Partida Rol por web

En una fosa poco profunda

Jueves, 10 de junio de 2004. I-20 Lousiana-Texas

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21/12/2020, 14:45
Director

 

El vehículo dejó atrás el cartel de bienvenida a Texas y el área de servicio que se encontraba inmediatamente a continuación. No había más de una hora de carretera entre la oficina del FBI en Shreveport y el Departamento del Sheriff del condado de Harrison, de modo que no tenían programado realizar ninguna parada durante el trayecto.

La Agente Especial Adele Lewis conducía el Chevrolet Malibú* que les había proporcionado el Bureau. Aún olía a nuevo y el aire acondicionado funcionaba perfectamente, un detalle que era de agradecer cuando la temperatura exterior rondaba ya los 30ºC y la humedad alcanzaba el 80% a esas horas de la mañana.

Era su primera misión a ese lado de la frontera estatal y sus manos se tensaban sobre el volante cada vez que pensaba que iban a tener que llevar un caso federal en un lugar como el este de Texas.

El Agente Especial Maximiliam Jordan estaba leyendo una vez más el informe, tras haber comprobado que todas las autorizaciones de intervención federal estaban correctamente diligenciadas y firmadas. Ninguno de los dos deseaba encontrarse en medio de una investigación donde el papeleo mostrara algún tipo de error.

Sin embargo, todo parecía estar en orden, lo que no impidió a Max leer en voz alta el oficio de inicio de las diligencia:

"Estimada Sra. Lewis:

Se pone en su conocimiento el expediente arriba referenciado, del que se adjunta copia y documentación relacionada con el caso.

El día 2 de junio de 2004, dos pescadores locales, Parker W. Osman (46 años, Oil City, LA) y Leroy F. Trichet (42 años, Mooringsport, LA), hallaron casualmente unos restos humanos en una fosa poco profunda en la isla de Tar, en el Lago Caddo (una zona inaccesible por tierra).

Interrogados al respecto, la versión de ambos coincide en que, tras desembarcar en la isla de Tar a mediodía aproximadamente con la intención de aliviarse, el anteriormente mencionado Parker Osman removió ligeramente la tierra para practicar un baño improvisado. Al topar inmediatamente con un trozo de tela blanco que procedió a destapar en toda su extensión por pura curiosidad y comprobar que contenía algo, avisó a su compañero Leroy Trichet. Ambos practicaron un agujero en la tela y descubrieron algunos huesos y un cráneo que creyeron identificar como humanos.

Sin tocar nada más del escenario, según su declaración jurada, regresaron a Oil City para avisar a la Oficina del Sheriff.

Del análisis llevado a cabo por el equipo forense del Departamento del Sheriff de la parroquia de Caddo se obtienen evidencias claras de que los restos pertenecen a un individuo de sexo femenino, posiblemente de raza blanca, con edad comprendida entre los 5 y los 7 años de edad.

El cadáver está compuesto por un esqueleto al completo, restos de piel, cabello, uñas y una pieza de ropa interior; todo ello envuelto en una especie de sudario blanco de algodón que evitó que se diseminaran los huesos. No se aprecian signos de que el cuerpo fuera profanado ni extraído del sudario hasta su análisis por el departamento forense de la oficina del Sheriff de Caddo. No se aprecian signos de violencia ni traumatismos en ninguno de los huesos que lo componen, aunque la ausencia de partes blandas impide excluir daños otros órganos y tejidos.

El estado de la víctima y las condiciones ambientales del lugar donde fue hallada (zona pantanosa, niveles de humedad relativa superiores al 65%, temperaturas entre moderadas y altas la mayor parte del año y gran abundancia de insectos), llevan al departamento forense a la conclusión de que el cuerpo llevaba en aquel lugar alrededor de 24 meses.

Según nuestros expertos, las diligencias practicadas por el laboratorio forense del Sheriff del condado no han seguido rigurosamente el protocolo, por lo que se aprecian evidencias de manipulación incorrecta de los restos tanto en su traslado hasta las instalaciones del instituto anatómico, como en la misma mesa de análisis. El esqueleto llegó a las instalaciones de la División despojado del sudario y de la pieza de ropa interior, que se quedaron en Oil City y con la osamenta desordenada e introducida dentro de una caja de cartón protegida tan solo por un plástico. Estas circunstancias, unidas a la manipulación llevada a cabo por los dos pescadores Parker Osman y Leroy Trichet, permiten concluir que puede descartarse por completo la condición aséptica del cadáver y que cualquier prueba que pueda extraerse del análisis de muestras de ADN, polen, química, etc., podrán ser desestimadas ante cualquier tribunal.

Las primeras pesquisas realizadas sobre la Base de Datos Nacional de Personas Desaparecidas parecen indicar la existencia de una denuncia por la desaparición de una niña, Theresa O’Hara (mujer, blanca, 6 años, natural de Uncertain, condado de Harrison, TX). Ausente desde el 17 de junio de 2002, la denuncia fue presentada en la oficina del Sheriff del condado de Harrison, en Marshall, Texas.

