Partida Rol por web

En las Sombras

El Club Athenaeum

Cargando editor
03/03/2008, 00:59
Director

El club Atheneum estaba formado por un grupo selecto de miembros destacados de la sociedad, artistas, científicos, médicos y excéntricos hombres de negocios. Fundado a principios del siglo XIX se consideraba uno de los mejores lugares de reunión de Londres. Sus salones se encontraban construidas con maderas nobles de gran calidad y en todos se encontraban dispuestas magnificas mesitas de té con incrustaciones en nácar y sillas Luis XVI. Dicen que grandes personajes como Faraday o Dickens se inspiraron en estas mismas salas y, probablemente por ello, muchos de los pensadores de la época buscan consejo entre los cojines de sus sillones. La atmósfera se encontraba cargada con el humo del tabaco que los hombres extraían de sus pipas y un breve murmullo, proveniente de las discusiones de los socios, llenaba el silencio de las salas.

Cargando editor
03/03/2008, 01:02
Friedor

El mayordomo abrió la puerta, como de costumbre, con un lento y elegante movimiento. Hacía mas de 15 años que servía en el club y era apreciado por todos los miembros de la sociedad por su discrección y eficaia en su trabajo. Había aprendido el oficio de su propio padre y, en ocasiones, podía llegar a parecer mas educado que los mismisimos Lords que recorrían aquellos salones.

-Sr. Honeyburne, es un placer recibirle de nuevo. ¿Desea una mesa privada o ha quedado con alguien?. Una leve sonrisa iluminó el rostro de Friedor mientras esperaba la respuesta.

Cargando editor
05/03/2008, 00:43
Lord Oliver Honeybourne Jr.
Sólo para el director

Notas de juego

Hey, tengo un problema. No se por qué estoy en el club, así que no se que contestar al mayordomo ¿me das una pista?

Cargando editor
05/03/2008, 09:13
Director

Notas de juego

El club es uno de los sitios de alta sociedad de Londres. Tu, como miembro respetado de la misma, vas al club de vez en cuando para charlar con otra gente acaudalada y a buscar de vez en cuando alguna dama para "cortejar". Me parecía que pegaba mucho a tu personaje. De mmento vamos a interpretar tu vida normal y, me parecía mas divertido empezar por algo entretenido mejor que llevar el negocio familiar. Es una de tus noches de juerga. Eso si, recuerda que eres un caballero!, se supone que debes saber de politica, arte y cosas de sociedad. A ello! ;).

PD: EL mayordomo es conocido para ti asi que tratale con toda la familiaridad que quieras...

Cargando editor
05/03/2008, 23:32
Lord Oliver Honeybourne Jr.

- Buenas noches, Friedor - contestó Lord Oliver devolvéndole la sonrisa - hoy creo que me acercaré hasta el bar y las mesas de billar, así que la mesa de siempre, por favor - y esbozando una sutil mueca de complicidad añadió - si no recuerdo mal hay unos volúmenes muy interesantes sobre filosofía en las estanterías de esa sala ¿no es así? -

Antes de que el mayordomo pudiera aclarar este detalle, Lord Oliver le tendió su capa, bastón y sombrero diciendo - Ocúpese de esto si es tan amable y, mi querido Friedor, pida por favor que me sirvan un scotch con hielo y me lo traigan a mi mesa. Muchas gracias -

Una vez Friedor se hubo retirado, Lord Oliver se encaminó hacia la última mesa junto al bar, saludando a los demas presentes y observando detenidamente todo el salón.

- Este Friedor - pensó - no sé que será de este club el día que el ya no esté - E inclinó la cabeza para ocultar una leve sonrisa.

Notas de juego

En este punto Lord Oliver se fija cláramente en el ambiente que hay en el local, es decir, me gustaría saber mas o menos cuanta gente hay, quienes son (si los conozco y es relevante), que hacen, etc.

Cargando editor
06/03/2008, 17:24
Director

Desde el Hall de entrada se daba acceso a un magnífico salón de planta rectangular donde se encontraba el Bar de caballeros. Estaba construido íntegramente con maderas nobles y sus socios presumían de tener algunas de las mejores obras de arte expuestas en el mismo. Normalmente solía tocar un magnífico pianista y algunas noches solistas y cantantes de éxito tenían la suerte de ser invitados al club.

