Partida Rol por web

Me alegré al ver a Bardas y casi le asalté besándole y preguntándole si estaba bien.. pues había dormido bastante mal, apenas había cenado.. no recordaba haberme preocupado así de alguien en la vida.

- ¿ Tenía que pensar un nombre ya? Yo estaba esperando que propusieras alguno que no fuera nenita.. - Dije desde mi cara de somnolencia y esas ojeras que daban un aspecto horrible a mi cara.

La verdad es que fue una sorpresa ver en aquel lugar a tantos niños y sonreí cuando Bardas dijo lo de las amigas. Se le vía ilusionado por ir a ser padre y eso no podía negarse.

- Y un buen padre.. - Añadí.. mientras me quedaba mirándole.

Escuché la charla sobre lo de dormirnos, sobre lo del " contrato " que debíamos firmar y le eché un vistazo, sobretodo a la letra pequeña que era lo que más me interesaba, y luego lo acabé firmando con una de mis manos sobre mi vientre, como si quisiera que " la nenita " supiera que todo esto lo estaba haciendo por ella.

Tras ello, miré a Bardas, sintiendo algo de miedo por todo aquello pero necesitaba decirle lo que no había dicho.

- No sé si todo saldrá bien o si llegaremos sanos y salvos, pero que sepas que la nenita y yo te queremos.. - Susurré en su oído.

Bardas acaricia tu mejilla y sonrie con rariño acercandose a besarte - Yo tambien os quiero nena... - Te susurra con toda la dulzura del mundo.

Todo el mundo firma, nadie parece objetar nada y sois conducidos a la zona de embarque. Es muy parecido a un avion. Todos entran dentro y se sientas en los lugares asignados. El equipaje va a la zona de carga, no se perminte llebar nada, nisiquiera efectos personales por motivos de seguridad, tan solo la ropa que llevais puesta.

Unas correas se ciñen automaticamente a vuestros cuerpos adaptandose con firmeza pero sin oprimir. En unos segundos despegais, como un avion solo que llegados a un punto asciende en vertical a toda velocidad, teneis cierta sensacion de vertigo, como en la montaña rusa pero dura un instante. Pronto veis las estrellas por las ventanillas del avion.

Hora estimada de acoplamiento con Shirius, 2:47 AM.- Dice una voz por megafonia.

Notas que Bardas por el contrario esta mas relajado que nunca, alejarse de la tierra habia sido su sueño desde niño. Su sonrisa no podia ser mayor.

-¡GAS! ¡SALE GAS!.- Grita alguien varias filas detras de vosotros. Bardas trata de levantarse pero justo entonces las correas os aprisionan con mas fuerza, los enganchen no abre y la gente comienza a grita histerica. Desde el fondo un gas azulado sube cubriendolo todo. Los que han quedado tapados por el ya no gritan, no se les oye. Bardas aprieta tu mano y te mira sintiendose horriblemente culpable por haberte arrastrado a esa situacion. Lucha desesperado por liberarse. Su brazo Izquierdo tira de tus correas.

Hacer fuerza con ese brazo Le produce un dolor desgarrador pero lo soporta. Tus ataduras ceden.- Nena ¡Sube! Trepa por los asientos, ve a la cabina.- Te dice deseperado.- No puedes ayudarme tienes que salvar a nuestra nenita corre.

Miras atras, el gas esta a dos filas de Bardas y subiendo.

Al montarme en aquel lugar miré a Bardas al rostro y lo vi sonriente, tranquilo, como si sólo hubiera calma y felicidad en él y eso, me hizo sentirme tranquila a mí, pensando que aquello había sido una buena idea, que a partir de aquel momento, todo iría a mejor y sería un futuro a su lado. La idea era maravillosa y yo también sonreía.

Aquellos gritos me hicieron tensarme, olvidarme de nuevo de cualquier atisbo de felicidad y mirar a Bardas preocupada y luego hacía aquel gas azul.

- Joder!

Mis correas se abrieron, dejándome la movilidad para salir del asiento, pero Bardas..

- No pienso dejarte aquí.. ni lo sueñes.. o vienes con nosotras o no llegaremos ninguna.

No había llegado hasta aquí con él para ahora dejarlo ahí.

Me incoporé buscando apoyo para poder hacer fuerza y comencé a intentar soltarlo de asiento, aunque para ello tuviera que cargármelo. En aquel momento no pensaba en nada, volvía a ser la supervivencia la que mandaba, sólo que esta vez, me sentía obligada a llevarme a ese hombre conmigo o quedarme con él en caso de ser necesario.