Dado el carácter interestatal del caso si se confirmara que se tratan de los restos óseos de Theresa O’Hara, se requiere la intervención de la División del FBI de Nueva Orleans y se asigna el caso, con número de registro arriba referenciado, a los agentes de campo Adele Lewis y Maximiliam Jordan, que deberán trasladarse, junto al equipo necesario, a nuestra oficina local en 920 Pierremont Avenue, Suite 400, Shreveport, LA 71106.

Deben iniciarse diligencias de actuación adecuadas para poner en conocimiento de la oficina del Sheriff del condado de Harrison el descubrimiento de los restos mortales, con el objeto de contactar con los padres de Theresa O’Hara y poder llevar a cabo las pruebas comparativas de ADN que conduzcan a confirmar o a descartar la identidad de los huesos hallados en el posible escenario del crimen.

Se acompañan las autorizaciones pertinentes y una orden de registro y decomiso judicial para el domicilio de la familia O’Hara en Uncertain.

El Jefe de la División

Michael J. Anderson"

Al final del expediente se encontraba el material fotográfico: el lugar donde se habían encontrado los restos, el esqueleto y la ropa interior de la pequeña y una foto de Theresa O'Hara en el que la niña mostraba una gran sonrisa a cámara con sus ojos verdes brillantes de alegría.

Notas de juego

*

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22/12/2020, 09:58
Maximiliam "Max" Jr. Jordan

Tras leer el informe a Adele, Max lo cerró y negó con la cabeza. - Sigo sin encontrarle sentido a todo esto. Encuentran el cuerpo de una niña, se cargan todas las pruebas, no tienen ni por donde empezar y solo queda sacar el ADN de los huesos del cuerpo y comprobar que son los de la niña desaparecida. No hay más casos en la zona, no hay sospechos... ¿En serio que nos hacen ir para darle el pésame a esa familia y decirles que su hija a muerto? ¿No pueden hacerlo quienes se encargaron de estropearlo todo? Ya puedes haber visto algo bueno en este caso Addi, como para aceptarlo sin rechistar. - Le dijo a la mujer que iba al volante, poco convencido de que pudiesen hacer nada allí salvo acto de presencia.

- Salvo que los O’Hara sean personas influyentes en la política o con contactos en el FBI, de verdad que sigo sin ver que pintamos en todo esto. Más aún cuando tenemos tantos casos abiertos que seguir... - Max abrió la guantera del coche y sacó el mapa que había en él. Localizó el lago y lo miró con cuidado.

- Desde Uncertain hasta la isla donde se encontró el cuerpo, le calculo unos 8 ó 9 kilómetros cruzando por el lago en una embarcación. Hay islas más cercanas, pero si quisiera ocultar un cuerpo lo haría lejos de la zona donde vivo. Aún así, todo ese lugar parece estar sembrado de cabañas perdidas entre kilómetros de una a otra... sin nada por donde empezar, sin más cuerpos o desapariciones... ¿No pudiste negarte a esto? - Max volvió a centrarse en el mapa. - Luego hay carreteras que bordean el lago y picos más cercanos a la isla... Addi, dos años, una prueba de ADN para confirmar que es la hija de los O'Hara y caso cerrado por falta de pruebas. Los padres tendrán siempre la duda de quien lo hizo pero al menos el consuelo de que saben donde está su pequeña. - Algo que ni yo tenía.

- Y tenemos desapariciones más recientes que se han delegado a otros agentes que no saben ni por donde pisar. - Max guardó silencio un rato y miró por la ventanilla. - Lo siento Addi. Ando de mal humor. La loca de Lisa me llamó esta mañana temprano y me pilló recién levantado, así que en lugar de colgar el teléfono como habíamos hablado y bloquear su nuevo número, tuve que volver a repetirle que me dejase en paz, que no quería nada con ella y que visitase a un psiquiatra, que le hacía falta y al final subí el tono de voz con sus respuestas y acabé cabreado... y lo estoy pagando con el caso y contigo... como siempre que me llama esa... ¡Dios! ¡No vuelvo a fijarme en una pelirroja en lo que me queda de vida!

Max se llevó las dos manos a la cara y la frotó, tratando de espabilarse un poco y serenarse. Nuevamente abrió el expediente del caso y lo volvió a leer detenidamente, en busca de algo que se le hubiese escapado y a Addi no. La documentación estaba en regla y si no lo estaba, pues quizás mejor para apartarles de aquella pérdida de tiempo cuanto antes... pero si su compañera creía en ese caso era por algo...

Se olía el mote de Rookie en el ambiente...

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22/12/2020, 12:13
Adele Lewis

Con la vista en el panorama, Adele escuchó una vez más la lectura del informe. A pesar de la tensión usual que cada nuevo caso le traía, sumada a la de la particularidad de la zona a la que se dirigían, la mujer se permitió una media sonrisa escuchando a Max descargarse respecto a sus opiniones sobre el caso. Su arrebato tomó más sentido al escuchar sobre la insistente ex. De reojo, Adele miró a su compañero.