La barra, situada inmediatamente a la derecha, estaba construida en una sola pieza de roble y sus barman eran expertos en preparar los mejores cócteles. Normalmente este era un sitio de reunión para los socios, donde se trataban diversos temas de política, arte e incluso se cerraban ventajosos negocios. En ala contraria unas puertas dobles se abren a otras habitaciones del club. Suelen utilizarse para lectura de los libros de la biblioteca, reuniones y conversaciones privadas.

Aquella noche no había demasiada gente reunida. Tan sólo una de las mesas estaba ocupada por un congresista y varios de sus seguidores. Al saludarles escuchas un retazo de la conversación, hablan sobre el sufragismo femenino y sus mitines, según ellos incediarios. Caminas hasta la mesa de billar y al llegar observas la partida. En ella se enfrentan un joven americano que ha llegado recientemente a Inglaterra y el Dr. Isaac Butler, un afamado Psiquiatra. Ambos te saludan con un amable gesto.

Notas de juego

No te preocupes Chuso, jejeje, tu camina por los salones. No te die quien había dentro porque estabas en el hall, ;).

Cargando editor
08/03/2008, 12:38
Lord Oliver Honeybourne Jr.

Lord Oliver caminó despacio por el salón, entre el humo del tabaco y el murmullo de las conversaciones, la mayor parte sobre temas políticos que, francamente, le interesaban bien poco (aunque en ocasiones se viese obligado a formar una opinión por aquello de guardar las formas en eventos sociales). Se detuvo junto a la mesa de billar, mirándo fijamente al juego durante unos instantes.

- Su bebida, señor - Dijo el camarero, sacándolo de su ensimismamiento. Había a aparecido la derecha de lord Oliver si que éste, absorto en la partida, se percatase.

- ¡Ah! ¡Gracias! - Responidó Honeybourne, algo sobresaltado, cogiendo el vaso de la bandeja que sostenía el joven. Luego, como de vuelta al mundo real, se giró hacia uno de los contrincantes y, con una elegante sonrisa (muchas veces ensayada) dijo:

- Buenas noches, doctor Butler. Veo que siempre encuentra usted un momento del día para alejarse sus intenso trabajo y relajarse estudiando los intrincados bailes geométricos de este interesante juego - y añadió - aunque parece que este joven se lo está poniendo dificil... esta vez -

Cargando editor
09/03/2008, 17:57
Dr. Isaac Butler

El Dr. Buttler era un hombre de mediada edad que se había hecho famoso por sus magníficos trabajos sobre la Psique del ser humano. Hacía ya tiempo desde que siendo un auténtico desconocido, había tenido la suerte de tratar a la hermana de un famoso Lord. Se decía que sus técnicas eran innovadoras a la vez que continuaban manteniendo ese aire arcaico que tanto tranquiliza a los pacientes. Trabajaba muchas horas en el Psiquiátrico de Londres, Buscando algún tipo de luz sobre el por qué de la locura,solía decir él.

Al oir el comentario de Lord Honeybourne levantó la vista de la mesa de billar. Una pequeña sonrisa cruzó su rostro.-Sed bienvenido Lord Honeybourne. Hacía tiempo que no nos encontrábamos en el Athenaeum.Sus dedos juguetearon un instante sobre la madera del taco que sontenían. ¿Le apetecerá jugar una partida cuando acabe con este joven?.

Tras decir esto el Dr. se apoyó sobre la mesa y deslizó suavemente el taco sobre su dedo. Las bolas de billar choquaron con un leve chasquido y ambas, la verde maciza y la negra entraron en sus respectivos orificios. E joven americano estrechó la mano de su contrincante y se alejó en dirección a una de las mesas sin dirijir la palabra a ninguno de los caballeros.

-¿Jugamos?. La pregunta quedó suspendida unos instantes en el aire.

Cargando editor
09/03/2008, 20:41
Lord Oliver Honeybourne Jr.

Lord Oliver echó una mirada a la mesa de juego. Luego inclinó la cabeza y se detuvo un momento a comtemplar el reflejo de la luz en el vaso que sostenía en su mano derecha. Después de unos sintantes alzó la mirada de nuevo hacia su interlocutor.

- ¿Por que no? Pero recuerde que yo soy un simple aficionado - y con una sonrisa burlona añadío - tenga usted piedad de mi -

Luego se dirigió hacia el armario que contenía los tacos de billar y emepezó al examinarlos, tratándo de escoger uno.

