerta, quiero decirle algo - la mujer sonríe divertida- No creerá que esto es agradable, somos unos perfectos desconocidos para los anfitriones de esta casa y el resto. Y no quiero una disculpa, quiero la verdad. No asustaré a su esposa, pero no pienso marcharme de aquí sin la verdad.

¿Por qué ha mirado a Rush en vez de a Sinclair? ¿Curiosidad?

Dejo que el calor proveniente de la chimenea reconforte mi entumecido cuerpo, mientras escucho atentamente las palabras pronunciadas por Isaac, y degusto lentamente el licor de hierbas que contiene mi copa.

- Mi petición de postergar la explicación sobre los motivos que han llevado al Doctor a traernos hasta este lugar no ha sido atendida como esperaba, pero por lo menos he encontrado una forma de entrar en calor. -

Después, mientras nuestro anfitrión atiende la llamada proveniente de la puerta, y nos pide que, por favor, no le contemos absolutamente nada a su esposa, miro a mi alrededor con la intención de observar mejor el lugar en el que me encuentro, y las reacciones de los demás miembros de la sala.

- Tengo la impresión de que hay alguna cosa que a Mike no le cuadra en todo esto. Tendré que hablar con él cuando podamos disponer de algo más de intimidad. - pienso, al observar la asustadiza mirada del profesor.

Estás convencida que lo que ha dicho el buen doctor no se lo cree ni él, pero que ya le gustaría que fuese cierto

Si, si, luego - susurra el doctor, ya presto a abrir la puerta.

Al hacerlo deja entrar a una mujer alta y esbelta a la que los amigos conocéis perfectamente. Es bella pero va vestida sin glamour, evitando los cosméticos y con atuendos tradicionales. 

Entra con paso vacilante, por el cambio de luz pero tras adaptar sus ojos, la señora Butler no puede evitar una reacción de sorpresa al veros allí reunidos.

Rápidamente reconoce a Emily y a Mike y a ellos se dirige:

Queridos amigos, que alegría veros por aquí. La verdad es que no esperaba recibir visitas hasta que hubiéramos acondicionado un poco la casa, pero sed bienvenidos  - mientras esboza una sonrisa. Seguídamente se vuelve al resto y les dice - Me temo que no tengo el placer de conocerles, pero si son amigos o invitados de mi marido, sean igualmente bienvenidos. ¿Puedo preguntaros que os ha traido hasta este rincón dejado de la mano de Dios?

_Este brandy ha valido el viaje hasta aquí, Isaac.

Joseph disfrutaba el licor mientras se acomodaba en el sofá. Hacía días que no se sentía tan cómodo. Eso no tenía nada que ver con el asiento del coche o las duras sillas de los lugares donde paraban a comer.

No se le escapó la mirada de Mike al escuchar las excusas de Isaac. Asintió con un apenas perceptible movimiento de cabeza, pero Hannah llegó antes de que pudiera hacer o decir nada.

Se puso de pie de un salto por la sorpresa, y dirigió una mirada extrañada a Isaac. ¿Qué ocurría allí? A pesar del mal momento, las palabras de Hannah dieron a Joseph la oportunidad de cambiar de tema y no tener que hablar del motivo de la visita. Disimuló una sonrisa, ya que si bien estaba contento de verlos bien a ambos había algo que lo tenía incómodo, y caminó hasta Hannah, con intenciones de darle un afectuoso abrazo.

_¿Es que ya no me ves, o me has olvidado? ¡Me pondré celoso de Emily y de Mike si solo los recuerdas a ellos y no a mi! -la sonrisa se agrandó-. Es un gusto verte, Hanna. ¿Cómo has estado?

¡Cielos, Joseph!, - dijo Hannah volviendose hacia la persona que había hablado  -disculpa, pero con esta luz no te había reconocido.

Se dirige hacia el doctor Sinclair, al que saluda efusivamente y continúa:

Es una agradable sorpresa ver que 3 de nuestros mejores amigos están aquí.

Fuera, la tormenta continúa; los truenos retumban y por los cristales de las ventanas podéis ver como centellean los relámpagos, iluminando la habitación con su luz fantasmagórica.