Barda tira pero su brazo esta destrozado y el minimo intento le hace sufrir una agonia, la poca fuerza que le quedaba la predio rompiendo el tuyo.- ¡Joder Nena!  ¡No dejes que se muera!.- Exclama y ves por primera vez en tu vida una lagrima derramarse por sus ojos.- Sois lo que mas quiero en el mundo, necesito que vivas por mi Cloe, no queda tiempo ¡Corre!

Las lágrimas corrían por mis mejillas al ver que no iba a poder soltarlo y sus palabras..

- Lo siento.. - fue todo lo que pude decir y deposité un beso rápido en sus labios antes de hacer lo que me pedía, aunque cuanto más me alejaba de él, más me parecía que nada tendría sentido así.

Trepé rápidamente por los asientos, aunque las lágrimas apenas me dejaban ver lo que hacía, intentando a toda costa poner a salvo a la niña. No quise pensar en nada en aquel momento, ya que todo era demasiado horrible para poder hacerlo.

Os quiero nenas.- Te dice con una sonrisa. El humo sube cada vez mas deprisa, parece que es algo toxico. La gente al respirarlo queda imovil en sus asientos. Tu intentas llegar a la cabina, la puerta es hermita y el gas no te alcanzara si consiges entrar. La niña de las coletas te mira cuando pasas por su lado, tendiendote los bracitos pero sabes que no puedes hacer nada por ella, ni por ninguno.

Con dificultad llegas a la puerta. Los gritos cada vez son menos, el aire comienza a oler dulce. Intentas abrir la cabina pero descubres que a sido sellada desde dentro. El gas sigue subiendo... el silencio es total ahora, tiene el gas practicamente encima. Por mucho que intentas entrar en la cabina la puerta de acero no cede y nadie hace caso a tus gritos.

El gas termina por alcanzarte irremediablemente. Te tapas la boca y aguantas la respiracion pero eso solo consigue retresar lo inevitable.

Caes en un estado de inconsciencia muy profundo, no ves nada, no sientes, no tienes ningun dolor. No tienes consciencia de cuanto tiempo pasas en ese estado mas algunas veces tienes la sensacion de que alguien te habla. El sonido de la voz que recibes es extraño, como si te hablaran atraves de un cristal pero de algun modo, cuando escuchas esta voz te sientes en calma.

- Hoy hemos comido arroz ¿Sabes que es el arroz? Pues veras....

- Esta camiseta me la a dado....

- ...entoces es cuando me he enfadado y le he dicho que era por su culpa...

La mayoria de las frases son insustanciales, fragmentos de conversaciones banales.

Finalmente abres los ojos, mareada y desorientada, sin apenas tener consciencia de quien eres. Estas tumbada en una camilla de hospital, vestida con una especie de tunica blanca. Tu cuerpo todavia mantiene una extraña sensacion de humedad. Te sientes devil, cansada... entonces empiezas a recordar...

Una voz femenina se escucha por un transmisor de la pared.- Especimen 4752 T, su proceso de descriogenizacion a sido concluido, preparese para la visita de su supervisor.

Traté de llegar, traté de hacer lo que Bardas quería que hiciera, de poner a salvo a nuestra pequeña, pero no pude, aquella maldita puerta no se abría y el gas no tardó en alcanzarme haciendo que no tardara en caer inconsciente, sin poder evitarlo, sin poder hacer nada.

La oscuridad me envolvía pero de vez en cuando, en alguna parte, escuchaba aquella voz que contaba cosas, que nunca llegaba a comprender, pero que me hacía estar tranquila, calmada, dormida.

Al abrir los ojos estaba totalmente totalmente aturdida, sin daber demasiado bien ni siquiera mi nombre cansada.. eso sobretodo, muy cansada. Lo primero que me pasó por la cabeza fue la niña y me llevé la mano al vientre y eso que moverme fue terriblemente doloroso, lo siguiente fue recordar a Bardas cuando se quedó en aquel asiento.. pero una pequeña esperanza se encendió en mí, si yo no había muerte, podría ser que él tampoco.

- ¿ Descriogenización? ¿ supervisión?

Aún sin tener demasiado claro si debía moverme intenté incorporar para sentarme y mirar a mi alrededor.

No podía ser verdad, todo aquello no podía ser real.. - Mi pequeña..