- Vaya colocando las bolas, si es tan amable, doctor. En seguida estoy con usted - dijo sin girarse. Una vez hubo seleccionado un palo a su gusto se encaminó de nuevo a la mesa.

- Y dígame, mi querido doctor ¿esta usted trabajado en algún caso especialmente interesante estos días? tengo entendido que últimamente le plantean casos cada vez mas desafiantes -

Cargando editor
10/03/2008, 12:39
Dr. Isaac Butler

El Dr. Isaac Butler comenzó a colocar als bolas cuidadosamente en el triángulo de madera confeccionado para tal tarea. Sonrió sinceramente ante el comentario de lo "novedoso" del juego para su contrincante y asintió levemente con la cabeza.

-Ultimamente no estamos teniendo ningun caso realmente interesante. Solo los típicos transtornos de nuestros ocnciudadanos. Tomó un instante aire y prosigió. Ojalá tuviera algo realmente novedoso que presentar a la comunidad científica. Imagínese, estamos en primavera, que ya sabemos lo que afecta esto a los lunáticos e idiotas y no hemos descrito aun ningun caso nuevo. Se detuvo unos instantes mientras su cara dejaba translucir la leve decepción del momento.


-Por cierto, me alegra ver que no se ha sentado con el resto de los miembros del club a hablar de politica.
El Dr. dió una nueva calada al puro y continuó hablando.-Me resulta muy aburrido todo lo referente a la reciente independencia de Irlanda. En breve lograremos tenerlos de nuevo bajo nuestro control. ¿No es asi? Isaac esperó la reacción de Honeyburne mientras ajustaba el triángulo en su posición correcta.

Cargando editor
11/03/2008, 00:11
Lord Oliver Honeybourne Jr.

- Si le soy sincero, nunca me han interesado demasiado los aspectos prácticos de la política, pero si, como leal súbdito del Imperio, confío en recuperar Irlanda con la mayor brevedad posible - contestó Lord Oliver

- Como usted ya sabe - prosiguió mientras se disponía a iniciar la partida con el primer golpe - siempre he estado mas interesado en los aspectos sociales y especialmente culturales de los pueblos. En este sentido he de decir que Irlanda, forme o no parte del Imperio Británico, ha tenido siempre mucho que ofrecer.

Honeybourne, ya en posición para golpear la bola con el taco, giró la cabeza hacia su sontrincate y bajando levemente el tono de voy y esbozando una sonrisa complice apostilló:

- Y por supuesto siempre estará la belleza de sus elegantes mujeres y su maravillosa cerveza.

¡CLAC! las bolas resonaron al chocar y rodaron por toda la mesa. En medio del desorden una de ellas se precipitó en una tronera, marcando el primer punto para lord Oliver.

Una vez la calma retornó a la mesa Honeybourne se volvió sonriente hacia su oponente.

- Creo que ya empiezo a recordar este juego...

Cargando editor
11/03/2008, 22:53
Dr. Isaac Butler

Isaac observó como Honeybourne medía su lanzamiento. Habñia apoyado el taco de una forma exquisita, balanceando el epso del mismo y buscando un golpe seco para abrir el juego. La suerte quiso que entrara la primera de las bolas macizas, lo que hizo sonreir al Doctor.

-Ah si, esas magníficas mujeres irlandesas. Un leve suspiro escapó entre sus labios. No se que tendran sus pecosos rostros pero siempre me han llamado la atención. Aparte dle fuego que suele iluminar sus ojos verdes. Su boca se torció en un pequeño gesto de resignación.

-Pero no nos entritezcamos con lo que no tenemos. ¿Se ha enterado de las ultimas noticias de sociedad?. El doctor miró directamente a Hneybourne mientras este negaba ligeramente mientras mantenía su sonrisa amigable. -Parece ser que el señor Atendurth va a dar otra de sus elegantes y extravagantes fiestas. Tengo entendido que no ha ido a ninguna de ellas y me gustaría llevarle en calidad de amigo.

Las fiestas de Atendurth eran famosas entre tods los miembros de la alta sociedad. El viejo magnate no solía ir hasta Londres pero su influencia y su dinero se hacía notar en todos los rincones del reino. Todo el mundo deseaba ir a esas fiestas porque era la oportunidad perfecta para begocios millonarios. Se rumoreaba que los que lograban entrar en su círculo personal hacian de sus vidas la mismisima fortuna.