-Dices lo mismo cada vez que te llama. Que si las pelirrojas, que si las abogadas... ¿Que culpa tienen las pelirrojas y las abogadas de que tu ex esté demente?- Aunque soltó el comentario sólo para quitarle un poco el malhumor, no tardó en volver a enfocarse en los aspectos del trabajo. -Rookie, te estás centrando sólo en lo evidente del caso. Te otorgo que hacer las pruebas de ADN para confirmar que es la misma chica es una mera formalidad, y con el mal trabajo que han hecho recolectando el cuerpo y la evidencia, han complicado el asunto. Pero declararlo un caso frío sin haber revisado todos los detalles es un error de novato.- Le recordó. Soltó un suspiro. -O de agentes que buscan reconocimiento en casos que sean más sonados. Todos los casos son importantes, Max. Eso lo sabes bien, no pretendas ahora que no te importa.- No hacía falta insistir en la herida, pero la agente sabía que a pesar de sus palabras, su compañero no iba simplemente a dejar el caso pasar[*]. Sólo se encontraba algo ofuscado en ese momento.

-De momento empezaremos desde el principio. Hablaremos con los O'Hara para conocer la información de primera mano, la última vez que vieron a su hija y cualquier detalle que pudiera ser relevante. Será difícil porque ya han pasado casi dos años desde entonces, por lo que tendremos que discernir entre recuerdos concretos de esos días y lo que ellos hayan estado pensando durante todo este tiempo. Después iremos con el forense para que nos repita la información del informe, por si ha olvidado algún detalle o no nos ha dado todos los datos al no creerlos importantes. Ya conoces el protocolo, Max, no sé ni por qué te lo estoy repitiendo.- De nuevo se le dibujó la media sonrisa, esperando de ese modo centrarlo de nuevo en el caso y hacerle olvidarse de Lisa por unas horas.

Notas de juego

[*]No sé si sin querer estoy invocando en Concepto Principal de Max, y si es muy pronto para hacerlo xD

Edit: por erratas, no releer ^^u

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22/12/2020, 14:38
Director

Notas de juego

No sé si sin querer estoy invocando en Concepto Principal de Max, y si es muy pronto para hacerlo xD

Te respondo a esto en el off-topic.

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23/12/2020, 10:42
Maximiliam "Max" Jr. Jordan

- Es evidente: mi primera pelirroja y encima abogada... ya está. No vuelvo a mirar a una ni aunque me la pongan delante. ¿Cómo una mujer tan agradabe pudo convertirse en un... monstruo así? - Lisa llegaba a sacar de las casillas a Max, más aún cuando le pillaba con la guardia baja, como había sido ese día. - Una semana sin saber de ella... te juro que ya creía se había cansado... - El hombre miró por la ventanilla con la esperanza de que el paisaje le despejase un poco la cabeza al tiempo que su compañera continuaba hablando.

- Sabes que no es eso. Importarme me importa. Pero aquí ya no hay nada que hacer. No hay pruebas útiles. Si tienen algo lo han contaminado con su incorrecta manipulación y han pasado dos años. Hacer la prueba de ADN y comprobar si es esa pequeña y darle la noticia a los padres es algo que ellos mismos pueden hacer. Teníamos el caso de Scott Turner enfilado... y se lo han dado a Summers y Smith. Aún podríamos haber encontrado a ese niño vivo... y no tener que ir ¿a qué? ¿A hacer el paripé? Y mientras Scott dependiendo de esos dos descerebrados... podían haberles enviado a ellos en lugar de a nosotros... y no me llames Rookie... dejé de ser un novato hace años. - Dijo con una leve sonrisa a la mujer.

- Todos sabemos que tras 48 horas el caso se considera frío y las posibilidades de encontrar algo se van desvaneciendo a cada minuto que pasa. Después de dos años y en ese lugar, junto al agua, con el clima... y que además sea el aseo de los pescadores de la zona... no sacaremos nada. - Volvió a quejarse. Prefería recuperar a los vivos, más aún cuando solo estaban a una prueba de ADN de confirmar que era esa niña.

- Porque te olvidas que primero hay que confirmar que el ADN es el de la pequeña. No es buena idea ir sin tener nada a casa de nadie y remover el dolor y darles falsas esperanzas. - Él sabía perfectamente de lo que hablaba. Cuantas veces le habían llamado para ir a identificar el cuerpo de alguna niña que coincidía con su hija e incluso a ver si la niña que habían encontrado era su pequeña. Eso le hacía entrar en un bucle del cual le costaba salir de nuevo y lo que le llevó a la bebida. - Así que el primer lugar a visitar será la oficina del sheriff y ver sus... fracasos. Los O'Hara pueden esperar... si no les han molestado ya, cagándola de nuevo.

