Partida Rol por web

Desconectas el artilugio que sellaba la puerta con suma delicadeza. Cualquier movimiento en falso haría sonar una alarma sectorial que de bien seguro significaría el pistoletazo de inicio de una masacre. 

Largas un corto callejón hasta que te encuentras con un pequeño grupo de pandilleros. Ellos no te ven gracias a tu traje camaleónico. Escondida en las sombras del callejón observas como se vejan entre sí mientras uno de ellos, el mas corpulento, quema rueda con una moto. El humo de caucho calcinado contra el asfalto, te impide ver más allá. Por lo que decides acercarte un poco y descubres que el callejón accedía a un local que otrora hubiese podido ser perfectamente un centro comercial de esos con varias plantas. 

Las pintadas okupas y anarquistas decoraban cada rincón de muro. Sobreponiendo las nuevas a las antiguas. En cada muro existía una pintada que simbolizaba una serpiente con las fauces al descubierto. 

Te encontrabas a unos quince metros de la entrada de las cloacas cuando te diste cuenta que una cámara de infrarrojos situada en lo alto de una repisa peinaba el lugar. Y no solo eso, sino que en esos instantes te estaba enfocando. 

Veis como Sombra cierra la puerta tras de sí con un leve fregar metálico. Estáis solos.

Al daros la vuelta descubrís que Volter ha desaparecido. Quizá haya vuelto con su troupe de rateros. 

Cuando veo la cámara enfocándome hago una mueca de disgusto. ¿Para adelante o para atrás? Me pregunto durante un instante. La respuesta es obvia. Si bien es un contratiempo que me hayan visto intentaré usar esto a nuestro favor, ya que no han visto al resto del grupo. Hago un saludo amable a la camara moviendo la mano. Sin perder de vista a los pandilleros por si reciben alguna señal de alarma, intento pasar a su lado y doblar por el callejón a la izquierda. Al pasar bajo la cámara de vigilancia dejo un regalito en forma de granada de fragmentación activada para detonar en 6 segundos. Entre el humo de caucho quemado y el traje de camuflaje intentaré pasar por su lado sin que me vean y colarme en alguna cubrirme de la deflagración con alguna ventana o entrada del local comercial.

Pasas por debajo de la cámara. Observas como esos idiotas estaban demasiado ocupados con sus juguetes como para reparar en tu existencia. Cogiste la granada dentro de tu cinto. 

-Ni se te ocurra.- Oíste una voz femenina impersonal justo encima tuya. De repente los pandilleros pararon de jugar y se quedaron mirando hacia tu posición. Al levantar la cabeza viste a una chica apoyada en la repisa de una de las ventanas. -Saca las manos de los bolsillos muy lentamente...- Pudiste ver un destello metálico de la Ares Predator que empuñaba aquella muchacha. 

Unos ecos procedentes de la calle os llaman la atención. Ya no escucháis los vítores de antes. Algo ha cambiado allí fuera y no sabéis interpretar exactamente el qué ni cómo.

Me quedo inmóvil un segundo. La sensación de frustración bloquea mis pensamientos. Miro hacia arriba y veo a la tipa encañonándome con la pistola pesada. La obedezco. Levanto las manos, intentando ocultar la granada tras mi mano fuera de su ángulo de visión. Espero un poco con mis ojos clavados en ella, esperando una distracción, si no la encuentro la provoco.
 

Aquello no parecía ir muy bien, activó su radio y se acercó a la puerta un poco - Sombra, ¿va todo bien allí afuera? - preguntó en un susurro echandose el dedo índice al oído - Haz una señal y entro metiendo granadas hasta el baño... - murmuró afianzando el rifle en su mano libre.

- Señal... gruño entre dientes intentando no mover mucho la boca

Asumiendo que aquello era la señal... Dió una patada a la puerta y entró al interior, nada más ver la situación disparó una mini-granada a la zona ocupada por enemigos que estuviese más alejada de Sombra...

El estruendo al patear la puerta cogió por sorpresa a un grupo de pandilleros que había a unos 20 metros al fondo del callejón. Sus caras abobadas se hicieron más patentes tras ver rebotar en el suelo una granada de fragmentación con el clásico ruidito del metal al rebotar. Clic, cloc... 

El estallido voló por los aires a un par de ellos.