El Doctor esperó pacientemente hasta que Lord Honeybourne falló uno de los golpes.

Cargando editor
12/03/2008, 18:41
Lord Oliver Honeybourne Jr.

- ¡Atendurth! - exclamó lord Oliver - Mi tío Robin siempre hablaba de él. Me solía decir que si algún día quería que la empresa familiar recuperase la importancia de antaño tenía que aprender de personas como este ilustre caballero.

Honeybourne se quedó pensativo unos instantes, apoyado en el taco de billar y mirando a la mesa, pero con los pensamientos perdidos en otro lugar.

Después de unos segundos pareció despertar, ante el gesto expectante de su compañero.

- ¡Sus fiestas! Si, cierto, nunca he tenido el placer de asistir a una de ellas pero tengo entendido que son a la par entretenidas... y educativas - su rostro adoptó momentaneamente una mueca de entre burla y complicidad. Luego se recuperó su sonrisa y prosiguió:

- Me halaga usted con su oferta, y no crea que pienso rechazarla. Un "joven e inexperto" empresario como yo siempre tiene algo que aprender del señor Atendurth... en lo que al mundo de las finanzas se refiere.

La mueca burlona reapareció fugazmente y luego lord Oliver devolvió su atención a la mesa de billar.

Cargando editor
13/03/2008, 21:05
Dr. Isaac Butler

El Dr. Butler sonrió ante el tono ligeramente burlón de Honeybourne. Se nota que aun es joven, tiene mucho que aprender.

Atendurth había hecho fortuna durante los últimos treinta años del siglo pasado. Había empezado muy joven moviendo fardos de importación en el puerto. Con el dinero logrado y, se rumoreaba, un par de buenos movimientos había logrado hacerse con una pequeña tiemda de importación. Desde luego que los movimientos bñelicos en las colonias le habían favorecido pero, ¿Acaso un hombre de negocios no debe aprovechar las situaciones?. Todo el mundo coincidía en una cosa. Nadie entendía por qué había abandonado bruscamente el negocio con las indias.

-¿Qué opinión le suscita el señor Atendurth?. Ahora fue el Doctor el que sonrió levemente.

Cargando editor
16/03/2008, 23:03
Lord Oliver Honeybourne Jr.

- Como le decía - contestó Oliver - desde muy joven mi tío me enseñó a apreciar y admirar el talento de personas como Atendurth - hizo una pausa para beber un sorbo de su vaso y observar la mesa de billar, que poco a poco se iba despejando con el juego.

- Es cierto tambien - porsiguió despues de jugar su turno - que circulan rumores sobre ciertas operaciones en las que se vio involucrado en el pasado, que algunos tildan de cuestionables - realizó una pausa para tomar otro trago y observar el juego de su oponente - Y por supuesto está su reciente decisión de retirar sus intereses comerciales en América. Una inexplicable maniobra que nadie se esperaba ni entiende.

Este tema de conversación estaba haciendo a lord Olvier perder la concentración en el juego, que parecía tenderse en su contra. En muchas ocasiones, pensaba, su origen aristocrático le había obligado a mostrar desdén público por aquellas figuras como Atendurth o el propio doctor Butler: nuevos burgueses de familias sin títulos ni historia que habían aprvechado la reciente revolución industrial para hacerse un hueco en la alta sociedad y tratar de codearse con la nobleza. Pero lo cierto es que, aunque su origen a veces le impidiese manifestarlo públicamente, los admiraba profundamente, consierándolos auténticos ejemplos del afán de superación humana y absolutos merecedores de las fortunas que ostentaban.

- ¡Vaya! Empecé bien pero ahora parece que me saca usted ventaja - dijo Honeybourne volviendo su atención al juego - Y digame, mi buen doctor ¿cuando es esa fiesta?

Cargando editor
20/03/2008, 13:58
Dr. Isaac Butler

- La fiesta será anunciada mañana y tendremos el honor de acudir el sabado. Es decir, en un par de noches. El Dr. miró pensativo a Oliver, como si estuviera midiendo su valía antes de realizar el siguiente comentario.

- He odio que es un buen escritor. O al menos que en tiempos fué muy aficionado a escribir. La mirada de Isaac se posó esta vez en la gran librería que se encontraba frente a él. - Tengo entendido que ahora gusta mucho de leer numerosos tomos de antiguos filósofos. ¿Qué campos son los que más le interesan?.