Miré a mi compañera. - Addi, no voy a permitir que se joda a esa familia como me hicieron a mí con mi hija.

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23/12/2020, 14:52
Adele Lewis

Adele inspiró lentamente, sabía que Max no podía dejar de pensar en el caso del pequeño Turner. Y estaba de acuerdo en que los agentes a los que habían reasignado ese caso no lo harían mejor. Pero las cosas eran lo que eran, y ya llevaba quince años pasando por lo mismo. -No voy a mentirte, Max. Si nos metieron en este caso es porque tampoco tienen fe de que vayamos a hallar nada relevante. No es la primera vez que nos lo hacen.- Suspiró, ya se había acostumbrado a que ese sería su pan de día a día, pero a veces le sabía mal que su compañero tuviera que sufrir lo mismo por asociación.

-Sospecho que ya los O'Hara estarán al tanto, ya sea por negligencia de los mismos agentes o porque no les habrá pasado desapercibido el descubrimiento del cuerpo. Pero sí, iremos primero entonces a ver qué nos pueden decir distinto a lo que ya se nos ha reportado. Me inquieta que no hayan enviado la bolsa de tela ni la ropa interior encontrada para el análisis. Espero que haya una buena excusa para ello.- Volvió a mirar de reojo a su compañero. -Te propongo algo: si resulta ser un caso sencillo, y simplemente nos toca avisar a la pareja de los resultados, te invito la cena de hoy. Seguramente apenas habrán avanzado con el caso de Scott y podremos retomarlo al regresar.-

Las últimas palabras de su compañero la hicieron girar levemente la mirada hacia él, pero sin perder de vista por completo la carretera. -No dejaremos que pase Maximiliam. Tenlo por seguro.- Le dijo con seriedad.

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23/12/2020, 23:49
Maximiliam "Max" Jr. Jordan

- Addi lo sé... pero la diferencia entre que lo lleven ellos o nosotros, es que yo podré dormir tranquilo sabiendo que hice todo lo que pude y que no me rendí. Con ellos... - Suspiró dolido. Max se metía demasiado emocionalmente en los casos. Cada niño encontrado, cada malnacido detenido era como si apaciguara la culpa de lo que ocurrió aquella noche hacía ya veinte años. Sabía que realmente no pudo hacer nada, pero no podía dejar de sentirse culpable. A fin de cuentas él era quien debía proteger a su familia y no pudo hacerlo.

Y eso le comía por dentro.

- Lo siento... ya sabes como soy y lo que pasó, no debería quejarme tanto... pero de verdad, cambiar algo sin sentido por una vida de un chico... jamás lo entenderé. Por esa niña no podemos hacer nada, en cambio por el hijo de los Turner... - En ese momento sonó el móvil de Max. Lo cogió y miró la pantalla. - No tengo el número en la agenda. ¿Qué te apuestas que es Lisa? - Dijo antes de descolgar. - Agente especial Jordan. - Hubo un momento de silencio hasta que Max volvió a hablar. - Eso no te importa y deja de acosarme.

Max colgó el móvil y por un momento le tentó lanzarlo por la ventanilla del coche. - Que a dónde voy... - Su cuerpo se tensó y miró hacia atrás. - Esa loca es capaz de estar siguiéndonos. - El móvil volvió a sonar. Era Lisa de nuevo. Max colgó y bloqueó en número antes de que volviese a llamar. - Este va a ser un mal día Addi, lo presiento.

Pero al menos pudo medio volver centrarse en el caso. - Lo se. Si la población es pequeña, seguramente nos los encontremos en la oficina del sheriff. Pero quiero hacer las cosas bien, si es que las vamos a tener que hacer. Ya han sido demasiados errores... a lo único que podemos agarrarnos es a que se les pasase algo por alto. Por eso es mejor que veamos al sheriff, sus informes y sus pruebas y quitarles el caso antes de que lo estropeen más. Pero sigo pensando que no tenemos nada que hacer ahí.

Cuando comentó que le extrañaba que no hubiesen trasladado las pruebas al FBI, sonreí a Addi. - Porque antes tenemos que presentarnos con la documentación y quitarles el caso, Rookie. - Dijo con rintintín y media sonrisa en su rostro.

- Acepto el trato. Y si nos quedamos, pagaré yo la cena, una de esas deliciosas hamburguesas o pizzas llenas de grasas e hidratos de carbono que tanto te gustan pero que odias comer y más aún cenar. - Indicó picando a su compañera con eso.

En el momento que Addi respondió a Max de aquella manera a sus últimas palabras, él supo que lo decía de verdad. - Lo sé Addi. Quizás por eso nos mandaron a nosotros, para no remover más las heridas de lo que ya habrán hecho.

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24/12/2020, 13:58
Director

El resto del trayecto transcurrió sin ninguna otra incidencia. La conversación se fue tornando más trivial, desviándose hacia la gastronomía y las costumbres locales. El este de Texas compartía mucho de ambas con su vecina Louisiana, pero algo en el ambiente les hacía ver que efectivamente habían cruzado la frontera.

