Partida Rol por web

En las Sombras

El Newcastle

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06/11/2008, 21:22
Cathelin Bennet

Con unos pocos pasos la maligna luz verdosa del barco ya no se posa sobre nosotras, envolviéndonos con sus funestos dedos. Unas garras terribles de las que resultaba difícil liberarse. Estremeciéndome me apreté un poco mas contra Gloria como referencia en este mundo terrible. Ese hombre... era terrible, su rostro, esos ojos vacíos y su lengua. Hice una ligera pausa mientras la escena anterior se repetía en mi imaginación. Nunca imagine que una persona así pudiese continuar con vida...

El puesto medico improvisado estaba mas cerca de nosotras, pero no estaba segura de querer ir allí, el único medico que estaba atendiendo a la gente era un simple estudiante, que aunque solicito no estaba segura de que pudiese proporcionarme consuelo ante el grotesco recuerdo que había almacenado en mi memoria. Solo necesitaba irme a casa, darme un bien baño y tomarme un té caliente, quizás adulterado con algo que me ayudase a dormir mejor.

La voz apurada de una señorita surgió entre las figuras oscuras que salían del buque fantasmal. en otro momento creo que no habría dudado un instante en responder a su solicitud de ayuda, pero no me encontraba con fuerzas. Parándome en seco detuve el avance de Gloria que caminaba entrelazada conmigo No se si debemos ir, puede que este enfermo como el otro hombre y seria exponernos a la enfermedad. Suspiré resignada imaginándome el desanimo que podía atrapar a la señorita desconocida si no acudíamos. Estoy cansada, demasiado, si quieres ir no te lo impediré, es mas me parece normal, pero no se si podre soportar ver a otro hombre destrozado.

Notas de juego

De momento solo nos incluyo como destinatarias a Gloria y a mi, luego ya decides si cortas y pegas para los demás o no... ^^

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06/11/2008, 21:14
Joss Nieman

En otras circunstancias el gesto de aquella persona con el bastón le hubiera resultado un insulto y habría reaccionado ante ello pues con la simple advertencia hubiera sido más que suficiente, pero no era un situación común de manera que lo dejo pasar. Por lo que pudo entender aquel cuerpo tendido parecía estar en el mismo estado que el polizón que dejaran atrás, de manera que se apartó de él y comprobando que el resto del grupo había salido se detuvo a respirar y descansar.

La verborrea entusiasta de aquel caballero no tenía lugar, acosar así al profesor teniendo en cuenta su estado no era común, quizás este también se había visto influenciado por los sucesos acaecidos y su mente se había quebrado. Una vez recuperado el aliento escuchó a la señorita Staunton que tan notablemente se había recuperado de aquella experiencia. En ese instante e dio cuenta de un hecho, no encajaba en aquel lugar, él había dejado todas sus ganas de aventuras cuando se alistó y combatió mientras que aquellas personas, ya fuera por una tremenda curiosidad, necesidad de conocimiento, o simplemente necedad, buscaban sumergirse en aquella locura.

Recomponiendo como bien pudo su traje se acercó a las personas que habían ido reuniéndose en torno al profesor y tras carraspear ligeramente se dirigió a todos. - Me gustaría decir que ha sido un placer conocerles, pero las circunstancias no ayudaron, veo que todos se encuentran bien y el profesor está en buenas manos. Si me disculpan, señorita Staunton ya sabe donde encontrarme.- Sin dar tiempo a réplica el anticuario se dio la vuelta y comenzó a alejarse, parándose un instante al reconocer su sombrero milagrosamente entero en aquel caos, no estaba en el mejor estado pero era un buen sombrero de manera que sacudiéndolo un poco se lo volvió a poner y continuó su camino. Le quedaba un camino largo por delante, pero agradecería el paseo en la niebla para tratar de distraer su mente.

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06/11/2008, 22:05
Director

Notas de juego

Si, no te preocupes, veremos a ver que opina Gloria y con eso hago un post para los otros describiendo vuestra acción o alguna formula parecida.

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06/11/2008, 23:58
Elisabeth Staunton
Sólo para el director

- Esto aun no ha acabado, pero parece que es demasiado para la sólida realidad en la que vive el señor Nieman. -

Estuvo a punto de decir algo para que se quedara, pero lo pensó mejor. Él tenía la oportunidad de alejarse de toda aquella locura, de ponerse a salvo.