El Dr. se agachó levemente sobre la mesa de billar. Deslizando el taco con suavidad entre sus dedos golpeó la bola de nácar que fue a estrellarse son un sonoro chasquido contra otra de las bolas. Incorporándose, se apoyó en el borde de la mesa y tomó su copa de coñac. La luz destelló a través del líquido mientras giraba en la copa.

Cargando editor
20/03/2008, 23:59
Lord Oliver Honeybourne Jr.

- ¿Filosofía? - contestó Honeybourne con una mueca burlona - La verdad es que eso es principalmente una broma que insisto en hacerle al buen Freidor, pero nunca parece causar el efecto deseado. Si es cierto que disfruto de brillantes textos como los "Diálogos de Platón" - se detuvo un momento, como pensativo, mietras sus ojos reflejaban un brillo travieso - Pero yo siempre he sido de los que disfrutan mas del conocimiento humano en compañía de una buena botella de vino y una hermosa mujer ¿No cree usted, doctor?

El rostro de lord Oliver mostraba ahora una amplia sonrisa, y su juego volvía a mejorar. Sin dar al doctor tiempo a contestar añadió:

- En cuanto a mis habilidades como escritor, creo que me sobreestima usted. Durante años he buscado la inspiración en vano, y solo he podido producir un par de obras de poco reconocimiento. En cierta ocasión me ofrecieron escribir pequeños artículos para un periódico relativamente importante, pero nunca me he animado del todo a pasarme al periodismo - hizo una leve pausa y su gesto se volvió algo melancólico - ¡El teatro! - exclamó - Ese si es un genero interesante.

- El teatro y las mujeres - pensó, y la sonrisa se marcó aún mas en su rostro.

Cargando editor
22/03/2008, 17:45
Dr. Isaac Butler

El Dr. titubeó unos instantes ante la respuesta de Lord Honeybpurne. Sabía que tenía fama de ser un mujeriego pero nunca pensó que alguien sería nunca tan transgresor en sus modales haciendo referencias al tema. Tomó un largo sorbo de su copa para depositarla después junto a a una mesita baja.

- Y dígame, ¿Está interesado en alguna obra en particular?. Las cejas de Isaac se enarcarón. - Qué opina de la actual moda de cabarets y de clubs de señoritas que empiezan a proliferar. ¿Los conoce?

Cargando editor
24/03/2008, 23:00
Lord Oliver Honeybourne Jr.

- Si que la conozco, la verdad - contestó Honeybourne - Como usted sabrá durante mi época de estudiante en Oxford llegué a moverme en ambientes que podríamos denominar poco recomendables, aunque todo en busca de la musa que nunca llegaba. Durante aquellos años fui testigo de los inicios de esta moda, sí, pero como tambien sabrá, hace años que abandoné esa vida y desde entonces estoy plenamente centrado en el negocio familiar - Se detuvo pensativo unos instantes.

- Ya sabe - añadió - que mi desdichado padre siguió ese camino antes que yo y no supo denetenerse antes de que ya fuera demasiado tarde - su mirada se perdió fuera de la partida, que derepente había perdido todo su interés - Es un triste error que yo no deseo cometer.

Lord Oliver miró a su compañero, recuperó instantaneamente la sonrisa y continuó - Y contestando a su pregunta - dijo "ya de vuelta al mundo real" - recientemente he disfrutado mucho leyendo Manfredo y Caín de Lord Byron, y por supuesto están autores como Bernard Shaw, Oscar Wilde... De este último disfruto especialmente sus encantadoras comedias.

Cargando editor
27/03/2008, 18:27
Dr. Isaac Butler

Butler se inclinó sobre la mesa de billar golpeado las bolas por última vez. - Ha ganado usted caballero. COn una sonrisa se acercó hacia su contertulio, logrando evitar oidos ajenos. - Me gustaría hablar con usted. En privado. El Dr. esperó unos instantes para ver cual era la reacción de Honetbourne. - Me han hablado muy bien de usted y puede que sea la persona adecuada para lo que estoy buscando. Es... algo especial. Solo alguien con sensibilidad para la literatura y la poesía lo entendería. Isaac escrutó el rostro de su acompañante tratando de leer su pensamiento. Eso si, ha de jurarme absoluta discrección.