De todas las señales la más evidente fueron las numerosas banderas de la antigua Confederación que, en su versión local, ondeaban junto a la tejana. Por contra, la bandera de la Unión estaba ausente en casi todos los lugares donde lucían las dos anteriores. Las leyes federales tenían algo que decir al respecto, pero era poco probable que hubiera mucha gente dispuesta a prestarle atención.

La vista pareció normalizarse un poco cuando entraron finalmente en la ciudad de Marshall, una población de menos de 25.000 habitantes con un conocido pasado industrial ferroviario y militar que había tenido que reformarse en turismo rural y alfarería artesana. Había edificios en construcción o reforma por doquier, pero la huella de la decadencia y el abandono también estaban presentes.

Detuvieron finalmente el coche ante el edificio que la Oficina del Sheriff del Condado de Harrison compartía con la sede del Juzgado; un edificio moderno de cristal y hormigón. A su izquierda, al fondo de la calle, podían distinguir la mole del antiguo palacio de Justicia decimonónico, ahora convertido en museo municipal. 

Salieron del vehículo y el intenso calor húmedo de junio se posó en sus hombros como una losa, casi mofándose de sus chaquetas, sus camisas y sus corbatas que no tardarían en verse empapadas de sudor.

Al abrir la puerta principal una ráfaga de aire fresco les rescató del bochorno exterior. En el vestíbulo se encontraba una única ventanilla protegida por un cristal y rodeada por carteles de todo tipo. Tras la misma se sentaba una mujer entrada en los sesenta que levantó la vista de un libro y les miró con ojos inquisidores, deteniéndose un poco más en la agente Lewis.

Buenos días, ¿qué desean? —inquirió con voz aguda.

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25/12/2020, 00:22
Adele Lewis

La visión de cada bandera confederada en el camino agregaba tensión a las manos de Adele en el volante. Si ya las cosas le parecían difíciles en su propio departamento laboral, le quedaba muy claro que iba a costar ganarse algo parecido al respeto entre esas personas. Sin embargo no hizo ningún comentario evidente, sólo expulsaba el aire por la nariz muy lentamente.

Ni bien había bajado del coche cuando ya sentía las primeras gotas de sudor bajar por la espalda. Se ajustó la chaqueta, y procuró no mostrarse particularmente afectada por el calor sofocante, por el sol inclemente, ni nada que pudiera revelar cualquier "debilidad" a ojos de quienes ya iban a estar predispuestos con ella. Como la mujer tras el mostrador. Adele sacó su placa y la mostró hacia la mujer. -Agente Adele Lewis y agente Maximilian Jordan, de la Oficina Federal de Investigación. Nos han enviado respecto a un caso y nos están esperando. Informe al Sheriff Taylor que ya estamos aquí.- Volvió a guardar la placa.

Notas de juego

Aunque en el informe no aparece, asumo que conocemos el nombre del Sheriff del Condado de Harrison, ¿no? Sin, avisa para editar.

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25/12/2020, 02:54
Maximiliam "Max" Jr. Jordan

La conversación fue cambiando según pasaban los minutos y los kilómetros. Lisa no volvió a molestar. Al menos hasta que comprase otro teléfono de prepago no le acosaría más y Max esperaba que tardase semanas. Pero conociéndola, lo mismo tenía de nuevo una llamada suya en unas horas. Al menos estaba tranquilo, pues avisó a Sam de que estaría fuera de casa por un caso y este se encargaría de controlarla un poco por si aquella loca decidía colarse en ella.

Esperaba que lo hiciese y que Sam la pillase. Un cargo por colarse precisamente en la casa de Max era lo mejor que le podía pasar para librarse de ella para siempre. Pero sabía que no tendría esa suerte.

Los kilómetros pasaron y al salir del coche frente a la oficina del sheriff, Max sintió la bofetada de calor y de humedad y se imaginó el día que iban a pasar en aquel lugar. Al menos fue mínimamente precavido y se llevó un traje limpio con muda nueva junto con su neceser con lo básico para pasar un día o dos fuera de casa.

Entrar en el edificio hizo que Max se relajase al sentir el cambio de temperatura y el confort del lugar. Al menos, si tenían que estar allí metidos leyendo papeles, estarían cómodos. El agente guardó silencio cuando se compañera les presentó y mostró su identificación a la mujer de la ventanilla.

En su otra mano cargaba con los papeles tanto del informe, como los que les daban el caso a ambos agentes. Un escueto "buenos días" fue lo único que Max dijo a aquella mujer y esperó a que esta respondiese a Addi. Aquellas banderas ondeando en las calles y como miró a su compañera, sabía que Adele tendría problemas por su raza. Así pues, mayor motivo para mostrarle su apoyo a su compañera, dejándola que ella llevase las riendas y mostrar que ella dirigía aquello orgulloso de trabajar para ella.