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07/11/2008, 00:01
Elisabeth Staunton

Cita:

Si me disculpan, señorita Staunton ya sabe donde encontrarme.

Como otras veces en los últimos diez minutos parecía que Elisabeth iba a decirle algo importante al anticuario, pero una vez más se tragó las palabras y se limitó a despedirse:

- Hasta otra señor Nieman, espero volver a vernos en circunstancias totalmente diferentes. -

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07/11/2008, 09:39
Daniel Jackson

Encorvado por el esfuerzo que le suponía cargar con parte del peso del Profesor Pitrie, Daniel se sintió atontado por la nerviosa jovialidad del Doctor Lowell que nada más llegar hasta ellos se metió en medio obligándolo a apartarse del profesor y no contento con eso se puso a interrogar a éste. Perturbado por su charla se paró ligeramente atontado aunque secretamente aliviado de poder descansar. Mientras se pasaba inconscientemente la mano por el pelo despeinándoselo, se hizo eco de las palabras de la joven Stauton.

-La señorita tiene toda la razón, Doctor Lowell-comentó con voz calmada intentando infundir un tono tranquilizador.-Todos hemos pasado por una situación un tanto extraña ahí dentro y no es momento ni lugar para hablar sobre ello. Por favor si nos ayuda a llevar al profesor hasta el puesto médico más tarde, cuando todo esto haya pasado, se lo explicaremos en detalle-le aseguró intentando que el profesor entrase en razón.

Cita :
 

Me gustaría decir que ha sido un placer conocerles, pero las circunstancias no ayudaron, veo que todos se encuentran bien y el profesor está en buenas manos. Si me disculpan, señorita Staunton ya sabe donde encontrarme

Interrumpido por las palabras del anticuario, Daniel se volvió Bueno es normal que se vaya al fin y al cabo esto ya no va con él pensó aunque extrañamemte su marcha le hacía sentirse contrariado. Aún así se las arregló para componer una sonrisa educada, a pesar de las cirscuntancias no había nunca que dejar de serlo, y asintió comprensivo.

-Lo mismo digo...-comenzó a despesdirse mientras alargaba una mano para estrechárselo. Pero no pudo terminar. Con expresión decidida el señor Niemann giró sobre sus talones y se alejó con pasos decididos parándose antes a recoger el sombrero caído. Tragándose la adevertencia que había estado a punto de hacer, Daniel cerró la boca y se giró para mirar brevemente a Elisabeth con expresión interrogadora. Ésta tampoco parecía habérselo tomado muy bien. Encogiéndose de hombros centró de nuevo su atención en los otros tres caballeros.-Bien...por favor continuemos...tenemos que marcharnos cuanto antes de aquí.

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07/11/2008, 17:15
Gloria Peacock

Mientras camino despacio no puedo apartar la imagen de ese hombre de mi mente. Las palabras de Cathelin me hacen preguntarme qué terrible enfermedad será la que ha afectado al hombre de manera tan atroz. - Tienes razón Cathelin, aunque consiguiéramos que un doctor acudiera en su ayuda, dudo que lo encontraran aún con vida, estaba tan... - Un estremecimiento de repulsión me hace callar, prefiero no  seguir evocando la imagen y trato de enterrarla en mi memoria, aunque con poco éxito.

Una voz de mujer llega hasta mis oídos, e instintivamente me vuelvo hacia atrás. Cathelin hace lo mismo y vemos a una mujer pidiendo ayuda. Ante las palabras de Cathelin agito levemente la cabeza - No querida, no pienso volver a ese lugar dejándote aqui en este estado. Además, el Dr. Lowell ha quedado allí y él podrá socorrerla si es algo urgente. - Miro unos instantes a la figura de mujer que nos grita, intentando distinguir alguno de los síntomas repugnantes del hombre del suelo. - Tal vez debiera ir a ayudarla, pero ¿qué podría hacer? Es mejor que vayamos a buscar ayuda competente. - Aprieto ligeramente el brazo de Cathelin - Prosigamos, debe faltar poco -

 

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07/11/2008, 17:45
Lord Oliver Honeybourne Jr.

