Partida Rol por web

Lo mismo me pasa a mi nena.- te dice empujandote contra la pared.- ¿Quieres oir mis gemidos de nuevo?.- te pregunta apretando tus senos con suavidad, frotando su cuerpo con el tuyo.

Te da la vuelta y comienza a besar tu cuello, tu espalda. Sus manos se clavan en tu trasero y te sorprende con una palmada en el, sonora pero no dolorosa. Te inclina un poco, no demasiado para que sientas la friccion de su miembro y lo sientes entrar rozando tu punto G.

Gritais tanto los dos que nisiquiera ois llevar a la niña, por suerte los dos ya habeis terminado cuando escuchais su pequeño puño dando golpecitos en la puerta. Bardas te tira un albornot y el se mete en la cama, cubriendose con la sabana casi completamente.

Por mucho que le preocupase jamás había tenido un amante como él, quizás porque me encantaba que fuera menos dulce cuando me hacía el amor, porque me gustaba su brusquedad.. era como si excitara algo más que mi cuerpo.

Entre los dos hicimos tanto ruido que casi di un brinco cuando escuché como llamaban a la puerta y me puse el albornoz a todo correr mientras sonreía como si estuviera haciendo algo malo y me acabaran de pillar de pleno. Miré de reojo a Bardas para ver si estaba todo bien para abrir la puerta y luego, pasando mis manos por mi pelo mientras caminaba fui yo directamente a abrirla.

- Ohh cariño pero qué zapatos más bonitos te han comprado! Creo que hasta pareces más alta con ellos y todo.. - dije sacándola la lengua para que supiera que me estaba metiendo con ella.

- Vale, cenaremos todos juntos. Ahora mismo vamos.

Observé como la criatura se iba a guardar sus zapatitos y suspiré, para luego asearme y comenzar a vestirme algo cómodo, para simplemente estar tranquilos mientras cenábamos, aunque no creía que fuera a necesitar mucha ropa de calle estando en aquel lugar, pero lo prefería, así si nadie me veía nadie querría alejarme de aquel lugar.

- Voy a echar una mano a Erick que al final el que parece que está de esclavo es él.. Pasa a recoger a tu muñequita de camino a la cocina.

Antes de irme me abalancé encima suyo y le besé con muchísimas ganas aún, para despues mirarle con una enorme sonrisa y dirigirme a la cocina.

Ves la sabana en forma de tienda de campaña.- ¿Para que la llamas? Tu le dices arriba y te hace caso.- dice Bardas protestando pero sin quitarte la vista de encima. Dame un minuto antes de subir, no puedo hacerlo asi. -  Hasta que decides tu apartarte.

Llegas a la cocina y la mesa ya esta puesta, hay unas cosas que May interpreta como salchichas aunque su forma te da que pensar si no sera una broma. May se sienta entre tu y la silla que guardais para Bardas. Erick parece sentirse un poco desplazado pero sonrie.

- ¿Todo bien?.- te pregunta con un susurro. Suponiendo que Bardas ya te habria dicho algo de la charla que tuvieron.

Miré como May se había sentado sola entre medio de donde nos sentaríamos ambos y no pude evitar sentir un poco de tristeza por Erick, aunque ya sabía que la niña le quería tantísimo a él como a mí, a fin de cuentas, había sido quien la habría criado desde pequeña.

- Muy bien. - Le dije sonriendo muchísimo. - ¿ Cuándo me vas a enseñar a cocinar? Tendré que hacer algo no sé.. me siento un poco inútil si no te ayudo en nada.. - Casi puse morritos a Rash para que me dijera qué era lo que podía hacer o como se hacían ahí las cosas. - Nunca pensé que tendría ganas de convertirme en una ama de casa..

Volví a mirar a la niña y sonreí de nuevo en silencio.

- ¿ Podemos charlar un poco después de cenar? Es sobre lo de esa carta.. - dije en bajo para no dejarlo con la duda sobre lo que quería hablar y para que el cerebro veloz de la niña no lo cogiera al vuelo.

- May ¿Te has lavado las manos? - Le pregunta a la niña, esta niega con la cabeza y sale hacia el baño.

- Tranquila tras la cena te hare la prueba y ya nos olvidaremos de todo ¿vale? - Te dice intentando tranquilizarte y que no te preocupes por nada.

Esperé a que la niña se fuera para hablar.