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25/12/2020, 04:56
Lena Basset

La secretaria, Lena Basset como rezaba en su identificación, miraba a Max mientras Adele hablaba. No parecía haber malicia en sus ojos, simplemente la confusión que le producía comprobar que la voz cantante la llevaba la agente Lewis en lugar del hombre. Daba la sensación de que quería cerciorarse de que Max estaba de acuerdo con aquello*.

¿FBI? —casi chilló—. Pero... —se giró en la silla, sin levantarse, en dirección a la puerta abierta de su habitáculo—. ¿QUENTIIIIN? ¿QUENTIN ESTÁS AHÍ? —su voz estridente debía escucharse incluso en el condado vecino—. Pasen, pasen —invitó finalmente accionando la apertura de la puerta que quedaba a la izquierda de los agentes.

Al traspasar el umbral y caminar por un breve pasillo, Adele y Max se encontraron con una escena familiar: la sala común con las mesas de los alguaciles y varios despachos entre los que destacaba el del sheriff Taylor, identificado en el cristal de la puerta. No se veía a nadie allí dentro pero de la mesa cercana al mismo un joven agente afroamericano se afanaba por limpiarse las migas de su uniforme y correr a saludar a los recién llegados.

Sus ojos chispearon intensamente al ver a la agente Lewis, con una curiosidad que podría llamarse también esperanza. Sin embargo, como en un ritual aprendido, el joven tendió primero la mano al agente Jordan, presuponiendo que él sería el de mayor rango.

Buenos días, soy el alguacil Quentin Reeves. El sheriff Taylor no está en estos momentos —su voz denotaba el nerviosismo típico del novato que temía hacer o decir algo que no debe.

Notas de juego

Aunque en el informe no aparece, asumo que conocemos el nombre del Sheriff del Condado de Harrison, ¿no? Sin, avisa para editar.

Sí, conocéis ese tipo de detalles y aunque estemos en 2004, la oficina del sheriff tiene su propia página dentro de la web de la ciudad de Marshall. 

*Os recuerdo uno de los aspectos de la partida que puede invocarse y forzarse: El Sur tiene sus propias reglas. El otro es Las desapariciones de niños no cesan.

 

 

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25/12/2020, 05:42
Maximiliam "Max" Jr. Jordan

Max miró a Adele y le guiñó un ojo cómplice mientras que la mujer les observaba. Lo que no se esperaba que aquella administrativa tuviese aquel timbre de voz que le hizo poner una mueca de desagrado cuando escuchó gritar como llamaba a su superior. ¿Acaso no tenían línea de teléfono interna?

Jordan siguió los pasos de Addi sin decir nada, divertido por la situación en la que se encontraban, la cual mejoró cuando un afroamericano le confundió con quien mandaba de los dos. No le sorprendió en absoluto, ya no solo por el racismo, sino porque aún era complicado ver que aceptasen que una mujer más joven que un hombre pudiese estar por encima de este.

- Agente especial, Maximilian Jordan. Y ella es mi superiora, la agente especial Adele Lewis. - Lo dije apretando con fuerza la mano del hombre y dibujando una amplia y sincera sonrisa, donde dejaba claro que el racismo no iba con Max.

- ¿Sabe si tardará mucho en llegar? Nos han confiado un caso de esta oficina y digamos que estamos ansiosos por empezar. - A ver cuantas cagadas más encontramos en vuestro trabajo... - Alzó los papeles que estaban dentro de la carpeta que llevaba Max en sus manos, para que viese que ahí estaban los documentos. Luego miró a Adele con una sonrisa picarona. Se había dado cuenta de como aquel agente había mirado a su compañera. Lo que no estaba seguro era de si ella se había percatado de ello.

Pero de lo que si estaba seguro, era que iba a disfrutar de la presentación entre ambos. Puesto que si ya de por sí, el agente estaba nervioso, después de descubrir que se había presentado al "jefe" equivocado le pondría más nervioso. Al menos aquello ocurría dentro de la oficina. De ser en el exterior, el afroamericano hubiese terminado desmayado en el suelo por la vergüenza, los nervios y el calor.

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25/12/2020, 13:17
Adele Lewis

Adele respondió al guiño de Max alzando una ceja y rodando los ojos, la verdad que no estaba empezando con buen pie el tener que interactuar con la gente de aquel condado. Se quedó parpadeando al escuchar como la mujer llamaba estridentemente a alguien. Dios mío, vaya pueblo. Se armó de paciencia y entró por la puerta indicada.

Una vez allí, se fijó en la persona que les recibía, entendiendo al instante que la secretaria le hubiera llamado por su nombre de pila y no por su título de alguacil. No sólo por el color de su piel sino por su juventud, que junto a su actitud denotaba su poca experiencia. Al menos parecía entusiasta. Max se encargó de presentar esta vez, y Adele extendió su mano para estrecharla también, aunque ella sin exhibir la sonrisa "Colgate" de su compañero.