Yo estoy bien, aunque os echo de menos y nuestro ambiente en Arkham. Me alegra poder veros ¿os ha llamado Isaac?. Yo hubiera preferido que esperase a que arreglásemos la hacienda, de manera que espero que nos disculpéis por el estado en el que está.

Sonrio ampliamente al ver como Hannah entra en la habitación en la que nos encontramos, realmente contenta de poder volver a saludar a mi amiga, tras las poco alentadoras noticias recibidas días atras sobre su enfermedad.

Después, tras levantarme del lugar en el que estoy sentada, y dejar la copa de licor de hierbas en alguna de las mesas de la sala, me acerco con paso decidido a la mujer de Isaac, y, tras darle un cariñoso beso, y un fuerte abrazo, digo:

- Hannah, cariño, no sabes lo mucho que me alegro de poder volver a verte. Nosotros también te hemos echado mucho de menos, por lo que pensamos, junto con Isaac, en darte una pequeña sorpresa, y desplazarnos todos hasta aquí para estar contigo, a pesar de que todavía no tuvierais arreglada la casa. - Hago una pequeña pausa, la cual aprovecho para volver a abrazar a mi amiga, y poder susurrarle al oido. - Cuando podamos, tenemos que pasar un rato a solas tú, y yo, para ponernos al día. -

Un trueno se alza en el exterior rompiendo el silencio de la sala mientras la esbelta mujer entra en la habitación... sin duda, la plantación y la misma Luisiana no se alegran de que estemos allí, el humor de la lluvía asi lo asevera.

Aparentemente Hanah esta tan preciosa como siempre, lo cual anima un poco más al profesor después de las útimas cavilas. ¡Hanah, me alegro muchisímo de verte!.- precedida las palabras por un fuerte abrazo al estilo de Arkham. Poco después se separa de ella para darle espacio de saludar al resto de "invitados".

"No sé que es lo que puede estar ocurriendo aquí, pero esta presunta normalidad no es cierta. Isaac me ha mentido, la pregunta es ¿Por qué?..."

Joseph parece que se desinfla al escuchar a Hannah, siente como si se quitara una mochila de encima. Al menos no ha perdido la memoria, solamente un problema de iluminación.

_Descuida, querida. La casa está bien, es cómoda. Incluso parece un palacio después del viaje que tuvimos hasta aquí. Y hablando del viaje... -Joseph se acerca a Isaac y coloca un brazo en el hombro de su amigo-. Isaac, debes entender que el viaje ha sido largo. Me gustaría poder lavarme las manos y la cara. ¿Me acompañas? No conozco la casa.

Joseph se ríe por dentro. Y que el resto se invente una buena historia para explicar la presencia de los detectives.

Hannah saluda con alegría a sus amigos y con esmerada educación a las demás personas allí reunidas.

Ante la afirmación de su amiga Emily, le susurra: No te preocupes querida, tendremos tiempo de ponernos al día.

Una vez hecho esto, se queda esperando la respuesta a la pregunta que ha formulado anteriormente.

Termino de beber la copa y me levanto. A las mujeres, una buena sonrisa y un rápido cortejo era lo que funcionaba, daba igual después la historia que se inventase uno.

Señora Butler dije al tiempo que tomaba su mano y con cortesía, le daba un pequeño beso. Levanté la mirada sin alejarme mucho de su mano y la sonreí.

Mi nombre es Richard, Richard Anderson. Es un placer conocerla, señora.

Terminé de incorporarme y señalé a los otros dos invitados que la señora no conocía

Ella es la señorita Sheila O'Connell y él es el señor Nathan Rush. Los tres somos unos amigos de su señor esposo

Hannah recibe el saludo de Richard con una sonrisa:

Es un placer conocerle caballero, y a ustedes también señorita O'Connell y señor Rush.

Hace una breve pausa y prosigue: 

Y diganme, ¿ de que conocen a mi esposo?

Oh, esa historia mejor que la cuente su marido, al fin y al cabo nosotros sólo somos sus invitados terminé con una sonrisa.

Espero que el señor Butler se de cuenta y hable, no me apetece tener que inventarme una historia y mentir a su mujer