- Susan me ha contado lo que se hace en estos casos. Si me tomo la pastilla puede crearnos problemas ¿ verdad? Me dijo que se llevan a las criaturas y las hacen crecer en un laboratorio y si tú no te quieres quedar con ella pasan a ser de Existenz ¿ no? Sé que todo esto es un poco raro y que a pesar de todo.. de que tú y yo no.. no pueda ser.. - dije con esfuerzo aunque parándome para intentar averiguar como decir lo siguiente. - Dejo a tu elección si quieres que tome esa pastilla o no.. si la criatura pasa a ser hijo tuyo será tan hijo mío como lo es May..

No sabía si me había explicado bien pero quería decirle que si quería tener a ese niño yo estaba dispuesta a criarlo como mío también, pero ya dejando claro lo que él ya sabía.

Erick te mira perplejo y confuso.

- Cloe yo... - Claramente no sabe que decir - Cloe si yo lo pido puede nacer de ti, puedes tenerlo los nueve meses en tu vienttre pero... ¿Te da igual? Me refiero si no hubiera opcion lo criaria feliz como hice con May pero... tu no me amas, y...¿tener un niño conmigo?

Ahora la que estaba más confusa era yo. En realidad, llevaba confusa desde que me había despertado en aquel lugar, y no tenía del todo claro por qué estaba diciendo aquello y mi cara se convirtió en una imagen de la incertidumbre que sentía.

Lo que no supe fue qué responderle y me quedé en silencio durante un buen largo rato hasta que al final negué con la cabeza, más bien la sacudí.

- Si crees que no supondrá ningún problema que aborte lo haré.. - Dije al fin para después ir a sentarme a la mesa y esperar a que llegara el resto para cenar.

- Cloe si quieres tenerlo, si deseas sentirlo en ti vientre yo lo aceptare, nunca me negaria tener un hijo con la mujer que amo... pero... piensalo bien - Te susurra antes de comenzar a poner cosas en la mesa y de que May aparezca de la mano con Bardas.

Me sentía demasiado confusa con todo lo que sucedía a mi alrededor como para pensar bien en nada, así que simplemente asentí y decidí que quizás en unos días, en los que seguramente dejaría de sentirme tan abrumada por todas las sensaciones y sentimientos que sentía en aquel momento, podría pensar con claridad y saber qué era exactamente lo que yo quería, no ponerme siempre en qué querían los demás.

- Lo haré.. lo pensaré.. - dije sonriéndole de forma tierna y luego, como intentando restarle importancia al asunto le revolví el pelo como solía hacer con él de pequeño.

La pequeña y Bardas no tardaron en aparecer y sin duda, era chocante verle con la niña así, ella tan sumamente delicada y el tan sumamente bruto, pero era una imagen que seguro que guardaría en el recuerdo.

- Vaya, pero si ya vienen los niños a cenar.. - solté metiéndome más con él que con la pequeña.

Bardas mira su plato.- ¿Esto es una insinuacion chico?.- pregunta pinchando una salchicha.

Os sentais a cenar. Ves que Erick va a dar un mordisco a su comida y Bardas le tapa la boca.- Tu no chico, que de lo que se come se cria y te va a dar en el suelo.

Mami, ¿De que hablan los papis?.- te pregunta la niña sin entender la broma.

Erick se rie, Bardas se rie y May se rie sin saber porque....

Cloe, creo que para ti he visto algo mejor.- dice levantandose, va a la cocina y vuelve con dos frutas muy grandes.

Melon.- dice la niña con agrado.- A mi tambien me gusta mucho papi.

Bardas arquea una ceja.- Vale cielo pero no comas mucho, no creo que te haga falta con la genetica de tu madre.

Bardas tapó la boca de Erick, al que me hizo gracia que llamara chico, porque desde luego tampoco era que parecieran llevarse casi veinte años como se debían de llevar, y me quedé observando el espectáculo entre ambos, hasta que tuve que echarme a reir con ellos.

- Son como niños.. - Pensé mientras miraba a May sin saber qué responderla.

- Creo que tus papis tampoco saben de lo que hablan cariño.. - La respondí negando con la cabeza mientras les miraba. - Son tonterías de papis..

Lo de los melones me hizo reir a mí, aunque casi me sacan los colores, pero bueno, en realidad ya habían visto ambos lo suficiente de mi anatomía, es decir todo, como para andar con miramientos y luego miré a la niña.

- No hagas caso a tu padre y come todo el melón que quieras amor.. algún día veré como tus padres se preocupan por quién te coge la fruta..