-Buenos días, mucho gusto.- Dijo, mientras Max se encargaba de intentar averiguar cuanto tiempo tendrían que esperar. -Supongo que se informó de que veníamos en camino.- Alzó una ceja, agregando un toque de impaciencia, real o no, para ver si el alguacil Reeves estaba al tanto, y de ser así, quizás pudiera ir adelantando información mientras esperaban.

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25/12/2020, 13:55
Quentin Reeves

Ahhh... Sí, sí, sí —afirmó el alguacil mirando el tablón del briefing sin realmente ser capaz de leer nada en él—. El jefe Taylor está al tanto de su visita pero... ¿No venían ustedes en avión?

NO SON LOS RANGERS, ESTOS DOS SEÑORES SON FEDERALES, QUENTIN —bramó la señora Basset desde su puesto.

El alguacil movió la cabeza casi espantado por el grito, dedicó una mirada de reproche a la secretaria que se limitó a levantar los ojos al techo y meterse de nuevo en la recepción. Luego miró a los agentes de arriba a abajo. Sus ojos parecieron iluminarse de nuevo para retornar inmediatamente al estado de nervios.

¿FBI? Disculpen agentes, no nos consta su visita —carraspeó y adoptó una postura más formal—. ¿En qué puedo ayudarles?

Notas de juego

Sin hacer falta tirada (soys dos veteranos) os revelo que el aspecto de Quentin Reeves es No me entero de nada.

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25/12/2020, 14:47
Adele Lewis

Adele resistió a duras penas soltar un bufido y llevarse la mano al rostro. En vez de eso intercambió una mirada con Max. Señor, dame paciencia...

Lanzó una mirada rápida hacia el tablón, antes de volver a mirar al alguacil, preguntándose qué tanto estaría realmente informado respecto a lo que iban a tratar con el Sheriff. -¿Cuánto tiempo tiene trabajando aquí, alguacil Reeve?- Preguntó, igual estaban ante un agente recién iniciado en el cuerpo. -¿Tiene conocimiento respecto a los restos hallados en la Isla de Tar?- Preguntó sin esperanza alguna de obtener una respuesta util del novato, pero intentándolo de todos modos.

Notas de juego

Sin hacer falta tirada (soys dos veteranos) os revelo que el aspecto de Quentin Reeves es No me entero de nada.

-Adele hace facepalm-

xD

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26/12/2020, 06:59
Maximiliam "Max" Jr. Jordan

Aquella situación se estaba volviendo bastante cómica y subrealista por momentos para Max. Si no soltaba una carcajada era porque debía mantener la compostura. Pero tener al chico tan nervioso y liándose, esperaba que por los nervios, a Adele con su temple tan serio y profesional, que sin duda estaría haciendo estragos en el cuerpo del alguacil y aquella mujer que nos escuchaba perfectamente hablar y que aún así, tenía que responder a gritos. Max tuvo que llevarse la mano a la boca para ocultar la sonrisa con disimulo mientras cruzaba la mirada con Addi a quien le ocurría todo lo contrario.

Pero cuando preguntó que en qué podía ayudarles, Max se dio cuenta de que aquel muchacho no era la excepción del cuerpo policial de aquella zona. Si se cargaron así las pruebas del caso de O'Hara, lo normal era que tuviesen contratado a un afroamericano como ayudante para que no se les acusase de racismo y que no fuese mucho más listo que ellos, para que no les quitase el puesto. Así el novato se encargaría de los problemas "entre negros" y con su nivel de inteligencia no haría mucho más.

Ahora solo faltaba conocer al genio que decidió aceptarle en el cuerpo.

Cuando Adele preguntó por la isla Tar, la miré fijamente a los ojos. Si el chico no se había enterado de que íbamos, menos aún conocería una isla a 8 km en línea recta y a saber a cuantos bordeando el lago, para luego mirar al joven novato y observar sus gestos y su respuesta. Algo había cambiado en él cuando descubrió que éramos del FBI y no los rangers. Se puso más formal y serio, aunque le volvió el brillo a los ojos.

Max contuvo una sonrisa, pero algo le decía que Addi iba a tener perrito faldero con que le sonriese dos veces... algo que sabía que no haría. Ella era demasiado seria y fría cuando trabajaba. Por eso congeniaba tan bien con Max, porque él era la parte emocional del equipo. Se decantó por guardar silencio y que Adele preguntase, no quería hacerle preguntas del más al novato y que se le colapsase el cerebro o algo.

 

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26/12/2020, 10:38
Quentin Reeves

Tres meses, señora*; pero, ¿qué tiene que ver?... —el alguacil Reeves sacudió la cabeza—. Un momento, ¿la isla de Tar? Eso está en Luisiana, señora. El sheriff está en camino. Será mejor que hablen con él —Quentin Reeves acercó dos sillas desde las mesas de sus compañeros ausenetes—. Si no les importa esperar aquí. ¿Desean tomar un café? ¡Lena! —llamó con un desconocido tono autoritario que hizo que la secretaria apareciera de inmediato por la puerta de su sala—. ¡Trae café a los agentes!