Lord Oliver contempló divertido a aque extraño personajillo (no podía definirlo de otra forma). Hacía un instante lo había visto patear enfervorizadamente a la figura que yacía en el suelo y ahora se "abalanzaba" casi literalmente sobre el profesor Pitrie, acribillándolo a preguntas. El accidente del Newcastle y los hechos que se iban desarrollando habían mantenido a Honeybourne intrigado y en tensión simultáneamente, pero ahora la situación se volvía tan extraña que su sentido común había llegado al límite, y aquello estaba empezando incluso a resultarle cómico.

Se esforzó una vez mas por disimular la sonrisa que se asomaba a sus labios y se afanó en ayudar a Jackson a cargar con el profesor hasta el puesto médico. Todos parecía conocerse, así que Lord Oliver no dejaba de escuchar lo que decían, tratando de averiguar exactamente qué tipo de relación había entre ellos.

A su cabeza volvieron entonces las palabras del doctor Butler, la noche anterior, sobre el grupo de personas que le habían encomendado reunir, y se preguntó si no estaría conociéndolas en ese instante... ¿Por qué si no le había pedido que asistiese a la llegada del barco aquella mañana?

- Haga caso al joven, caballero, si es tan amable - dijo entonces dirigiéndose al extraño personajillo con actitud educada pero imperativa - el profesor necesita ayuda urgente y no se engañe, no es usted el único que desea una explicación sobre lo que está sucediendo...

Luego volvió su mirada con resignación hacia el anticuario, que volvía a alejarse de espaldas.

- Ya volverá - pensó - sobre todo si esa señorita se lo pide...

 Y la sutil sonrisa volvió a sus labios...

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11/11/2008, 17:46
Daniel Jackson

Juzgando de un vistazo la capacidad del doctor Lowell para llevar a su mentor Daniel comentó en tono educado

-Disculpe, doctor Lowell...si me permite yo ayudaré a llevar al profesor, está seminconsciente y no es fácil hacerlo-agregó acompañando sus palabras con una leve sonrisa. Luego, con delicadeza, volvió a tomar por los hombros al profesor y tras hacer un gesto de asentimiento en dirección al otro caballero comenzaron de nuevo a caminar, medio llevando en volandas al estudioso y poniendo mucho cuidado en no pasar cerca del hombre caído. Concentrado en no tropezar con los restos de maderos, cuerdas, sombreros y paraguas caídos, el joven apenas prestó atencion al resplandor verde que lo seguía envolviendo todo. De reojo comprobó si la señorita, y lo que era más importante los valiosos objetos que llevaba, les seguía.-Me temo que no hemos sido presentados caballero, soy Daniel Jackson...egptólogo y ayudante del profesor Pitrie-dijo entre jadeos asomándose por encima de la caída cabeza de su mentor en dirección al hombre que le ayudaba.

Notas de juego

humm creo recordar que Imla me dijo que ´no teníamos por qué esperar siempre a que postease así que doy por hecho que seguimos caminando :) si me equivoco querid master te doy permiso para que me relegues a dormir al sofá :P

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11/11/2008, 21:40
Cathelin Bennet

Como siempre mi acompañante parecía tener razón, Gloria me había demostrado ser una mujer mas fuerte que yo. No le había afectado tanto la visión de ese hombre como a mi, me preguntaba que clase de vida habría llevado la señorita Peacock aparentemente una mujer sensible al arte y la moda debería estar poco acostumbrada a seres espeluznantes como el que habíamos dejado atrás, pero podía ser que su vida, como la de todos los buenos artistas hubiese sido algo turbulenta y escabrosa, lo suficiente como para no dejarse amilanar por un simple hombre enfermo como aquel.

Tienes razón, el Dr. Lowell seguro que esta mas capacitado que nosotras para prestarle socorro. atendiendo a los movimientos que me transmitía a través del brazo encadenado continué con nuestro camino. Siempre podemos decirle al joven estudiante que hay gente que necesita ayuda y un hombre muy enfermo que espera que compruebe la gravedad de sus heridas. No seria descabellado pensar que es victima de una plaga o una de esas terribles enfermedades caribeñas. Fijo la mirada en la improvisada carpa que hacia las veces de tienda-hospital.