Me eché yo a reir sin poder evitarlo, imaginando que May llegaba a ser una adolescente adorable ( omitiendo lo que debía omitir de mi mente para que ella no percibiera mi malestar ) y a ellos dos preocupados porque algún chico la rondaba.

Preocupado o, miedo no, panico.- dice Bardas dejando la fruta en el centro de la mesa.- No se como tu no tienes problemas de espalda cargando esas dos...y preferiria que mi nenita no tuviera que ir apartandose moscones de sus....melones.- dice con una sonrisa.

Tranquilo papi en mi cole no se roba la fruta solo los pastelitos - Dice la niña con una sonrisa.

May no entiende nada y le da un fuerte mordisco a la salchicha.

Erick se rie por lo bajo.- May de mayor sera tan bonita como su mama, te sera dificil que no se fijen en ella.

Bardas se vuelve serio pero mantiene el tono de broma.- Muy bonito niño, tirandole los tratos a la madre de mi hija delante mio.

-Tambien es la madre de mi hija.- protesta Erick arqueando una ceja y Bardas se sienta encojiendose de hombros y admitiendo.- Pues eso tambien es cierto pero recuerda lo que hablamos.

Erick levanta las manos como si se rindiera.-Te lo jure Bardas y yo tengo palabra.

Seguí la conversación sin decir nada, sólo riendo por sus tonterías y mirando a May con una sonrisa, intentando imaginármela convertida en una mujercita.

Cuando la conversación se centró en mí, me sentí bastante incómoda aunque me estuvieran halagando. Era como si estuviera en mitad de una tormenta y sintiera como si de un momento a otro me fuera a empezar a ahogar.

Levanté la vista, frunciendo el ceño, pensando en qué sería de lo que habrían estado hablando y preferí casi ni saberlo, aunque podía intuir una amenaza de Bardas por el medio.

Bajé la vista al plato y seguí cenando sin decir nada.

- No sé si podremos con esta situación.. aunque tendremos que amoldarnos a ella..

Bardas sigue riendose.- Nena no te enfades solo estamos bromeando.

May os mira a unos y otros.- Mami, ¿De que hablais?

La cena termina y May comienza a contaros todo lo que hace en el cole, las clases que da, el lavado cerebral masivo sobre lo buen que es la empresa... y luego se queda dormida en los barzos de Bardas.- ¿Me dejais acostarla ami? Piede con un susurro.- Llebo soñando con esto 6 años.

No puedes dejar de pensar que siempre sereis un trio amoroso querais o no, pues parece que Erick no dejara de amarte, May lo necesita tanto como a vosotros. Antes de que Bardas marche con May ves como te mira y mira a Erick.

La niña no paraba de hablar y de contarnos cosas y eso me hizo poner toda mi atención en ella, como queriendo no perderme detalle de todo aquello a lo que le daba importancia. Al final, parecía que ya se le había quitado el miedo a su padre, pues se quedó totalmente dormidita entre sus brazos y Bardas, parecía no caber de sí en gozo, aunque me sorprendió un poco el hecho que nos pidiera permiso para acostarla, pero asentí con la cabeza y sonreí. Conocía la sensación que era que aquella niña estuviera en nuestras vidas.

- Parece que a la niña ya se le ha pasado el miedo.. - dije con una sonrisa mientras comenzaba recoger y a limpiar lo de la cena. - Si algún día consigues la cura y puedo ver como se convierte en una mujercita.. le contaré la verdad sobre este lugar..

Comenté a Rash mientras estábamos en la cocina.

Bardas sale con la niña en brazos y te quedas a solas con Erick. El se levanta y saca tres vasitos y una botella con un liquido azul.- Esto es bastante fuerte, hay que tener cuidado como se bebe.- Dice sirviendote un poco.- Ya tienes a la gente que quieres cerca, por un noche deja todo fuera de esta casa y divirtamonos, susan vigilara a May.

Por unos instantes dudé si probar algo de alcohol, pues aunque aún no lo sabía con certeza creía estar embarazada, pero tampoco es que lo llevara más que unas horas y no le iba a sentar peor que la pastilla que tenía por tomar en la mesita así que asentí.

- Sí, creo que aunque aún me sienta algo incómoda con todo esto os echaría muchísimo de menos si me faltaseis alguno de los tres..

Mis palabras eran totalmente sinceras, aunque eso ya lo sabía él también y la niña, necesitaba tenernos a todos cerca, al menos, que se sintiera querida el tiempo que pudiera estar entre nosotros.

- Creo que habré probado cosas peores...seguro. ¿ qué es? - Miré con curiosidad la botella.