La mujer dudó un momento y se atrevió incluso a hacer un mohín casi despectivo, pero movió su gran volumen corporal con sorprendente gracia hacia el office, donde estaba la cafetera.

Notas de juego

*Three months ma'am.

Podéis continuar hablando con el ayudante Reeves o esperar a que llegue Taylor con los Rangers. Abriremos una nueva escena cuando estéis los cuatro juntos en la oficina.

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26/12/2020, 11:00
Maximiliam "Max" Jr. Jordan

Max miró a Addi antes de hablar a Quentin. - Para llevar tres meses lo está haciendo muy bien. Yo conocí a un novato que en el segundo mes se pegó el solito un balazo en el pie por jugar con su arma colocada en la funda del cinturón. - Miró a Reeves y le guiñó un ojo cómplice. Buscaba calmarle y que confiase en él. - Desde entonces sabe cuando va a llover con dos días de antelación. - Bromeó tratando de calmar al chico.

- Eso depende del lado de la isla del que hablemos. - Dijo Max con respecto a la isla de Tar recordando que una parte de la isla pertenecía a Texas y otra a Luisiana. - Nos interesa concretamente el lugar donde se encontraron los restos de la niña hace unos días. ¿A qué estado pertenece el lugar en concreto por el que preguntamos? - Indagó con curiosidad aceptando la silla que el novato les ofrecía, dándose cuenta de que el chico sabía más de lo que iba a soltar. Por eso les remitía al sheriff.

Viendo como iban haciendo las cosas, era fácil que la hubiesen cagado también con el lugar donde estaba el cuerpo y en lugar de avisar a las autoridades de Luisiana, quisieran apuntarse un tanto ellos y se guardasen el lugar donde apareció el cuerpo de la niña para estropear más las cosas.

Cuando el chico pidió el café con aquel tono a la mujer, todo se volvió más raro en la cabeza de Max. Pero no le quiso dar importancia. - Sólo y sin azúcar el mío, si no es molestia. - Le dijo con tono amable a la secretaria que tenía más agilidad que cuerpo. - Jefa, - dijo con tono claro a Addie, despejando cualquier tipo de duda. - ¿el suyo con dos de azúcar como siempre? - Preguntó con ese respeto de un puesto inferior a uno superior.

 

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26/12/2020, 12:45
Adele Lewis

Adele dejó que fuera Max quien intentara calmar al novato, porque sabía que lo más probable era que ella seguiría poniéndolo nervioso con sus preguntas. El muchacho no estaba aún en la oficina para cuando la pequeña O'Hara desapareció, por lo que cualquier información que supiera sería por los eventos recientes y lo que le hubieran contado sus superiores.

La agente tomó asiento, le pareció que el joven alguacil se había dado cuenta que estaba quedando en evidencia frente a ellos, y estaba intentando asumir su puesto de autoridad al hablar en ese tono a la secretaria; Adele sabía que no iba a ser tan sencillo ganarse el respeto de aquella mujer o del resto de sus compañeros, y que si no había intentado hacerlo desde que entrara, mucho menos lo lograría habiendo pasado tres meses sin haber hecho nada al respecto.

-Sí, agente Jordan.- Asintió a la pregunta de Max, dirigiendo luego un momento la atención a la secretaria. -Y si no está muy ocupada, señorita Basset, nos gustaría también unas palabras con usted mientras esperamos.- Agregó, antes de volver su atención hacia el chico. -¿Y su compañero, aguacil Reeves?[*]- 

Notas de juego

[*] No conozco muy bien la organización respecto a los alguaciles, pero supongo que van de dos en dos como la policía o nosotros, ¿no? En caso contrario, edito.

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26/12/2020, 16:19
Quentin Reeves

Quentin no pareció alegrarse mucho con la anécdota del agente Jordan e iba a responder algo cuando Adele Lewis comenzó a hablar. Cuando estaba seguro de poder controlar la situación, una nueva pregunta o comentario de los federales le sacaba de su centro de equilibrio y le hacía cabecear como una peonza mal hecha.

Mis compañeros están patrullando, agente —explicó con cara de incertidumbre—. ¿Qué demonios está sucediendo aquí? Para qué necesitan hablar con ella —señaló a la secretaria que se acercaba con presteza portando dos tazas humeantes con el logotipo del sheriff.

Por mí no te preocupes, Quentin..., agente Reeves —corrigió divertida. Burlarse del novato tenía pinta de ser una tradición en esa oficina. El hecho de que fuera negro quizás añadía algo de sal al juego...

Notas de juego

[*] No conozco muy bien la organización respecto a los alguaciles, pero supongo que van de dos en dos como la policía o nosotros, ¿no? En caso contrario, edito.

Suelen ir solos en el coche patrulla, al contrario que la policía metropolitana. 

Contesto como si le hubieras preguntado por sus compañeros, en plural.