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11/11/2008, 21:50
Director

La situación te había afectado profundamente. Tu ánimo, en otras ocasiones capaz de ponerte por encima de cualquier cosa a la que te hubieras tenido que enfrentar, se había agotado ante el vaivén en la actitud de tus compañeros, ante lo cambiante de las situaciones. La niebla te tragó en escasos metros y su densidad te alejo de las voces de los que dejabas atrás. Solo el mar te acompañaba ahora en tu recorrido por el muelle. Sin ver claramente hacia dónde te dirigías trataste de encontrar la salida a aquella pesadilla. Tu mente, experta en buscar un punto al que aferrase ante las situaciones extrañas te ayudó a rememorar a tu querida compañera Anne. ¿Dónde estaría ahora? ¿Se encontraría bien?.

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12/11/2008, 08:09
Director

Vuestros pasos os alejaron lentamente de la grotesca situación que habíais vivido. A medida que sentíais cómo el fulgor del barco se apagaba entre la niebla vuestro ánimo se recuperaba. Ante vosotras se recortaba la familiar silueta de cajas y madera donde se acumulaban hace unos minutos los enfermos. El desorden había aumentado hasta volverse desproporcionado en el poco tiempo que os habíais ausentado. Os recordó el aspecto que debía de tener cualquier lugar tras sufrir una estampida. ¿Qué había pasado allí?. Cuanto mas tratabais de encontrar a alguien mas patente se hacía que estabais solas. La niebla se cerró en torno a vosotras, creando casi un traje a medida en torno al puesto de socorro y vosotras, ningún sonido se colaba entre los densos jirones.

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13/11/2008, 15:03
Sir Flinders Petrie

Petrie movió su cabeza hacia uno y otro lado, recuperándose poco a poco del periodo de semiinconsciencia que había sufrido. Las insistentes llamadas del Dr. Lowell y la apresurada huida del interior del barco parecían haberle devuelto al mundo real. Tras incorporarse de nuevo, sin dejar de apoyarse en el hombro de su joven colaborador, el hombre parpadeó unos instantes para acostumbrar sus ojos a la intensidad de la luz, que no era mucha. El anciano profesor no dejaba de recorrer con su mirada la fantasmagórica luz que rodeaba el barco y el hinchado cuerpo que se encontraba a los pies de Lowell -Parece que ya ha logrado reponerse lo suficiente como para...- Sus últimas palabras resultaron ininteligibles para todos aquellos que le rodeaban, casi parecía como si la atmósfera que os rodeaba hubiese decidido ahogarlas, atrapándolas en su densa niebla y transportándolas lejos de sus destinatarios.

Poco a poco, su respiración fue volviendo a un ritmo normal y su expresión facial dejó entrever que se encontraba satisfecho con lo que veía alrededor. Su mirada se paseó entre todos sus acompañantes y se detuvo unos significativos segundos sobre la superficie de las vasijas -Veo que le hemos arrebatado algo poderoso- dijo mientras la llama del riesgo parecía devolverle las fuerzas. Despacio, alargó una de sus manos hacia las vasijas que portaba Elisabeth y esperó a que esta se la cediese -¿Puedo verla- murmuró entre dientes, claramente hechizado por las extrañas inscripciones que la cubrían. las piernas del profesor aún se encontraban debilitadas por la fuerte experiencia vivida y apenas le sostenían de pie por lo que apoyó parte de su peso sobre Jackson.

A lo lejos, la niebla que os rodeaba se encargó de hacer desaparecer al resto de los integrantes del grupo.