Las lágrimas resbalaban por mis mejillas, dándome cuenta de que había seguido una quimera, un sueño que nunca había existido..

- Sois unos hijos de puta.. UNOS HIJOS DE PUTA!! - No podía apenas hacer fuerza, pero con el odio y la rabia que me quedaba me puse a gritarles, incluso intenté pegar al médico que me había agarrado pero no le hubiera podido hacer daño ni aunque hubiera querido, aunque metí mi dedo en su ojo que era lo más parecido a hacerle daño que podía hacer.

- DEVOLVÉDMELA!! ES MI HIJA!! MALDITOS CABRONES!!

Tu pequeña debe tener unos 13 o 15 años y comportate no pienso matarte, nos eres muy necesaria. Necesitamos repoblar el planeta y tenemos apenas un par de decenas como tu. De modo que se te vendera rapidamente y tu mision sera simplemente concebir. Te extraeremos los embriones fecundados y asi no tendras que esperar 9 meses para concebir de nuevo, ni tu cuerpo se deformara con los partos, perdiendo el atracctivo que debes mantener para tu amo.- Dice el hombre soltandote, sin importarle nada tus lagrimas.- Respecto a tu motivacion te dice que tu amante, Julius, esta despierto, trabaja para nosotros desde hace años. A el no le costo nada adaptarse, es mas creo que se divirte.

No podía creerme que aquello estuviera sucediendo, ni que Bardas hubiera accedido a aquello y más sabiendo lo que habían hecho con nuestra pequeña.. porque lo sabría ¿ no?

En aquel momento me dejé caer al suelo y me puse a llorar sin consuelo posible, ocultando mi rostro entre mis manos. Me sentía poco más que un objeto y aquello no cambiaría. Sólo seguía viva porque les servía para repoblar un planeta..

- Qué idiota he sido..

Ya no había nada por lo que luchar, nada por lo que mereciera la pena hacerlo.

- Haras lo que te ordene quieras o no.- dice sin mostrarte ninguna emocion.- No se donde esta tu pequeña bastarda, la vendimos cuando apenas era un bebe, contra antes se acostumbran a tener un amo menos les cuesta aprender disciplina. Bardas es un reproductor, como tu, el cabron se lleva años "procreando". Eso si que es vida ¿No crees?

Aqui las cosas son muy diferentes a la tierra, tenemos una ley muy extrizta y un sistema social firmemente cimentado. No te preocupes, lo aprenderas todo muy rapido...por tu bien. Como ya te he dicho dentro de un par de horas se te subastara. Se te asignara un amo y seras de su propiedad. El tendra derecho a castigarte como considere oportuno, sobre todo si eres desobediente. Si escapas volveras aqui.- Te dice agarrandote de la barbilla, obligandote a mirarle.- Te aseguro que eso es lo ultimo que quieres. Ahora arreglate, alli tienes una taquilla con lo que debes ponerte, un cepillo de pelo y algo de ropa interior. Te conviene ponerte guapa, a las mas bonitas se las quedan los hombres importantes, el resto se las disputan los viejos verdes. Tu veras lo que haces, volvere por ti mas tarde. Si no eres tranquila por voluntad propia te implantaremos un chip de control.

Sin decir mas sale de la sala dando un portazo tras el.

No dije ni una palabra más, no quería decir absolutamente nada y sólo miré con odio a aquel hombre. No pensé en ningún momento que sus palabras fueran una broma ni nada parecido, sino que más bien eran toda una realidad y que yo me había convertido en una especie de " oveja " con la que podían hacer lo que les diera la gana.

A mi mente vinieron las palabras de aquel sicólogo hijo de puta y lo que respondí entonces acerca de la religión y si no hubiera sido por las lágrimas hubiera soltado una risa amarga, muy amarga.

- Si de verdad hay algo en algún lugar que vela por nosotros, por favor que me mate..

No era una mujer con un caracter como para pertener a nadie en contra de mi voluntad, aunque en aquel momento ya no me importaba absolutamente nada.

Hice lo que me pidieron y me puse aquella ropa mientras al fin me cansé de llorar y me senté, esperando en silencio a que me vinieran a buscar.

Un tipo vestido con algo parecido a un uniforme militar abre tu puerta y te dice.- Sal. Vamos.- de una forma seca e impersonal. Te conduce por los pasillos hasta una sala que te recuerda al salon de actos de un instituto.

Sentados en sus asientos media docena de hombres mirandote como un trozo de carne. A ti te obligan a subir al escenario. Alli un hombre de unos cuarenta te señala y lee tu ficha.