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13/11/2008, 15:10
Director

Los ecos del mar resonaban fuertemente en tu cabeza. El ritmo, hipnótico, cíclico e infinito se había instalado en tu mente y no cejaba en su empeño de repetirse para siempre. El barco parecía tentarte con su embrujo y no podías evitar volver tu mirada hacia el mismo repetidamente. ¿Que habrás dejado dentro sin averiguar? ¿Que escondía aquella bodega proveniente de Egipto, aquella puerta a otro mundo que había sido transportada ante la puerta de tu propia casa?¿Quién o que había realizado aquellas marcas sobre la mohosa superficie del barco?. Las preguntas se agolpaban una detrás de otra, todas sin solución, aunque algo, tal vez tu propia intuición, te decía que pronto irías encontrándoles solución. Sorprendentemente, en unas de las innumerable ocasiones en las que te giraste para contemplar el navío tus ojos captaron una sombra sobre la cubierta del barco. Jurarías que se trataba de un hombre, aunque la niebla impedía verlo con claridad. Con una inusitada agilidad, la figura se acercó al borde mas alejado del barco y saltó al agua, haciendo un sonoro ruido al sumergirse sobre la superficie del agua. La imagen quedaría para siempre grabada en tu memoria, nunca olvidarías aquellos llameantes ojos que se clavaron en ti antes de desaparecer, aquel par de pozos infinitos que tan solo prometían una cosa, venganza.

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13/11/2008, 15:11
Director

Los ecos del mar resonaban fuertemente en tu cabeza. El ritmo, hipnótico, cíclico e infinito se había instalado en tu mente y no cejaba en su empeño de repetirse para siempre. El barco parecía tentarte con su embrujo y no podías evitar volver tu mirada hacia el mismo repetidamente. ¿Que habrás dejado dentro sin averiguar? ¿Que escondía aquella bodega proveniente de Egipto, aquella puerta a otro mundo que había sido transportada ante la puerta de tu propia casa?¿Quién o que había realizado aquellas marcas sobre la mohosa superficie del barco?. Las preguntas se agolpaban una detrás de otra, todas sin solución, aunque algo, tal vez tu propia intuición, te decía que pronto irías encontrándoles solución. Sorprendentemente, en unas de las innumerable ocasiones en las que te giraste para contemplar el navío tus ojos captaron una sombra sobre la cubierta del barco. Jurarías que se trataba de un hombre, aunque la niebla impedía verlo con claridad. Con una inusitada agilidad, la figura se acercó al borde mas alejado del barco y saltó al agua, haciendo un sonoro ruido al sumergirse sobre la superficie del agua. La imagen quedaría para siempre grabada en tu memoria, nunca olvidarías aquellos llameantes ojos que se clavaron en ti antes de desaparecer, aquel par de pozos infinitos que tan solo prometían una cosa, venganza.

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13/11/2008, 20:50
Gloria Peacock

Mientras caminamos hacia el puesto médico, siento que poco a poco me tranquilizo. Parece que Cathelin camina a mejor ritmo y se le ve algo recuperada.

Empiezo a pensar en volver a mi casa y olvidar este espantoso día, cuando noto como la espesa niebla nos envuelve. Intento caminar más deprisa - Cathelin querida, démonos prisa, me siento algo intranquila. - Intento localizar al estudiante, pero no consigo distinguir persona alguna, ni siquiera los heridos están allí. Tan solo un espantoso desorden reina en el muelle. Fijo la mirada en la carpa blanca intentando no desorientarme, y por un momento me invaden las ganas de echar a correr para llegar cuanto antes, pero me contengo.

- Cathelin - pronuncio las palabras casi en un susurro - Esto es tan extraño, parece como si un huracán hubiera arrastrado a todo el mundo. No nos paremos. - Sigo avanzando, aunque con menos decisión que hace unos minutos.

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13/11/2008, 21:29
Elisabeth Staunton

Elisabeth no estaba prestando atención a lo que ocurría a su alrededor. Los hombres habían estado conversando entre sí, pero ella, ajena a lo que decían, tenía la mirada dirigida hacia el barco. Un escalofrío recorrió su cuerpo y su tez se tornó más lívida aún si era posible.

La salida del doctor de su extraño trance hizo que Elisabeth se centrara de nuevo en sus acompañantes. Cuando el doctor Petrie alargó la mano hacia las vasijas Elisabeth dio un paso atrás para ponerlas fuera de su alcance por el momento.

- ¿Qué o quién es? - preguntó Elisabeth mirando fijamente al doctor a los ojos.