Reproductora en perfectas condiciones, experta amante recien despertada tras 25 años animacion suspendida.

Los hombres levantan la mano haciendo unas señas que no comprendes. Todo resulta silencioso y civilizado, todo menos sus miradas.

Tras unos minutos ves que solo dos tipos siguen levantando las manos. Uno de unos 30 años y otro de unos 65. No sabes cual a ganado la puja. Simplemente se te retira del escenario y se te mete una salita de espera.

Desde donde estas escuchas como venden a un niño de 5 años, geneticamente perfecto y a otra chica de 21 años.

Despues todo queda en silencio y te abre la puerta.- Este sera tu amo, debes obedecerlo. Es la ley.- te dice el tipo vestido de forma militar.

- Sigueme.- Te dice el tipo sin mostrar emocion alguna, tan friamente como todos alli.

Aquello era del todo surrealista y simplemente observé un poco a las personas que había allí para luego agachar la cabeza y dejar que todo siguiera su curso, aunque sentía frío. No por la temperatura, sino porque aquel lugar era capaz de helarme la sangre de una manera que no había conseguido helármela nada en la vida.

Cuando me dijeron que aquel hombre sería mi amo no levanté la vista, ni le miré a la cara, pues lo peor de todo es que sentía vergüenza y asco de mí misma. Vergüenza por haber sido tan estúpida de haber creído que habría algo mejor, vergüenza por dejar que me hicieran aquello, asco por haber dejado que se llevaran a mi hija, que a estas alturas casi era tan mayor como yo y asco por Bardas.. por haber permitido todo aquello, por ser capaz de trabajar para aquellas personas.. Ojalá no tuviera que volver a verlo nunca.

Seguí a aquel hombre en el más completo silencio, como si fuera muda, a fin de cuentas lo que buscaban seguro que era mujeres sumisas ¿ no? Aunque por mi cabeza seguían pasando mil cosas, cosas que incluso nunca pensé que podría pensar..

- Si tuviera un arma me dispararía yo misma..

- Venga, tengo un poco de prisa.- Te apremia cojiendote de la mano. No tira de ti con fuerza solo te guia.

Sientes la moqueta bajo tus pies y el perfume artificial del aire acondicionado.- Animate mujer, esto no es tan malo.- Te asegura señalandote una ventana y al mirar puedes ver.

Mira a ambos lados para comprobar que no pasa nadie y luego pone la mano en tu cara.- Cloe, no voy a usarte solo quiero sacarte de aqui.- Te dice permitiendose sonreirte, mostrandote sentimientos humanos por primera vez. Su sonrisa te resulta familiar, cercana.- Soy yo ¿Tanto he cambiado?

Miré por la ventana, pero para mí todo aquello era el mismísimo infierno sólo que a modo de una ciudad como jamás imaginé que vería, aunque seguía dándome igual. Tampoco respondí a sus palabras, también me daban igual, aunque cuando puso la mano en la mi cara levanté la vista con odio, como si fuera a matarle como me volviera a poner la mano encima, hasta que escuché sus palabras que mi gesto pasó al de sorpresa, porque me sonaba mucho, pero no sabía quién era.

- No sé quién eres.. - dije al fin.

- Soy Rash - El pone su dedo antes sus labios.- Habla bajito Cloe, ahora soy Erick Daimon. Tengo mucho que contarte pero no aqui. Sigueme la corriente.- dice guiñandote un ojo.

Te saca de alli y te sube en el asiento del copiloto. Pulsa un boton y los cristales se tintan automaticamente dejandoos intimidad.

Rash se queda quieto un segundo.- Estas mas guapa de como te recordaba.- susurra antes de abrazarte.

Si, sin duda era Rash y sin duda eran sus rasgos, pero claro, con un montón de años más que cuando me seguía a todas partes lo que para mí había sido como ayer mismo.

Asentí a sus palabras y le seguí en silencio aunque demasiado desconcertada por todo.

Me senté en aquel coche y observé como los cristales se tintaban casi atónita y lyego cuando me abrazó le devolví el abrazo, pero volví a romper a llorar..

- Se la llevaron.. - dije entre lágrimas. - No la he podido tener entre mis brazos al nacer ni verla intentar andar... Sólo quería lo mejor para ella, pero se la llevaron y la vendieron.. Ella era lo único que importaba y no pude cuidar de ella.. no supe tenerla a mi lado..