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14/11/2008, 11:10
Daniel Jackson

Al ver que poco a poco el profesor Pitrie recuperaba la consciencia Daniel se detuvo dándole tiempo a que volviese en sí. Atraídos como un imán sus ojos se desviaban continuamente en dirección al barco, clavándose inténsamente en el casco de éste como si con sólo observarlo todas las preguntas que se agolpaban en su mente fuesen a obtener respuesta. En un momento dado su cuerpo se estremeció por un escalofrío y una expresión de profundo temor se plamó durante unos segundos en su rostro.

Cita :
 

Veo que le hemos arrebatado algo poderoso

La voz todavía rasposa le hizo salir de su muda contemplación con un respingo. Volviendo en sí desvió la vista a regañadientes y centró toda su atención en sus acompañantes. Cargando gran parte de su peso sobre él, lo que le hizo tambalearse levemente antes de afianzarse, el profesor Pitrie alargaba las manos con expresión ansiosa en dirección a las vasijas.

Cita :
 

 ¿Qué o quién es? -

Alarmado vio como la joven aventurera daba un paso atrás protegiéndo los objetos con sus manos. Incómodo carraspeó:

-Elisabeth...déje que las coja...al fin y al cabo esos objetos pertenecen al museo...-azorado se dio cuenta de que la había tuteado pero en cierto modo todo lo vivido en la bodega había hecho que, extrañamente, se sintiese muy próximo a ella y llamarla por su nombre de pila le parecía lo más natural del mundo.

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14/11/2008, 11:22
Daniel Jackson
Sólo para el director

La cubierta del barco ejercía sobre él un extraño magnetismo. ¿Qué era aquél ser? ¿Qué demonios ha ocurrido? ¿A qué se habrá referido el doctor Pitrie con sus extrañas palabras antes de caer inconsciente? ¿Y por qué...? Por qué parecía ser casi la gran pregunta pero Daniel comprendía que no era el momento adecuado para intentar hallar las respuestas.

Sus ojos se detuvieron sobre una figura. ¿Será real o un jirón de niebla? Y de repente pudo ver sus ojos, llameantes iracundos clavados en ellos a pesar de la distancia como si fuese capaz de detectarlos a pesar de la niebla. ¿Qué....qué...? Aturdido una sensación de profundo e irracional terror le recorrió y durante unos segundos fue incapaz de moverse, de decir nada, siquiera de pensar. Con la mirada clavada en aquel ser contempló cómo éste se tiraba al agua mientras intuía en lo más profundo de su alma que lo que había dado comienzo aquel día le perseguiría el resto de su vida.

+++

¿Por qué no le dará las vasijas? pensé mirando a Elisabeth con sospecha ¿Acaso querrá quedarse ocn ellas? Cierto nos ha ayudado pero pertenecen al museo, tienen que ser puesta bajo recaudo en nuestros laboratorios...Un sentimiento de posesión le invadió y tuvo que contenerse para no lanzarse hacia la joven y arrancárselas  de las manos. Al fin y al cabo no la conocían...

Notas de juego

en privado pongo los pensamientos a la manera de Juan :)

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14/11/2008, 12:30
Elisabeth Staunton

Cita:

-Elisabeth...déje que las coja...al fin y al cabo esos objetos pertenecen al museo...-

Las palabras de Daniel obtuvieron una respuesta que el joven no hubiera esperado jamás:

- ¿Al museo? - preguntó con aire divertido - Oh no Daniel, estas vasijas no pertenecen al museo... - en los labios de la mujer se dibujó una sonrisa mitad irónica, mitad nerviosa mientras enumeraba - ... ni a mi, ni al profesor. -

Se puso muy seria, el tono de su voz pasó a ser funesto. - Estas vasijas pertenecen a un ente que escapa a nuestra comprensión. Un ente oscuro salido de algún remoto infierno capaz de alterar la realidad a voluntad. Un ente que de no ser por el círculo de protección en el que estaban estas vasijas estaría en posesión de ellas... Sí, me refiero a los símbolos etruscos grabados en el suelo y que alguien había intentado borrar. - aclaró ante la mirada incrédula de su interlocutor - Si ese ente quiere estas vasijas no debe ser por ningún buen propósito, así que no le voy a dar las vasijas a nadie deforma voluntaria a menos que el profesor responda a mi pregunta. - volvió a mirar fijamente a este - ¿Qué o quién es y por qué quiere estas vasijas? -